Hubo un sólo orador, Lorenzo Cordova, quien pronunció un gran discurso. Conmigo iban mi hermana Ivette y su hijo Carlos y al final del mitin nos reunimos con mi hermana Myrna, su esposo Jorge y su hija Leyla. Cominos-desayunamos en un restorancito de la calle Regina y nos regresamos a Tlalpan en el carro de Jorge y Myrna (de ida me fui con Carlos e Ivette en un taxi que alquiló ella).
Gran jornada. Pacífica, ordenada, entusiasta, emocionante (cuando cantamos el Himno Nacional para cerrar la ceremonia, fue precioso).
Vienen poco más de tres meses definitorios para el país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario