Si preguntáramos a mil personas medianamente enteradas cuál es la película más conocida de Alfred Hitchcock, la gran mayoría respondería sin dudarlo que Psicosis (1960). No obstante, si les preguntáramos por el autor de la novela en la que dicha cinta está basada, apuesto doble contra sencillo a que, si acaso, una sabría responder… y tal vez ni eso.
Robert Bloch no es un autor demasiado popular. Es muy conocido, sí, en el círculo de lectores de literatura negra, ciencia ficción y, sobre todo, literatura de horror, debido a su relación con la escuela de H.P. Lovecraft y con éste mismo, de quien fue colaborador y amigo muy cercano, tan amigo que Lovecraft lo incluyó como personaje (Robert Blake) en una de sus narraciones más célebres: “El morador en las tinieblas”, en la que por cierto lo mata. Más tarde, Bloch incluiría como personaje a su mentor en el cuento “El vampiro estelar” y también lo mataría.
Nacido en la ciudad de Chicago, Illinois, en 1917, Bloch perteneció al selecto grupo de escritores que participó en Los mitos de Cthulhu y ello quizás hubiera sido suficiente para otorgarle la inmortalidad. Sin embargo, otro personaje más célebre aun sería el encargado de otorgársela. Porque si bien Bloch escribió una veintena de novelas y más de un centenar de cuentos, además de numerosos guiones cinematográficos, ninguno de sus trabajos habría de representar tanto en su vida como un oscuro texto publicado en 1959 en el Mike Shayne Mystery Magazine. Se trataba de Psycho, novela corta basada en los actos criminales del asesino serial Ed Gaine, a quien Bloch rebautizó con el nombre de Norman Bates.
Los derechos cinematográficos de Psycho le fueron comprados al autor por una bicoca y jamás recibió regalías, mientras que los productores, el realizador y hasta el guionista (Hitchcock no quiso que Bloch escribiera el guión) se llenaron de dólares. Aun así, el escritor se trasladó a Hollywood para comenzar una carrera como regular hacedor de historias para cine y televisión, aunque no llegó a escribir algo realmente trascendente para esos medios.
Psicosis significó para Robert Bloch el paso del horror sobrenatural al horror psicológico, género del que fue uno de los pioneros. Él mismo narra que “después de la Segunda Guerra Mundial me di cuenta de que el verdadero terror no provenía de las sombras, sino del torcido y mezquino mundo que todos llevamos en nuestro interior”.
Activo a lo largo de las décadas siguientes, este antiguo colaborador de revistas pulp como la célebre Weird Tales, escribió otros libros tan recomendables como Psycho. En español pueden conseguirse entre otros El horror que nos acecha (1978), Psicosis II (1980), Hiélase la sangre (2000), Cuentos de humor negro (2000) y La mansión Bates (2011).
Robert Bloch falleció en Los Ángeles, California, en septiembre de 1994, hace casi dos décadas. Tiempo es de desembarazarlo de ser el autor de una sola obra importante. Sus aportaciones a la literatura son en realidad mucho más amplias.
(Publicado en la sección "De culto" del semanario cultural Laberinto de Milenio Diario)
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