Si hace dos lustros más bien mugrosos no hubiese nacido
La Mosca en la pared, otro escenario editorial nos cantara. Por fortuna, algún insensato tuvo el tino de juntar a Hugo García Michel y Fernando Rivera Calderón, infernal mancuerna que -hacinada con otros miembros del equipo en un cuartucho frente a los Viveros de Coyoacán, donde trota Jorge Serrano Limón- le halló un rumbo, no tan solemne y lambiscón, a la crítica musical. Por ellos, por los
fans de Saúl Hernández (parte esencial del proyecto), por Carlos Monsiváis (de quien aún se espera su primera colaboración) y por todos los insectos que colaboran en éste monárquico vuelo, alzo mi copa y digo “japy berdey, Big Mama Flay.
Juan Alberto Vázquez
*Publicado originalmente en La Mosca No. 82, febrero de 2004, número del décimo aniversario moscoso.
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