jueves, 30 de junio de 2011

Miramón, el hombre


Tengo el libro hace más de veinte años y hasta ahora lo leí. Miramón, el hombre de José Fuentes Mares -gran historiador y excelente y ameno narrador- revela otra cara del gran líder conservador mexicano del siglo diecinueve, del gran rival histórico de Benito Juárez, del militar sacrificado en 1867, en el queretano Cerro de las Campanas, al lado del trágico emperador Maximiliano y del general Tomás Mejía.
La gran virtud de los libros de Fuentes Mares -y éste no es la excepción- es la de presentarnos una visión muy diferente de la historia de México, ajena a la versión oficialista que se enseña en las escuelas, esa historia de figuras impolutas y de buenos y malos que muchos aprendimos, sobre todo cuando nos gobernaba el Partido Revolucionario Institucional. Por eso en este texto es posible conocer al Miguel Miramón en su faceta más humana, más de carne y hueso, con sus contradicciones, con sus virtudes y sus defectos, con sus logros y sus derrotas.
Mención aparte merece la participación que tuvo Concha Lombardo, la esposa de Miramón, en la vida de su marido y cómo gozó y padeció las vicisitudes de quien efímeramente llegó a ser presidente de la república y cuyos días terminaron frente al pelotón de fusilamiento.
El México del siglo antepasado es fascinante y conocer lo que sucedió en los primeros cien años de vida independiente siempre resulta apasionante, más aún si nos lo narra una pluma tan entretenida y documentada como la de este historiador chihuahuense fallecido en 1986.

miércoles, 29 de junio de 2011

Retrato infantil


Ojos vivos, más que vivos, vivaces, vivificantes.
Amanecer de flor errante, desenraizada.
Tu polen habría de volar,
llevado por aires encontrados,
a todas partes,
a ninguna.
Niña de boca violeta.
Labios delgados que no empobrecen
al prometer un mañana
que es ayer
y anteayer
y hoy que fenece agosto.
Mejillas de sándalo,
sonrientes carrillos.
Fulgor de luna sin noche
que desierta vez
alguien no vería contigo.
Niña de dulce.
Niña de piloncillo.
Terrón de niña azucarada.
Besar tu frente quisiera.
Cubrirte con un manto de azucenas
y al tiempo que adormeces tus ojos
(vivos, más que vivos, vivaces, vivificantes),
entonarte una canción de cuna;
para que duermas
tranquila y suave,
inocente,
como la mujer niña que eres,
que sigues siendo...
desde el fondo de tu retrato de infanta
hasta la superficie caoba
de tu hechicera presencia.

(Poema escrito por mí en agosto de 1994).

martes, 28 de junio de 2011

Por qué vale la pena vivir


¿Por qué vale la pena vivir? Es una buena pregunta... Mmmm... Bueno, hay varias cosas que... creo que hacen que valga la pena... Eh, ¿como cuáles? Bien, para mí... Mmmm... Yo diría... los Hermanos Marx... por decir una... Mmmm... Manhattan y Annie Hall de Woody Allen... El cine de Francois Truffaut y el de Eric Rohmer... Las películas en blanco y negro de James Cagney y de Jimmy Stewart... Marilyn Monroe... La música de Mozart y de Haydn... El blues... El buen rock... El jazz... Frank Zappa... Los Beatles... Los Kinks... The Who... Los Rolling Stones… Bob Dylan... Oscar Wilde... Voltaire... Jorge Ibargüengoitia... Borges y Rulfo… Le rouge et le noir de Stendhal... Madame Bovary y L' éducación sentimentale de Flaubert... La pintura de Joan Miro y de René Magritte y de Paul Klee... Los impresionistas... Tin Tan... Seinfeld... Mis hijos Alain y Jan... Los Pumas de la UNAM y el futbol como una de las bellas artes... París… Tlalpan... Las tardes de noviembre... Las mujeres amigas… Las mujeres amantes… La posibilidad de seguirse enamorando como si uno siguiera siendo un adolescente y, en ese sentido: la pasión, la entrega, la ternura, la libertad amorosa... Los ojos de mi niña... Su amor incondicional... Su presencia dulce y cálida y cursi y frágil y sonriente y graciosa y sensual y ligera... Por eso y sólo por eso, sí que vale la pena vivir.

(Paráfrasis del monólogo final de Isaac Davis, el personaje principal de Manhattan de Woody Allen).

lunes, 27 de junio de 2011

Benito


Este es el extrañísimo aunque muy simpático perrito que tienen en su casa Rosa y mis hijos. Su raza resulta perfectamente indefinida y hasta podría dudarse de su calidad de can, pero juro que sí lo es. Criatura peculiar. Ah, se llama Benito.

domingo, 26 de junio de 2011

Cincuenta años de twist*


"¡San Antonio fue donde yo aprendí el twist y cómo se baila... y si quieres tú aprender el twist, también irás a San Antonio!". Las voces de las inefables, fresísimas e híper púdicas Hermanas Jiménez resonaban en las bocinas de la enorme consola que adornaba la sala de aquella casa. Desde un rincón, un niño de seis años atestiguaba cómo sus primas quinceañeras bailaban con sus novios y amigos y con cierta discreción trataba de imitar sus peculiares movimientos. Las piernas se movían en un bamboleo marcado por el deslizamiento de los zapatos en el piso de mosaico, en tanto las rodillas se flexionaban para hacer que tronco y caderas subieran y bajaran, mientras que los brazos iban de un lado a otro en alegre sincronía. Era 1961. Aquel niño era yo y la música que hacía bailar a los comensales en dicha fiesta era el ritmo de moda, recién desempacado de los Estados Unidos y que recibía el nombre de twist.
Los primeros tres o cuatro años de la década de los sesenta fueron nefastos para el naciente género del rock ‘n’ roll, el cual había surgido en 1955 y había sufrido un súbito enfrenón cuatro o cinco años más tarde, con las muertes de Buddy Holly y Eddie Cochran, el encarcelamiento de Chuck Berry, el primer retiro voluntario de Little Richard y el ingreso al ejército de Elvis Presley. Vino entonces la embestida de los cantantitos de baladas (desde Pat Boone y Neil Sedaka hasta Connie Francis) y el surgimiento de varios ritmos que trataban de suplantar y borrar de la faz de la Tierra al pecaminoso rocanrol. Entre ellos estaba uno que trivializaba no sólo a las letras cargadas de velada (o abierta) sexualidad del rock, sino a la manera misma de bailar de los jóvenes.
El encargado de difundir este ritmo era un cantante negro, cachetón y regordete que respondía al nombre de Chubby Checker, quien con temas como “The Twist” o “Let’s Twist Again” invadió las listas de popularidad y puso a danzar a media humanidad. A diferencia del rock ‘n’ roll que se bailaba con movimientos rápidos y violentos, mismos que implicaban un constante contacto físico de las parejas, en el twist cada danzante se movía por su lado, sin tocar jamás a su contraparte. Por eso fue tan bien aceptado por las buenas conciencias de la época. Si Chuck Berry era el diablo, Chubby Checker resultaba un inofensivo y bobalicón angelito.



En México, el twist entró como un vendaval, gracias a la radio y a programas de televisión como Premier Orfeón. Aquí también se habían terminado los grupos rocanroleros y la moda eran los baladistas como Enrique Guzmán, César Costa, Angélica María o María Eugenio Rubio, pero si las Hermanas Jiménez lograron la popularidad con “San Antonio Twist”, otros más muy pronto se sumaron al carro. De ese modo, el propio Guzmán grabó “Florida Twist”, los Johnny Jets hicieron lo propio con “La gallinita twist” y hasta Julio Alemán (¡horror!) se puso a cantar “El twist de la mermelada” en la película Una joven de 16 años de Gilberto Martínez Solares. Por supuesto no faltaron nuevos grupos con nombres como Los Twisters, Los Twist Masters o Los Twistniks (sic). También el cine mexicano, en su época más moralista, se encargó de aprovechar el nombre de aquel ritmo con cintas como Twist, locura de juventud, filmada en 1962 por Miguel M. Delgado, con las actuaciones (es un decir) de Enrique Guzmán, Rosita Arenas y Los Locos del Ritmo, quienes interpretaban “La Cucaracha twist”.
Dice Federico Arana en su imprescindible libro Guaraches de ante azul que “al son de ‘es tan fácil que cualquiera puede bailarlo’, la nación entera se aplicó a ejecutar los que, según Arthur Murray, eran los pasos fundamentales del twist: básico, hacia adelante, hacia atrás, de lucimiento, de patinador, de gallo, de barrido, de machucada y volador”.
Ahora que se cumple medio siglo del surgimiento del twist, habría que dejar en claro que, contra lo que algunos seudo especialistas piensan, jamás se trató de un género (como lo son el blues, el jazz, el soul o el propio rock), sino de un simple ritmito bailable que sería sucedido por otros como el jerk, el surf, el a go-go y otros tantos, cuyos nombre se han perdido en el hoyo negro del olvido. Con todo, la nostalgia que campea siempre por doquier hace que constantemente se recuerde al twist y que se le rindan homenajes como el de aquella célebre escena en Pulp Fiction de Quentin Tarantino, cuando John Travolta y Uma Thurman bailan el tema “C’est la vie (You Never Can Tell)” de Chuck Berry, con pasos combinados de twist, surf y a go-go.
“¡Bailen todos este Florida twist, todo el mundo baila siempre Florida twist!”.

*Publicado el pasado domingo 12 de junio en "El ángel exterminador" de Milenio Diario.

sábado, 25 de junio de 2011

Sicilianas*


El diálogo siempre será bienvenido. Más si se da en términos de respeto, firmeza y claridad. Lo malo es que en México eso sea la excepción de la regla.

* * * * *

Lo del jueves pasado en el Castillo de Chapultepec ha sido calificado como algo ejemplar, algo que debería suceder más a menudo: que el presidente de la república se siente a dialogar abierta y francamente con ciudadanos que cuestionan algunas de sus políticas; en este caso, la que tiene que ver con su cruzada contra el crimen organizado.

* * * * *

Javier Sicilia logró lo que hasta ahora nadie había logrado en ese sentido. Además, lo hizo sin amilanarse y habló con palabras claras y contundentes, mientras la reunión era trasmitida en directo (por Milenio Televisión, por cierto).

* * * * *


El presidente Calderón escuchó sereno todas las críticas y respondió con la misma claridad, para defender su postura. Hubo al principio un buen grado de tensión, pero poco a poco las cosas tendieron hacia una especie de reconciliación católica.

* * * * *

Cierto que ambos bandos, el representado por el mandatario y el representado por el poeta, se mantuvieron esencialmente en sus posiciones iniciales y en ese sentido podría alegarse que de poco o nada sirvió el diálogo. Con todo, no fue un diálogo de sordos y permitió que surgiera cierta flexibilidad de la parte oficial, aunque a mi modo de ver no la suficiente y así lo manifestaron posteriormente Javier Sicilia y quienes lo acompañaron.

* * * * *

¿Sirvió de algo la reunión en el Alcázar? Formalmente, sí. De manera práctica, no lo sé. Tal vez se remedien algunas peticiones particulares, pero si el gobierno no está dispuesto a cambiar su estrategia, habrá que esperar hasta el 2012 para ver si la misma crece, se transforma o de plano desaparece.

* * * * *

El titular de ayer del periódico del pueblo bueno: “Calderón debe pedir perdón por los 40 mil muertos: Sicilia”. ¿Incluso por aquellos que cayeron en ajustes de cuentas entre cárteles?

* * * * *

El titular de ayer de Milenio Diario: “Calderón a Sicilia: contra el crimen, hasta con piedras”. Órale.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 24 de junio de 2011

Chiffonier

Fue de mi hermano Sergio. Cuando éste se casó, en 1966, pasó a mis manos y durante nueve años guardó parte de mi ropa y muchos de mis tesoros más preciados: cuadernos de canciones mías, mi diario, recuerdos, etcétera. Cuando nos mudamos de Magisterio Nacional a Once Mártires, en 1974, sólo lo tuve algunos meses, ya que al año siguiente me fui a vivir con Rosa. Entonces Jorge mi hermano tomó posesión de él y lo tuvo hasta su doloroso fallecimiento, en 2008. Ahí quedó entonces. Mi hermana Ivette lo iba a usar y hasta lo mandó barnizar, pero finalmente no se lo llevó a su casa y hace un par de meses se lo pedí a mi mamá. Hoy fui por él en una pequeña camioneta de mudanza y fue como traer una parte de mi pasado.
Es mi chiffonier, un mueble de cuatro cajones que no sólo me servirá para guardar cosas sino también para al fin arreglar el cuarto donde trabajo y que desde hace once años ha sido más una bodega que un estudio. Con la ayuda de Denisse, la habitación desde donde escribo esto al fin será lo que siempre debió ser.

jueves, 23 de junio de 2011

Cumpleaños rosiano


No diré cuántos cumple, pero hoy es el onomástico de Rosa Olivia, la madre de mis hijos y quien fuera mi esposa (primero en unión libre y luego legalmente) a lo largo de casi dieciocho años (de 1974 a 1992). Me da gusto que a pesar de todo lo vivido y todo lo sufrido, hoy nos podamos llevar muy bien y estemos en diario contacto para ver por nuestros Alain y Jan, quienes se encuentran viviendo con ella. Un abrazo, Ro.

martes, 21 de junio de 2011

Un poema de 1994*


Tragicomedia

Vivimos tiempos de tragedia.
Indefensos vamos por la senda
empedrada de malas intenciones.
Fantasmas somos y en el limbo andamos.
Tragicómicos seres de pacotilla,
acobardados, sumisos,
doblados como árboles vencidos por el peso perpetuo
de las ramas cargadas
de ignominia.
Sembradores de tempestades,
nos llueve sobre mojado
y damos las gracias
por las desgracias
recibidas.

*Lo escribí el 23 de agosto de ese año crucial.

lunes, 20 de junio de 2011

La oveja negra


Ayer fue día del padre y recibí algunas felicitaciones de amigas por facebook y por teléfono. También me llamaron mis hijos con el mismo propósito. Nada de fiestas, nunca hemos celebrado especialmente esa fecha. Lo que resultó curioso es que Denisse y yo nos pusiéramos a ver en DVD La oveja negra de Ismael Rodríguez (1949), con Pedro Infante y los maravillosos hermanos Fernando y Andrés Soler. Hacía mucho que no veía esta fantástica sátira sobre el machismo, el sexismo y el paternalismo a ultranza. Una joya de un cine mexicano que ya no existe y que nos divirtió de lo lindo (hay escenas, frases y diálogos maravillosos, de verdadera antología: "Chueco o derecho, los padres siempre tienen la razón"). Los nombres de los personajes ya forman parte de la mitología cinematográfica nacional: Cruz Treviño Martínez de la Garza, Silvano y sobre todo Vivianita, la sufrida esposa interpretada -no muy brillantemente, por cierto- por Dalia Íñiguez. Una de las mejores películas del binomio Rodríguez-Infante, sin duda alguna. Por cierto que Ismael Rodríguez Ruelas era primo de mi mamá (Rebeca Michel Ruelas) y que una de las damas jóvenes de la cinta, Amanda del Llano, fue novia de mi papá antes de que éste conociera a mi madre.

domingo, 19 de junio de 2011

Nikito Nipongo, defensor del idioma español


Según el Instituto Cervantes de España, ayer se festejó el Día E (es decir, el Día del idioma Español). Vaya como homenaje a nuestra hermosa lengua, pero también a uno de sus mayores y más apasionados defensores, la siguiente entrevista que publiqué hace más de ocho años en las páginas de Milenio Semanal








Nikito Nipongo (1918-2003): “Soy un crítico de la estupidez nacional”

Fotografía: Isadora Hastings

Nacido en San Pedro de los Pinos, "al término de la Primera Guerra Mundial", Raúl Prieto, mejor conocido como Nikito Nipongo, es sin duda el crítico más feroz de la Real Academia de la Lengua Española. Autor de numerosos libros, entre los cuales destacanEl Diccionario, Madre Academia, ¡Vuelve la Real Madre Academia! y Museo Nacional de Horrores, don Raúl ha colaborado -con su columna "Perlas Japonesas" que ya tiene más de cincuenta años de antigüedad- en los diarios Novedades, La Jornada y El Financiero, así como en las revistas Siempre y Sucesos. Actualmente (2002) publica en Excelsior y colabora con la revista Ahí.

¿Cuál ha sido su experiencia como crítico de la lengua?
Ha sido muy agradable. Yo me he dedicado a pescar lo que llamo "perlas" del idioma. Es decir, errores idiomáticos. Pero no lo hago sólo. Hay muchos amigos y conocidos a quienes llamo "coperladores", que me ayudan a pescar perlas para mi columna. Como crítico me ha ido bastante bien. Claro, ha habido personas a quienes he criticado y que me ponen del asco. Pero han sido muy pocas. En general aguantan la vara. Desde chico, tengo la virtud o el defecto de que si veo un cuadro mal colgado, un poco chueco, voy y lo enderezo. Lo mismo me pasa con el idioma: cada vez que veo una perla, la pesco. En eso me impulsó mucho el maestro Gutierre Tibón. Gracias a él, en 1949 empecé con mi columna "Perlas Japonesas". Yo soy un crítico de la lengua y del diccionario de la Real Academia, pero también de la estupidez nacional e internacional y de otras cosas, como de la nomenclatura urbana, es decir, de los nombres de las calles. Hay cosas monstruosas, como las de la colonia Reforma Política, en Iztapalapa. Dado que hay muchas calles en esa colonia y pocas reformas en la historia, entonces las autoridades inventan nombres como Reforma Deportiva, Reforma Terrestre o Reforma Fotográfica. Ya me imagino al pobre diablo que vive en una de esas calles de nombres idiotas, al tener que poner su dirección. Entonces, no me limito a los textos hablados o escritos, sino a toda clase de imbecilidades.

¿De dónde salió el nombre de Nikito Nipongo? ¿Usted lo inventó?
Recuerdo una de las primeras cartas que me mandaron y que decía: "Lo felicito, porque a pesar de ser usted japonés, escribe bastante bien el español". Muchas veces me ha pasado eso después. Lo chistoso es que Nikito Nipongo sí tiene un significado en japonés. Niki es "diario", To es "en", Nipon es "Japón" y Go es "lengua". O sea que quiere decir: "Diario en japonés". Ahora, la historia del origen de mi sobrenombre es la siguiente: hubo un soldado mercenario francés, Bertrand Du Guesclin, que se alquiló para pelear al servicio de un español llamado Juan de Trastamara, en contra de su hermano Pedro el Cruel, rey de Castilla. En la batalla, don Pedro estuvo a punto de darle en la chapa a su hermano, pero intervino el mercenario y mató a don Pedro. Entonces dijo Du Guesclin: "Ni quito ni pongo rey, sólo sirvo a mi señor" y se quedó la frasecita: "Ni quito ni pongo". Ya en 1930, una revista cómica española presentó en broma al emperador japonés Nihikito Nihipongo. Me gustó el nombre y lo adopté como seudónimo. Como se ve, no es algo original. Lo que sí descubrí, gracias a unos amigos japoneses, es que el nombre tenía un significado en su idioma original.

Acaba de salir una nueva edición del Diccionario de la Real Academia Española, ¿qué le parece la misma?
Se dice que es una edición revolucionaria. Son puras mentiras. Si lee la definición de "bañar", dice: "Meter en el agua el cuerpo o parte de él u otra cualquier cosa para limpiarla y lavarla, ya sea por limpieza, ya sea por necesidad y medicamento o por cualquier otro motivo". Eso deriva de una definición que aparece en el Diccionario de Autoridades ¡de 1726! y se repite tranquilamente hasta el 2001. ¿Dónde está lo revolucionario? Puras mentiras. Le agregaron algunas porquerías y ya. Además, cometieron otra vez el disparate de hacerlo en dos tomos. Un diccionario es un animalito que tiene uno para consultarlo, pero en un solo tomo, aunque sea un tomo grande, como el diccionario Webster.

Pero esta vez se aceptaron muchos mexicanismos.
Hace unas semanas se presentó el Diccionario de Mexicanismos del español Guido Gómez de Silva. El autor merece respeto, pues es autor de varios otros diccionarios -tecnológicos, geográficos, etcétera. La Academia se había echado encima la tarea de hacer un diccionario de mexicanismos, pero resulta que se le acumularon diez mil o más términos y no supo qué hacer. Entonces recurrió a don Guido, quien estudió esos mexicanismos y desechó la mayor parte, porque eran en realidad españolismos y americanismos, pero no mexicanismos. Con lo que quedó, hizo su diccionario. Pero ahora resulta que la Academia naca, es decir, la Academia Mexicana, se para el cuello y se dice "autora" del diccionario, cuando el autor es Gómez de Silva, él solito. Lo sé porque es amigo mío. Ahora, yo estoy en contra de eso de los mexicanismos. ¿Por qué no hablamos de los españolismos, de los madrileñismos? En el Diccionario de la Real Academia aparecen americanismos e incluso filipinismos, pero cero españolismos. Por ejemplo, una palabra que se usa en Madrid y que es un anglicismo: "esnifar", que es aspirar cocaína en polvo por la nariz. Está literalmente tomado del to snif inglés. Pues en su definición, la Academia no pone "madridismo", nada, a pesar de que solo se usa allá. Se considera que el español es el español de España y los demás son arrimaditos: el mexicanismo, el cubanismo, el argentinismo, en fin.

¿Quiere eso decir que la Real Academia sigue siendo una entidad retrógrada?
Bueno, sencillamente el diccionario se presenta como algo muy moderno y, sin embargo, vuelve la tontería de que los nombres de los académicos -o subacadémicos, como yo los llamo- de México, Argentina, Chile, Filipinas, Estados Unidos, etcétera, aparezcan en las listas de créditos del diccionario como "Señor don". En cambio, los académicos españoles, con tipo de letra un poco mayor, aparecen como "Excelentísimo Señor Don". ¿Qué es eso? Otro ejemplo: hablan de modernismo y siguen con la imbecilidad de presentar voces griegas con caracteres griegos, en lugar de usar letras latinas. Es pura pedantería grosera. O la definición que trae de dos palabras, "pepino" y "pene". Para "pepino", la academia da todos los pelos y señales al definirlo y de "pene" sólo dice: "órgano masculino del hombre (sic) que sirve para miccionar y fecundar" y se acabó, no hay más. Esa es la Real Academia. Lo malo es que muchos le creen. Su diccionario es el aceptado en las oficinas gubernamentales, incluso en las culturales. Es un desastre.

Continúa a años luz del diccionario Webster.
Ah, sí. Pero es natural. ¿Quiénes hacen el diccionario de la Academia? Los señores académicos de Madrid, que se reúnen una vez a la semana, presentan algunas cosillas, leen algunas cartas y avanzan lentamente en la formación del diccionario. En cambio, el Webster es una compañía editorial que tiene trabajadores con un salario, con horarios definidos y con especialistas que no son "académicos de la lengua", sino etimólogos, entomólogos, físicos, etcétera, y aparte tiene un cuerpo de redactores. Es una compañía bien hecha.

¿Siguien siendo más avanzados los diccionarios Corominas y Moliner que el de la Real Academia?
Sí, por supuesto.

¿La Academia Mexicana de la Lengua sirve para algo?
Para nada, en absoluto.

¿Cómo ve el español que se habla hoy en México?
Más o menos ahí va jalando, con obvias influencias, sobre todo gringas. Pero hay algo que no se toma en cuenta: México es el país con el mayor número de hispanohablantes. Aquí debería estar el Gran Instituto del Lenguaje, no la "Academia de la Lengua". En general, el español de México se conserva bastante bien. Aunque luego hay cosas como las de los bancos. Para ellos no se abre, sino que se apertura una cuenta y cosas así.

¿... y el español que se habla en España es muy puro?
No, qué va. Tiene un montón de tonterías. Está muy corrompido.

La tecnocracia trajo muchos términos horrendos, al igual que el lenguaje derivado del uso de las computadoras.
Para eso debería ser el Instituto del Lenguaje, para cuidar el uso correcto de las palabras. Pero, ¿qué ha hecho la Academia al respecto? Nada. No existe siquiera una revista crítica de la Academia. Pero eso sí, hacen su congreso internacional de academias que es completamente inútil y luego, cuando en uno de esos congresos surge una buena idea, como la Gabriel García Márquez para suprimir la "h" muda, se desata una serie de críticas de lo más imbéciles, comenzando por Mario Vargas Llosa, quien considera que la propuesta de García Márquez fue sólo por ganas de divertirse. También el pobre de Mario Benedetti salió con su pequeña burradita de que antes de suprimir la "h", habría que combatir el analfabetismo. ¿No se da cuenta de que para los niños o para la gente medio inculta que quiere estudiar el español es un grave problema que determinada palabra tenga "h"? ¿Por qué, si para nada sirve?

A varios años de que aparecieron libros suyos como El Diccionario o Madre Academia, ¿siente que de algún modo los académicos le han hecho caso?
Absolutamente en nada. Desde un principio, en El Diccionario dije que no esperaba que la Academia tomara en cuenta mis críticas. No hago mis críticas para que lo señores académicos se corrijan. Las hago por gusto y para abrirle los ojos a muchos que siguen como borregos a la Madre Academia.

sábado, 18 de junio de 2011

El pequeño solitario de Palacio*


Empequeñecido. Disminuido por las circunstancias adversas. Así debe sentirse hoy el presidente Felipe Calderón Hinojosa. Las cosas no le han sido propicias en estos días, como en muchos sentidos no lo han sido a lo largo del sexenio y desde que, asesorado por no se sabe quiénes, eligió cambiar su idea principal de campaña, la de ser el presidente del empleo, por la de convertirse en el presidente de la lucha contra el crimen organizado. Para mí, de ahí parte todo su problema, aunque al menos públicamente él no parezca aceptarlo.
Ha sido esta una semana muy difícil para el hoy más que nunca solitario de Palacio, en paráfrasis de la célebre novela de René Avilés Fabila. Desde su discurso en la Universidad de Stanford (en el que de nueva cuenta se lanzó contra el Partido Revolucionario Institucional) hasta el fallidísimo caso de Jorge Hank Rohn (a quien sus acusadores no pudieron comprobarle un solo delito) y desde su petición de un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso (ignorada olímpicamente por los legisladores priistas) hasta la tendencia en las encuestas en el Estado de México (que otorgan una ventaja abrumadora al candidato tricolor), todo da la impresión de estar hecho con las patas, en una larga sucesión de errores, equívocos y traspiés (semejante a la de los dirigentes de la Femexfut en el caso del clembuterol).
No me cuento entre los que gustan de denostar de manera peyorativa al presidente de la república y no me da por el insulto fácil contra su persona. Más bien trato de comprender qué fue lo que pasó para hacerlo cambiar de estrategia y meterse en una terrible camisa de once varas, en la que se quedó atrapado y de la que no puede –o no quiere– salir.
Con un país dominado por la violencia más caótica, con el destape de un precandidato a la presidencia que no convence siquiera a los propios panistas, con el Ejército molesto por el deterioro de su imagen y otros varios etcéteras, Felipe Calderón debe sentirse achicado, aminorado.
Como un pequeño solitario de Palacio.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 17 de junio de 2011

Entrevista para Proyecto 40


El miércoles en la mañana vino la linda Kathya Mijares, editora de la revista Nexos, a hacerme una entrevista para El foco, el programa que conduce Héctor De Mauleón, excelente amigo también de Nexos, en Proyecto 40. El tema fue "El twist" y se basó en el texto que publiqué el domingo pasado en Milenio Diario. Con Kathya vinieron un camarógrafo y su ayudante. Todo salió muy rápido y muy bien. Parece que se trasmitirá este sábado a las cuatro de la tarde.

jueves, 16 de junio de 2011

Rock'n'Roll


Denisse y yo nos lanzamos por la tarde al Centro Cultural Universitario, el famoso Cultisur, para ver (en el teatro Juan Ruiz de Alarcón) la puesta en escena de Rock'n'Roll de Tom Stoppard, dirigida por Alonso Ruizpalacios. La obra se sitúa en Londres y Praga desde 1968 (cuando la Primavera de Praga) hasta 1990 (cuando la caída del bloque soviético) y se centra en un profesor checo (Max), quien da clases en Inglaterra, y su alumno Jan, de la misma nacionalidad, adorador del rock y de su colección de discos de vinil. Max (interpretado espléndidamente por José Caballero) es un comunista de la vieja guardia que apoya en un principio la invasión rusa a Checoeslovaquia, mientras que Jan (caracterizado por Juan Manuel Bernal de manera bastante aceptable) es un joven que se cuestiona sobre las virtudes de los regímenes totalitarios y sufre en carne propia la persecusión y la represión de la policía secreta de su país. Alrededor de estos dos personajes hay varios otros, entre los que destaca la mujer de Max, Eleanor (gran actuación de Karina Gidi, quien más adelante hace el papel de la hija de ambos, la libérrima Esme).
El montaje es muy interesante, por el uso de una pantalla en la que van apareciendo por escrito las incidencias y situaciones de la trama, mediante un uso muy ingenioso de una máquina de escribir antigua. Una decena de actores y actrices da vida a una multitud de personajes que nos ayudan a entender la manera como la promesa comunista por una vida mejor ("de todos según sus capacidades, a todos según sus necesidades") pasó de utopía ideal a un infierno gris e híper represivo, dominado por oscuros burócratas e implacables agentes policiacos.
Un gusto enorme y una grata sorpresa fue encontrar que en el elenco participa mi querida amiga Paula Watson, antigua corista de mi banda, Los Pechos Privilegiados, y estupenda actriz que saca adelante varios roles (una periodista, una mesera, la amante de Jan...).
Recomiendo Rock'n'Roll, una obra inteligente, reveladora, entretenida y en momentos divertida, a pesar de la tragedia que retrata: la del fin de una de las grandes utopías del siglo pasado. Hay una subtrama en la cual, por cierto, tiene que ver la figura de Syd Barrett.
El único negrito en el arroz es la banda de rock que toca "en vivo". Sus músicos son bastante malitos y destrozan sin piedad algunos temas de Bob Dylan, los Rolling Stones, los Beatles, Pink Floyd y otros. ¿Serán cuates del director o el presupuesto no alcanzó para conseguir a mejores ejecutantes y cantantes? Misterio.

miércoles, 15 de junio de 2011

Belleza total


¿Acaso podría existir una mujer con una hermosura tal o sólo es posible gracias al lápiz de un artista?

martes, 14 de junio de 2011

¡Qué Zoes...!


Ayer escribía aquí sobre las reacciones que produjo un viejo artículo en La Mosca y hoy me encuentro con que las cosas no cambian en el estrecho mundillo del rockcito nacional. Lo digo por la manera como han reaccionado los integrantes de Zoé frente a mi columna en la revista Marvin (dar click aquí). Ya me habían contado algunos amigos que los músicos se pusieron furiosos y luego me pasaron estos tres tuits de su baterista:

r_guardiola Rodrigo Guardiola Z.
Hugo Garcia Michel, y el tipico sintoma del Mexicano Envidioso que no hace mas que buscar como demeritar a los que les va bien.

r_guardiola Rodrigo Guardiola Z.
Que mal reportaje y nivel de envidia de Huguito Garcia Michel eh! No viene al caso ese reportaje. Se lo saco de las mangas @RevistaMarvin

r_guardiola Rodrigo Guardiola Z.
RT @zoetheband: 24 Julio- Fecha num #14 y ULTIMA-Teatro Metropolitan DF, @RevistaMarvin Inviten a Hugo

Quién sabe por qué razón, algunos músicos piensan que uno los critica por envidia (¿?). Aparte de que no saben distinguir entre una columna y un reportaje. Pero en fin, ese es el nivel de analfabetismo funcional de la mayoría de los roqueritos nacionales, vaya que lo compruebo a cada paso (por eso no corregí la sintaxis y la ortografía de los mensajes). En fin, uno se acostumbra a todo.

lunes, 13 de junio de 2011

La Suciedad de las Sirvientas Puercas


¿Hasta qué punto nos puede traicionar el pasado cuando de manera impensada resurge frente a nosotros? ¿Hasta dónde puede un editor afectar la imagen de una personalidad pública al sacar a la luz alguna parte oscura de sus ayeres? ¿Resulta ético dar a conocer documentos gráficos o escritos que revelan a las generaciones presentes lo que otros hicieron en tiempos pretéritos? ¿Debe un periodista publicar una exclusiva aun cuando con ello afecte el prestigio de terceros? Éstas y otras cuestiones cuasi filosóficas vinieron a mi mente a partir de que, hace una década, como director de la revista La Mosca en la Pared, decidí publicar unas fotografías que causaron cierto alboroto y escándalo en el diminuto pero significativo ambiente roquero nacional.
Las fotos en cuestión presentaban a algunos personajes conspicuos del rockcito hecho en México -en concreto Saúl Hernández, Alfonso André, José Manuel Aguilera, Federico Fong y el Dr. Fanatik-, cuando a finales de los años ochenta formaban parte de un grupo del que muy pocos tienen noticia y cuyas grabaciones son hoy objeto de culto bastante cotizado. La banda en cuestión se llamaba La Suciedad de las Sirvientas Puercas y tenía como peculiaridad el hecho de que algunos de sus integrantes se vestían y se maquillaban como mujeres. En el número 40 de La Mosca, tuve oportunidad de entrevistar al Dr. Fanatik y éste narró la historia efímera de la peculiar agrupación, de la cual era líder y vocalista. A grandes rasgos, me dijo que La Suciedad... surgió en un momento en que Caifanes se encontraba en una crisis que amenazaba con deshacer al grupo por diversos conflictos internos, los cuales tenían que ver con el ego y la mala repartición de las ganancias. Cuenta Fanatik: “Pensamos que teníamos que hacer algo que gustara y que llamara la atención. Ellos me expresaron su deseo de vestirse de mujeres y les dije: ‘a mí ya me pasó esa época, yo ya me definí, yo puedo salir de padrote; pero si ustedes gustan salir de prostitutas, pueden hacerlo’. Federico Fong era ‘La Cachetona’, Alfonso André era ‘La Lagartona’ y Saúl Hernández era ‘La Susan’, por aquello de ‘Su-San... tidad’ y de que reparte muchas bendiciones. Aguilera no se vistió de mujer, tampoco ‘El Pollo’, quien tocaba el bajo.
Cuando mi entrevistado me mostró algunas fotografías de aquel peculiarísimo conjunto y ofreció facilitármelas para su publicación, no lo pensé dos veces. Obviamente sabía que iban a causar furor y escozor, pero como periodista y editor no podía dejar pasar la oportunidad de semejante exclusiva. Las fotos aparecieron a mediados de agosto de 2000 y las repercusiones fueron mucho más fuertes de lo que hubiese podido imaginar.
La primera reacción provino de algunos periodistas amigos, quienes se sorprendieron con las inéditas imágenes. Todos rieron de buena gana, algunos me felicitaron y otros me advirtieron “se va a enojar Saúl”. Luego comenzaron a llegar cartas y correos electrónicos de todo tipo a nuestra página de internet. Los hubo que festejaron la publicación de las reveladoras fotografías y los hubo también que nos cubrieron de insultos y denuestos, como un lector de Tultitlán, Estado de México, quien en la parte más suave de su misiva cibernética nos decía que “ahora sí se pasaron de lanzas. ¿Por qué sacaron esas pinches fotos? ¿No ven que Saúl Hernández es como un guía para muchos chavos que creen en él por los mensajes de sus letras y por las ondas que tira en sus tocadas? Muchos lo vemos como un cuate místico y trascendente y, chale, eso de verlo de repente vestido de vieja y todo maquillado como que sí está cabrón. Me cae que no las hubieran sacado”.
A principios de septiembre de aquel año, me encontré a Alejandro Marcovich, ex guitarrista de Caifanes y quien aún no estaba con el grupo en la época de La Suciedad de las Sirvientas Puercas. Al verme, me saludó muerto de la risa y me dijo: “No sabía que La Mosca se había vuelto una revista porno”. Al preguntarle yo por qué decía eso, respondió: “Es que ahora ya sacan fotos de ‘vestidas’”. Y agregó: “Alfonso André está muy enojado”. Al respecto, pude entrar en comunicación con el baterista de Jaguares y La Barranca, quien me dijo: “La verdad que sí se la mamaron. Sobre todo porque esas fotos eran mías. No sé cómo se hicieron de ellas, supongo que el Dr. (Fanatik) sacó copias en algún momento o me las robó, no sé; el caso es que esas imágenes eran para mi colección personal de atrocidades, no para tu revista ni para ilustrar las delirantes fantasías del Dr. (Fanatik). Sí, son muy cagadas pero también muy lejanas a la realidad”.
La publicidad de las famosas fotografías fue en aumento cuando el diario La Jornada las comentó y las reprodujo con el rimbombante título de “Las Caifanas en La Mosca”. Por otra parte, fuentes bien informadas me comentaron que en el Tianguis del Chopo, a raíz de la publicación de la entrevista con el Dr. Fanatik y de las fotos de Las Sirvientas Puercas, las ventas de los discos del Doctor habían subido notablemente.
El caso (ridículo en sí mismo) no llegó a trascender más allá de su momento. Me interesó comentarlo porque de algún modo se relacionaba -toda proporción guardada, por supuesto- con investigaciones periodísticas que por aquellos días revelaban el pasado de personajes (esos sí siniestros) de la política o de la administración pública. ¿Es periodísticamente ético publicar esa clase de informaciones gráficas o escritas? Pienso que es muy válido y que no está reñido con la ética. En el caso particular de las fotografías aquí mencionadas, se trató de dar a conocer un acontecimiento que forma parte de la peculiar historia del rockcito nacional y que, además, nunca fue privado, ya que La Suciedad de las Sirvientas Puercas dio algunos conciertos, así los haya visto muy poca gente. Que tiempo después la imagen de los involucrados era muy otra y que podía resultar afectada al revelarse ciertos aspectos de su pasado público, no era culpa del medio periodístico. Se trató, a final de cuentas, de sacar a la luz una exclusiva y eso, a mi modo de ver, es una obligación de quienes nos dedicamos a este oficio.

domingo, 12 de junio de 2011

Cuatro años de andar en el rojo y el negro


Hoy cumplo cuatro-años-cuatro de escribir cotidianamente este blog que ha sido como mi diario y mi vertedero de vivencias, experiencias, opiniones, encuentros, desencuentros, pérdidas, hallazgos, etcétera, a lo largo de más de mil cuatrocientos sesenta días, sin faltar a uno solo. Así me lo propuse y así ha sido. Espero continuar en lo mismo por varios años más. No haré balance de las más recientes cincuenta y dos semanas porque eso lo hago al terminar cada año. Sólo hago constar que es ya un cuatrienio el que hoy cumple El rojo y el negro y que el hecho, pues, me pone contento. Gracias a quienes acuden a leerme de vez en vez. Un abrazo.

sábado, 11 de junio de 2011

Un debate sin clembuterol*


Los debates entre políticos mexicanos siempre causan una expectación desmedida y al final producen una total decepción. Ya sea por las reglas que los acotan, por lo rutinario de su esquema, por lo aburrido de su mecánica o por lo grisáceo de sus contendientes, lo único que provocan en últimos términos es una flojera absoluta. El caso del reciente debate con los candidatos al gobierno del Estado de México no fue la excepción.
Que si ganó Alejandro Encinas (por un momento pensé que era Chuck Blazer), que si perdió Eruviel Ávila (quién causó más polémica por sus chapitas maquilladas que por sus propuestas), que si Luis Felipe Bravo Mena ni fu ni fa. Sea como sea, las encuestas no parecen mostrar variación alguna y la explicación es sencilla: casi nadie se asomó a ver el dichoso debate y quien lo hizo, difícilmente lo soportó completo. Quizá si en las encuestas se añadiera al abstencionismo como un cuarto contendiente, éste sí subiría sus porcentajes.
Más interesante en todo caso está el escándalo de los cinco seleccionados tricolores acusados de consumir clembuterol. Aquí sí que parecería haber un caso de injusticia y violación de los derechos humanos. Digo, ¿qué culpa tienen Dueñas, el Hobbit, el Maza, Sinha y Paco Memo de que los cocineros de la Femexfut les hayan dado bisteces sin gordo pero con esa sustancia prohibida? Eso, claro, si la historia de los bisteces resulta cierta (ya sabemos que lo que digan los directivos del futbol mexicano tiene que ser puesto en duda en automático, en tanto no se demuestre que no están mintiendo).
¿Qué hay realmente de fondo en todo este caso? Tal vez muy pronto se sepa… o tal vez nunca, como sucedió en 2005, con el affaire Salvador Carmona-Aarón Galindo. Lo que sí cala es que seguimos teniendo un balompié que sólo da de qué hablar por sus escándalos extra cancha. Algo que lo asemeja mucho con la polaca nacional, a la que le hacen falta algunas buenas dosis de clembuterol, para aumentar su masa muscular y quemarle un poco de grasita. Igual con eso hasta mejoran los debates.

*Publivado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 10 de junio de 2011

Tengo VHS


Cuando hace un par de años me cambiaron el modem de Cablevisión por uno más moderno pero mucho más pequeño, el técnico que vino a hacerme la instalación me enfrentó a una disyuntiva: "¿Le conecto el DVD o el VHS? Porque los dos ya no se puede". Tuve que elegir al primer reproductor y así me quedé sin el segundo y sin la posibilidad de ver la buena cantidad de videocassettes que tengo en ese formato. Hasta hoy que se me ocurrió una manera de conectar la videocasetera... ¡y funcionó! Así que he vuelto a tener VHS y ya podré ver algunas series que tenía grabadas, como Ed, Grounded for Life y algunas otras, además de muchas películas que nunca pude conseguir en DVD. Eso me hace muy feliz y estoy como niño con juguete nuevo. Voy a redescubrir muchas cosas.

jueves, 9 de junio de 2011

111 entradas de "Acordes y desacordes"


A poco menos de un mes de cumplir dos años, el blog de música "Acordes y desacordes" que coordino para el sitio en internet de la revista Nexos ha llegado a su entrada número ciento once y la verdad es que me da mucho gusto. Aunque siento que tendría que ser más conocido aún, por la calidad de la gente que ahí colabora (Eusebio Ruvalcaba, Sergio Monsalvo C., David Cortés et al) y por la universalidad de géneros musicales que incluye, creo que va bien y que su vida será larga y fructífera. Los invito a visitarlo. Se renueva más o menos una vez a la semana. La dirección es http://musica.nexos.com.mx/

miércoles, 8 de junio de 2011

Otro gato culto


No cabe duda que los gatos y la cultura están muy relacionados. Que lo diga si no este maravilloso felino cuya foto tomé del facebook de mi amiga Vica Franco.

martes, 7 de junio de 2011

Sana, sana


Me topé con esta foto por ahí. No sé cómo describirla o qué decir. Mejor la dejo en el limbo. Qué hable por sí misma (al fin que hoy es el día de la libertad de prensa).

lunes, 6 de junio de 2011

En curva


Había olvidado contar que el sábado pasado vinieron a entrevistarme tres alumnas de primer año de la escuela de periodismo Carlos Septién García. Itzel, Jessica y Mariana charlaron conmigo para el programa de televisión que conducen en su plantel y que recibe el nombre de En curva (yo les sugerí que se lo cambiaran a En curvas, pero no creo que me hagan caso, ja). Fue bastante divertido y me cayeron muy bien. Con ellas venían un camarógrafo y dos chavos. Al final nos tomamos fotos y quedaron que en su momento me mostrarían el programa ya editado.

domingo, 5 de junio de 2011

El pájaro de la paz


La paloma es el pájaro de la paz.

La mujer, la paz del pájaro.

El soltero no deja al pájaro en paz.

El casado no tiene paz en el pájaro.

La soltera no conoce la paz (y se supone que ni al pájaro).

La viuda no puede vivir en paz sin el pájaro.

El viejo mantiene al pájaro en paz...

... y la vieja, por fin, vive en paz sin el pájaro.

(Tomado del libro Picardía mexicana de A. Jiménez).

sábado, 4 de junio de 2011

Nostalgia de la cargada*


Las cosas ya no son como solían ser. En los viejos tiempos que hoy tantos añoran, cada vez que se producía el destape del futuro presidente de la república, las huestes políticas se movían en automático y los búfalos acudían en manada a la casa del afortunado, a fin de felicitarlo, cantarle sus canciones favoritas y ponerse a sus órdenes para lo que se pudiera ofrecer. Los medios cubrían con profusión tal acontecimiento y aunque alguna vez se produjera algún error (como aquel día de 1987 en el cual se desató el rumor de que el bueno para la grande era Sergio García Ramírez, cuando en realidad era Carlos Salinas de Gortari, por lo que varios políticos madrugadores se quemaron feamente), lo normal era que todo transcurriera sin contratiempos. Aquello se llamaba, dentro del vocabulario picaresco de la polaca mexicana, la cargada.
Qué tiempos aquellos, se habrá dicho en sus adentros Felipe Calderón cuando hace unos días decidió destapar, mediante el más clásico y folclórico dedazo, al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, como su gallo para las elecciones presidenciales del año próximo.
Pero he aquí que la cargada panista no fue como la cargada priista acostumbraba ser. Nada de movilizaciones multitudinarias de las fuerzas vivas. Nada de matracas, serpentinas, mariachis y abrazos cómplices. Nada de masiva cobertura periodística en la residencia del precandidato en ciernes. Nada. Bueno, apenas el apoyo de unos cuantos simpatizantes grises y poco entusiastas. Aburridones, pues.
Lo peor del asunto es que varios miembros del PAN, quienes se consideran con méritos suficientes como para aspirar a la candidatura de su partido, no se disciplinaron ante la decisión de Calderón y comenzaron a alebrestarse. Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel, Alonso Lujambio y hasta el góber de Jalisco (Emilio González) y el clon de Fernando Rivera Calderón (Javier Lozano Alarcón) ya dijeron que, a pesar de los pesares, van a pelear por la nominación blanquiazul.
La cargada está triste, ¿qué tendrá la cargada? No cabe duda: las cosas ya no son como solían ser.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 3 de junio de 2011

