sábado, 16 de enero de 2010
Entre Haití y la mamá de Lucero*
El mundo de las noticias es volátil, efímero, contradictorio, ambiguo. La información es tanta y tan vasta que en ocasiones uno, como comentarista de los hechos que se suceden con vertiginosa prisa, no sabe hacia dónde enfocarse. Así, por ejemplo, durante los últimos meses del año pasado, fue la figura de ese peculiar personaje apodado Juanito la que dominó en los titulares noticiosos de todos los medios. Muchos puristas opinaban que no debería dársele importancia y que los artículos de opinión tendrían que centrarse en temas más importantes, como el desempleo, la pobreza, la corrupción, etcétera. Sin embargo, era claro que la mayoría de los lectores (o radioescuchas o televidentes o internautas) prefería saber de las andanzas de la criatura que puso en un predicamento a su creador (es decir, Andrés Manuel López Obrador) que de cifras macroeconómicas, por muy trascendentes que éstas fueran.
Yo no sé si eso sea bueno o sea malo, si la opinión pública está “mal educada” por el supuesto maquiavelismo de los medios de comunicación o si las masas prefieren al periodismo sensacionalista por encima del analítico. El hecho es que –otro ejemplo– en lo poco que va del 2010, quien ha acaparado la atención de esos medios y de esa opinión pública no es un político, un economista o un literato, sino un conductor de televisión que profirió opiniones homofóbicas en su programa. Para bien o (sobre todo) para mal, todos hablan de Esteban Arce y no, por decir algo, de los científicos que en Chicago retrasaron un minuto el llamado Reloj del fin del mundo (mismo que nos indica a cuántos "minutos" nos encontramos de la destrucción del planeta).
Ahora que acaba de ocurrir la dolorosa tragedia de Haití, hay mucha gente que prefiere centrar su atención en el inocuo video de YouTube en el cual la mamá de la cantante Lucero baila y hace un simulacro de striptease. ¿Tenemos que escandalizarnos y condenar a quienes escriban o lean acerca de esto último, en lugar de referirse, por ejemplo, al terrible terremoto haitiano? Finalmente, todo es información y es válido hablar de cada cosa. Hasta de la próxima boda de Gio y Belinda y sus consecuencias en los mercados financieros internacionales.
*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.
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