Terminé de ver la quinta temporada de Shameless US y aunque con el primer capítulo temí que hubiera decaído un poco, en seguida se compuso y resultó tan buena, fuerte, divertida y conmovedora como las cuatro temporadas restantes. De las series actuales sigue siendo sin duda alguna mi favorita y mi segunda de todos los tiempos después de Seinfeld.
La saga de la familia Gallagher en los suburbios pobres de Chicago es una historia espléndida. Cada uno de los personajes es extraordinario, aunque Frank (William H. Macy) y sobre todo Fiona (Emmy Rossum) continúan llevando el mayor peso de la trama general.
Una joya de la televisión mundial.
Esperaré con una sonrisa la sexta temporada (que ya fue aprobada por Showtime y constará de doce episodios), aunque haya que aguardar algunos meses para verla.
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