No había visto esta película y no creo que lo hubiese hecho, de no ser porque MUBI la incluyó en su repertorio mensual. Dirigida por Gerardo Naranjo en 2011, Miss Bala es una cinta mexicana con el tema de moda: el mundo del narcotráfico. No se trata de una mala película y tiene momentos de estrujante realismo y salvaje violencia, aparte de que la trama es lo bastante creíble como para que uno, como espectador, se involucre en ella y en el calvario más o menos involuntario que vive la joven estudiante Laura Guerrero (una muy guapa Stephanie Sigman), quien por sus deseos de participar en el concurso Señorita Baja California y salir de la pobreza sin perspectivas en la que vive al lado de su padre y de su pequeño hermano, se mete en una vertiginosa y horrenda espiral que la hace caer, literalmente, en manos de un jefe narco (Lino, interpretado por un muy convincente Noé Hernández) y padecer las consecuencias, aunque al final y de manera un tanto inverosímil, logra quedar en inesperada pero frustrante libertad, en una anónima calle polvosa de su Tijuana natal.
Naranjo logra que su filme no caiga en el tremendismo y ese es un gran mérito (no quiero imaginar cómo hubiera sido en manos de un Arturo Ripstein, por ejemplo) y de pronto adopta aires casi documentales y hasta se da el lujo de uno que otro apunte de humor negro. La verdad es que no me decepcionó y hasta la recomendaría si alguien me preguntara por ella.
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