domingo, 31 de enero de 2010

Dos aniversarios


Ayer, 30 de enero, mi amado hijo Jan Sebastián cumplió veintitrés años. No pudimos vernos, pero hablamos por teléfono y lo felicité con todo mi amor paterno. Está muy bien, con un trabajo estable en el que le va perfecto y que lo tiene muy feliz. Ya se independizó y vive con dos amigos por los rumbos de la Del Valle. En fin, todo camina estupendo en su fructífera vida y verlo así me hace muy dichoso. Por otra parte, hoy cumplí exactos diez años de vivir en este departamento que rento y dónde tantas cosas me han sucedido a lo largo -ya- de una década. Cuánta gente he conocido desde entonces, cuánta ha pasado por mi hogar y cuánta vendrá y seguirá viniendo. Me encanta vivir aquí y espero seguir haciéndolo por un muy largo tiempo.

sábado, 30 de enero de 2010

Cabañas y el Ariel blanqueador*


Tuvo suerte el diputado perredista Ariel Gómez León, alias El Chunco. De no ser por la abrumadora cobertura mediática sobre el caso Salvador Cabañas, sus folclóricas declaraciones sobre los haitianos habrían causado un escándalo que, para su fortuna, no se producirá del todo. Dijo el legislador chiapaneco, con un desparpajo foxiano digno de mejores causas, que “como todos (los habitantes de Haití) son negros y se parecen tanto, habría que marcarlos con tinta indeleble para que no se les repita la ayuda, (pero) la tinta tiene que ser blanca, porque la que usa el IFE no se les notaría por ser tan negros”. ¡Soc! Esa es la actual “izquierda” mexicana, siempre tan progre, siempre tan culta, siempre tan sensible.
Ahora que tan malo el pinto como el colorado, porque desde la derecha tampoco tocan bien las rancheras, sobre todo en el caso de los matrimonios homosexuales y sus posibilidades de adopción. Digo, a nadie debe extrañar que los conservadores muestren su rancio talante reaccionario, pero eso de que la PGR promueva una controversia constitucional contra la ley que permite la legalización de las parejas gay y su derecho a adoptar niños ya resulta francamente desproporcionado. Es alarmante que haya mentalidades decimonónicas en pleno siglo veintiuno, pero más alarmante aún es que los políticos no se den cuenta de que se han quedado muy atrás de la ciudadanía y que su entelarañada moralina no se puede imponer a la gente al más puro estilo del Santo Oficio.
Sin embargo, esta noticia también fue nublada por la absoluta atención que los medios han puesto en el intento de homicidio contra el centro delantero del América. Se entiende que es una figura pública y que eso le da una gran importancia noticiosa al hecho, pero la cantidad de cursilerías, admoniciones, exageraciones y afanes distractores que ha provocado el caso Cabañas no sólo se ha tornado insoportable, sino que me ha dejado una tremenda duda: ¿es el bar Bar o el bar Bar Bar?
La cuestión nada más no me deja dormir.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 29 de enero de 2010

Viernes agripado con fotografía


Amanecí casi afónico, con gripe aunque sin temperatura. Por suerte no tuve que salir a la calle. Denisse se fue a casa de su mamá para pasar allá el fin de semana, pero me dejó esta linda foto para que no me olvidara de ella. Será un largo fin de semana.

jueves, 28 de enero de 2010

Poca gente, poca voz, pero buen concierto


No fue ni por mucho la mejor entrada que hemos tenido en la historia del grupo. Hubo poca gente. Sin embargo, el ambiente resultó cálido y después de casi de dos meses de no tocar, la banda -enriquecida por la armónica invitada del Pelusa- sonó muy bien y el público respondió con calidez y gusto. En realidad, lo único malo fue mi voz, afectada por los resfríos y que no pudo dar mucho de sí. No me quedé afónico de milagro, pero sí me limitó muchísimo a la hora de cantar. Con todo, fue prueba superada y espero que la próxima presentación, el 25 de febrero, sea mucho mejor.

miércoles, 27 de enero de 2010

Una etimología


Leo que la palabra sicalíptico significa "picardía o malicia referente a temas sexuales" y que el vocablo fue formado arbitrariamente por yuxtaposición de las palabras griegas sykon (higo) y aleipsis (frotar, untar), o sea, literalmente, frotar el higo. Qué curioso, porque siempre he dicho que para mí la fruta más erótica es precisamente el higo, ya que al abrirlo resulta como una vulva maravillosa, de dulce sabor, en la que la lengua puede solazarse a sus anchas.

martes, 26 de enero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

Roqueros que escriben libros


En su emisión número veintiuno, La Mosca en la Radio tendrá como invitada a la editora Elena Santibáñez, responsable de Rhythm & Books, editorial especializada en publicar libros escritos por músicos. Luego del éxito del volumen de poemas Corazón minado de Pascual Reyes (San Pascualito Rey), ahora se presentan la novela Aire en espera de José María Arreola (La Barranca y otros) y el libro de cuentos infantiles Una historia como cualquier otra de Carlos Avilez (Cuca, Las Horas Muertas). Platicaré largo y tendido sobre esta empresa y sus planes a futuro. En la parte musical, tocaré canciones de este aún joven año 2010: temas de Smashing Pumpkins, Adam Green, The Leisure Society, Beach House, Vampire Weekend, Midlake, Surfer Blood, Spoon y Corinne Bailey Rae. La cita es este martes 26 de enero, a las ocho de la noche, en la frecuencia digital de TuRadiOnLine (http://www.turadionline.net/)

domingo, 24 de enero de 2010

Pregunta dominguera


La formula hoy, en Milenio Semanal, el gran periodista y escritor Federico Campbell y es una buena cuestión para reflexionar: "¿Cuál es el conflicto de la iglesia con el placer? ¿Cuál es el problema de las religiones —la judía, la católica, la musulmana, la tradición judeocristiana— con el sexo? ¿Por qué les perturba e irrita tanto? ¿Por qué los budistas no se preocupan tanto y se encomiendan a reflexiones más importantes?".

sábado, 23 de enero de 2010

El pastelazo como acto político*


Ya era justo que nuestra clase gobernante despertara y respondiera como es debido. Después de los escandalosos affaires en los que se vieron envueltos Esteban Arce y Lucero León (alias La mamá de Lucerito), lo menos que se podía esperar era que alguien diera la cara por los políticos de este país y otorgara la nota cómica de la semana. El recurso resultó tan elemental como un pastelazo al más puro estilo capulinesco, pero fue una señal clara de que la diversión y el sano esparcimiento ahora están del lado de la polaca.
Tuvo que ser el mismísimo presidente de la república quien arrebatara la iniciativa a la gente de la farándula y demostrara, como dicen los clásicos, de qué lado masca la iguana. El literal pastelazo que le propinó al director del ISSSTE no fue sin embargo un acto vacío o de mero histrionismo. No. Aplastar la cara de Miguel Ángel Yunes contra un pastel embetunado podría tener implicaciones políticas que los analistas más avezados tendrán que considerar. Por ahí se dice, por ejemplo, que es un mensaje para Elba Esther Gordillo, ya que el humillado Yunes es gente de la maestra. ¿Qué significará para la líder del SNTE la cara llena de merengue de su incondicional? Todo cabe en una teoría del complot, sabiéndolo acomodar.
El pastelazo presidencial se da en el contexto de las próximas elecciones para gobernadores en varios estados, de las alianzas entre partidos contrarios y de las acusaciones de Manlio Fabio Beltrones de que dichas alianzas son “contra natura”, idénticas palabras a las que la jerarquía eclesiástica aplica a los matrimonios homosexuales y a la posibilidad de que éstos puedan adoptar niños (para no ser políticamente incorrectos, quienes se oponen a esas adopciones siempre aclaran: “No es que sea homofóbico, de hecho tengo muchos amigos gays”).
Los pastelazos podrían convertirse en una constante a lo largo de este año. Yo le recomendaría a Enrique Peña Nieto que se cuide. Aguas. De seguro hay varios por ahí que quisieran ver su rostro embarrado… y no precisamente de betún.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 22 de enero de 2010

¿Dónde quedó la cultura?


En este país (des)gobernado por patéticos y grises burócratas y por poderes fácticos que lo determinan todo, hace muchos años ya que la cultura ha quedado relegada al cajón de los trebejos. Panistas, perredistas, priistas y demás lacras mantienen a la actividad cultural en el ostracismo y prácticamente en la desnutrición. Los presupuestos destinados a la cultura (y también a la ciencia) son ridículos, raquíticos. Mientras en los países desarrollados el arte en sus diversas manifestaciones es fomentado, protegido e incluso utilizado como importante fuente de ingresos, en México es despreciado, desvalorado, ignorado por quienes detentan el poder. Si de algo podemos sentirnos orgullosos quienes vivimos en este país, cada vez más víctima de la ignorancia y la estulticia, es de nuestra herencia cultural, esa que va desde el pasado prehispánico hasta la obra de nuestros artistas plásticos, desde la arquitectura colonial hasta nuestra literatura, desde nuestra maravillosa gastronomía hasta nuestra fantástica artesanía. Hay una cultura mexicana espléndida, inacabable. Ahí podría estar una buena salida para la crisis económica que padecemos, pero también para la crisis -más profunda aún- ética y ontológica. Como individuos, no nos queda más que fomentar a la cultura desde nuestras pequeñas trincheras. Tal vez, de ese modo, algún día muy lejano seamos un país medianamente culto.

jueves, 21 de enero de 2010

Periodismo de fondo


Guardo esta imagen desde los primeros tiempos moscosos (bueno, ya en la segunda época). No recuerdo si publicamos algún comentario al respecto, pero he aquí el recorte como un ejemplo de lo que significa el verdadero periodismo de fondo. Denle clic al amarillento trozo de periódico y disfruten ese texto sin desperdicio.

miércoles, 20 de enero de 2010

El nieto del general Florencio Antillón


Me entero de que durante el pasado Festival Internacional Cervantino, el artista plástico Manuel Felguérez, quien tuvo una entrañable amistad con el escritor Jorge Ibargüengoitia, preguntó al gobernador de Guanajuato dónde estaban los restos del autor de Estas ruinas que ves y Dos crímenes, entre otras tantas maravillas literarias. La respuesta de Juan Manuel Oliva fue: "Están en un jardín, por el rumbo de la Presa de la Olla". Para allá fue Felguérez, quien dice que llevaba una duda en la cabeza: “Si Jorge murió calcinado en un avionazo y nunca reconocieron sus restos, ¿cómo es que está enterrado aquí?”. Al llegar a la dichosa presa, situada en los alrededores de la ciudad de Guanajuato, en un parque aledaño dio con una placa conmemorativa que a la letra dice: “Aquí descansan los restos de Jorge Ibargüengoitia, en el jardín del que fuera su abuelo, el general Florencio Antillón, quien luchó contra los franceses”. El pintor no lo podía creer. “Esto es una burla", se dijo. "Resulta que para los guanajuatenses, Ibargüengoitia no fue escritor, sino nieto del general Antillón, o sea que no tiene méritos literarios sino sólo a través de la gloria de su abuelo”.
La anécdota toda pudo ser incluida por el propio Ibargüengoitia en alguna de sus novelas o relatos. Así de delirante es. En lo personal, comparto la indignación de Manuel Felguérez. Resulta increíble que en Guanajuato se tenga en tan baja estima a una de sus grandes glorias literarias, uno de los mejores escritores mexicanos de todos los tiempos. Al parecer, no le perdonan que haya satirizado a ese estado (al que llamó Cuévano) y a sus habitantes. Allá ellos. Finalmente, la obra de Ibargüengoitia es mucho más importante que una chinche plaquita.

