jueves, 18 de julio de 2024

Con tres bellas

Con Shanik Mota, Pam RM, y Tania Granados, en mayo de 2013.

lunes, 8 de julio de 2024

Keep Me Fed, la nueva joya de The Warning


Y lo volvieron a hacer.
 

Dos años después de su magnífico álbum Error, tercero en su discografía y primero con el sello multinacional Lava Records (filial de Republic Records y de Universal Music), las integrantes de The Warning (Daniela, Paulina y Alejandra Villarreal Vélez) regresan al territorio de las grabaciones con una nueva chef-d’œuvre de la que hay mucho que comentar y opinar.

Keep Me Fed es el nombre del flamante disco, cuya música resulta muy distinta a la que el power trío de Monterrey, Nuevo León, nos había acostumbrado en sus tres álbumes anteriores (XXI Century Blood de 2017, Queen of the Murder Scene de 2018 y el ya mencionado Error, de 2022, además de su EP debut Escape the Mind de 2015). Si en los anteriores trabajos discográficos existía una sutil y progresiva evolución dentro de la mezcla de rock clásico, hard rock, grunge e incluso trazos de punk y heavy metal, The Warning ha dado un paso afuera de ese camino, sin abandonarlo del todo, al embarcarse en un nuevo sonido que, sin embargo, sigue siendo el suyo (entre las muchas cosas que ha logrado el grupo está el haber consolidado un estilo reconocible y propio). 


Dos maneras de grabar discos

La hechura de los dos álbumes con Lava fue muy diferente. No sólo porque tuvieron productores distintos y con ideas muy disímbolas (el inglés David Bendeth en Error y el canadiense Anton DeLost en Keep Me Fed) sino incluso por las circunstancias como las canciones fueron escritas, grabadas y producidas. Si en el primer caso tuvieron tres largos meses para encerrarse, en plena pandemia de 2020, en una casa estudio de grabación de Nueva Jersey, donde pudieron concentrarse de lleno en el trabajo, en el segundo todo fue más precipitado y vertiginoso, ya que las canciones fueron compuestas prácticamente sobre la marcha y grabadas en los momentos que les quedaban libres en medio de la intensa actividad que tuvo el trío durante 2022, 2023 y parte de este año. Además, en esta ocasión y por primera vez, en la composición de los temas no sólo participaron Daniela, Paulina y Alejandra, sino también el propio DeLost y en dos o tres de ellos Dan Lancaster, tecladista invitado de Muse durante su más reciente gira mundial, a quien conocieron en los conciertos que The Warning le abrió a la agrupación británica (en la que por cierto Matt Bellamy hizo muy buena amistad con Daniela y le regaló una preciosa guitarra Manson de color amarillo mostaza).

Keep Me Fed ha provocado todo tipo de reacciones. Muchos seguidores ortodoxos del grupo lo cuestionan por su sonido, lo consideran híper producido, con demasiados efectos de estudio, con un uso abusivo de los filtros en las voces e incluso lo acusan de comercial y popero. ¿Están en lo correcto?

Es cierto que la producción es menos clasicista que en Error, quizá porque David Bendeth es un productor más de la vieja escuela y más inclinado a los métodos tradicionales de grabación, mezcla y masterización. De ahí el sonido de rock a secas del álbum de 2022. Anton DeLost y Dan Lancaster, en cambio, no sólo pertenecen a una generación más joven que la de Bendeth (algo así como baby boomers contra millennials), sino que cuentan con un bagaje distinto y más apegado a las tendencias actuales, sobre todo en el maistream. Esto no significa que hayan tratado de someter a las integrantes de The Warning a cuestiones como el uso de sintetizadores, cajas de sonido u horrores como el autotune en las voces. Sin embargo, en el disco sí se escucha un empleo de varias de las herramientas y posibilidades que ofrecen los estudios de grabación actuales y eso permitió una amplia experimentación a lo largo de las sesiones. No obstante, en momento alguno The Warning traicionó su esencia en aras de esa “comercialidad” que argumentan algunos ni se han vendido al “sistema”. En absoluto. 


Mantenme alimentada

Doce son los cortes que conforman Keep Me Fed. El disco abre con “Six Feet Deep”, un tema oscuro y potentísimo, inyectado por un vértigo tan sinuoso como  siniestro, en el que podemos apreciar las nuevas estructuras y dinámicas que utilizará The Warning a lo largo del álbum. Tan sólo el riff de entrada es como un cuchillo afilado que penetra los oídos del escucha (recomiendo de preferencia escuchar el disco con audífonos) y un estallido instrumental hace explosión al unirse el bajo y la batería, antes de dar paso a la siempre enfática e intencionada voz de Daniela al cantar con escalofriante desafío las primeras líneas de la canción: “¿Y qué si soy egoísta? / Todo el mundo lo es / No eres un producto de Dios / Deja de decirte eso a ti mismo / Pero es de esperar / porque siempre regresas, una y otra vez”. De ahí sobreviene el aplastante coro, bajo una impenetrable pared de sonido: “Sí, ¿qué es lo que vas a decir / cuando te ahogas con mi nombre? / Porque se acabó / te veré bajo tierra, a seis pies de profundidad” o “Es incontable cuántas veces me empujaste una y otra vez / Pero ya es demasiado tarde / No queda nada que odiar / Qué sabor tan amargo / Qué vergüenza”. Como siempre, las letras de The Warning se prestan a un sinfín de interpretaciones y en este caso no es la excepción (aunque luego de ver el inquietante videoclip de “Six Feet Under” quizá se trate de un mensaje a todos aquellos que desde que surgió el grupo las criticaron y trataron de hundirlas, lo que tristemente sigue sucediendo, especialmente en México, donde el hate está desatado). Secos golpes de guitarra que podrían recordar a Pantera nos llevan a la conclusión de este gran track inicial.

El resto del disco transcurrirá como un tobogán de emociones, un helter skelter que conduce a territorios peligrosos y a momentos fascinantes. La ya muy conocida “Sick” (llegó recientemente al sexto lugar de Billboard) es un tema directo y sarcástico, casi un rock punk, con un riff estupendo (¿cómo hacen estas jóvenes para crear riffs tan buenos en tantas de sus composiciones?) y líneas memorables (“La vida no es algo más que el tiempo que pasa” o “Quiero cometer errores y vivir arrepentida / No quiero dar, sólo tomar...” o “No me importa lo que venga después / Si hay un precio que pagar, lo afrontaré cuando esté muerta”). Fue la primera canción que se compuso para el disco y fue hecha durante una sesión de escritura en Los Ángeles, a la que las hermanas Villarreal no querían ir, ya que Lava se las impuso cuando acababan de terminar una agotadora gira de seis semanas. Fue su primera colaboración con Anton DeLost y la letra se originó en la insistencia del productor por llamar a todo “enfermo”, lo que inspiró la idea para escribir la canción.

“Apologize” es una muestra de la capacidad de The Warning para estructurar canciones a manera de collages, en la que crean diferentes partes musicales que luego embonan con envidiable sabiduría. Un corte que empieza con un beat constante marcado por la guitarra de Daniela Villarreal, cuya voz irrumpe al mismo tiempo con un sentimiento que conlleva angustia y belleza. La estrofa se repite, esta vez secundada por la sólida batería de Paulina y el bajo omnipresente de Alejandra, para marcar aún más la intensidad del corte, intensidad que se interrumpe de golpe para dar paso al pre-coro con una guitarra acústica y un inesperado sonido folk (“No quiero ponerte nervioso / He estado triste pero no deprimida, / desperdiciando el aliento a la espera de nada / porque no te disculparás”). Y sí, la canción habla, según Paulina, acerca de “estar enojado y tener resentimiento hacia alguien que te arruinó de alguna manera y tener que lidiar con las consecuencias”, sobre todo si por añadidura ese alguien jamás se disculpó (para quienes no manejen el inglés, “apologise” significa “discúlpate”). Por cierto que el pre-coro fue escrito en 2016, cuando la propia Paulina tenía tan sólo catorce años y fue la única canción del disco compuesta a la vieja usanza de The Warning: por medio del piano, instrumento que esta presente al final de la pieza, con el pre-coro usado como coda. Y en cuanto al coro: es denso, pesadísimo, otra pared de sonido, un subeibaja cantado por Daniela pero con los gritos aterradores (y muy metaleros) de Paulina: “Apologise!”. Un tema sensacional. 


¿Qué más quieres?

“Qué más quieres” es lo más cercano al llamado rock mexicano que ha hecho hasta ahora The Warning (mucho más que  “Narcisista” o “Martirio”, sus otras dos canciones en nuestra lengua). Esto no quiere decir que se trate de un mal tema. En absoluto. Los arreglos son estupendos, el coro es contagioso y en concierto es ya un obligado para que el público salte y cante al unísono con el grupo. Además, el video con el que fue dado a conocer, escrito y co-dirigido por Paulina Villarreal, es la mar de divertido y la pieza encaja perfectamente en él. 

A “More” se le conoce desde hace tanto tiempo que hasta resulta extraño verla dentro del disco. Es casi como si hubiera sido un sencillo entre Error y Keep Me Fed. Pero se trata de una composición llena de características interesantes. Es el tema con el que The Warning empezó a proponer un cambio, al incursionar en ritmos más bailables, cercanos al funk y al hip-hop. Fue también la canción que provocó que los fanáticos más conservadores del grupo se quejaran porque el trío estaba volviéndose “más pop, más comercial” y entraron en pánico ante la posibilidad de que el nuevo disco significara “el sometimiento de The Warning a los intereses económicos de la disquera”. Nada que ver. “More” es un tema muy disfrutable (incluso para bailarlo), un corte muy sexy y, sí, ha abierto la puerta para que muchas personas en el mundo se sientan atraídas por el trío regiomontano. 

