Hoy que cumple 131 años la Torre Eiffel (Foto de septiembre de 2008).
martes, 31 de marzo de 2020
lunes, 30 de marzo de 2020
Unorthodox
El
fin de semana vi de corrido la miniserie alemana (hablada en alemán,
inglés y yidish) Poco ortodoxa que acaba de estrenar Netflix. Me
pareció espléndida. La historia de una joven esposa que huye del
asfixiante ambiente de una comunidad judía ultraortodoxa de Nueva York y
se escapa a Berlín. Son sólo cuatro capítulos de una hora. Las
actuaciones son de primera. La serie vale mucho la pena (incluido el
breve documental que la acompaña), aunque quizá no sea para todo tipo de
público.
domingo, 29 de marzo de 2020
sábado, 28 de marzo de 2020
Después de la fiebre del oro, medio siglo ha
Crosby, Stills, Nash & Young acababan de grabar su obra maestra, Déjà Vu, cuando Neil Young los dejó y decidió producir su tercer álbum como solista. Quince meses habían pasado desde la salida de su disco anterior, el excelente Everybody Knows This Is Nowhere (1969), y el canadiense pasaba por una de sus recurrentes crisis existenciales. Escribir las canciones que constituirían After the Gold Rush (Reprise, 1970), arreglarlas y grabarlas fue para él una especie de terapia, una catarsis que hizo que pudiera seguir adelante en su carrera musical.
Para realizar esta obra, Young se rodeó de varios amigos y de algunos músicos muy jóvenes. En el primer caso estaba su entrañable compadre Stephen Stills, con quien siempre, desde los tiempos de Buffalo Springfield, mantuvo una relación de amistad signada por el binomio amor-odio que los hacia distanciarse y volver a juntarse de manera bastante visceral e indiscriminada. También participaron sus compañeros de Crazy Horse –Danny Whitten, Billy Talbot y Ralph Molina–, además del bajista Greg Reeves (de C.S.N. & Y.) y un virtuoso pianista casi adolescente, de escasos diecisiete años, el debutante Nils Lofgren.
After the Gold Rush es un álbum plácido e introspectivo, agridulce y de atmósferas campiranas. Neil Young siempre ha tenido dos vertientes musicales claramente marcadas y de algún modo esquizofrénicas: la folk, de tintes calmos y melancólicos, con instrumentaciones acústicas y vocalizaciones sutiles, y la –digamos– ruda o pesada, de tonalidades fuertes, agresivas, con arreglos electrificados y un uso en ocasiones inclusive exagerado del feedback (es esta segunda vertiente la que lo hizo tan aceptado entre los músicos que a principios de los noventa iniciaron el movimiento grunge y adoptaron a Young prácticamente como su padrino). After the Gold Rush pertenece claramente a la primera tendencia, la de aires folclóricos que a la larga influiría también en otra corriente actual: la del alt-country.
El disco abre su lado A con “Tell Me Why”, una balada fina que tiene en su sencillez su mayor virtud y en la guitarra punteada y la voz de Young la calidez de una plegaria. La sigue el tema que da título al álbum, una pieza llena de melancolía y desesperación, con una letra extraña, un canto tristísimo con ecos apocalípticos acompañado tan sólo por el piano de Young, aunque al final aparece el sonido de un corno francés. “Only Love Can Break Your Heart” es una delicada obra de orfebrería musical, una absoluta belleza con una melodía que recuerda un poco a Burt Bacharach y una letra sobre el amor en la juventud temprana. “Southern Man”, en cambio, representa un rompimiento por su relativa dureza (es una canción de protesta contra el racismo sureño en los Estados Unidos que tuvo una singular contrarréplica en “Sweet Home Alabama” de Lynyrd Skynyrd, cuya letra decía “Espero que Neil Young recuerde / que el hombre del sur no lo quiere ver por aquí nunca más”). El piano del joven Lofgren destaca sobremanera en este clásico neilyoungiano. La calma regresa con “Till the Morning Comes”, una brevísima melodía que más parece una coda, con un arreglo que vuelve a recordar a Bacharach.
El segundo lado da comienzo con la hermosa “Oh, Lonesome Me”, el único corte del disco que no compuso Neil Young (lo escribió el intérprete de música country Don Gibson). Continúa con la extraordinaria “Don’t Let It Bring You Down”, para mi gusto la mejor canción de After the Gold Rush y una de las mejores jamás escritas por el de Toronto, una joya absoluta que da pie a “Birds”, una preciosa y simple canción sobre un amor que llega a su fin; a “When You Dance You Can Really Love”, una de las piezas musicalmente “fuertes” del álbum; a “I Believe in You”, conmovedora, sentida y llena de elegancia; a “Cripple Creek Ferry”, la composición final, con ecos de The Band y de la “Proud Mary” de Creedence Clearwater Revival”.
After the Gold Rush es un álbum esencial dentro de la discografía de Neil Young. Lo seguiría Harvest (1972), otra obra enorme. Ambos trabajos muestran la grandeza de este cantautor que hoy sigue en activo y quien jamás ha dejado de ser congruente consigo mismo.
(Reseña publicada el pasado 20 de marzo en "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos)
Para realizar esta obra, Young se rodeó de varios amigos y de algunos músicos muy jóvenes. En el primer caso estaba su entrañable compadre Stephen Stills, con quien siempre, desde los tiempos de Buffalo Springfield, mantuvo una relación de amistad signada por el binomio amor-odio que los hacia distanciarse y volver a juntarse de manera bastante visceral e indiscriminada. También participaron sus compañeros de Crazy Horse –Danny Whitten, Billy Talbot y Ralph Molina–, además del bajista Greg Reeves (de C.S.N. & Y.) y un virtuoso pianista casi adolescente, de escasos diecisiete años, el debutante Nils Lofgren.
After the Gold Rush es un álbum plácido e introspectivo, agridulce y de atmósferas campiranas. Neil Young siempre ha tenido dos vertientes musicales claramente marcadas y de algún modo esquizofrénicas: la folk, de tintes calmos y melancólicos, con instrumentaciones acústicas y vocalizaciones sutiles, y la –digamos– ruda o pesada, de tonalidades fuertes, agresivas, con arreglos electrificados y un uso en ocasiones inclusive exagerado del feedback (es esta segunda vertiente la que lo hizo tan aceptado entre los músicos que a principios de los noventa iniciaron el movimiento grunge y adoptaron a Young prácticamente como su padrino). After the Gold Rush pertenece claramente a la primera tendencia, la de aires folclóricos que a la larga influiría también en otra corriente actual: la del alt-country.
El disco abre su lado A con “Tell Me Why”, una balada fina que tiene en su sencillez su mayor virtud y en la guitarra punteada y la voz de Young la calidez de una plegaria. La sigue el tema que da título al álbum, una pieza llena de melancolía y desesperación, con una letra extraña, un canto tristísimo con ecos apocalípticos acompañado tan sólo por el piano de Young, aunque al final aparece el sonido de un corno francés. “Only Love Can Break Your Heart” es una delicada obra de orfebrería musical, una absoluta belleza con una melodía que recuerda un poco a Burt Bacharach y una letra sobre el amor en la juventud temprana. “Southern Man”, en cambio, representa un rompimiento por su relativa dureza (es una canción de protesta contra el racismo sureño en los Estados Unidos que tuvo una singular contrarréplica en “Sweet Home Alabama” de Lynyrd Skynyrd, cuya letra decía “Espero que Neil Young recuerde / que el hombre del sur no lo quiere ver por aquí nunca más”). El piano del joven Lofgren destaca sobremanera en este clásico neilyoungiano. La calma regresa con “Till the Morning Comes”, una brevísima melodía que más parece una coda, con un arreglo que vuelve a recordar a Bacharach.
El segundo lado da comienzo con la hermosa “Oh, Lonesome Me”, el único corte del disco que no compuso Neil Young (lo escribió el intérprete de música country Don Gibson). Continúa con la extraordinaria “Don’t Let It Bring You Down”, para mi gusto la mejor canción de After the Gold Rush y una de las mejores jamás escritas por el de Toronto, una joya absoluta que da pie a “Birds”, una preciosa y simple canción sobre un amor que llega a su fin; a “When You Dance You Can Really Love”, una de las piezas musicalmente “fuertes” del álbum; a “I Believe in You”, conmovedora, sentida y llena de elegancia; a “Cripple Creek Ferry”, la composición final, con ecos de The Band y de la “Proud Mary” de Creedence Clearwater Revival”.
After the Gold Rush es un álbum esencial dentro de la discografía de Neil Young. Lo seguiría Harvest (1972), otra obra enorme. Ambos trabajos muestran la grandeza de este cantautor que hoy sigue en activo y quien jamás ha dejado de ser congruente consigo mismo.
(Reseña publicada el pasado 20 de marzo en "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos)
viernes, 27 de marzo de 2020
jueves, 26 de marzo de 2020
Mis 65
Hoy cumplo 65 años y no hay manera de festejarlo con alguien. Si el año pasado no pude celebrar mis beatleros sixty-four, debido a lo reciente de mi mudanza y a otras circunstancias que lo impidieron, ahora fue la obligada reclusión casera por el coronavirus lo que hizo que no pudiera invitar a ninguna de mis queridas amigas. Ni hablar. Ojalá cuando sean mis 66, en marzo de 2021, las cosas por fin se presten para hacer una buena fiesta con la gente que más amo.
Eso sí, recibí varias llamadas y más de 500 felicitaciones por Facebook. Pues ya 65 and I feel fine.
Eso sí, recibí varias llamadas y más de 500 felicitaciones por Facebook. Pues ya 65 and I feel fine.
miércoles, 25 de marzo de 2020
Dos series más
Ayer
les recomendaba tres series. Van hoy otras dos, ambas bastante extrañas
y delirantes: Hunters, de Amazon Prime Video, y Euphoria, de HBO.
La primera, una mezcla de violencia y humor negro à la Tarantino con estilo de comic y de cine de acción de los años setenta, con un cast que incluye a Al Pacino como jefe de un grupo de locos decidido a cazar nazis en los Estados Unidos de 1977. Una locura.
En cuanto a Euphoria, es un alucine de drogas, sexo y otras linduras entre adolescentes inadaptados. Me parece una serie muy honesta, muy cruda y visualmente espléndida. Ambas las recomiendo mucho.
La primera, una mezcla de violencia y humor negro à la Tarantino con estilo de comic y de cine de acción de los años setenta, con un cast que incluye a Al Pacino como jefe de un grupo de locos decidido a cazar nazis en los Estados Unidos de 1977. Una locura.
En cuanto a Euphoria, es un alucine de drogas, sexo y otras linduras entre adolescentes inadaptados. Me parece una serie muy honesta, muy cruda y visualmente espléndida. Ambas las recomiendo mucho.
martes, 24 de marzo de 2020
Tres series para la cuarentena
Libros, películas, discos, series... Hablemos de estas últimas. El fin
de semana me vi de corrido Un juego de caballeros (The English Game)
en Netflix. Hermosa serie británica sobre los orígenes del futbol a
finales del siglo XIX. Hagan de cuenta una especie de "Downton Abbey"
pero con el balompié (y la lucha de clases) como fondo. Además, conocerán la historia
(verídica) del primer jugador profesional de la historia: el escocés
Fergus Suter. Suena raro, pero el resultado es espléndido. Me gustó mucho.
También terminé la segunda temporada de la sensacional Ozark. Este viernes inicia la tercera. Si no han visto esa serie, se están perdiendo de un gran, oscuro y enfermizo thriller.
Y ayer estrenaron en HBO The Plot Against America, basada en la novela homónima (2004) del gran Philip Roth. Una historia sobre cómo la ideología nazi y el odio a los judíos empezaba a germinar en algunos estratos de los Estados Unidos en 1940 (debido al ascenso político del siniestro "héroe" populista y fascista Charles Lindbergh), poco antes de que el país entrara a la Segunda Guerra Mundial. Vi los dos primeros capítulos (únicos disponibles hasta el momento). Estupenda. Además con un gran elenco que incluye a Winona Ryder, John Turturro y mi adorada Zoe Kazan.
Tres recomendaciones para estos días de cuarentena.
También terminé la segunda temporada de la sensacional Ozark. Este viernes inicia la tercera. Si no han visto esa serie, se están perdiendo de un gran, oscuro y enfermizo thriller.
Y ayer estrenaron en HBO The Plot Against America, basada en la novela homónima (2004) del gran Philip Roth. Una historia sobre cómo la ideología nazi y el odio a los judíos empezaba a germinar en algunos estratos de los Estados Unidos en 1940 (debido al ascenso político del siniestro "héroe" populista y fascista Charles Lindbergh), poco antes de que el país entrara a la Segunda Guerra Mundial. Vi los dos primeros capítulos (únicos disponibles hasta el momento). Estupenda. Además con un gran elenco que incluye a Winona Ryder, John Turturro y mi adorada Zoe Kazan.
Tres recomendaciones para estos días de cuarentena.
lunes, 23 de marzo de 2020
La incertidumbre
Leer las diversas, extremas, contradictorias, alentadoras, pesimistas. aterradoras, esperanzadoras opiniones e informaciones acerca de la pandemia del coronavirus no ayuda a la estabilidad emocional. Estamos viviendo momentos de miedo y tensión que sólo podrían compararse con lo que se vivió a principios de los años sesenta, cuando se dio la crisis de los misiles entre los Estados Unidos y la Unión Soviética por causa de Cuba y el mundo estuvo cerca de ser víctima de una guerra nuclear.
No sé si lo de hoy es mayor o menor. Pero el miedo está ahí de nueva cuenta. Un miedo alimentado por la incertidumbre y por una paradójica mezcla de desinformación y exceso de información. ¿Qué es lo que se nos viene en los próximos días, en las próximas semanas, en los próximos meses? ¿Morirá tanta gente como pronostican los agoreros del desastre? ¿Resultará al final que las cosas fueron graves pero no de la manera como se nos ha manejado en los medios de comunicación?
Uno está aquí, en un semi encierro casero, esperando ser útil con eso para que el contagio del Covid-19 no sea tan grande o tan rápido. La Organización Mundial de la Salud por un lado dice que las autoridades sanitarias en México han venido actuando bien, pero otros especialistas dicen precisamente lo contrario. López Obrador le quita importancia a la epidemia y dice que no es para tanto y que estamos preparados para hacerle frente, pero la jefa de gobierno de la Ciudad de México hizo que a partir de hoy cierren iglesias, cines, teatros y otros lugares de reunión. No hay escuelas, los restaurantes están vacíos, en las calles hay mucho menos movimiento, pero la gente luce más o menos tranquila, como si aquí no pudiera suceder lo que pasó en China e Irán o lo que está pasando en Italia y España. ¿Estamos a salvo de esas tragedias o se nos viene una peor?
Todo eso para no hablar de la economía nacional y mundial que según todos los pronósticos va en franca y vertiginosa picada hacia la recesión.
Incertidumbre, esa es hoy la palabra del juego. And i don't feel good.
No sé si lo de hoy es mayor o menor. Pero el miedo está ahí de nueva cuenta. Un miedo alimentado por la incertidumbre y por una paradójica mezcla de desinformación y exceso de información. ¿Qué es lo que se nos viene en los próximos días, en las próximas semanas, en los próximos meses? ¿Morirá tanta gente como pronostican los agoreros del desastre? ¿Resultará al final que las cosas fueron graves pero no de la manera como se nos ha manejado en los medios de comunicación?
Uno está aquí, en un semi encierro casero, esperando ser útil con eso para que el contagio del Covid-19 no sea tan grande o tan rápido. La Organización Mundial de la Salud por un lado dice que las autoridades sanitarias en México han venido actuando bien, pero otros especialistas dicen precisamente lo contrario. López Obrador le quita importancia a la epidemia y dice que no es para tanto y que estamos preparados para hacerle frente, pero la jefa de gobierno de la Ciudad de México hizo que a partir de hoy cierren iglesias, cines, teatros y otros lugares de reunión. No hay escuelas, los restaurantes están vacíos, en las calles hay mucho menos movimiento, pero la gente luce más o menos tranquila, como si aquí no pudiera suceder lo que pasó en China e Irán o lo que está pasando en Italia y España. ¿Estamos a salvo de esas tragedias o se nos viene una peor?
Todo eso para no hablar de la economía nacional y mundial que según todos los pronósticos va en franca y vertiginosa picada hacia la recesión.
Incertidumbre, esa es hoy la palabra del juego. And i don't feel good.
domingo, 22 de marzo de 2020
sábado, 21 de marzo de 2020
La princesa de hielo
Terminé de leer esta novela, escrita por la sueca Camilla Läckberg y editada por Oceano. Me la regalaron en la cena de Navidad. Buen libro a secas. Un relato policíaco à la nórdica que narra la historia del asesinato de una joven mujer en la pequeña ciudad de Fjällbacka, en Suecia, y con la que se inicia la saga Los crímenes de Fjällbacka que ya lleva cerca de una decena de entregas y que ha convertido en best seller a la escritora.
No sé si sea por tratarse de su primera novela, pero se siente que cuando la escribió, en 2003, Läckberg era aún una autora novata. La trama es buena y retrata bien a los personajes, además de presentarnos a quienes formarán parte de la larga saga, como la protagonista principal, Erica Falck, y su pareja sentimental, el agente de la policía local Patrik Hedström.
A lo largo de sus más de 400 páginas, el libro logra atraparnos y, un poco al estilo de Agatha Christie, nos hace sospechar de varios personajes como posibles autores del crimen de Alexandra Wijkner, para sorprendernos con quien quizá menos lo esperábamos. Hasta ahí, cumple con la fórmula de las buenas novelas de crímenes. Sin embargo, la manera como se resuelve el misterio resulta un tanto fácil o acomodado. Eso y el hecho de que en algunas partes el libro se vuelve un tanto aburrido, me parecieron los puntos débiles del mismo. No obstante, al final La princesa de hielo se deja leer y cumple con su cometido.
No es la gran novela policíaca que nos quieren vender, pero digamos que se defiende y entretiene.
No sé si sea por tratarse de su primera novela, pero se siente que cuando la escribió, en 2003, Läckberg era aún una autora novata. La trama es buena y retrata bien a los personajes, además de presentarnos a quienes formarán parte de la larga saga, como la protagonista principal, Erica Falck, y su pareja sentimental, el agente de la policía local Patrik Hedström.
A lo largo de sus más de 400 páginas, el libro logra atraparnos y, un poco al estilo de Agatha Christie, nos hace sospechar de varios personajes como posibles autores del crimen de Alexandra Wijkner, para sorprendernos con quien quizá menos lo esperábamos. Hasta ahí, cumple con la fórmula de las buenas novelas de crímenes. Sin embargo, la manera como se resuelve el misterio resulta un tanto fácil o acomodado. Eso y el hecho de que en algunas partes el libro se vuelve un tanto aburrido, me parecieron los puntos débiles del mismo. No obstante, al final La princesa de hielo se deja leer y cumple con su cometido.
No es la gran novela policíaca que nos quieren vender, pero digamos que se defiende y entretiene.
viernes, 20 de marzo de 2020
Canciones para la cuarentena
Aún no había escrito cosa alguna al respecto, pero el mundo está de cabeza debido a la pandemia del coronavirus, surgida en China a principios de año. La enfermedad ha pegado muy fuerte en varios países, especialmente la propia China, Italia (quizás el caso más grave de todos), España e Irán, pero ya está extendida por toda Europa y comienza a llegar a los demás continentes (en los Estados Unidos hay regiones en las cuales la situación empeora día con día).
En México aún no llega con furia y oficialmente todavía estamos en la fase 1, aunque cerca ya de entrar en la fase 2. El gobierno no se ha manejado con la suficiente seriedad y el propio López Obrador actúa como si la epidemia no existiera y como si el virus fuera, literalmente, un cuento chino. Las estupideces que ha dicho a lo largo de estos días son de antología.
Por ahora, lo que se recomienda a nivel mundial es que quienes podamos nos resguardemos en nuestras casas para evitar el contagio y que nos lavemos las manos todas las veces que nos sea posible durante cada día. En esas estoy, aquí con mi mamá. Preocupado porque las personas más vulnerables son los mayores de sesenta años, sobre todo si padecen alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, etcétera. No hay aún muchos casos de gente enferma, pero ya hubo dos fallecimientos. Se dice que en las próximas semanas vendrá lo más duro en el país. La información en redes y medios de comunicación es contradictoria y va del alarmismo demencial al valemadrismo escéptico (caso López Obrador y muchos de sus seguidores).
Iré contando por aquí cómo evolucionan las cosas. Esperemos que el semi encierro (sólo he salido aquí cerca para comprar comida y mi mamá por fortuna no sale en absoluto de casa) no sea muy prolongado (hay quienes dicen que serán tres meses, hay quienes dicen que serán menos, hay quienes dicen que serán más).
Por lo pronto, en Spotify inicié hoy una lista diaria de diez canciones que publicaré cada día de la cuarentena. Serán las primeras diez canciones que me lleguen a la mente cada día. Las estoy difundiendo en redes y la lista de hoy tuvo éxito y buena aceptación (dar clic aquí para escucharla). En fin, esperemos salir de esta crisis (que está golpeando también a la economía mundial de manera terrible) pronto y de la mejor (o menos peor) manera.
