En realidad, el prodigioso guitarrista tuvo su mayor audiencia al año siguiente, la noche del 4 de julio de 1970, al presentarse como estelar en el Atlanta Pop Festival, en Georgia, ante una muchedumbre calculada entre los 300 y 400 mil espectadores.
Diversas grabaciones aisladas se conocían de ese también mítico concierto, pero es hasta hoy que tenemos la oportunidad de escucharlo completo, gracias a la aparición del álbum doble Freedom: Atlanta Pop Festival (Experience Hendrix, 2015), con dieciséis explosivos temas de un Hendrix en su momento óptimo, acompañado por la mejor formación que pudo tener jamás: Billy Cox en el bajo y Mitch Mitchell en la batería.
La grabación es estupenda y aunque las canciones no están hiladas y eso hace perder un poco la sensación de encontrarse en el lugar, la calidad de la música hace que nos olvidemos de ello y que podamos disfrutar de asombrosas versiones de temas del repertorio hendrixiano que uno nunca se cansa de escuchar, desde “Purple Haze” y “Voodoo Child” hasta “All Along the Watchtower” y “Hear My Train a Comin’” y desde “Foxey Lady” y “Spanish Castle Magic” hasta “Red House” y “Room Full of Mirrors”, entre otras.
La de Atlanta fue una presentación histórica. Quién iba a imaginar que apenas dos meses después Jimi Hendrix moriría en Londres, ahogado por su propio vómito, para formar parte del tristemente célebre club de los 27.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)
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