“Escapism” es otra de las perlas recién develadas del nuevo álbum. Musicalmente, parece el tema para un cuento de hadas perverso, con su entrada como de retorcida y siniestra cajita de música. Pero la letra no narra cuento de hadas alguno, sino la dura realidad de una persona que no soporta su vida, su entorno, y quiere escapar de ello a como dé lugar (“Entrar en el vacío /Aunque no signifique nada / El silencio es para evitar / que extienda la mano y me aferre a algo / Ojalá pudiera disfrutar / a los inútiles medios de comunicación / Palabras que sólo destruyen / Me dejan sintiendo, temiendo... / Sólo cierro los ojos hasta que todo se desvanece / Cierro mis ojos y entonces todo se desvanece / Sin embargo, todavía me duele, me rompo y lo intento de nuevo / Pero cerraré los ojos hasta que todo se desvanezca”). Es un tema construido también con perfecto detalle en su estructura y con una dinámica hipnotizante.


Dime, ¿estás satisfecho?

Llegamos a “Satisfied”, otra obra de arquitectura musical catedralicia con la que uno se pregunta cómo es que las integrantes del grupo consiguen incluir tal cantidad de detalles y cambios en canciones de tres minutos de duración. El tema arranca con otro de los bajeos aplastantes de Alejandra Villarreal y un compás seco de la batería de Paulina que dan paso a la voz de Daniela, quien canta: “Puedes tomar todo lo que quieras, pero nunca te será suficiente / Ábreme de tajo, presta atención; exhibida, estoy sangrando óxido / Como una máquina, completaré, obedeceré, perfeccionaré / cada movimiento, cada palabra, hasta que nada quede de mí”. Ahí está nuevamente el tema, tan recurrente en las letras de The Warning, de las relaciones tóxicas. El coro es de un dramatismo implorante: “No puedo seguir odiándote / Es agotador / Por favor, no digas “No me importa” / Es una mentira fácil / Es una mentira tan fácil / Dime, ¿estás satisfecho?”. Musicalmente hay que destacar el fantástico solo de guitarra –que es como Tom Morello tocando con Nirvana– y el final con esos coros apenas perceptibles. Un tema con un mood delicioso aunque inquietantemente tétrico y masoquista: “Puedes tomar todo lo que quieras, pero nunca te será suficiente / Pedazo a pedazo, me desarmo”.

En “Burnout”, el octavo track del disco, el humor negro en la música y la letra nos presenta un corte contagioso y hasta bailable (aunque en una tesitura distinta a la de “More”) acerca de una de esas personas hundidas en la mediocridad y jodidas por su actitud medrosa ante la vida. Otra vez el inicio se da con ese bajo pesadísimo que en su tonalidad recuerda a la versión de Blue Cheer, por allá de 1968, de “Summertime Blues”. El ritmo de la batería es irresistible y todo sirve para que Daniela nos regale otra muestra de sus habilidades vocales. Un rock espléndido y tan divertido como el video que se realizó para el tema. 


Un finale perfetto

Las cuatro piezas con las que cierra el disco no podían ser más perfectas. “Sharks” es un rock duro fenomenal, lo más cercano del álbum al nü metal de principios de siglo, con ecos de Korn, System of a Down, Nine Inch Nails y Tool. Un tema que infecta, que contagia, que te obliga a ser un headbanger aunque no lo quieras. Duro, denso, compacto, espeso, con los instrumentos y las voces a tope. Es literalmente como un ataque de tiburones que te agarra desprevenido e indefenso a la mitad del océano (canta Paulina: “Hay algo que acecha en el agua / Mejor será que ahora nades un poco más rápido / Más te vale ser bueno, más te vale que lo pruebes / Porque te están vigilando”). Los detalles vocales son una maravilla: ahí están los susurros de la propia Paulina “Don’t bleed, don’t bleed” o ese puente como de rhythm & blues actual, con las voces de las tres, que rompe con todo el esquema de la canción pero lo hace de manera magistral (“There’s something lurking in the water / You better swim a little faster now / It’s the meat that really matters” / Does it really matter?”). Tenía que citarlo en el inglés original, sorry.