En México aún no llega con furia y oficialmente todavía estamos en la fase 1, aunque cerca ya de entrar en la fase 2. El gobierno no se ha manejado con la suficiente seriedad y el propio López Obrador actúa como si la epidemia no existiera y como si el virus fuera, literalmente, un cuento chino. Las estupideces que ha dicho a lo largo de estos días son de antología.
Por ahora, lo que se recomienda a nivel mundial es que quienes podamos nos resguardemos en nuestras casas para evitar el contagio y que nos lavemos las manos todas las veces que nos sea posible durante cada día. En esas estoy, aquí con mi mamá. Preocupado porque las personas más vulnerables son los mayores de sesenta años, sobre todo si padecen alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, etcétera. No hay aún muchos casos de gente enferma, pero ya hubo dos fallecimientos. Se dice que en las próximas semanas vendrá lo más duro en el país. La información en redes y medios de comunicación es contradictoria y va del alarmismo demencial al valemadrismo escéptico (caso López Obrador y muchos de sus seguidores).
Iré contando por aquí cómo evolucionan las cosas. Esperemos que el semi encierro (sólo he salido aquí cerca para comprar comida y mi mamá por fortuna no sale en absoluto de casa) no sea muy prolongado (hay quienes dicen que serán tres meses, hay quienes dicen que serán menos, hay quienes dicen que serán más).
Por lo pronto, en Spotify inicié hoy una lista diaria de diez canciones que publicaré cada día de la cuarentena. Serán las primeras diez canciones que me lleguen a la mente cada día. Las estoy difundiendo en redes y la lista de hoy tuvo éxito y buena aceptación (dar clic aquí para escucharla). En fin, esperemos salir de esta crisis (que está golpeando también a la economía mundial de manera terrible) pronto y de la mejor (o menos peor) manera.
jueves, 19 de marzo de 2020
Anécdota histórica
Luego de terminar su primer período presidencial el general Díaz fue sustituido por Manuel González.
Una tarde llegó Díaz a visitar a su compadre, el presidente de la república, y le comentó:
—La verdad es que no tengo ambiciones presidenciales, compadre.
El presidente González no contestó nada, pero comenzó a buscar entre los cajones de su escritorio.
—¿Qué busca, compadre?
—Al pendejo que se lo crea, compadre.
Una tarde llegó Díaz a visitar a su compadre, el presidente de la república, y le comentó:
—La verdad es que no tengo ambiciones presidenciales, compadre.
El presidente González no contestó nada, pero comenzó a buscar entre los cajones de su escritorio.
—¿Qué busca, compadre?
—Al pendejo que se lo crea, compadre.
miércoles, 18 de marzo de 2020
De Borges
"El
verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo
imperativo. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes que si un libro
los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un
libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La
lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar
a nadie a ser feliz".
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
martes, 17 de marzo de 2020
Y la opinión de Salvador Mendiola
Pongo la conclusión al principio, mi querido Hugo, para calmar tu
inquietud de escritor: me gustó Emiliano. Tienes novela que ponerte y
lucir. Eres el escritor que esperaba encontrar, porque me asombró tu
trabajo. Lo que sigue son unos puntos de lo mucho que me has dado a
pensar y sentir con tu relato.
No es una novela de vanguardia. No en apariencia, el experimento vanguardista está oculto. Porque veo que el "experimentar" está en escribir un libro según lo real de tu escritor-periodista, Esteban Leyva, un reportero y no un literato. Aunque el resultado, entonces, conecta con la "vanguardia clásica" de Agustín Yáñez, más que con la turbulenta "vanguardia romántica" de Juan Rulfo. Y entonces tu libro está más cerca de Gustavo Sáinz que de José Agustín, lo cual espero entiendas como el elogio que quiere ser. Lo mismo te leo más en tono de Juan García Ponce que de Salvador Elizondo.
No es una novela de vanguardia. No en apariencia, el experimento vanguardista está oculto. Porque veo que el "experimentar" está en escribir un libro según lo real de tu escritor-periodista, Esteban Leyva, un reportero y no un literato. Aunque el resultado, entonces, conecta con la "vanguardia clásica" de Agustín Yáñez, más que con la turbulenta "vanguardia romántica" de Juan Rulfo. Y entonces tu libro está más cerca de Gustavo Sáinz que de José Agustín, lo cual espero entiendas como el elogio que quiere ser. Lo mismo te leo más en tono de Juan García Ponce que de Salvador Elizondo.
Me interesaba mucho leer la relación de tu memoria con la de tu abuelo.
Todo un reto de escritura y psicoanálisis. La solución me sorprendió en
positivo. El escritor-periodista Leyva es más que otro yo para ti y es
un modo interesante de acercarte a don Emiliano desde lo que más eres
tú, un periodista. Vivir su vida desde lo más real posible, la
imaginación. Ser el otro y ser tú y así ser más, la novela.
El relato de ambas historias, la de Emiliano García Estrella y la de Esteban Leyva da la forma novela esencial, el asidero para no perderte en lo tedioso de la biografía seca y así poder salvar con elegancia los necesarios puntos oscuros de las vidas reales. Es una novela de vida y de aventuras, aventuras realistas, periodísticas.
Me hace pensar el relato que puede tener continuación. Que puedes tejer varias novelas sobre el tema de este relato. Como en El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell. Lo que puede continuar ahora con la vida de Esteban Leyva, como insinúa el texto.
Te felicito. Gracias por tan grata y amena lectura. Demuestras con creces tu garra de escritor maduro y completo.
Ahora veré la reacción de los estudiantes que la lean.
Un abrazo.
El relato de ambas historias, la de Emiliano García Estrella y la de Esteban Leyva da la forma novela esencial, el asidero para no perderte en lo tedioso de la biografía seca y así poder salvar con elegancia los necesarios puntos oscuros de las vidas reales. Es una novela de vida y de aventuras, aventuras realistas, periodísticas.
Me hace pensar el relato que puede tener continuación. Que puedes tejer varias novelas sobre el tema de este relato. Como en El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell. Lo que puede continuar ahora con la vida de Esteban Leyva, como insinúa el texto.
Te felicito. Gracias por tan grata y amena lectura. Demuestras con creces tu garra de escritor maduro y completo.
Ahora veré la reacción de los estudiantes que la lean.
Un abrazo.
lunes, 16 de marzo de 2020
Una opinión que me escribió hace tres años un lector de mi novela "Emiliano"
Hola Hugo:
Hace casi un mes que nos conocimos, a la entrada del metrobús, para hacerme de mi ejemplar de Emiliano. Ya en mi camino de regreso a CU me di cuenta de que tu novela se disfruta de corrido, así que decidí leerla el fin de semana, sin interrupciones. Tuve imprevistos y la dejé para el siguiente fin, pero como yo también suelo cargar un libro en la mano (según me dijiste que haces tú), di algunas avanzadas entre semana, suficientes para despertarme la simpatía de lector por ambos protagonistas y sus historias.
Hace casi un mes que nos conocimos, a la entrada del metrobús, para hacerme de mi ejemplar de Emiliano. Ya en mi camino de regreso a CU me di cuenta de que tu novela se disfruta de corrido, así que decidí leerla el fin de semana, sin interrupciones. Tuve imprevistos y la dejé para el siguiente fin, pero como yo también suelo cargar un libro en la mano (según me dijiste que haces tú), di algunas avanzadas entre semana, suficientes para despertarme la simpatía de lector por ambos protagonistas y sus historias.
Los años decisivos (o indecisivos) de la Revolución, como escenario del
origen de lo que nos consta en la vida posterior del país, contados con
pesimismo ilustrado, desde la cercanía vivida con los hechos
lamentables. El periodista y sus males de amores, que me imaginé desde
el principio como un jóven Hugo García Michel, vestido a la usanza. Sí,
disfrute la lectura sin pausas. La estructura de los tiempos
entrecruzados me mantuvo el interés de cada secuencia, pendiente de los
personajes que confluyen en el vaivén de los hechos. El ritmo de la
narración me ha sugerido una suerte de ecos, de eventos que vuelven
transformados, como los nacimientos del hijo y del nieto, mostrando el
(sin)sentido de la vida. La muerte es soberana; así la del asesinado
Obregón, que evoca en Emiliano la del asesinado Carranza, y que
contrasta luego con el trance apacible del propio Emiliano, del que nos
enteramos a través de la reflexión del amigo al día siguiente del
deceso, elipsis sin duda acertada.
Agradezco la lectura de tu novela por el gusto que deja, sin sosos enredos ni falsas profundidades. Pasaron luego tres semanas, en las que he estado abarrotado de trabajo y demás ocupaciones, que casi no me han dejado conectarme a Facebook, y aún tengo las impresiones frescas. Ahora, que atiendo el pendiente de escribirte esta nota con mis opiniones, te digo que también disfruto la relectura de algunos pasajes (ingratas mujeres encantadoras). Un detalle de menor importancia frente a lo literario, pero que por lo editorial creo que te interesa: casi desde el principio el encuadernado se me partió en pequeños legajos que se resbalan de la cubierta; también encontré un par de erratas, que se pueden corregir para la edición digital (a lo que me dedico, por si necesitas...): página 35 "Martinez me quiera (quiere) enviar..." y página 210: "...el que me esté (está) entrevistando". Sin embargo, los aciertos y la simpatía prevalecen. Cuando un cajero me entregó billetes nuevecitos de los conmemorativos del centenario de la Constitución, enseguida supe cuál era el libro correcto para conservar uno.
Ya con el gusto de conocerte en persona, cuéntame entre tus muchos lectores, aunque lo soy desde hace buen tiempo. Tengo además el gusto de haber colaborado un par de veces en La Mosca.
Seguiremos comentando.
Un abrazo.
Agradezco la lectura de tu novela por el gusto que deja, sin sosos enredos ni falsas profundidades. Pasaron luego tres semanas, en las que he estado abarrotado de trabajo y demás ocupaciones, que casi no me han dejado conectarme a Facebook, y aún tengo las impresiones frescas. Ahora, que atiendo el pendiente de escribirte esta nota con mis opiniones, te digo que también disfruto la relectura de algunos pasajes (ingratas mujeres encantadoras). Un detalle de menor importancia frente a lo literario, pero que por lo editorial creo que te interesa: casi desde el principio el encuadernado se me partió en pequeños legajos que se resbalan de la cubierta; también encontré un par de erratas, que se pueden corregir para la edición digital (a lo que me dedico, por si necesitas...): página 35 "Martinez me quiera (quiere) enviar..." y página 210: "...el que me esté (está) entrevistando". Sin embargo, los aciertos y la simpatía prevalecen. Cuando un cajero me entregó billetes nuevecitos de los conmemorativos del centenario de la Constitución, enseguida supe cuál era el libro correcto para conservar uno.
Ya con el gusto de conocerte en persona, cuéntame entre tus muchos lectores, aunque lo soy desde hace buen tiempo. Tengo además el gusto de haber colaborado un par de veces en La Mosca.
Seguiremos comentando.
Un abrazo.
domingo, 15 de marzo de 2020
Knives Out
Acabo de ver en Cuevana esta magnífica película escrita y dirigida por Rian Johnson, un entretenido y delicioso homenaje a Agatha Christie, trasladado a la Massachusetts actual.
Knives Out (2019) es sin embargo más que un simple divertimento. Espléndidamente filmada, con un cuadro de actores de primera línea (Christopher Plummer, Jamie Lee Curtis, Don Johnson, Michael Shannon, Chris Evans, Toni Colette y un magnífico Daniel Craig, entre otros), con gran música, estupendo ritmo narrativo y un guión inteligentísimo y lleno de humor negro, la cinta se da tiempo para ironizar con agudos comentarios políticos y sociales. Cierto que los personajes corren el peligro de caer en la caricatura y la parodia, pero eso nunca sucede y ello hace que el filme se vuelva incluso entrañable.
Falta mencionar al personaje central de la película: Martha, la joven "latina" (nunca sabemos de qué país, lo cual constituye uno de los gags continuos de la trama) interpretada por Ana de Armas.
El exitoso y multimillonario escritor de novelas policiacas Harlan Thrombey (un fantástico Plummer) celebra con su familia sus 85 años de edad y esa misma noche aparece muerto, degollado por sí mismo en un muy extraño suicidio. Parece que no hay dudas sobre la causa de la muerte, pero la policía de todos modos debe investigar, para lo cual designa a dos agentes más que jocosos (nuevamente, sin caer en la caricatura), más la aparición del detective privado Benoit Blanc (claro homenaje al Hercules Poirot de doña Agatha), interpretado por Craig de manera brillante.
No revelaré las mil vueltas de tuerca que va dando la historia y que van haciendo que esta se vuelva cada minuto más interesante y, sí, más divertida. La cinta no decae en un solo momento y al final se resuelve, claro está, como uno menos se lo espera. La última toma es de antología.
No diré más para no convertirme en spoiler. Me limito a recomendar Knives Out (creo que en español le pusieron Puñales y secretos o algo así). Véanla. La van a pasar muy bien.
Knives Out (2019) es sin embargo más que un simple divertimento. Espléndidamente filmada, con un cuadro de actores de primera línea (Christopher Plummer, Jamie Lee Curtis, Don Johnson, Michael Shannon, Chris Evans, Toni Colette y un magnífico Daniel Craig, entre otros), con gran música, estupendo ritmo narrativo y un guión inteligentísimo y lleno de humor negro, la cinta se da tiempo para ironizar con agudos comentarios políticos y sociales. Cierto que los personajes corren el peligro de caer en la caricatura y la parodia, pero eso nunca sucede y ello hace que el filme se vuelva incluso entrañable.
Falta mencionar al personaje central de la película: Martha, la joven "latina" (nunca sabemos de qué país, lo cual constituye uno de los gags continuos de la trama) interpretada por Ana de Armas.
El exitoso y multimillonario escritor de novelas policiacas Harlan Thrombey (un fantástico Plummer) celebra con su familia sus 85 años de edad y esa misma noche aparece muerto, degollado por sí mismo en un muy extraño suicidio. Parece que no hay dudas sobre la causa de la muerte, pero la policía de todos modos debe investigar, para lo cual designa a dos agentes más que jocosos (nuevamente, sin caer en la caricatura), más la aparición del detective privado Benoit Blanc (claro homenaje al Hercules Poirot de doña Agatha), interpretado por Craig de manera brillante.
No revelaré las mil vueltas de tuerca que va dando la historia y que van haciendo que esta se vuelva cada minuto más interesante y, sí, más divertida. La cinta no decae en un solo momento y al final se resuelve, claro está, como uno menos se lo espera. La última toma es de antología.
No diré más para no convertirme en spoiler. Me limito a recomendar Knives Out (creo que en español le pusieron Puñales y secretos o algo así). Véanla. La van a pasar muy bien.
sábado, 14 de marzo de 2020
Ocultar a The Warning
El sitio oficial del Vive Latino (un festival que debió cancelarse por
más que obvias razones de salud) puso dos señales televisivas para
seguir a los grupos que ahí se están presentando hoy y mañana. Me asomé y
vi que estaban dos grupitos del rockcito más infecto e intrascendente. A
The Warning lo mandaron a un escenario que no tiene señal de televisión
y le dieron media hora para su presentación. Qué desperdicio. Dirán que
como es un grupo joven y es su primera vez en el festival, tiene que
pagar derecho de piso. Sin embargo, cuando la calidad es tal que supera
en forma abrumadora a la gran mayoría de los músicos invitados, debería
existir un criterio musical mucho más serio e inteligente. Una lástima.
Porque no tengo duda que dentro de algún tiempo, no mucho, se van a
pelear por traer a las hermanas Villarreal al escenario principal y en
horario estelar. Como dije: qué desperdicio (fruto de la estupidez y la
altanería). Y como dije también: el festival debió ser cancelado por
razones de salud pública.
viernes, 13 de marzo de 2020
Escrito hace seis años
Válgame Dios. Regreso de una junta de mi "revistita" y me topo en una
biografía de facebook con una marabunta de anécdotas y acontecimientos
(que no hechos cruciales) del rock que se hace y se deshace en México.
Todo a raíz de una pequeña broma que me permití ayer o antier en mi
facebook. Digo, agradezco que se me tome tanto en cuenta y que lo que
diga llame tanto la atención de algunos amigos (algunos de ellos a
quienes quiero mucho, como Fernando Rivera Calderón, David Cortés Arce
y algún otro por ahí) y de muchos ¿enemigos? que parecen estar armando
su cruzada contra este seudoperiodista dañino que les hace hervir la
sangre cada vez que pronuncia una opinión crítica contra el rockcito,
esa palabra que tanto indigna a tantos. Dicen que soy un "músico
frustrado" (la clásica contra los críiticos). No lo soy, por fortuna.
Toco la guitarra y escribo canciones desde 1969 y me presenté en público
por primera vez en 1972, en la Casa del Lago, cuando algunos de los que
comentan quizá no habían nacido siquiera. Tengo compuestas cerca de 700
piezas y a mí (y a las pocas personas que las conocen) me gustan,
aunque no busque hacerme famoso o tocar en el Vive Latino, etcétera. Les
mando a todos ellos una sonrisa y por supuesto que seguiré en lo mío.
Desde los años noventa se me ha considerado el masiosare enemigo de la
sacrosanta patria roquerita. ¿Qué es una andanada más? Ya llevo mucho
tiempo en esto como para asustarme y echarme para atrás... (a menos que
por ahí a alguno se le ocurra llegar a la agresión física, lo cual nunca
me ha sucedido). ¡Y yo que pensaba que el único niño héroe del rock
nacional había sido Ricardo Bravo! Bonita tarde y gracias, muchachos,
por tomarme tanto en cuenta.
https://www.facebook.com/memories/?source=notification¬if_id=1583712212213380¬if_t=onthisday
(13 de marzo de 2014)
https://www.facebook.com/memories/?source=notification¬if_id=1583712212213380¬if_t=onthisday
(13 de marzo de 2014)
jueves, 12 de marzo de 2020
miércoles, 11 de marzo de 2020
El gato de Cabrera Infante
Guillermo Cabrera Infante tenía un gato encantador y leal, "aunque algo
rasguñoso", al que llamó Offenbach, mas no como homenaje al autor de la
ópera Los cuentos de Hoffman, sino porque maullaba tan feo que
"ofendía a Bach".
martes, 10 de marzo de 2020
Los Pechos Privilegiados All Stars Band
Hace 16 años de este concierto en el Hard Rock Live de Polanco. Marzo de 2004, aniversario 10 de La Mosca en la Pared. Los Pechos Privilegiados All Stars Band. Ahí aparecen José Manuel Aguilera, Iraida Noriega, Alejandro Marcovich, Magos Herrera, Jaime López, mi hijo Alain (en la batería), Juan Óscar Alcina... y estuvieron también Diego Maroto, Alejandro Otaola, Adolfo Cantú, Leyla Rangel, Paula Watson y Luis Sánchez.
lunes, 9 de marzo de 2020
Una dedicatoria de Raquel Tibol
Cuando la entrevisté, en 2002, doña Raquel Tibol me regaló y me dedicó este su libro.
Hace poco más de 17 años.
domingo, 8 de marzo de 2020
León con sonrisa Colgate
Este león que se limpia los dientes con pasta dental Colgate lo debo
haber dibujado a los diez u once años, es decir, en 1965 o 66. Me
encontré el dibujo en una caja.
sábado, 7 de marzo de 2020
viernes, 6 de marzo de 2020
Duda filosófica
Si en un partido de futbol se disputan tres
puntos pero se produce un empate y cada equipo se lleva uno de los
puntos, ¿dónde queda el punto que sobra?
jueves, 5 de marzo de 2020
miércoles, 4 de marzo de 2020
La sabiduría de "nuestro" Fidel
"Si lo piensas, no lo digas; si lo dices, no lo escribas; si lo
escribes, no lo firmes; pero, si cometes la pendejada de firmarlo,
¡échate para atrás...!".
Fidel Velázquez
Fidel Velázquez
lunes, 2 de marzo de 2020
De nuestro viejo periodismo "roquero"
Una muestra del viejo "periodismo" roquero y de cómo en el fondo nuestro rockcito sigue siendo el mismo:
-Los escuché cantar en italiano y portugués.
-Simón, es por salir de la onda en inglés; antes lo hacíamos, pero todos lo hacen y no tiene caso.
-¿Sabes italiano y portugués?
-Nel, ¿cómo crees? Con trabajo hablo español. Me las aprendí de memoria y ya.
-Los escuché cantar en italiano y portugués.
-Simón, es por salir de la onda en inglés; antes lo hacíamos, pero todos lo hacen y no tiene caso.
-¿Sabes italiano y portugués?
-Nel, ¿cómo crees? Con trabajo hablo español. Me las aprendí de memoria y ya.
Entrevista de Dick Lemmon (sic) con el grupo La Nueva Onda (sic), de
Ensenada, Baja California. Revista México Canta No. 354. Diciembre 3
de 1971.