En una época en la cual imperan las televisiones inteligentes y los reproductores de blu-ray, guardar como reliquias los viejos aparatos de video Beta y VHS parecería un anacronismo insano. Más aún si ambos están descompuestos. Pero ahí los tengo y no sé qué demonios hacer con ellos. No sólo con ellos, sino con decenas de cassettes en ambos formatos que ocupan mucho lugar y no pueden ser reproducidos.
¿Venderlos? No creo que haya interesados en hacerse de ellos (¿o sí?). ¿Regalarlos? Quién podría quererlos. ¿Tirarlos a la basura? Parece lo más indicado, pero...
Por una u otra razón, no he tenido la disposición de ánimo como para deshacerme de esas antiguallas que ni a vintage llegan. A ello puedo añadir mi tele Panasonic (en perfecto estado, por cierto) que con su obeso tamaño sólo me roba espacio y ya no veo y por la que en Mercado Libre me darían apenas cuatrocientos pesos (es real).
En fin. Si alguien lee esto y tiene alguna idea que darme, le estaré muy agradecido. ¿Tiro mis reproductores de Beta y VHS? ¿Arrojo al bote de los desperdicios los cassettes respectivos? ¿Qué hago con la tele?
Dilemas existenciales del consumismo rampante,
1 comentario:
Buenas noches Don Hugo:
Respecto a sus videocassettes, le sugiero que se quede con eso que sabe no hallará en DVD o descargue de Youtube. Puede conseguir otra VCR Beta y Otra VHS, yo aún conservo mis Videocasseteras y sigo comprando videocassettes. Claro, el detalle es el tamaño.
PD. No son basura.
Saludos
Publicar un comentario