Si Alfred Hitchcock fue el amo del suspenso en el cine, Patricia Highsmith lo fue en la literatura y eso se ve tanto en sus espléndidas novelas (como Ese dulce mal, Crímenes imaginarios, El grito del búho o, mi favorita, La celda de cristal) como en sus estupendos, intensos y casi siempre irónicos relatos breves. "La coartada perfecta" es uno de ellos y se trata de un claro ejemplo de las habilidades de la Highsmith para el suspense. En pocas páginas, nos envuelve con esta historia de un torpe asesinato "por amor" que tiene todos los ingredientes para ser descubierto y que de pronto, por una caprichosa vuelta de tuerca del destino, otorga al homicida una inesperada coartada que en verdad parece perfecta y promete salvarlo de la cárcel, hasta que, justo al final, un detalle en principio insignificante se convierte en su condena.
Hay que leer este cuento para conocer la anécdota y saber de los personajes que aparecen en ella. Por ello no doy los detalles del mismo, sino sólo la estructura en que se enmarca, una estructura genial, resuelta por la escritora tejana con su excepcional talento narrativo que desemboca en un guiño sarcástico al lector, quien no sabe si alegrarse o condolerse por la suerte del asesino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario