Hay directores a los que solemos considerar como "menores", debido al tipo de cine que hacen. Es el caso del británico Roger Michell, realizador de cintas como la muy aceptable Notting Hill (1999), a quien se encasilla como mero hacedor de comedias románticas. Sin embargo, al ver su cine con mayor atención uno se encuentra con muy gratas sorpresas, como es el caso de sus películas Venus (2006) y la muy reciente Le Weekend (2014).
Acabo de ver ambas y quedé muy gratamente sorprendido. Agridulces, finamente sarcásticas, crueles y al mismo tiempo tiernas y comprensivas con sus personajes, ambas retratan la crisis de las relaciones de pareja y los intentos por tratar de experimentar nuevas formas al respecto. Hablemos de la primera.
Venus se desarrolla en Londres y cuenta la historia de un septuagenario de nombre Maurice (interpretado por un fantástico Peter O'Toole), un afamado actor que se niega a jubilarse y que todavía hace pequeños papeles en filmes sin importancia. Divorciado aunque aún amigo de su ex esposa Valerie (la maravillosa Vanessa Redgrave), vive solo en un pequeño apartamento y pasa los días tomando café o whisky con sus dos mejores amigos (Ian y Donald, los estupendos Leslie Philips y Richard Griffiths), contemporáneos y colegas suyos ya en el retiro. Uno de ellos necesita quién lo auxilie en su diario trajinar casero y hace venir a su sobrina Jessie (la bella Jodie Whittaker), una joven rebelde, tosca, poco educada y poco cultivada. Lo que parecería poco probable, el que el viejo Maurice, culto y refinado, se fije en aquella vulgar muchacha, se da casi a primera vista y se inicia así una relación de enamoramiento no del todo platónico entre ellos.
La manera como se desarrolla dicha relación es el tema principal de la historia, la cual está contada con exquisito buen gusto, incluso en sus partes más, digamos, guarras. El retrato del anciano, ya impotente pero lleno de deseo sexual, quien se conforma con ver, tocar y besar, y el modo como es tratado por la jovencita -de manera grosera al principio, incluso con maldad por momentos, aunque poco a poco va cambiando-, sin que eso haga que él se arrepienta de su enamoramiento, hace que todo se desenvuelva de manera conmovedora.
Venus es una gran película; así, sin más. Absolutamente recomendable y un deleite por la presencia de Peter O'Toole (en una de sus últimas participaciones cinematográficas) y de Vanessa Redgrave.
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