Se dice que la ciencia actual ha descubierto la posible y probable existencia de realidades paralelas (los multi-versos) y que la nuestra, la palpable, la que vemos todos los días (el uni-verso), no es la única que hay. Luis González de Alba, más versado en temas científicos, sabrá explicarlo mucho mejor que yo.
Pero hay otras realidades paralelas que, a partir de una realidad objetiva y concreta, tienen más que ver con la percepción y hasta con cuestiones de fe. Esto lo podemos ver de manera cotidiana en la redes sociales, donde muchos tratan de crear realidades paralelas a su conveniencia, para convertirlas en dogmas que una enorme feligresía adopta y cree a pie juntillas. Lo vemos en el reciente caso de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa y su cremación, por gente del crimen organizado, en un basurero cercano a la ciudad de Iguala, Guerrero.
Ya existía una versión oficial de los hechos (la de la PGR de Jesús Murillo Karam) y al aparecer otra que la contradice en parte (la del GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos), quienes no creían (y uso el verbo creer con toda intención) en la primera, compran sin más la segunda, de manera acrítica y dogmática, tan sólo porque pone en duda a la del gobierno. En su modo maniqueo y bicolor de ver las cosas, creen en una realidad alterna y convierten a una mera versión de los hechos en certeza absoluta e incontrovertible. Poco importa que sea un solo perito el que niegue la versión de la PGR y que el hombre sólo haya estado veinte-minutos-veinte en el famoso basurero de Iguala, diez meses después de los acontecimientos. Lo que les importa es que niega la versión oficial y ya con eso tienen para hacerla suya y aferrarse a ella con fanático denuedo.
Esto que sucede aquí, acontece también en el affaire del quíntuple asesinato en la colonia Narvarte y en otros casos. No son las realidades paralelas que estudia la física cuántica, sino las que conviene crear y adoptar por motivos políticos. Actos de fe. La política transformada en dogma de tintes religiosos. Amén.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario