¿Será mucho pedir que nuestros políticos de todo signo empiecen a comportarse como servidores públicos y no como individuos que se sirven de lo público para provecho propio?
¿Será mucho pedir que los políticos que ocupan un puesto de elección popular honren y respeten a los electores y esperen a terminar sus gestiones en el tiempo legalmente establecido, en lugar de saltar de un puesto a otro como –palabra de moda– chapulines?
¿Será mucho pedir que el gobierno, en sus diferentes instancias, haga respetar la ley y rinda cuentas de todo lo que se hace con el dinero del presupuesto?
¿Será mucho pedir que el gobierno cumpla con su obligación de hacer que se respete la paz y combata a quienes provocan la violencia, ya sea desde el crimen organizado o desde organizaciones políticas radicales?
¿Será mucho pedir que las autoridades responsables dejen de mostrarse timoratas ante los ataques a edificios públicos y vías de comunicación por el temor a que se les acuse de represoras?
¿Será mucho pedir que quienes se sienten impunes dejen de tener manga ancha para destruir lo que se les antoja y sean sancionados como dictan las leyes?
¿Será mucho pedir que hechos trágicos no sean manipulados y aprovechados por grupos políticos que los utilizan para fines aviesos?
¿Será mucho pedir que surja una izquierda moderna, inteligente y cosmopolita (Roger Bartra dixit) que sustituya a nuestra actual seudo izquierda troglodita, corrupta, oportunista, envilecida, mesiánica y reaccionaria?
¿Será mucho pedir que la derecha partidista adopte un discurso igualmente moderno y democrático y que regrese a las raíces de los fundadores de su partido principal?
¿Será mucho pedir que el viejo PRI desaparezca en definitiva y que surja uno nuevo que adopte una política progresista que recoja las mejores banderas de lo que fue la llamada revolución mexicana?
¿Será mucho pedir que en México imperen la razón, el diálogo y la negociación por encima del encono, el rencor, la desconfianza y el maniqueísmo?
¿Será mucho pedir?
Por desgracia, ¡ay!, sí es mucho pedir.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario