(Me encantó este poema del gran Rubem Fonseca)
Sigo siendo sensible al encanto femenino.
Me siguen gustando los sapos.
Pero dentro de casa no tengo
mujer o sapo.
Tengo libros. Tengo tenedores y cuchillos.
Tengo zapatos. El zapato que uso fue comprado
hace más de 15, quince, repito, quince años.
Esto es una poesía, vayan sabiendo.
Alguien dijo que poesía es
aquello que se pierde en la traducción.
Yo digo que poesía es lo que cada uno cree que es poesía.
Encontrar lindas a las mujeres es poesía.
He dicho.
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