sábado, 15 de marzo de 2008

Mojitos en fuga*


De los dieciocho que tenía, de los dieciocho que tenía, cinco buscaron asilo, ya nomás me quedan trece, trece, trece, trece, trece. De los trece que tenía, de los trece que tenía, uno quedó suspendido, ya nomás me quedan doce, doce, doce, doce, doce. De los doce que tenía, de los doce que tenía, otros dos se refugiaron, ya nomás me quedan diez, diez, diez, diez, diez.
Seguramente esa es la tonada infantil que revolotea en la cabeza del entrenador de la selección preolímpica de Cuba que participa, diezmada, en el torneo clasificatorio para Beijing que se lleva a cabo en canchas de los Estados Unidos y donde los cubanos dieron tan buena impresión en su primer partido, precisamente contra el representativo del país que ha sido su enemigo histórico durante cerca de cincuenta años.
Vi el jueves pasado el segundo tiempo del partido entre Cuba y Honduras y resultó conmovedor contemplar a los aguerridos pero cansados diez jugadores de Cuba, sin banca de suplentes, mientras trataban de impedir la derrota que llegó de manera inevitable. Ver cómo les anotaban esos dos goles fue una de las cosas más tristes que me ha tocado contemplar últimamente en el deporte de las patadas (ni el América causa tantas tristezas). Podrá uno estar o no de acuerdo con el actual régimen cubano, pero lo que hizo esa decena de futbolistas la tarde del jueves 13 de marzo fue una cosa para recordar.

* * * * *

Desde esta espacio quiero agradecer a toda la gente que se ha solidarizado con el autor de esta columna, debido a la desaparición (espero que temporal) de la revista que dirigí a lo largo de catorce años, "La Mosca en la Pared". Colaboradores, lectores, compañeros de "Milenio Diario" y de otros medios, músicos y hasta competidores me han dado muestras de apoyo que no hacen sino convencerme de la importancia del proyecto y de que éste debe continuar, seguramente con otra casa editorial. El espléndido equipo de "La Mosca" permanece sólido y dispuesto. Vamos a pelear por el regreso. Gracias de nueva cuenta.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Hugo, mi nombre es Miguel Franco este comentario no tiene nada que ver con el texto que subiste hoy a tu blog pero me acabo de enterar que una vez más desaparece La Mosca, eso me causa una gran tristeza y melancolía pues soy gran lector (no se si gran pero asiduo eso si) de tu revista. Valla que voy a extrañar a mis columnistas preferidos como José Agustín, Eusebio Ruvalcaba, Fedro Carlos Guillén y el tiovio mi sección favorita que ha sido una gran guía para seleccionar mis próximas compras de disquines.

Como veras (o leerás si tengo suerte), La Mosquita en la Pader se comvirtio más que en una publicación del montón que hojeas y después olvidas, en una compañera de viaje durante trece años y fracción (en mi recamara en una repisa se encuentra mi colección perfectamente conservada), que me hizo reír y también encabronar cuando no estaba de acuerdo con lo que ahí se expresaba. Espero pues un pronto y exitoso regreso, de eso no tengo la menor duda, mientras tanto te envió un abrazo mosquiento de larva descarriada hasta donde te encuentres, saludos.

Anónimo dijo...

Que tal, pues del mismo modo tomo con desanimo el hecho de que ya no se publicara mas mi revista de cabecera. Hoy pase por un puesto de revistas y al ver exhibiendose la ultima entrega me entro un especie de nostalgia. Desde aqui te expreso mi estima y admiracion y te aseguro que vendran tiempos mejores. Estaremos a la espera de una mosca reloaded. Paciencia y tranquilidad. Saludos

Jesus Romero Hernandez
Puebla, Pue.
slowweird@hotmail.com

Lu García dijo...

Un abrazo solidario, Hugo.

Anónimo dijo...

no se vayan, háganlo por el bien de los ignorantes como yo

Anónimo dijo...

AHHHH!! NOOO!!! Leyendo la desaparición de la mosquita, quisiera que se tomara en cuenta que esa revista también apoyaba al desarrollo de la experimentación artística en su diseño editorial. Presentaban formato, fondos, recortes e ilustraciones que gritaban su llamativa personalidad y enriquecían la lectura distrayendo la mirada a los rinconcitos gráficos así como puntadas buenísimas como el título "fe de ratas" escrito tal cual en alguna ocasión publicada. En lo personal tuve la oportunidad de participar en una ocasión el año pasado con una ilustración y fondo para la sección del buzón de mamá mosca de octubre- CRÉANME que se da un gustazo cuando te contactan con un motivo tan chido, pocas revistas se avientan a hacer cosas así y funcionaba de maravilla. Ojalá que regresen!!!! tienen el apoyo de los olvidados en ciudades pekeñitas del país.. GRACIAS!!