martes, 19 de enero de 2010

La Mosca en la Radio: al fin el programa veinte


Luego de un mes y once días exactos, La Mosca en la Radio volvió a trasmitirse esta noche, por la frecuencia virtual de la estación en línea TuRadiOnLine. El tema fue "Veinte canciones del 2009" y puse temas de una veintena de agrupaciones, a saber: Dirty Projectors, Bat for Lashes, Bad Lieutenant, The Thermals, The xx (ver foto), Grizzly Bear, Animal Collective, Yo la Tengo, Ramona Falls, The Von Bondies, The Avett Brothers, The Antlers, Au Revoir Simone, Dan Black, Girls, Pains of Being Pure at Heart, Eels, White Rabbits, Gossip y M. Ward. Todas las canciones las pueden escuchar ustedes en el podcast que aparece en este mismo post. Espero que les guste.



La Mosca en la Radio: programa 20

lunes, 18 de enero de 2010

La loca del sexto piso


La primera vez que escuché sus alaridos, pensé que era un perro que ladraba. Era el año 2000. Acababa yo de cambiarme a este departamento que rento desde entonces. El portero que en ese entonces cuidaba la entrada del inmueble me dijo de quién se trataba: de una mujer que vivía en el sexto piso y que se dedicaba a la prostitución. Me contó que solía meterse con todo el mundo (a los hombres trataba de ligárselos, a las mujeres solía insultarlas). Un día me topé con ella en el lobby, cuando me aprestaba a tomar el elevador. Se limitó a mirarme y nada me dijo. Yo me seguí de largo. Desde entonces y tras diez años de vivir aquí, me he acostumbrado a verla mientras hurga en los botes para la basura que están en el estacionamiento y a escuchar sus gritos destemplados a cualquier hora del día. Como su apartamento del sexto piso da a la calle, se asoma a su balcón y desde ahí se pone a proferir groserías y amenazas contra los transeúntes que pasan por la calle, quienes voltean a verla entre azorados y divertidos. Muchas veces he pensado que en su demencia (porque es obvio que no está en sus cabales) podría perder el equilibrio y caer desde las alturas. Es pequeña, flaca, fea, desagradable. Debe tener más de cincuenta años y no entiendo cómo, con esa apariencia, pudo dedicarse a la prostitución. Últimamente le había dado por gritar a los policías que manejan una grúa y que suelen venir a esta calle para llevarse a los carros mal estacionados. "¡Rateros, rateros!", los increpaba con voz áspera, estridente. Sin embargo, en lo que va de este año no la he oído una sola vez. Es raro. ¿Se habrá ido del edificio? No lo creo, sé que el depto donde vive es suyo. No es que extrañe sus berridos, pero se habían convertido en parte del folclor de estos rumbos.

domingo, 17 de enero de 2010

Teoría del Gansito


Hubo una larga época de mi vida en la que los Gansitos de Marinela fueron esenciales para mí. No sólo como golosina (porque cuando yo era niño, esos pastelitos realmente eran deliciosos, no como ahora que saben a petróleo), sino como instrumento de medición de los índices de inflación. En serio. El precio de un Gansito marcó durante mucho tiempo mi manera de evaluar el costo de la vida. Durante años (cuando el dolar estaba a 12.50 pesos de los de antes), un pastelito de esos costó sesenta centavos. Fue en la era del llamado desarrollo estabilizador (básicamente a lo largo de los años sesenta). Sin embargo, a partir de las primeras devaluaciones de los setenta y luego con las crisis recurrentes de las cuales no hemos salido desde los ochenta, el precio del Gansito se disparó y ha tenido un sinfín de altibajos, aunque siempre dentro de una espiral inflacionaria infamemente ascendente. Hoy, un Gansito cuesta 4.50 pesos y es un signo claro del momento económico que vivimos. La queja, sin embargo, no es por el precio sino por lo malos que son hoy día. Es obvio que los preparan de la peor manera, casi sin mermelada y sin crema y con un chocolate que sabe a sebo. Pero en su origen (al igual que los primeros Twinkys) realmente eran muy ricos. Nostalgia pastelera.

sábado, 16 de enero de 2010

Entre Haití y la mamá de Lucero*


El mundo de las noticias es volátil, efímero, contradictorio, ambiguo. La información es tanta y tan vasta que en ocasiones uno, como comentarista de los hechos que se suceden con vertiginosa prisa, no sabe hacia dónde enfocarse. Así, por ejemplo, durante los últimos meses del año pasado, fue la figura de ese peculiar personaje apodado Juanito la que dominó en los titulares noticiosos de todos los medios. Muchos puristas opinaban que no debería dársele importancia y que los artículos de opinión tendrían que centrarse en temas más importantes, como el desempleo, la pobreza, la corrupción, etcétera. Sin embargo, era claro que la mayoría de los lectores (o radioescuchas o televidentes o internautas) prefería saber de las andanzas de la criatura que puso en un predicamento a su creador (es decir, Andrés Manuel López Obrador) que de cifras macroeconómicas, por muy trascendentes que éstas fueran.
Yo no sé si eso sea bueno o sea malo, si la opinión pública está “mal educada” por el supuesto maquiavelismo de los medios de comunicación o si las masas prefieren al periodismo sensacionalista por encima del analítico. El hecho es que –otro ejemplo– en lo poco que va del 2010, quien ha acaparado la atención de esos medios y de esa opinión pública no es un político, un economista o un literato, sino un conductor de televisión que profirió opiniones homofóbicas en su programa. Para bien o (sobre todo) para mal, todos hablan de Esteban Arce y no, por decir algo, de los científicos que en Chicago retrasaron un minuto el llamado Reloj del fin del mundo (mismo que nos indica a cuántos "minutos" nos encontramos de la destrucción del planeta).
Ahora que acaba de ocurrir la dolorosa tragedia de Haití, hay mucha gente que prefiere centrar su atención en el inocuo video de YouTube en el cual la mamá de la cantante Lucero baila y hace un simulacro de striptease. ¿Tenemos que escandalizarnos y condenar a quienes escriban o lean acerca de esto último, en lugar de referirse, por ejemplo, al terrible terremoto haitiano? Finalmente, todo es información y es válido hablar de cada cosa. Hasta de la próxima boda de Gio y Belinda y sus consecuencias en los mercados financieros internacionales.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 15 de enero de 2010

Ratatouille


Viernes de extrema tranquilidad. Denisse se fue a casa de su mamá en la tarde y yo me quedé a leer, trabajar un poco, oír música y ya en la noche profunda, sintonizar la tele. Me tocó ver Ratatouille, película que me habían recomendado varias personas y que no había tenido oportunidad de disfrutar. Una joya del cine de animación y no tanto por su estupenda técnica visual, sino por la historia que narra. Sutil y finísima cinta no exactamente para niños. Además se desarrolla en París. Ah, París...

jueves, 14 de enero de 2010

El regreso de los Pechos


Los Pechos Privilegiados regresamos a los escenarios. Hace mucho que no tocamos (casi dos meses), pero ya tenemos dos fechas para iniciar el año, ambas en el Ruta 61. La primera el próximo jueves 28 de enero (dentro de quince días) y la otra el jueves 25 de febrero. Ya estaré avisándoles con detalle. Hace falta tocar, como que uno se empieza a oxidar si no lo hace.

miércoles, 13 de enero de 2010

Eric Rohmer: la vida como un cuento moral*


El pasado lunes 11 de enero, a los ochenta y nueve años, falleció Eric Rohmer, una de las figuras centrales de ese movimiento cinematográfico revolucionario de los años cincuenta que fue la Nouvelle Vague francesa.

A finales del año pasado, el movimiento de la Nueva Ola francesa cumplió cincuenta años y sólo unos meses después, uno de sus fundadores y más insignes representantes, el realizador, escritor y crítico Eric Rohmer (cuyo verdadero nombre era Jean-Marie Maurice Scherer), vio cómo su vida llegaba al punto final.
Creador de una generosa producción cinematográfica, este nacido en Nancy, Francia, en 1920, había filmado su última película (Les amours d’Astrée et de Céladon) en 2007. Los achaques propios de su edad lo mantenían prácticamente encerrado en el departamento que ocupaba en un edificio ubicado en el XVI arrondissement de París, inmueble donde tenía como vecinos a sus colegas Jean-Luc Godard y Barber Schroeder. En una de sus últimas entrevistas, declaró que “ya resiento el peso de los años y he perdido el gusto por descubrir a nuevos cineastas. Prefiero ver en DVD los filmes que conozco, como los de Howard Hawks y Alfred Hitchcock”.
La trayectoria de Rohmer dentro del cine francés surgió a partir de la legendaria Nouvelle Vague, de la cual fue parte fundamental. Colaborador de los míticos Cahiers du cinema, era una década mayor que sus compañeros críticos (y, como él, futuros cineastas) de la misma revista, como Claude Chabrol, François Truffaut, Jacques Rivette y el propio Godard, todos ellos imberbes veinteañeros. Pero no sólo era su mayor edad lo que lo distinguía. Para ese entonces, ya había publicado su primera novela (Elizabeth, 1946), escrita en el encierro de su habitación, mientras las tropas aliadas entraban a la capital de Francia luego de la ocupación nazi). Se trataba de un hombre culto y erudito, un profesor de formación clásica pero con la suficiente flexibilidad e inteligencia como para adaptarse a los tiempos que sobrevinieron después de la Segunda Guerra Mundial.

