Other Voices, Other Rooms es la primera novela de Truman Capote. La publicó en 1948, cuando sólo tenía veinticuatro años (el escritor nació en Nueva Orleans, en 1924). A pesar de eso, la narración se siente madura, compleja y ambiciosa. En la misma se cuenta la historia de Joel Knox (basado sin duda en el propio Capote), un adolescente de trece años que a fines de los años treinta debe viajar de Nueva Orleans a Alabama, específicamente a un lugar apartado del mundo al que se conoce como el desembarcadero de Scully, a las orillas de Noon City, para conocer a su padre, quien lo abandonara de muy pequeño.
Se trata se un libro de iniciación y su estilo tiene algo de barroquismo, en ocasiones estupendamente logrado y en otras un tanto confuso, pues de pronto suele abusar de la prosa poética, aunque muchas de sus metáforas están muy bien logradas y logran dotar a la trama de un aura de misterio, irrealidad y ensoñación que va muy bien con el ambiente del sur profundo en el cual se desarrolla (alguien la he descrito como una novela gótico-sureña y me parece una muy acertada definición).
Otras voces, otros ámbitos termina por ser un trabajo memorable, aunque muy lejos de la extraordinaria A sangre fría que Capote publicaría muchos años después, en 1966, y que yo considero su obra maestra, al menos entre las que he leído (sólo me falta Desayuno en Tiffanys que espero abordar dentro de poco tiempo). Es memorable por su historia, pero sobre todo por sus ambientaciones y sus personajes: desde el primo Randolph, un homosexual frustrado que trata de vivir del recuerdo de las antiguas glorias de la familia, hasta Amy, la delirante mujer de Edward Sansom, el padre de Joel, quien para desgracia de éste yace paralítico y mudo en un camastro, pasando por la sensual y avispada criada negra Zoo y su ancianísimo progenitor, Jesus Fever; las gemelas Florabel y Idabel, más o menos de la misma edad que el protagonista y con quienes hace una peculiar amistad; el enigmático Little Sunshine, quien habita el aún más enigmático y casi sobrenatural Hotel Cloud, un lugar abandonado que alguna vez fue un espacio turístico y ya se encuentra en ruinas, o la insaciable enana miss Wisteria que aparece perturbadora casi al final.
Narrada con parsimonia y sin prisa alguna, pero sin caer jamás en el tedio, Other Voices, Other Rooms termina por seducir al lector y por envolverlo con su magia un tanto enfermiza. No es la gran novela de Truman Capote, pero sí es una gran novela.
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