Radiohead en el metro de París


Una foto con la que me topé en el facebook de mi amiga Mónica Isabel Pérez y que me gustó mucho. Se la tomaron durante un reciente viaje a París.

jueves, 2 de junio de 2011

Zoé en la prehistoria*


I.
Al parecer, no existen registros que lo puedan confirmar o testigos presenciales que sean capaces de hablar de ello. Nadie ha podido darme información fidedigna y en internet no existe al parecer un solo dato al respecto. Me baso pues en el complejo y resbaladizo expediente de la memoria. No se culpe a nadie sino a mí, entonces, de lo que puede ser real y de lo que puede ser producto de los más traicioneros recuerdos.
A principios de los años noventa, mis hijos Alain y Jan, hoy veinteañeros inmersos en los terrenos de la música electrónica y el diseño gráfico, cursaban la primaria en el Centro de Integración Educativa Sur (CIE) de Tlalpan. Se trataba de un colegio de esos que se llaman activos (cualquier cosa que ello signifique) y en sus aulas se respiraba un ambiente liberal y ajeno a cualquier autoritarismo. Cada fin de cursos, se llevaba a cabo un gran festival vespertino y, por allá de 1993 y 1994, dicha celebración culminaba con la presencia de una estupenda banda de rock conformada por jóvenes preparatorianos, varios de ellos –según se decía allí- alumnos del propio CIE.
Los chavos tocaban covers en inglés y temas originales (no recuerdo si en español) y lo hacían con sorprendente calidad interpretativa. Como buen padre rocanrolero, siempre me quedaba hasta el final con tal de ver a aquel grupo de cuyo nombre, por más que he tratado e investigado, no logró acordarme.
Años más tarde, alguien me contó que algunos de los músicos de esa agrupación eran los actuales integrantes de Zoé y que quien tocaba el bajo con ellos era nada menos que el Queso Bronfman (de Resorte y muchos proyectos más). Trato de hacer un ejercicio mnemotécnico y me parece ver a un muy joven León Larregui al frente de aquella banda juvenil, aunque lo visualizo guitarra en mano. Es posible que mi memoria me engañe. Sería bueno preguntarle a él o algún otro de los miembros de Zoé si en su prehistoria tocaban en los festivales de fin de cursos del CIE.

II.
Los años transcurrieron y Zoé pasó de ser una bandita marginal a una agrupación capaz de vender cientos de miles de discos e incluso a agotar el boletaje para ¡once! fechas en el Teatro Metropólitan. ¿Quiere decir que el actual grupo es mejor que aquel que mis remembranzas me hacen ubicar a principios de los años noventa? No necesariamente.
En la revista La Mosca en la Pared, que dirigí a lo largo de catorce años, algunos colaboradores y quien esto escribe mantuvimos una actitud crítica sobre la música de Zoé. En lo personal, me resulta desganada, plana, desprovista de energía y sin raigambre rocanrolera. Son un buen grupo de pop, con excelentes músicos, pero nada más. En particular me brinca el modo de cantar de Larregui, quien pronuncia el español como si estuviera cantando en inglés, aparte de adoptar un manierismo que mucho le debe (y no me parece una cualidad sino todo lo contrario) al rock pop argentino.
Sí, en definitiva me gustaba más aquel grupo lleno de frescura y poderío que tocaba en el CIE que el actual. Igual ni era Zoé.

*Primera colaboración para mi columna "Bajo presupuesto" que debuta en el número de este mes de la revista Marvin. En el mismo ejemplar se incluye una entrevista que me hizo Arthur Alan Gore sobre algunos aspectos de mi historia con la revista La Mosca. Ya está a la venta.

miércoles, 1 de junio de 2011

Abel Membrillo


Lo vi una sola vez en mi vida. Llegó al apartamento donde vivo de una manera por demás curiosa e inesperada y es una de las personas a quienes se debe que cuando una amiga viene a mi casa, deba hacerlo sin compañía masculina.
Habrá sido por allá de 2002. Una muy querida cuatita mía, cuyo nombre por elegancia no revelaré (aunque sí lee esto seguro sabrá que es ella), había quedado en visitarme una tarde y poco antes de llegar me llamó por teléfono para preguntarme si no me importaba que arribara acompañada de un amigo. Diplomático como era yo en ese entonces, le dije que claro que no importaba, aunque por dentro mentaba calladas madres. No tardaron en llegar, ya que se encontraban a escasas cuadras de donde vivo.
Cuando entraron, ella me lo presentó. Era un tipo feo como una pijamada con Elba Esther Gordillo y su aspecto contrastaba dramáticamente con el de mi amiga, quien es muy guapa. Abel Membrillo se llamaba aquel peculiar personaje. Yo sabía de él, pues era un conocido locutor de radio y televisión. Todo se desarrolló de manera amable. Nos pusimos a charlar como personas educadas, si bien en el fondo nadie estaba a gusto. Yo, porque hubiera preferido platicar a solas con mi amiga. Ellos…, por mi presencia. Paso a explicarlo…
Cuando les ofrecí una taza de café, fui a la cocina para prepararlo y al regresar, me topé con una escena digamos que un tanto, ejem, incómoda: la pareja de visitantes se besaba abierta y un tanto ansiosamente. Se separaron al verme regresar a la sala con las tazas humeantes. La situación se tornó incómoda entonces. De pronto, sentí que yo sobraba en mi propia casa. Pero ni modo que me saliera, ja. La plática se volvió demasiado formal y llena de lugares comunes, hasta que ellos apuraron sus cafés, se comieron un par de galletitas y se acordaron de que tenían algo urgente que hacer. Diez minutos después ya se habían ido. Desde entonces me juré recibir a mis amigas en solitario, sin incómodas compañías.
Un par de años más tarde, durante una reunión en casa de Fernando Rivera Calderón, por alguna razón surgió el nombre de Membrillo y la mamá de Fer me contó que Abel y su hijo habían sido muy amigos desde niños, pues eran prácticamente vecinos allá por la colonia Jardín Balbuena. Luego me mencionó que, desde chico, el locutor padecía una enfermedad del corazón y que estaba expuesto a morir en cualquier momento. De esto hace mucho tiempo ya.
Alguna vez comentamos en La Mosca en la Pared un álbum del grupo Los Nena, cuyo frontman era precisamente Membrillo. El disco nunca me gustó, aunque muchos sentían culto por esa banda para mí incomprensible y típicamente condechi.
Hoy me entero por algunos comentarios en facebook del fallecimiento de Abel Membrillo. Al escribir esto, no conozco la causa pero la intuyo. Lo lamento mucho en verdad.