El genio creativo de Eric Rohmer se refleja en toda su obra artística, especialmente la cinematográfica. Amante a ultranza de la independencia, fundó en 1962 la compañía Films du Losange, con la que produjo desde entonces todas sus cintas. Éstas pueden dividirse en tres grandes ciclos sucesivos: Cuentos morales (1959-1973), Comedias y proverbios (1981-1987) y Cuentos de las cuatro estaciones (1990-1998). Entre los mismos, filmó algunas películas de las llamadas de época, como La marquise d’O (1976), Perceval le Gallois (1979) y la ya mencionada y postrera Les amours d’Astrée et de Céladon (2007).
El cine de Rohmer tenía más puntos de contacto con el de Truffaut que con el de Godard, para hablar de dos de sus compañeros más cercanos de la Nueva Ola. De una sencillez que rozaba con la más completa austeridad, en algunos de sus trabajos daba la impresión de que en las tramas apenas sucedían cosas y sin embargo, tenían un enorme trasfondo. Cintas como Mi noche con Maud (1969), La rodilla de Clara (1970), El amor en la tarde (1972) o Paulina en la playa (1983) poseen una belleza excepcional dentro de su (valga la paradoja) esplendorosa simplicidad.
Rohmer era un gran director de actores y eso se reflejaba en la naturalidad con la cual se comportaban los personajes en sus películas, sin afectaciones, sin excesos, sin sobreactuaciones. Era como si filmara a la vida cotidiana, con un tono casi documental. Sin embargo, había un cuidado previo tal en los guiones que muy poco quedaba al azar. El tono fresco y libre de sus filmes no era fruto de la improvisación, sino de un cuidado por cada detalle (y volvemos a lo paradójico) que mucho debía al clasisismo formal.
De enorme modestia y poco aficionado a las luces de la fama (como usaba un sobrenombre, su madre jamás se enteró de que su hijo era un cinesta mundialmente celebrado), Eric Rohmer merece ser revalorado en toda su dimension. En México, donde Godard y Truffaut son incluso directores de culto, el realizador de Las noches de plenilunio (1984) tendría que ser redescubierto y tal vez a raíz de su muerte podamos ver ahora, en cine y television, algunos de sus filmes (hace tiempo, Canal 22 trasmitió un excelente ciclo del cineasta). Es lo menos que se podría hacer para rendirle un merecido homenaje.

*Publicado hoy en la sección "El ángel exterminador" de Milenio Diario.

martes, 12 de enero de 2010

Kundera


En los años setenta (¿o fue en los ochenta?), se puso de moda leer a Milan Kundera. Todo aquel que se preciaba de ser medio intelectual o al menos un buen lector, traía bajo la axila alguno de los libros del escritor checo. En suplementos y revistas culturales se hablaba de su genialidad literaria y era tema en reuniones, fiestas, charlas de café. Sólo por ello, en aquellos días me negué terminantemente a leerlo. Sentía que por muy intelectuales que se sintieran sus lectores, había un borreguismo inducido en ellos. Igual es una tontería, pero nunca leo a los autores de moda (por eso, por ejemplo, aún no le entro al chileno Roberto Bolaño). De Kundera, hasta ahora sólo había leído su reveladora primera novela, La broma, que me gustó mucho, pero lo hice cuando ya casi nadie se refería al también autor de La vida está en otra parte y La inmortalidad. Desfasado o como quieran llamarme, apenas ayer terminé de leer La insoportable levedad del ser. Debo decir que me encantó, a pesar de algunos pasajes que me parecieron prescindibles y de las de pronto insufribles disquisiciones filosóficas del autor. Pero en general me resultó espléndida, una gran crítica al totalitarismo soviético de los años sesenta (que provenía de los cuarenta y se prolongaría hasta los ochenta). Sensible, divertido, conmovedor, el libro es obra clave de la literatura del siglo pasado y debería ser leído por todos, en especial por quienes aún creen (como lo llegué a creer yo hace tiempo) en las bondades del socialismo real, ese que oprimió y aniquiló a millones de personas y por el que todavía suspiran algunos espíritus trasnochados.

lunes, 11 de enero de 2010

Comienzo real de 2010


Este periodo vacacional fue tan prolongado y hasta exasperante que de hecho se extendió hasta el día de ayer, domingo. Como que fue a partir de hoy que empezó realmente el 2010. Así lo percibo. Por lo pronto, hoy Denisse volvió a la escuela de teatro y yo comencé el taller de rock y periodismo en Baktún. Se dio una aceptable asistencia y los alumnos son muy buenos, receptivos y agradables. Aún hay lugares, por si alguien más se anima. Así, pues, hoy dio inicio en los hechos el último año de la primera década del siglo veintiuno. Corran la voz.

PD: Hoy cumplió años quien fuera el primer amor de mi vida, allá en mi lejana adolescencia. Irma arribó a sus cincuenta y tres eneros. Supongo que sigue viviendo en Nueva York. Un abrazo cariñoso.

domingo, 10 de enero de 2010

Ochenta y ocho años


Son los que hoy cumplió mi mamá. Por fortuna, está muy bien de salud y ni por asomo parece tener esa edad. Hace dos años publiqué aquí mismo un texto al que llamé Todo sobre mi madre. Lo reproduzco con algunas actualizaciones.

  Hoy es cumpleaños de mi madre. Según ella, cumple ochenta y cinco eneros; según otras versiones, cumple ochenta y ocho. Es Capricornio, igual que mi papá, y la conozco desde antes de que yo naciera (mal chiste).
Se llama Rebeca. Rebeca Michel Ruelas. Vino al mundo en Autlán de la Grana, Jalisco en 1922, hija de Fidencio Michel (gran dibujante, con antepasados franceses) y de María Ruelas. Es la más chica de una familia de trece hijos, de los cuales sólo queda ella. Los Michel Ruelas eran católicos de cepa, literalmente fundamentalistas. Uno de los hermanos de mi madre fue guerrillero cristero (Javier), otro escribió libros con temas religiosos (Andrés, aunque también fue crítico de teatro y danza y rector de la Universidad de Tabasco) y uno más estuvo entre los fundadores del Partido Acción Nacional (Enrique, el abogado). Una de sus hermanas (Lucila, paradójicamente la más liberal y alivianada) se hizo monja y llegó a ser superiora en un convento de Cotija, Michoacán, otras dos se casaron (Beatriz y la ya mencionada Teresa) y las dos restantes se quedaron solteras toda su vida (la amable Raquel y la temible Aurora).
  Rebeca llegó al Distrito Federal a principios de los cuarenta (tendría diecinueve o veinte años). Con sus padres y algunos de sus hermanos y hermanas, se instaló en una casona de la calle Madero, en Tlalpan, pueblo donde conoció a Juan García Ayala, mi padre (ver entrada del 28 de diciembre de 2007 en este mismo blog), con quien contrajo matrimonio en 1944. Un año después dio a luz a mi hermano mayor, Sergio Arturo, y debio pasar una década para que arribara yo, en 1955. Luego vendrían mis otros tres hermanos: Myrna Aracely (1958), José Jorge (1961-2008) y María Ivette (1967). Esa fue la familia García Michel (ahora con siete nietos).
  La relación con mi madre fue siempre buena para mí. Debo aceptar que me consentía mucho, tal vez porque siempre fui el niño ejemplar de la casa (ya saben, tranquilo, bien portado, aplicado en la escuela, con facilidad para los idiomas, voraz lector, buen católico). Cuando empecé a cambiar mis ideas en la adolescencia y me volví socialista, liberal y nada religioso, supo respetarme (aunque sé que le dolía que ya no fuera a misa y esas cosas). Su personalidad ha estado marcada por sus arraigadísimas creencias y su catolicismo a ultranza y en eso ha sido siempre muy coherente, aunque debido a ello nos infundió a sus hijos esos sentimientos de culpa tan típicos de los católicos. Quizás el único dolor que le causé fue cuando a mis diecinueve años me fui a vivir con una mujer nueve años mayor que yo, divorciada y madre de tres niños (Rosa), con quien permanecí casi dos décadas y tuve dos hijos (Alain y Jan).
  Actualmente la veo cuando menos dos veces al mes, pero nos hablamos por teléfono. Se encuentra sana, aunque cada vez oye menos (se niega a usar un aparato para la sordera que tiene en su casa). Escribe poemas religiosos en español y en francés (a ella le debo mi amor por ese idioma –el cual estudié durante cuatro años y medio en la Alianza Francesa de San Ángel- y mi amor por Francia y su cultura).
  Yo nunca he padecido de mamitis ni la idealizo como la mayoría de los mexicanos idealiza a sus cabecitas blancas. Sencillamente la amo y espero que siga saludable, feliz y lúcida por muchos años más.

sábado, 9 de enero de 2010

Esteban Arce, ¿precandidato panista?*


Hace una semana, me preguntaba en este mismo espacio quién sería el Juanito del 2010 y por lo menos en enero ya tenemos a uno: el comunicador (es un decir) Esteban Arce, quien cual perfecto pararrayos ha concentrado en su persona tantos insultos, burlas y denuestos que dejan al original Juanito en calidad de niñita inocente.
En este momento, lo que rifa, lo políticamente correcto, es tirarle al ex co-conductor de El calabozo por homofóbico, reaccionario y cavernícola. Cierto, Arce se puso de pechito con sus torpes argumentos sobre la homosexualidad (ver video en YouTube) y se mostró como un preclaro (o más bien preoscuro) integrante del Yunque; pero tan lamentables como fueron sus palabras, así lo fue también el linchamiento mediático que sobrevino en seguida. Espanta que en nombre de la corrección política, tanta gente progre demuestre un talante inquisitorial y stalinista y caiga en la misma (o peor) intolerancia que demostró el titular del Matutino express. Los puros e impolutos críticos de dicho personaje deberían hacer un examen de conciencia y ponerse a leer a Voltaire.
Los que sí podrían aprovechar el asunto y mejorar a su flaca caballada son los panistas, quienes de pronto tienen frente a sus narices a un súbito y ad hoc precandidato a la presidencia de la república. En efecto, Esteban Arce demostró que su ideología cuadra a la perfección con la de los sectores más ultras del PAN, con la ventaja de que es un tipo con imagen televisiva y con más carisma que blanquiazules como Ernesto Cordero o César Nava.
He ahí al alfil que andaban buscando, un tipo capaz de competir con Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard en sus propios terrenos y con un discurso totalmente definido. Al contrario de los dos mencionados, Arce no se anda con ambigüedades: es derechista a la old school y sobran los mexicanos que comulgan con su pensamiento ultramontano.
Igual gana, instituye como nuevo himno nacional aquello de “el Atlante es su padre y al que no le guste, que…” y pone como secretario de Gobernación al Burro Van Rankin. ¡La revolución, chico!

Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 8 de enero de 2010

Frío


Es viernes y hace mucho frío. Como que las vacaciones se alargaron hasta esta semana. Ya quiero que retornen la normalidad y la relativa rutina. Es viernes y hace demasiado frío. Lo bueno es que hoy regresó Denisse.

jueves, 7 de enero de 2010

Nunca es tarde para una fe de erratas


Desde hace tiempo pregono que una de las sentencias filosóficas con las que trato de guiar mi vida es aquella que dice, en forma de paráfrasis, que hay que ver las cosas como son y no como quisiéramos que fuesen. Hasta ahora, de manera equivocada, la había atribuido a Emile Cioran (1911-1995) y de pronto, al revisar algunos papeles, encuentro que quien la dijo fue el autor estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914, ver foto). La idea completa es como sigue: "El cinismo es una enfermedad de la vista que consiste en ver las cosas como son y no como deberían ser". Honor a quien honor merece. Mis disculpas (donde quiera que se encuentre) al genial autor del Diccionario del diablo y tantos relatos extraordinarios y también al filoso filósofo rumano que con su radicalidad nos hace reflexionar con sus aforismos y otros textos. Igual son cuates en el más allá. Dos cínicos de cuidado.

miércoles, 6 de enero de 2010

La década aún no termina*


Para variar, de nueva cuenta a los medios les falla la manera de llevar la numeración. Por todas partes vemos recuentos de lo mejor, lo peor, lo más importante de la primera década del siglo veintiuno, como si ésta ya hubiese terminado, cuando aún falta un largo año para ello. Habrá que volver a decirlo: toda cuenta arranca con el número uno; por tanto, el presente siglo dio comienzo el 1 de enero del año 2001 y su primer decenio culminará hasta el 31 de diciembre de 2010.
Es por lo anterior que en La Mosca no hicimos recuentos de los más recientes diez años. Periodísticamente, eso podría dejarnos de algún modo rezagados. Sin embargo, lo que haremos a lo largo del nuevo año es publicar las listas de lo mejor y lo peor de cada anualidad de la presente década. De ese modo, en enero aparecerán las listas del 2001, en febrero las del 2002 y así sucesivamente, para llegar a 2009 en octubre y dejar los dos últimos meses para reunir todos los datos de este 2010 y finalizar con él, realmente, la década.
De cualquier modo, ya puede verse en el sitio moscosoí nuestra lista de los treinta mejores discos del 2009 (cincuenta, en realidad) y haremos lo propio con las mejores canciones. Es cierto que en la revista impresa se volvió tradición hacer el balance anual durante el mes de febrero, pero eso era por razones editoriales y porque La Mosca en la Pared se hacía con un mes de anticipación. Hoy, la red nos permite una mayor inmediatez, por lo que no habrá que esperar tanto para conocer lo mejor y lo peor del año anterior, sino que también lo iremos publicando en los próximos días.
Umberto Eco acaba de publicar un libro (El vértigo de las listas, Lumen, 2009), sobre la importancia que los seres humanos damos a los listados, como una manera de reordenar nuestra existencia. La Mosca se hará eco de esa insana pero fascinante afición.

*Publicado en el "Ojo de Mosca" de La Mosca en la Red

martes, 5 de enero de 2010

Frases twitteras


He aquí una recopilación de algunas de las muchas paráfrasis ingeniosas que de pronto aparecen en Twitter:

"La vida que no es twitteada no merece la pena ser vivida”.
"Retuiteala otra vez, Sam".
"Por mis twists hablará el espíritu".
"Un twittero pobre es un pobre twittero".
"Todos los caminos conducen al twitter".
"Ser joven y no ser twittero es una contradicción, hasta biológica".
"El twitter me absolverá".
"Deja de twittear chachalaca".
"Tuiteo o muerte, tuitearemos!"
"Tuitear o no tuitear, esa es la cuestión".
"Todo lo racional es tuiteable, todo lo tuiteble es racional".
"Puedo no estar de acuerdo, pero defenderé hasta la muerte lo que twitteas".
"El twitter soy yo".
"Los valientes no dan unfollow".
"Si hubiera más twitts, no estaría usted aquí".
"El respeto al time line ajeno es la paz".
"El twitt es primero".
"Por sus twitts los conocereis".
"El que se mueve no sale en el RT"
"Defenderé a Twitter como un perro".
"Llegué, twitié, vencí"
"Twitter es de quien lo trabaja".
"Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca del Twitter".
"Twiteo, luego existo".
"Denme un twitt y moveré el mundo".
"No traigo tuits".
"No hay duda de que los mexicanos hacen twitts que ni siquiera los negros quieren hacer".
"Twitteros de todos los países ¡uníos!".
"No llores como mujer lo que no pudiste decir como twittero".
"Un fantasma recorre el mundo, es el fantasma del twitter",
"En el principio fue el twitter".
"Si no puedes con el enemigo... dale follow".

... y uno atribuido a Federico Nietzche: "Twitter no existe".

lunes, 4 de enero de 2010

El secreto de la Noche Triste


Terminé de leer una magnífica novela: El secreto de la Noche Triste de Héctor de Mauleón (Joaquín Mortiz, 2009). Aunque en la portada se dice que es "el primer thriller novohispano de la literatura mexicana", la verdad es que resulta mucho más que eso. Cierto, el relato tiene elementos de thriller y muy buenas dosis de crimen y suspenso, pero lo más importante, aparte de la espléndida y muy bien documentada recreación de época, es el aliento literario que recorre a la novela de la primera a la última páginas. Ese aliento literario es a mi modo de ver lo que la hace más valiosa, ya que hay en la estructura del libro y sobre todo en la riqueza de su lenguaje un halo indefinible pero palpable de buena literatura que la hace muy disfrutable, tanto en su contenido como en su forma. La creación de personajes es otro punto a su favor, desde el narrador omnipresente, Juan de Ircio (un hombre maduro que cuenta una aventura sucedida cuando era niño, en el año 1600), hasta su bellísima y joven tía (doña Beatriz de Espinosa), el poeta Arias de Villalobos, el ciego Dueñas, el ambiguo capitán Diego Mejía o Nuño Saldivar, ese temible y fascinante villano viejo y desdentado, capaz de matar cristianos con un solo golpe de espada (el estoque Clairmont).
Notable resulta también la descripción de la capital de la Nueva España, aquella ciudad de México (que así se llamaba en esa época) de finales del siglo XVI y principios del XVII, tan hermosa como siniestra, tan luminosa como oscura y que el poeta Bernardo de Balbuena (quien aparece en un pasaje del libro) describiera con florido y tal vez exagerado énfasis en su Grandeza mexicana. La historia de la conquista está todo el tiempo presente en la historia que cuenta De Mauleón, ya que es el famoso tesoro de Moctezuma un elemento clave de la narración. Por eso aparecen, en emotivas retrospectivas, el rey Cuauhtémoc y Hernán Cortés, lo mismo que Martín Cortés, virreyes como Luis de Velasco o escritores como Gutierre de Cetina y el propio Balbuena. Una novela misteriosa, sangrienta, entretenida, amena, en cuyo desenlace se devela el misterio y que al final nos deja un grato sabor por lo leído. Lo repito: gran literatura la de este libro más que recomendable.

domingo, 3 de enero de 2010

Dos onomásticos


Ayer sábado 2 de enero hubiera cumplido ochenta y nueve años. Mi padre, Juan García Ayala, se fue hace dieciocho diciembres, el día de los Inocentes de 1991, víctima de una diabetes mal tratada. Lo extraño, a pesar de que lo siento tan presente, día con día, como un espíritu bueno que me apoya y me echa la mano en todo lo que puede. Ayer habría sido, pues, su cumpleaños número ochenta y nueve y lo fue, claro, de una y mil formas. No le tocó vivir los muchos, los demasiados cambios sucedidos en casi dos décadas. Cambios familiares, políticos, sociales, ecológicos y tecnológicos que jamás imaginó en su existencia. Los de hoy son un mundo y un país completamente distintos a los que dejó al morir (¿los verá desde donde se encuentra? Supongo que sí, sé que sí). Un mundo y un país que sin embargo le son completamente familiares a Dereck, mi nieto (no por sangre pero sí por amor y por convicción), quien también ayer cumplió años, sólo que apenas seis y a quien sin duda le tocará atestiguar transformaciones asombrosas que muchos no alcanzaremos a ver.
Juan y Dereck, capricornianos amados: ¡feliz cumpleaños a ambos (aunque se los escriba un día después)!

sábado, 2 de enero de 2010

¿Quién será el Juanito del 2010?*


¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Una de las desventajas que tenemos los articulistas periodísticos en estos días de principio de año es que la posibilidad de ser leídos se vuelve un tanto cuanto improbable. La gente anda cruda, indiferente, apática, distraída y más cuando los tres primeros días de la nueva anualidad caen en fin de semana. No obstante, confío en que algunos estarán por ahí y que, sólo por no dejar, le echarán un ojo a esta columna.

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Quienes nos quedamos a escribir en vacaciones tenemos sin embargo una ventaja y un privilegio, sobre todo en esta ocasión, cuando el día 1 de enero de 2010 (es decir, ayer), Milenio Diario cumplió diez años de existencia y podemos ser de los primeros en celebrarlo. En lo particular, me siento muy orgulloso y feliz de festejar este décimo aniversario, porque colaboro en el periódico desde que se inició, en el año 2000 (ya antes, desde 1998, colaboraba esporádicamente en Milenio Semanal), y sólo tengo palabras de agradecimiento para quienes me dieron y me siguen dando oportunidad de hacerlo. ¡Una década de Milenio! Se dice fácil, pero representa muchísimo, sobre todo porque hoy por hoy es uno de los medios más libres e influyentes de México y es claro que lo seguirá siendo. ¡Felicidades a todos los compañeros de ruta!

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En lo tocante a la realidad política del país, 2010 se presenta como el año en que tiene que darse un golpe de timón para que cuando menos el barco no se hunda. El gobierno en particular y la clase política en general deben caer en cuenta de que México anda a la deriva y además está a la cola de los otros navíos, incluidas algunas balsas y chalupas que avanzan trabajosa pero atinadamente, mientras nuestro barcote se la pasa dando vueltas sobre su propio eje de reaccionarios mitos patrioteros.

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Por último, una pregunta para el año que empieza: ¿quién será en los próximos doce meses el nuevo Juanito de la polaca nacional? Digo, tampoco se vale que nos dejen sin diversión.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 1 de enero de 2010

Un balance del 2009 ya en el 2010


Primer día del nuevo año, el último de la primera década del siglo veintiuno. Lo recibí al lado de Denisse. Juntos preparamos la cena (sencilla: spaghetti, ensalada verde (mi famosa ensalada Hugo), ensalada de manzana con nuez y pasas, vino tinto. Buena musiquita, rica charla, mucho cariño. Nos dio sueño pronto y nos dormimos como a las dos de la madrugada de hoy.

¿Qué decir de 2009? Que fue un año difícil, sobre todo en lo económico. En lo personal, el peor año que he pasado en lo tocante a los dineros en lo que va de la nueva centuria. Varios proyectos siguen sin concretarse y otros que ya marchan, aún no fructifican. Espero que todo se componga en 2010. La Mosca en la Red es un hecho que tendrá que crecer mucho a lo largo de los próximos doce meses, lo mismo que el programa de La Mosca en la Radio (que se reanuda el martes 12 de enero). También el blog musical de la revista Nexos en línea: Acordes y desacordes que estoy coordinando. En lo sentimental y lo amistoso, en cambio, todo magnífico. Mi relación con Denisse sigue más que bien y para ella fue muy bueno haber entrado al fin a la escuela de teatro. Con la familia todo tranquilo. Mis hijos están muy bien y Jan incluso entró a trabajar y le está yendo perfecto. Mis amigas, excelentes. A las que más vi durante el año fue a Talía, María José, Letto, Karem, Giuliana y recientemente a Tatiana. Algunas de ellas terminaron relaciones de pareja y se encuentran mucho mejor sin sus antiguos novios. Vi poco en cambio a Vero, a Yareni y a algunas otras. Volví a ver a Mariana, después de casi tres años. Conocí a gente nueva y dos de mis mejores amigos, quienes tuvieron un año muy duro, al final lograron recuperarse notablemente. Inicié el proyecto de Gatos de Arrabal y con Los Pechos Privilegiados el fin de año no fue tan bueno. Hay que ajustar muchas cosas ahí. En fin, un año olvidable en lo económico y generoso en lo sentimental. espero que 2010 sea muy bueno en ambos aspectos.