La reciente muerte de Joe Cocker hizo que las crónicas sobre el triste acontecimiento recuperaran la memoria sobre varios de los músicos que estuvieron a su lado en sus mejores momentos, entre ellos su amigo de toda la vida, el tecladista Chris Stainton; el también recientemente finado saxofonista Bobby Keys; la bellísima musa de muchos músicos a fines de los sesenta, Rita Coolidge; y el que fuera su director musical durante algunos años, el gran pianista, cantante, arreglista, compositor y productor, Leon Russell.
Russell era un personaje muy especial en aquellos días y lo sigue siendo hoy, a sus setenta y dos años de edad. De aspecto arrogante, altivo, hierático, impenetrable, el hombre del sombrero de copa, los anteojos de sol, la luenga barba y la larga melena tenía el don del liderazgo y solía reunir a su alrededor a los mejores instrumentistas de lo que se sigue llamando la época de oro del rock.
Nacido en Lawton, Oklahoma, en 1942, desde muy joven mostró sus dotes musicales. Era tan precoz que a los trece años formó su primer grupo, ya como pianista, para presentarse en el circuito de clubes nocturnos de Tulsa o como acompañante de Ronnie Hawkins y Jerry Lee Lewis.
Más tarde, se instaló en Los Ángeles para trabajar como músico de sesión y a principios de los sesenta ya era arreglista a las órdenes de Phil Spector y de Ike Turner. Poco después, se asoció con el músico Marc Benno y puso su propio estudio de grabación, producto de lo cual fueron dos álbumes fundamentales: Look Inside the Asylum Choir (1968) y Asylum Choir II (1971).
Fue por ese tiempo que Russell irrumpió como gran estrella del rock, al unirse a Joe Cocker y una treintena de músicos más para conformar la extraordinaria banda Mad Dogs & Englishmen, con la que grabó un álbum doble homónimo y filmó un largometraje. Su composición “Delta Lady” fue un gran éxito en la voz de Cocker y el despegue del de Oklahoma fue definitivo. Tanto así que George Harrison lo llamó como director musical para el célebre Concierto para Bangladesh de 1971 (con álbum triple y filme incluidos). Por ese tiempo colaboró también con Bob Dylan, BB King y Eric Clapton.
Su idea sin embargo no era la de ser un sempiterno músico de acompañamiento y empezó a dar prioridad a su labor como solista, con discos tan espléndidos como Leon Russell (1970), Leon Russell and the Shelter People (1971) y Carney (1972), además de composiciones como “A Song for You”, “Hummingbird”, “Tight Rope”, “This Masquarade” o su clásico “Superstar”.
A partir de entonces y aunque no dejó de trabajar y grabar, la carrera de Russell empezó a entrar en un ocaso de popularidad, ocaso del cual no saldría hasta 2010, cuando Elton John prácticamente lo rescató de la oscuridad para grabar a dueto el larga duración The Union, producido por T-Bone Burnett. Esto reanimó al viejo león septuagenario y apenas en abril de este 2014 produjo su más reciente plato, el excelente y casi testamentario Life Journey, con el que vino a demostrar que aún se encuentra en gran forma y lejos todavía del asylum choir.
(Publicado el sábado pasado en la sección "De culto" del suplemento Laberinto de Milenio Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario