Uno es estadounidense, el otro holandés. Ambos son unos higadazos de cepa. El de los Países Bajos no encuentra la manera de humillar, un día sí y otro también, a una de las máximas glorias nacionales de la actualidad: el “Chicharito” Hernández. Quizá llevado por la iracundia que le produjo la manera como la selección mexicana estuvo a punto de eliminar a la selección holandesa que dirigió en el pasado Mundial de Brasil y la forma como ésta ganó gracias a la descarada ayuda arbitral (¡porque no era penal!), el rencoroso Van Gaal la agarró contra nuestro “Chícharo” en cuanto tomó las riendas del Manchester United y decidió condenarlo al ostracismo y humillarlo cada vez que tiene oportunidad. ¡Vamos a por él!
sensishito y carismático Jorge Ramos. Con ello, Trump ha rebasado todo límite y no lo podemos aguantar más. ¡A por él, también!
Tenemos una oportunidad única para lograr la unidad nacional, hoy tan lastimada por el divisionismo interno. Todas las fuerzas políticas y sociales –gobierno, legisladores, jueces, partidos políticos y organizaciones de cualquier tendencia– deben olvidar rencillas y formar un solo frente para condenar a esos dos masiosares y desagraviar a nuestra suave, impecable y diamantina Patria (nótese la referencia culta a López Velarde). PRI, PAN, PRD, Morena, incluso los Verdes: todos juntos y tomados del brazo y por la calle, a manifestar el descontento contra semejante par.
¡A por ellos, mexicanos!
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
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