Uno de los secretos mejor guardados del rock estadounidense actual es The Gaslight Anthem. Potente y melódico, nostálgico y actual, poderoso y al mismo tiempo sutil, este cuarteto de Nueva Jersey ha heredado mucho del sonido de su paisano más insigne, “El Jefe” Bruce Springsteen, pero ha logrado desarrollar un estilo propio que ha ido evolucionando de manera positiva a lo largo de cinco álbumes en estudio, el más reciente de los cuales, Get Hurt, acaba de aparecer hace unas semanas.
Editado por Island/Universal, el disco viene a coronar la trayectoria de tan sólo siete años del grupo, cuyo primer opus, Sink or Swim, apareció de manera independiente en 2007. Poco después vino The ’59 Sound (2008), para la pequeña disquera Side One Dummy, misma con la que en 2010 salió el que quizá sea su mejor trabajo discográfico: American Slang, una verdadera joya del rock más gozoso. En 2012, Mercury le produjo el estupendo Handwritten y este mes de agosto de 2014 tenemos a nuestra disposición Get Hurt.
El flamante larga duración contiene doce temas musicalmente variados, en los que la agrupación recorre los varios estilos de los que suele abrevar, aunque hay gratas sorpresas, como el stoner rock del tema abridor, “Stay Vicious”, bastante insólito en su repertorio, porque ha sido del rock puro, del folk eléctrico y del alt country (eso que ahora suele llamarse americana) de donde The Gaslight Anthem ha tomado sus influencias para fundirlas y crear su característico sonido que si bien no es absolutamente original (podríamos emparentarlo con diversas bandas de los años setenta del pasado siglo –desde Foreigner hasta Cheap Trick– o con propuestas actuales como la de The Hold Steady, por ejemplo), sí posee un halo de originalidad distintiva, lo cual destaca en otras composiciones del álbum, como las excelentes “Stray Paper”, “Helter Skeleton”, “Underneath the Ground”, “Break Your Heart” o la homónima “Get Hurt”.
The Gaslight Anthem está conformado por Brian Fallon (voz principal y guitarra), Alex Rosamilia (guitarra), Alex Levine (bajo) y Benny Horowitz (batería). Su fama, fuera de los Estados Unidos, no es mucha, pero vale la pena escucharlo. Nadie saldrá defraudado después de hacerlo.
(Publicado originalmente en la sección de música de Cultura Nexos)
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