Y luego viene la ya conocida por muchos “Hell You Call a Dream”, un verdadero himno que fue compuesto ante el hartazgo de las giras y toda la parte negativa que éstas implican (“Me invade la necesidad de permanecer dentro de esta jaula / Sufro día tras día, pero elijo quedarme así / Me quedo sin cosas que decir / ¿Es normal amar lo que odiamos? / Me está agotando de todas maneras / Estoy metida en esto hasta el fondo”), pero a la que también se le puede dar una lectura incluso política y en contra de los totalitarismos (“Dame algo en qué creer / en este infierno al que tú llamas un sueño / Colapso cada día / El caos me pone loca como un animal / Sólo quiero respirar / en este infierno al que tú llamas un sueño”). 

“Consume”, el penúltimo corte de Keep Me Fed, es una de esas canciones que conforme más se le escucha, más cosas se descubren y más gusta. Como detalle curioso, es la primera vez que The Warning emplea una palabra “altisonante” (fucker) en sus letras (la línea completa dice: “You greedy little fucker”, algo así como “Tú, cabroncito codicioso”), lo cual le valió para que en la portada del álbum apareciera el ridículo aviso de “Parental advisory / Explicit content” que empezó a usarse desde la época de Bill Clinton en las carátulas de los discos, para poner en sobreaviso a los compradores. Las Villarreal han tomado este detalle de censura con saludable sentido del humor. También en la letra aparece la frase “Keep me fed” que da nombre al disco. En cuanto a la canción, se trata de una pieza musicalmente poderosa acerca del consumismo, de cómo todos somos víctimas del mismo y de cómo nos quejamos de ser consumista pero aun así lo seguimos siendo. Como postdata, la parte vocal tartamudeante (I-I-I) es de una absoluta exquisitez.

El disco llega a su final con la joya de la corona (algunos alegan que debió ser el corte que abriera el disco y no el que lo concluyera; yo pienso que estuvo bien, porque despierta el deseo de volver a escuchar el álbum). “Automatic Sun” es para mí una de las más grandes canciones de todo el repertorio de The Warning (que ya llega a las 58 piezas –o a las 59, si contamos su recreación de “Enter Sandman” de Metallica, a la que hace tres años hicieron prácticamente suya). Plena de poder y estruendo, desafiante, sensual, llena de inventiva y a la vez con detalles de una sutileza asombrosa, la composición sujeta al escucha desde el atronador inicio y no lo suelta hasta el aún más atronador final, esa coda extraordinaria a la que yo hubiera rogado que hicieran durar al menos dos vueltas más. Por lo que toca a la letra, la misma nos habla nuevamente de una relación tóxica que alcanza dimensiones francamente sadomasoquistas (“Me gusta la libertad / pero de alguna manera todavía me tienes atrapada / El silencio a medianoche / se siente como tus uñas al bajar por mi espalda” o “Y si te arrastras hacia mí / ¿Serás mi espejo? / ¿Reflejarás lo que necesito? / ¡Oh, estás tan fuera de mi alcance!” o “La forma en que me lastimas nunca es suficiente / Esta adicción es difícil de dejar / Si lo quieres todo, entonces tómalo / porque me tienes, me tienes” o “Arde en tu sol automático / Mira lo que me estás haciendo / Dame tu amor psicosomático /

Mira lo que me estás haciendo”. Un final excelso para un disco impecable.


A manera de conclusión

Con Keep Me Fed, The Warning ha alcanzado nuevas dimensiones y a escasos días de su aparición (salió el 28 de junio pasado) ha sido muy bien aceptado en todo el mundo (en Gran Bretaña, obtuvo el primer lugar de ventas durante la primera semana de julio, en la categoría de discos de rock y metal). Publicaciones internacionales como Kerrang le han dado la foto de portada y el grupo ha sido invitado a programas de televisión estadounidenses como Jimmy Kimmel Live!, donde interpretaron en vivo “Sick” y “Automatic Sun”. 

Paradójicamente, como ya mencioné párrafos atrás, no son pocos los seguidores puristas de The Warning que le ponen peros al álbum, al alegar que está demasiado sobreproducido y que con él, el trío de Monterrey se está volviendo comercial y con una tendencia hacia lo que dicta el mainstream. No estoy de acuerdo. Pienso que se trata sí, de un disco distinto a esa maravilla que es Error o a ese tesoro entrañable que es Queen of the Murder Scene (creo que Lava Records haría bien en relanzarlo en una versión remasterizada, al igual que al XXI Century Blood). Sin embargo, Keep the Fed no desmerece en absoluto y con cada escucha se vuelve mejor. Un disco que está conquistando a un nuevo público, sobre todo al más joven que es finalmente el de la misma Generación Z a la que pertenecen Daniela, Paulina y Alejandra Villarreal. Un logro que no es poca cosa. 

The Warning lo ha hecho de nuevo... y puedo asegurar que lo seguirá haciendo por mucho tiempo más.


The Warning. Keep Me Fed. Lava Records, 2024


(Publicado el día de hoy en "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos)