sábado, 31 de octubre de 2009

El país del revés


Es el país del revés. Si al principio de su gobierno, el presidente Felipe Calderón decidió abrir una guerra contra el narco y el crimen organizado, ahora –a la mitad de su mandato-, se lanza belicoso contra los grandes empresarios, en una actitud y hasta con un discurso que muchos comparan atinadamente con los de su supuesto enemigo político número uno, Andrés Manuel López Obrador (¿lo recuerdan? Sí, es el papá del junior que usa tenis Louis Vuitton de ochocientos dolarucos, tiene una “muchacha” y se va a yatear con pirrurras de muy buen ver).
Es el país del revés. Porque mientras en el Senado de la república son ahora el PRI y el PAN los que se traen un desmadre (con lo que han desplazado del ojo público –aunque nomás por un rato, eh– al gran Noroñas), dentro del propio gobierno, un subsecretario de la Sagarpa se avienta la puntada de recomendar a los campesinos que adopten las estrategias de mercado de los narcotraficantes, lo que ya le costó el puesto.
Es el país del revés. Porque en tanto el mundo avanza a velocidad vertiginosa, nosotros nos vamos quedando atrás por el miedo a efectuar los urgentes –e ingentes– cambios estructurales que nos subirían al carro de la historia y de la economía contemporáneas. Porque seguimos atados a los viejos esquemas mentales del nacionalismo revolucionario que nos mantiene en el atraso económico y social. Porque como bien dicen Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín en su excelente ensayo “Un futuro para México”, publicado en el nuevo número de la revista Nexos, “El PRI salió de los Pinos pero no del alma de México” (y ya viene de regreso, añadiría yo).
Es el país del revés. Porque padecemos a una izquierda reaccionaria, a una derecha desconcertada y a un centro que perdió el centro. Un país gobernado por políticos que no hacen política y carecen de visión ya no digamos de largo, siquiera de mediano plazo.
Es el país del revés. Un país delirante que avanza en reversa.
Es el país del revés. Un país para Franz Kafka, pero también para Lewis Carroll.

viernes, 30 de octubre de 2009


Hoy al mediodía tuvimos una importante junta en la oficina de Nexos, para ver asuntos relacionados con el sitio en internet de la revista en general y de los blogs de cine y de música en particular. Fue muy productiva. Las perspectivas a futuro son muy buenas. Por lo pronto, los invito a visitar el sitio de Nexos (http://www.nexos.com.mx/) y los blogs Permanencia voluntaria (http://permanenciavoluntaria.nexos.com.mx/) y Acordes y desacordes (http://musica.nexos.com.mx/). Creo que los tres valen muchísimo la pena.

jueves, 29 de octubre de 2009

Romero sólo...


He aquí un poema de León Felipe que siempre me ha impactado:

Romero sólo...

Ser en la vida romero,
romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero... romero..., sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.

Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos,
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet, viendo
cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios, los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos,
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el rey hebreo,
lo hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.

Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo.
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.

Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo,
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Manifiesto de Internet*


Cómo funciona el periodismo hoy. Diecisiete declaraciones.

1. Internet es diferente.
Internet genera diferentes esferas públicas, diferentes términos de comercio y diferentes habilidades culturales. Los medios deben adaptar sus métodos de trabajo a la realidad tecnológica actual en lugar de ignorarla o desafiarla. Es su deber desarrollar la mejor forma de periodismo posible basada en la tecnología disponible. Esto incluye productos y métodos periodísticos nuevos.

2. Internet es un imperio mediático tamaño bolsillo.
La web reacomoda las estructuras de medios ya existentes y trasciende sus antiguas fronteras y oligopolios. La publicación y diseminación de los contenidos de medios han dejado de estar atados a grandes inversiones. La autoconcepción del periodismo está —afortunadamente— siendo privada de su función de centinela. Todo lo que nos queda es la calidad periodística por medio de la cual el periodismo se diferencia de la mera publicación.

3. Internet es nuestra sociedad, nuestra sociedad es internet.
Las plataformas basadas en la web como las redes sociales, Wikipedia o YouTube, se han vuelto parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas del mundo occidental. Éstas son tan accesibles como el teléfono o la televisión. Si las empresas de medios quieren seguir existiendo, deben entender el universo conjunto de los usuarios actuales y abrazar sus formas de comunicación. Esto incluye formas básicas de comunicación social: escuchar y responder, también conocido como diálogo.

4. La libertad en internet es inviolable.
La arquitectura abierta de la internet constituye la ley IT básica de una sociedad que se comunica digitalmente y, consecuentemente, del periodismo. No puede ser modificada por el mero propósito de proteger los intereses comerciales o políticos frecuentemente escondidos detrás de la ficción del interés público. Sin importar cómo esté hecho, bloquear el acceso a internet pone en peligro a la libre circulación de la información y corrompe nuestro derecho fundamental a decidir nuestro propio nivel de información.

5. Internet es la victoria de la información.
Por causa de una tecnología insuficiente, las empresas periodísticas, los centros de investigación, las instituciones públicas y otras organizaciones han sido las encargadas de compilar y clasificar la información mundial hasta ahora. Hoy día, cada ciudadano puede montar su propio filtro personal de noticias, mientras que los motores de búsqueda explotan la abundancia de información con una magnitud nunca antes vista. Los individuos ahora pueden informarse mejor que nunca.

6. Internet cambia y perfecciona al periodismo.
Gracias a la internet, el periodismo puede cumplir con su rol social-educativo de una nueva manera. Esto incluye presentar la información como un proceso continuo y de cambio constante; la confiscación de la inalterabilidad de la prensa es un beneficio. Aquellos que quieran sobrevivir en este nuevo mundo de información necesitan de un idealismo rejuvenecido, con nuevas ideas periodísticas y un sentido de placer al explotar este nuevo potencial.

7. La red requiere establecer contactos.
Los enlaces son conexiones. Nos conocemos por medio de enlaces. Aquellos que no los usan se excluyen a sí mismos del discurso social. Esto también aplica para los sitios web de los medios tradicionales.

8. Los enlaces retribuyen, las citas adornan.
Los motores de búsqueda y los agregadores facilitan el periodismo de calidad: elevan el hallazgo de contenido excepcional sobre una base a largo plazo y por lo tanto son una parte integral de la nueva esfera pública conectada. Las referencias a través de enlaces y menciones —especialmente aquellas hechas sin ningún consentimiento o siquiera remuneración de su creador—hacen, en primer lugar, posible la cultura misma del discurso social conectado. Ellos son, en todos los casos, dignos de protección.

9. Internet es la nueva sede del discurso político.
La democracia prospera con la participación y la libertad de información. Transferir la discusión política desde los medios tradicionales hacia la internet y expandirse en ésta discusión involucrando la participación activa del público es una de las nuevas tareas del periodismo.

10. Hoy libertad de prensa significa libertad de opinión.
La internet invalida los límites tecnológicos entre el amateur y el profesional. Esta es la razón por la que el privilegio de la libertad de prensa se debe aplicar a cualquiera que desee contribuir al cumplimiento de las obligaciones periodísticas. Cualitativamente hablando, no debería existir diferencia alguna entre periodismo remunerado y sin remuneración, sino entre periodismo bueno y periodismo malo.

11. Más es más: nunca la información es demasiada.
Había una vez instituciones tales como la Iglesia que priorizaban al poder por encima de la conciencia personal y alertaban sobre un flujo de información sin filtros cuando la imprenta fue inventada. Por otro lado estaban los panfleteros, enciclopedistas y periodistas que probaron que más información conduce a más libertad, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto. Al día de hoy, nada ha cambiado al respecto.

12. La tradición no es un modelo de negocio.
Se puede hacer dinero en internet con contenido periodístico. Existen muchos ejemplos de esto actualmente. Sin embargo, a causa de que la internet es altamente competitiva, los modelos de negocio tienen que ser adaptados a la estructura de la red. Nadie debería intentar fugarse de esta adaptación esencial para diseñar políticas destinadas a preservar el status quo. El periodismo necesita abrir competencias para las mejores soluciones de refinanciación en la red, junto con el coraje de invertir en la implementación multifacética de estas soluciones.

13. El Copyright se vuelve un deber cívico en la internet.
El derecho de reproducción es la piedra angular fundamental de la organización informacional en internet. Los derechos de los creadores para decidir el tipo y ámbito de diseminación de sus contenidos también son válidos en la red. Al mismo tiempo, el copyright no deberá ser abusado como una palanca para salvaguardar mecanismos de abastecimiento obsoletos y aislar nuevos modelos de distribución o programas de licencias. La propiedad acarrea obligaciones.

14. Internet posee numerosas divisas.
Los servicios periodísticos en línea financiados a través de anuncios ofrecen contenido a cambio del “efecto-tirón”. El tiempo de un lector, espectador u oyente es valorable. En la industria del periodismo, esta correlación siempre ha sido uno de los principios fundamentales de la financiación. Otras formas de refinanciación que son periodísticamente justificables necesitan ser forjadas y evaluadas.

15. Lo que está en la red se queda en la red.
La internet está elevando al periodismo a un nuevo nivel cualitativo. Texto, sonido e imágenes en línea ya no tienen que ser transitorios. Permanecen recuperables y, por consiguiente, construyen un archivo de historia contemporánea. El periodismo debe tomar el desarrollo de la información, su interpretación y errores en consideración. Por ejemplo, debe admitir estos errores y corregirlos de una manera transparente.

16. La calidad permanece como la cualidad más importante.
La internet desacredita a los productos homogéneos en masa. Sólo aquellos que sobresalen, son creíbles y excepcionales conseguirán una audiencia estable a largo plazo. Las demandas de los usuarios se han incrementado. El periodismo debe satisfacerlas y acatar sus propios principios formulados.

17. Todos para todos.
La web constituye una infraestructura para el intercambio social superior a la de los medios masivos de comunicación del siglo veinte: cuando entra en duda, la “generación Wikipedia” es capaz de valorar la credibilidad de una fuente, rastrear noticias hasta la fuente original, investigarla, chequearla y evaluarla —solos o como parte de un esfuerzo grupal. Los periodistas que desdeñan esto y no están dispuestos a respetar estas habilidades no serán tomados en serio por estos internautas. La internet hace posible comunicarse directamente con aquellos alguna vez conocidos como destinatarios —lectores, oyentes y espectadores—y sacar provecho de su conocimiento. No son los periodistas sabelotodos los que están en demanda, sino aquellos que comunican e investigan.

*Tomado del sitio Uberblogged: http://uberblogged.com/

martes, 27 de octubre de 2009

The Flaming Lips en La Mosca en la Radio


Es nuestro programa número catorce y pasó esta noche por TuRadiOnLine. Tocamos completo el reciente álbum doble de los Flaming Lips, Embryonic, a mi modo de ver (y de escuchar) uno de los grandes discos del año. Se los dejo para ver qué les parece.

zSHARE - La Mosca en la Radio 14.mp3

lunes, 26 de octubre de 2009

Entrevistas


Al mediodía me fui a Milenio para realizar una serie de entrevistas que forman parte de un reportaje que estoy haciendo para La Mosca en la Red. Entrevisté a Roberto Velázquez y Roberto López, los dos principales manejadores operativos del canal Milenio Televisión, así como a Jairo Calixto Albarrán, en su calidad de conductor del programa Política cero. Todo muy bien y muy interesante. Ya le daremos forma a todo cuanto me dijeron. Me falta entrevistar a Ciro Gómez Leyva, pero eso será la semana próxima. Por allá saludé a Vero Maza, a Tacho, a Juan Alberto Vázuez, a Rafael Tonatiuh, a José Luis Martínez. Fue una buena incursión milenaria.

domingo, 25 de octubre de 2009

“El arte es una forma de eyaculación” (Entrevista con Eko, artista gráfico*)


Una exposición con trabajos de Eko (cómo definirlo: ¿dibujante, ilustrador, pintor, grabador, artista plástico, todo eso y más?), en el Café 22 de la colonia Condesa, fue censurada (“sólo parcialmente” según los dueños del lugar) y el hecho ha causado una importante polémica. Las imágenes de Eko tienen una fuerta carga erótica –o pornográfica, si se quiere– y asustaron a algunos asiduos al lugar –lo cual es perfectamente legítimo–, pero la forma como se manejó el asunto no fue la idónea. En fin, mejor dejemos que sea el propio artista quien explique las cosas desde su muy propio punto de vista.

¿Qué fue lo que pasó en el Café 22?
Ocurre que me invitaron a exponer en ese lugar, un foro grande de la colonia Condesa. Colgué ahí unos dibujos que estaba haciendo, totalmente inéditos, muy pornográficos, porque en esta ocasión integré muchísimos penes, bestialismo y escenas muy explícitas, pero con el estilo de siempre. Fue gran cantidad de gente a la exposición, muchísimos amigos, se vendió muy bien, pero tres días después recibí un mensaje de mi anfitrión y me decía: “Oye, maestro, tuvimos que descolgar los dibujos porque los parroquianos, los habitués de la Condesa, se quejaron, se escandalizaron y tampoco se trata de estar sufriendo”. Yo entiendo que no es un espacio específicamente galerístico, pero se supone que ahí la gente está acostumbrada a las exposiciones y todo eso. Por eso pensé que por la locación, porque era la Condesa y porque los de ese rumbo se las dan de muy avant garde, no iba a tener problemas. Sin embargo, reaccionaron muy conservadoramente, se mostraron muy incómodos y obligaron a que se descolgaran los cuadros.

¿Qué piensas al respecto?
Yo siempre he utilizado a mi trabajo como un termómetro de cómo está la sociedad en general, pero también la sociedad informada, la sociedad culta. A lo largo de los años, un par de décadas de una vida pública de erotismo, he notado que está aumentando muchísimo la intolerancia. Hoy día, convivimos con las masacres del narco, con una vulgaridad horrible en cuanto al manejo de los temas por parte de los medios de comunicación. El arte, en este momento, es muy banal, ascéptico, asexual, sin tema, sin figura, un arte muy decorativo y que no le molesta a nadie, es decir: unos botes de basura pueden ser arte -conceptual lo llaman-, es lo que está ahorita de moda… y luego, como espejo, en otras artes, como la música, hemos descendido a que lo que más se escuche en el país sean cosas como La Banda del Recodo. Aunque igual me vas a decir: “Oye, pero El Recodo, como el mambo, también es cultura”.

No, no te voy a decir eso...
Ja ja, eso que contestaste anótalo por favor... Yo creo que esa música es muy elemental y seguramente causa daño neuronal. No quiero comparar, como todos los veteranos, y decir que todo tiempo pasado fue mejor…, ¡pero sí fue mejor! Es decir, en otra época, si eras muy muy fresa, pues escuchabas a Aerosmith. Ahorita están escuchando al Recodo. ¿Te acuerdas lo que escuchaba la banda en esa época? A Led Zeppelin, a AC/DC… Pero ahora, la banda escucha a La Banda… del Recodo. Es un asunto muy primitivo, muy desagradable. Por eso no me sorprende que cada vez tenga yo menos espacios de expresión pública. Estoy muy acotado y la censura cada vez es más grande. Antes se suponía que la censura estaba en manos de órganos censores, en manos del gobierno, que grupos del gobierno presionaban a los periódicos o a las revistas en el caso de mis publicaciones eróticas. Sin embargo, ahora es un fenómeno de autocensura. Ya no son funcionarios los que prohiben, son simples espectadores. Se quejan de que se ofenden con mi trabajo, cuando antes las reacciones eran diversas. A pesar de todo, estoy contento y de alguna manera me refresca haber vivido esta censura, pero no deja de sorprenderme y preocuparme, porque México es el país en donde vivo y no hay espacios para mostrar lo que es mi verdadera obra. Nos estamos hundiendo en la barbarie y el analfabetismo.

Piensas entonces que la sociedad se ha vuelto tan mojigata que la censura ya es una autocensura.
Básicamente. Tenemos al gobierno que nos merecemos y la sociedad se ha vuelto más inculta y más prejuiciosa. No quiero achacar todo a las nuevas generaciones, pero mis propios amigos que antes eran más progres y tenían preocupaciones existenciales más intensas, ahorita están en la banalidad. Tal vez sea porque antes tenían hambre y ahora ya tienen una Hummer, pero de todas maneras nos encontramos en una desviación hacia la incultura, la intolerancia, hacia una especie de malinchismo chafa. Antes había una vocación más internacionalista… Pero bueno, no sé, así es como me ha ido en la feria, me ha ido mal.

Incluso la llamada izquierda se ha vuelto más intolerante que quienes supuestamente deberían serlo, como los panistas por ejemplo.
Sí, todos son unos fresas. De hecho, ya me resigné a que no haya editores como Huberto Bátiz y Fernando Benítez, quienes publicaban lo que fuera, contra viento y marea. Gente como ellos, como Juan García Ponce o Roberto Vallarino. Había una especie de idea fatalista de que si no hacíamos las cosas en ese momento, no las íbamos a hacer nunca. Eran tipos que se tomaban la libertad de publicar cosas brutales en todos lados y entre esas cosas brutales estaba mi trabajo. Fueron diez años de empeñarse en esa lucha. Hoy, en cambio, estamos metidos en un concurso de popularidad. Parece que queremos ser el número uno en la encuesta. Tu trabajo como divulgador o como artista ya no es realizar cosas que valgan la pena, sino caerle bien a la gente. Hoy todos quieren ser simpáticos.

¿Ya no quieren provocar?
Antes muchos lo hacían y -sí, es cierto- así les fue. Todos ellos están muertos, jodidos, locos o, lo peor, olvidados, pero en su momento hacían las cosas con ese fatalismo de “vamos a hacerlas y ya”. Tal vez ese sea mi problema: que eso fue lo que me educó. Yo hago las cosas y ya. Sigo haciendo el trabajo pornográfico, erótico, de siempre, nada más que está ahí, embotellado en mi estudio, empapelado, tapado en una botella. No importa, lo voy a seguir haciendo.

¿Lo estás publicando en algún medio?
Sí, claro que sí. Publico en La Crónica y de repente he publicado una vez o dos con Rogelio Villareal. Mis amigos editores de toda la vida de repente sacan trabajo mío, pero siempre con un “bueno, sí, pero no traigas a Denisse”. Está bien, no los acuso. Son los tiempos, son editores, son mis amigos, no son héroes, no somos héroes. Yo sé que meto en pedos a la gente cuando acepta mi trabajo y tal vez no sea lo correcto.

Eres políticamente incorrecto, lo cual es lo más saludable del mundo, porque no hay nada más hipócrita que la corrección política.
La transgresión ya no existe, como dice Avelina Lesper. Yo creo que todo se jodió cuando la gente de marketing tomó el poder en México. Todos se volvieron licenciados en marketing y se fue a la mierda la cultura.

¿Qué pasó finalmente con la exposición?
Tenemos que ir por los dibujos, es todo, y tan amigos como siempre; no lo tomo personal. Es más: ni con la gente que se quejó, porque sé que México está así. Ahora, el mundo no es muy diferente. En los noventa, por ejemplo, en el New York Times eran mucho más tolerantes que ahorita. En la primera entrevista que tuve con los directores de arte de ese periódico, llevé el trabajo de Denisse y me dijeron: “Esto es diabólico, estás enfermo, pero, ¿sabes qué?, nos gusta tu chamba” y fue una experiencia editorial de diez años con esos cuates que eran unos animales, porque me pedían un trabajo a las once de la mañana y a las tres de la tarde tenía que entregarlo. Generalmente, me iba a la cafetería del periódico a hacer el dibujo. Soltaba todo mi estética de sadismo y de crueldad física y mental y al tema que fuera le aplicaba mi técnica Denisse y ése era invariablemente el dibujo que se publicaba. Luego me comentaban cosas como “oye, Eko, no pienses que te estoy acusando de maricón, pero esa mano está agarrando un martillo y parece una verga y parece que lo está acariciando, ¿no puedes abrirle dos o tres dedos a la mano para que no parezca que está masturbándose?” o “mira, están un ruso y un americano y al ruso le hiciste la verga más grande que al americano, ¿no puedes por lo menos igualarlas?”. Eventualmente, estos tipos se retiraron y entró una nueva generación de chavos, hijos de diseñadores o de ilustradores muy famosos pero muy fresas. Se dio entonces un cambio de actitud y todo se volvió mucho más conservador. Como que pegó muy fuerte lo conceptual. Se me fue marginando poco a poco y lo mismo ocurrió en Madrid, en El País, y en Francia, con el Nouvel Observateur. Los únicos medios que han conservado su integridad son los alemanes. Con esa historia que tienen, son muy sensibles ante la violencia, pero resultan terriblemente abiertos a nivel estético ante la sodomía: todos los dibujos de penetración por el culo, explícitos o implícitos, tienen un pegue y una aceptación impresionante en Alemania. Llevo veinte años de trabajar con ellos y siempre sale todo muy bien.

¿Cómo fue que te dio por este tipo de dibujo, pornográfico, erótico?
Fue una obsesión infantil. Cuando descubrí mis genitales, a los once años, había muchas emociones que sólo podía sacar masturbándome. Había presencias que tenía que sacar de mí y expresarlas de alguna manera. Me imagino que el arte es otro tipo de eyaculación. Yo reproducía los dibujos de los comics de esa época, muñequitos como el pato Donald, La familia Burrón o fortachones como el Capitán América y Supermán, pero me salían como dibujos de pared del baño (bueno, me siguen saliendo así). Entonces descubrí a Alberto Durero. Empecé a copiarlo y las imágenes que tenía en la cabeza se empezaron a articular con ese instrumento. Fueron cuatro años de copiar totalmente las imágenes de Durero. En el ínter, empecé a publicar a los doce años… y ya tenía problemas de censura.

¿En dónde publicabas a esa edad?
En La Cultura en México que dirigía Fernando Benitez y después dirigió Carlos Monsiváis. Estaba yo entregado a mis aforismos, un poco políticos, y luego me clavé en la poesía, lo que me permitió aprender a leer ese género literario. Hacía una especie de exlibris de diferentes poetas. Leía sus textos y les hacía una ilustración que, según yo, era ad hoc y de repente, en esa cosa inocua e inocente que es la poesía, se me empezaron a colar imágenes muy extrañas. Una vez, creo que con el súper cursi de E. E. Cummings, dibujé a una mujer con las piernas abiertas y en lugar de coño tenía las teclas de una máquina de escribir. Me dije: “Qué extraña cosa”. En una presentación en el Colegio de México, me encontré a Huberto Bátiz, le enseñé el dibujo y me dijo: “Veme a buscar a sábado –el suplemento cultural del diario unomásuno que dirigía– para ver qué podemos hacer, niño cabrón”. Entonces empecé a dibujar una obsesión que se cristalizó: era la mezcla de lo bello con lo horrible, un arquetipo, la belleza con el monstruo. Prendió como una mecha y fue muy divertido, porque había muchísimos que se quejaban de eso. Guillermo Schavelzon decía: “Saquen a ese cabrón”. Cristina Pacheco gritaba: “No publiquen esa mierda”. El propio Fernando Benitez se quejaba: “Esto es una porquería”. Pero Bátiz, muy heróico, y el director del periódico, Manuel Becerra Acosta, aguantaban. Después todos aquellos se fueron a La Jornada y Bátiz se quedó como amo y señor de sábado. Entonces pude empezar a articular algunas ideas muy peculiares, como unas bellísimas marquesas del siglo dieciocho que cogían con iguanas o esa chica que es y siempre ha sido Denisse.

¿El nombre de Denisse de dónde salió ?
Es el femenino de Dionisio (dios griego, llamado Baco por los romanos y relacionado con el vino y los placeres, de ahí la palabra bacanal. Nota de la Redacción). En cuanto a la aliteración de la doble ese en el nombre de Denisse, se debe a que es el ruido de una serpiente, porque la serpiente significa sabiduría y Denisse es profundamente sabia. Se trata de un personaje que me rebasa, que me habita y que yo siento que canalizo, porque no sale a voluntad. Denisse a veces viene y a veces no, pero siempre está presente, nunca me ha dejado desde que apareció por primera vez.

¿En qué año fue eso?
En 1985. Tiene veinticuatro años y ahí está, ahí sigue. Ha tenido muy mala difusión. De repente aparece en internet, de repente sale en estas ediciones que hago y que rolan por diversas partes, pero la gran presencia de Denisse está en la memoria de los lectores originales, porque no hay en donde verla. De hecho, mi colección de Denisse es mínima. Tengo la tercera parte de los originales. El resto está desaparecido, robado. Me pedían dibujos suyos para una exposición y nunca me los regresaban. El proyecto que tengo, como un compromiso con esa presencia mágica que es Denisse -a quien le debo mi obra, mi trabajo-, es traducirla a placas de cobre. La estoy haciendo en grabado, para que por lo menos existan muchas copias de cada uno de los dibujos. Es el compromiso que tengo para el resto de mis días creadores. Quiero rehacer a Denisse y todo su mundo en cobre. En mí ya perduró. La hago con mucho cariño y mucho estupor, porque la invoco y regresa. Cuando aparece, sus imágenes poseen muchísima fuerza, son independientes y tienen una vida propia. Es algo mágico. Yo no me explico ese fenómeno, no sé qué es o en qué consiste.

*Entrevista publicada originalmente en La Mosca en la Red.

sábado, 24 de octubre de 2009

Noroña: diputado y showman


Tal vez la actual legislatura vaya a ser, al menos en lo tocante a los diputados, una de las más ineptas y lamentables de la historia de México. Quizá los flamantes diputeibols nos den muchas sorpresas desagradables, como la que ya nos propinaron con su engendro (todo el mundo dixit) de paquete fiscal. De lo que no debemos tener dudas, sin embargo, es de que dentro de todo ese elenco de clowns, trapecistas, equilibristas y malabaristas, habrá alguien que a lo largo de los próximos tres años sabrá proporcionarnos eso que tanta falta nos hace en estos días de descontento e incertidumbre; alguien que nos entregará, día con día, la necesarísima dosis de sana diversión y esparcimiento. Ustedes saben de quien hablo. Por supuesto: del inefable y nunca bien ponderado duputado por el Partido del Trabajo, el gran Gerardo Fernández Noroña, mejor conocido en los bajos fondos de la polaca naconal como El Noroñas.
Para muestra un botón. Su actuación desde la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro, el pasado jueves, durante la comparecencia del secretario del Trabajo, Javier Lozano, fue una de esas muestras de histrionismo que rayan en lo genial, en lo excelso. Ahí está YouTube para demostrarlo. El buen Gerardo puso en predicamento no sólo al secretario –quien con sus gestos de enfado hizo más jocosa la escena–, sino a toda la bancada panista. No cabe duda de que el ahora petista domina el timing y sabe usar las palabras precisas para hacer rabiar a sus rivales y sacar la sonrisa de los espectadores.
Ante la alarmante crisis por la cual pasan los programas humorísticos mexicanos desde hace muchos años, las apariciones del diputado Fernández Noroña vienen a refrescarnos y a darnos esperanzas de que ahí tenemos a un nuevo Cantinflas, a un nuevo Clavillazo, a un nuevo Resortes.
Ahora que Juanito va a actuar en teatro al lado del Caballo Rojas, la incorporación de El Noroñas al reparto sería como la cereza del pastel. ¡Showman habemus!

viernes, 23 de octubre de 2009

jueves, 22 de octubre de 2009

Una impensada gira de medios


Hay días en los cuales no sabes todo lo que habrá de suceder y éste fue uno de ellos. Bueno, sí sabía que antes de las diez tendría que estar en el Instituto Mexicano de la Radio para presentarme en el programa El fin del mundo II de la estación Reactor, con Rulo y Julio. Llegué puntual y la entrevista (de media hora, entre las diez y cuarto y las diez cuarenta y cinco) se llevó a cabo con fluidez y buen ritmo. Mis anfitriones se portaron de maravilla y creo que el resultado fue muy bueno (tan bueno que las visitas al sitio de La Mosca en la Red subieron como nunca hasta ahora). Regresé a casa como a las once y media y Denisse me recibió muy contenta. Me puse a trabajar en la computadora y en Twitter me encontré con mi amigo Jairo Calixto Albarrán. Le pregunté cuándo podríamos hacer el programa de Política Cero para Milenio TV del que habíamos comentado ligeramente la noche del lunes, durante la fiesta en Antara. Me dijo que me esperaba hoy mismo poco antes de las cinco y así, sin más, se dio el primero hecho inesperado del día. Trabajé un rato, comimos y a las cuatro Denisse y yo nos lanzamos en metro a las oficinas de Milenio, en la calle Morelos, entre Balderas y Bucareli. Subimos al quinto piso y Jairo nos dijo que sería necesario esperar porque había algunos atrasos. Con él estaba Cecilia Toussaint, a quien saludé con gusto después de años de no verla. Quedamos en realizar una próxima entrevista para La Mosca. Mientras esperábamos, saludamos a varias personas, entre ellas a Roberto Velázquez (director de producción de Milenio TV) -quien se sorprendió cuando le presenté a Denisse como mi chava y me felicitó por ello, je- y a la guapa Marissa Iglesias. Cecilia grabó antes que yo con Jairo. Luego tuve que pasar a maquillaje (¡ough!) y finalmente, como a las seis, grabamos mi programa que pasará dentro de un par de semanas. Al salir de los estudios, bajamos al tercer piso para saludar a la banda de Mil cosas más. Cuando Rafael Tonatiuh me vio, me dijo que Fernando Rivera Calderón me estaba buscando como loco, poque me quería como su invitado de hoy en La Noche W. Uf: el segundo hecho inesperado de hoy. Acepté, por supuesto, y el Tona le avisó a Fernando. Al querer salir de Milenio, estaba cayendo una tormenta y debimos esperar un rato en la recepción. Por fin se calmó y nos regresamos en un llenísimo metro hasta la estación Eugenia. Craso error, porque con el cambio de sentido que todas las noches le hacen al Eje 5, tomar un taxi fue toda una odisea. Por fin llegamos a casa, cerca de las siete y media. Comimos-cenamos un pollo rostizado con papas que habíamos comprado y a las nueve nos lanzamos en taxi a W Radio. Lentísimo trayecto por la lluvia, el tránsito y el embudo que se forma en la confluencia de División del Norte y Calzada de Tlalpan cuando se va de norte a sur. Llegamos a tiempo y el programa (dedicado a La Mosca en la Red, claro) estuvo muy divertido (aquí lo pueden escuchar). Fui el único invitado y con Fernando estuvo también Tonatiuh. La pasamos más que bien. Ya muy cansados, regresamos a casa como a la una, gracias a un aventón que nos dio el buen Tona. Fue un impensado día de gira de medios. Valió la pena.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Después de la letra, la palabra


Invitado por el gran periodista Jorge Meléndez, a quien conocí en el diario El Financiero a mediados de los noventa, acudí hoy por la tarde a las instalaciones de Capital 21, el canal de radio y televisión del Gobierno del Distrito Federal. Denisse me acompañó y fue como mi guía, mi Virgilio, en las lejanías norteñas de la zona de Lindavista, absolutamente desconocidas para mí y donde se ubican las instalaciones de la emisora. Se trata de un complejo enorme, ubicado en el sitio en que se encontraba el viejo cine Futurama. Fue una larga incursión en metro, pero llegamos a tiempo. Jorge me recibió con gran calidez y la entrevista de media hora, para su programa Después de la letra, la palabra, se grabó en forma fluida y amable. Hablamos sobre La Mosca en la Red, pero también sobre mi trayectoria como periodista, escritor, editor y músico. El programa se trasmitirá próximamente (en cuanto sepa la fecha, les aviso por si lo quieren ver).
Salimos a las seis y media y, en metro también, nos lanzamos rumbo al sur, para llegar a la colonia Condesa y estar presentes en la presentación del libro Soñé con Rocío Dúrcal de Fedro Carlos Guillén, en el bar Nuevo León. Estuvo divertido. Lo presentaron Ana Mari Gomiz, Eduardo Antonio Parra, Rafael Pérez Gay y, claro, el propio autor, el buen Fedro, a quien me dio mucho gusto volver a saludar y abrazar. Nos salimos poco después de terminada la presentación porque estábamos cansados y nos esperaba un jueves pesado.

martes, 20 de octubre de 2009

Cruda realidad


Me sentí mal en la tarde y me vi obligado a cancelar el programa de La Mosca en la Radio (mil disculpas a quienes lo quisieron escuchar). En su lugar, el buen Ángel Sixtos trasmitió una emisión anterior. Creí que me daría gripe, pero luego caí en cuenta de que todo, seguramente, se debía al desvelón con vodka tonics de anoche. Ay...

lunes, 19 de octubre de 2009

En el primer aniversario de Milenio TV


La semana empezó a tambor batiente. Hoy, por ejemplo, fue el festejo por el primer aniversario de Milenio TV y por la noche me lancé al lugar donde se llevaría a cabo la celebración: una especie de discoteca (lounge, les dicen ahora) muy elegante en la plaza Antara de Polanco. Se suponía que no podía llevar acompañante (aunque allá me di cuenta de que sí) y Denisse no me pudo acompañar. Llegué puntual, a las ocho, y ya había mucha gente. Afuera del antro me encontré con Avelina Lesper y su esposo, Héctor de la Garza (mejor conocido como Eko) y se nos unió José Luis Martínez, amigo desde hace muchos años y actual director del suplemento cultural Laberinto de Milenio Diario. Entramos juntos y al primero que saludamos dentro fue al buen Ciro Gómez Leyva, quien se veía muy contento y no era para menos. Me presentó a Marissa Iglesias, a quien sólo conocía en pantalla. Fuerte y afectuoso abrazo con Ciro y pasamos al ya repleto lugar. Conseguimos sentarnos en unos cómodos sillones y desde ese momento comenzamos a beber. Yo me fui con puro vodka tonic para no arriesgar combinaciones fatales. Un par de magos (¿?) se acercaron para hacer algunos trucos (muy buenos por cierto). Poco después, saludé a Roberta Garza (directora de Milenio Semanal), a Susana Moscatel y a Álvaro Cueva, con quienes platiqué muy gratamente. Avelina y Eko se fueron, José Luis se dispersó y en ese momento empezaron los discursos de rigor y proyectaron un video conmemorativo. Todo muy emotivo a decir verdad. Para entonces, por ahí se veía gente muy conocida de todos los ámbitos: desde el senador Manlio Fabio Beltrones del PRI hasta el secretario de Salud y algunos gobernadores, pero también Leon Krauze, Carlos Puig, José de la Colina y otros comunicadores e intelectuales. Curiosa combinación. Fue en ese momento que me topé con mi entrañabílisima amiga Verónica Maza y me sentí más acompañado. Iba ella con Óscar, un chavo que trabaja en la sección Mil cosas más, y me les uní. Al rato vimos a Rafael Tonatiuh y terminamos en unos muy cómodos sillones de la zona VIP, junto con Tacho (caricaturista), Pablito (de Mil cosas más, también) y una funcionaria del diario muy simpática, Rosa Esther Juárez (directora de enlace editorial de Milenio). Ya había yo saludado antes a Carlos Marín, a Rafael Ocampo, a Roberto López, a Roberto Velázquez, a Claudia Amador, a Héctor Aguilar Camín y a varias personas más, entre ellas la gente de Monterrey de Milenio TV. También pude hablar un poco con el buen Jairo Calixto Albarrán, quien estaba muy solicitado. La cosa es que ahí, en los sillones, siguieron los vodka tonics o las copas de vino (en el caso de los demás) y ya pasada la una de la mañana y con el salón medio vacío, decidimos emprender la huida. En el carro de Verónica nos trepamos entonces seis incróspidos personajes: Rosa Esther, Óscar, Pablito, Tonatiuh, la propia Vero y yo. Digamos que ninguno iba en sus cinco sentidos. Llegar al estacionamiento y salir del mismo fue de por sí una odisea. Había que ir a dejar a cada uno. La primera era Rosa Esther, quien vive en el mismo Polanco. Ahí iba el coche, serpenteante, por Presidente Masaryk, cuando una patrulla nos paró el alto. Chin. Por suerte, lo hizo justo al estacionarnos frente al edificio donde vive Rosa. “Van con sobrecupo”, nos dijo el oficial, mientras le pedía su licencia a Verito. Debo confesar que yo no había entrado al baño en toda la noche y luego de seis o siete vodka tonics mi vejiga estaba a punto de desbordarse cual presa en temporada de lluvias. Le pedí a Rosa Esther me dejara pasar a su baño y ella accedió. Sé que fue poco solidario de mi parte desaparecerme en esos momentos, pero juro que no podía más y ni modo de pedirle permiso a uno de los polis para orinar en algún arbolito, en plena vía pública. Alivio más grande no sentía desde hacía mucho tiempo. Una vez libre de la agüita amarilla (como decía la canción de los Toreros Muertos), regresé a la calle como nuevo y pude contribuir para convencer a los oficiales de que se alivianaran y nos dejaran ir, con la promesa de que todos nos quedaríamos en el departamento de Rosa Esther. Por fin lo conseguimos, sin desembolsar un solo centavo (sólo diré que de algo sirvió que Verónica fuese estrella de Milenio TV), y subimos al depto un ratito, donde el resto de la compañía pasó también al baño para desahogar sus riñoneras inquietudes. Nueva partida en el carro. El incidente nos había bajado el mareo etílico a la mayoría. Dejamos a Óscar y Pablo en Insurgentes y Medellín, a Tona en la Portales y, por último, Vero me trajo a casa, a donde llegué cerca de las tres de la madrugada. Fue una noche bastante movida.

domingo, 18 de octubre de 2009

Amelia


Es el nombre del personaje de La Casa de Bernarda Alba que interpreta Denisse. Hoy la acompañé al teatro y pude verla actuar. Me emocionó mucho mirarla en el escenario y que lo haya hecho tan bien. Fue una función tempranera, a las diez de la madrugada, en el teatro Fru Fru, en Donceles, en pleno Centro Histórico del DF. Llegué con ella dos horas antes y pude conocer las entrañas de ese lugar fabuloso que alguna vez perteneciera (¿o todavía pertenece?) a La Tigresa, Irma Serrano, y que a principios del siglo pasado se llamaba, creo, Teatro Mexicano. Fue una experiencia fascinante conocer ese recinto del teatro frívolo y donde seguramente habitan muchos fantasmas delirantes. La obra de García Lorca estuvo muy bien (nunca la había visto) y al final todo resultó perfecto. Salimos como a las doce y cada uno tomó un rumbo distinto. En la estación Garibaldi del Metro, mi niña se fue hacia el norte de la ciudad y yo hacia el sur. El resto del domingo lo pasé entre el descanso y la edición de textos para La Mosca en la Red.

sábado, 17 de octubre de 2009

Nostalgias de la Compañía de Luz*


Parece que fue ayer. Lo recuerdo con la tierna sonrisa que da la dulce nostalgia por los tiempos idos que, como en el poema de las golondrinas de Bécquer, no volverán.
Cómo no acordarme de aquellos tiernos momentos de infancia y adolescencia, cuando mi madre me mandaba a pagar el recibo de la luz a la sucursal que la Compañía tenía en el pueblo de Tlalpan y hacía yo largas y lentísimas colas que me hacían repelar por la burocrática pachorra de los empleados que nos atendían, con sus ya desde entonces clásicos y entrañables malos modos. En aquellos días no lo entendía, mas ahora comprendo que se trataba de que todos en la kilométrica fila conviviéramos, nos conociéramos mejor y nos hiciéramos buenos amigos. ¡Pensar que nos quejábamos por estar a pleno rayo del sol, fuente inagotable de vitamina D! Malagradecidos que éramos con los chicos de Luz y Fuerza.
Otro recuerdo que no se borra y me hace suspirar con añoranza es el de aquellas ocasiones en las cuales el recibo llegaba con una cantidad diez o doce veces más alta de la habitual y uno iba a la oficina de aclaraciones, donde después de jugar a Las sillitas a lo largo de cuatro o cinco horas, se nos decía que mientras se aclaraba el asunto, era imperioso pagar o nos cortarían la corriente con la implacable velocidad de –claro– la luz. ¡Cuán divertido era tratar de reunir el dinero con desesperación, a fin de que los simpáticos empleados afiliados al SME no llegaran a dejarnos a oscuras!
Por todo eso y muchas cosas más, me extraña que la generalidad de la gente no apoye a los trabajadores de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro en su lucha contra el gobierno. Digo, si los muchachos hoy comandados por Martín Esparza siempre nos trataron rete bien. Qué raro que hoy la ciudadanía les dé la espalda.
Parece que fue ayer. Lo recuerdo con la tierna sonrisa que da la dulce nostalgia por los tiempos idos que, como en el poema de las golondrinas de Bécquer, no volverán… o al menos eso espero.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 16 de octubre de 2009

La dificultad


Quedamos de vernos en una discreta cafetería de Río Mixcoac, atrás de lo que fuera el añorado cine Manacar y que hoy es un complejo de modernas e impersonales salas cinematográficas. Ambos llegamos puntuales, desde diferentes puntos, con nuestro respectivo libro bajo el brazo. Era una mujer muy guapa. Me había impresionado desde el día en que la conocí, apenas un par de semanas atrás, en la editorial donde ella acababa de publicar y donde yo esperaba volver a hacerlo.   Damiana Arvizu, que así se llamaba, acudió para ver los flamantes primeros ejemplares de su igualmente flamante primera novela, recién salidos de la imprenta y aún olorosos a tinta fresca, mientras que yo estaba ahí en un vano y repetido intento por cobrar las regalías de un libro de cuentos aparecido un año atrás y de las cuales no había visto un solo centavo. El afable y siempre sonriente editor nos presentó y en lugar de pagarme lo que me correspondía, me sugirió entrevistar a la atractiva autora para mi sección del periódico. Por norma, yo no hacía las entrevistas, labor que delegaba de manera habitual en dos de mis reporteros. Sin embargo, la belleza, la sensualidad y la aparente inteligencia de Damiana me hicieron optar por lo inusual. Nos citamos para el jueves siguiente por la tarde y así se llevó a cabo el encuentro.
  Una vez instalados en una mesa apartada, con sendos cafés cortados ante nosotros, saqué mi diminuta grabadora con la idea de iniciar la entrevista. Apenas deposité el adminÌculo en la mesa, ella puso su mano sobre la mía y me contempló directo a los ojos. Su piel estaba más que tibia, caliente diría yo, y su contacto me hizo estremecer, si bien no tanto como su incitante mirar.
  -¿En verdad piensas perder el tiempo con una estúpida entrevista? -me inquirió con desconcertante agresividad. No atiné a responderle y desvié la vista, incapaz de soportar la lumbre de sus pupilas.
  -Sería una lástima desperdiciar estos momentos tan especiales hablando idioteces de mi libro -añadió con desdén-. De hecho, estoy hasta la coronilla de tantas entrevistas. Los reporteros de cultura son unos pendejos pretensiosos, creen que todo lo saben y opinan de mi novela sin haberla comprendido. Y eso quienes la leyeron, porque la mayoría ni siquiera se toma la molestia de revisar el libro más allá de lo que dicen la solapa y la cuarta de forros. ¡Estúpidos! ¿Y a eso llaman hacer nuevo periodismo? Pero contigo las cosas son distintas, desde que nos presentaron supe que eras diferente.
  Seguí instalado en la más vergonzosa mudez. No me atreví a decirle que yo tampoco había leído su libro, que me había dado una enorme flojera, que tan sólo había echado un vistazo superficial a algunas de sus páginas y con eso me había bastado para redactar y publicar una rutinaria reseña pletórica de lugares comunes. Así que permanecí callado.
  -Lo cierto es que me fascinó lo que escribiste. Nadie había entendido el mensaje que quise dar, nadie penetró tan pero tan adentro de lo que pretendí plasmar en mi relato (la manera como pronunció el verbo penetrar me causó un fuerte estremecimiento, simultáneo a un principio de erección, sobre todo porque su ardiente mano permanecía sobre la mia). Percibiste perfecto la esencia de mi ser como escritora, como artista, como creadora que soy.
  ¿Qué carajos podía yo decirle? Parecía tan conmovida y sus pechos se agitaban de un modo tan hipnotizante bajo su delgada blusa y su ausencia de sostén que las palabras se negaban a salir de mis labios, secos por la impresión.
  -Me gustaría agradecerte todo, pero no aquí sino en otra parte más privada -dijo con seguridad pasmosa, sin dejar de mirarme. Su frase era inequívoca y no admitía interpretaciones, pero aun así no quise albergar falsas expectativas. ¿Qué tal si se refería a un agradecimiento más espiritual que meramente físico? Sin embargo, ella misma se encargó de dejar las cosas en claro.
  -Quiero coger contigo.
  De inmediato sentí incendiarse mi cara y retiré la mano como señorita asustada.
  -¿Qué pasa? ¿Dije algo que te ofendió? No lo tomes a mal. En serio, quiero acostarme contigo. Te deseo.
  Mi respiración se volvió agitada. Bebí el café de un trago y sentí su amarga e hirviente consistencia recorrer mi garganta como una oleada de lava incandescente. Nunca había reaccionado de esa manera y ni yo mismo me entendía. Pretexté cualquier tontería, dejé unos billetes en la mesa y abandoné la cafetería, dejando a aquella mujer sumida en la incredulidad y el pasmo.
  Cuando esa noche me encontraba en casa, recostado sobre mi cama sin destender, me maldije una y mil veces por mi incomprensible actitud. No podía discernir las causas de aquel comportamiento irracional. No obstante, luego de mucho pensar y repensar el asunto, llegué a una conclusión que me pareció incuestionable: con todo lo hermosa y sensual que fuera aquella escritora, con toda su abierta y absoluta cachondería, faltaba en ella algo que me parece básico en una mujer para estar con ella en la cama: la dificultad.

jueves, 15 de octubre de 2009

De Gatos y Pechos


Buen concierto de Gatos de Arrabal y Los Pechos Privilegiados. Celebramos la aparición de La Mosca en la Red, el primer aniversario de mi relación con Denisse y el debut de los felinos arrabaleros. Mi gran duda es si las cosas estuvieron bien planeadas, porque aunque Gatos de Arrabal (mi nueva y actual banda) sólo tocó cuatro temas, empezó pasadas las diez y media, lo que hizo que Los Pechos (mi vieja y actual banda) arrancara pasadas las once y el set se alargara hasta después de la media noche. Esto provocó que varias personas se fueran retirando (sobre todo los familares y amigos de Gatos de Arrabal) y a pesar de que ambos grupos sonaron muy bien, terminamos (Los Pechos) ante menos de la mitad de la gente que había acudido. Como sea, el balance es bueno. Gatos de Arrabal pasó su primera prueba con creces y Los Pechos Privilegiados, con María Emilia Martínez en la flauta mágica, estuvo más que bien. Lo que sí estuvo raro para mí fue el haber estado en la banda que le abrió a mi banda y luego en la banda que le cerró a mi banda. ¿Se entiende?

miércoles, 14 de octubre de 2009

El teatro que cura


El de ayer no fue en lo personal un buen día para Denisse y para mí. Luego de trescientos sesenta y tres días de estar juntos y prácticamente sin broncas, este martes 13 se metió entre nosotros un factor externo que nos hizo pasarla más. Esto no significa que hayamos peleado (cosa que no ha sucedido ni siquiera una vez), pero sí nos hizo ruido y nos afectó de una manera que yo considero injusta. Hoy, por fortuna, el sol volvió a salir y mi niña recibió una noticia fabulosa: fue aceptada en la Casa del Teatro, la escuela de arte dramático de Luis de Tavira, en donde empezará a estudiar a partir del mes próximo. La buena nueva fue un bálsamo que alivió muchas heridas y que hizo que lo del día de ayer pasara a segundo plano. No sólo eso, también la llamaron de una compañía para integrarse a dos obras teatrales que se presentarán este fin de semana: La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca y Los hijos de Sánchez, adaptación del libro de Oscar Lewis. Empezó a ensayar hoy de manera express para aprenderse los dos papeles que deberá desempeñar en muy escaso tiempo. La actuación es lo suyo y regresar a lo que ama como actividad la puso radiante. Qué felicidad después de la tormenta.

martes, 13 de octubre de 2009

La Mosca en la Radio y las estaciones piratas


Programa trece, en martes 13, el de esta noche en TuRadOnLine, dedicado a las estaciones de radio piratas de la Gran Bretaña que, como Radio Carolina y otras, fueron instaladas a mediados de los años sesenta en barcos pesqueros anclados afuera de las aguas territoriales inglesas, desde donde difundían el rock al que no hacían caso las emisoras oficiales, como la BBC. El pretexto del programa fue la película The Boat That Rocked (conocida en los Estados Unidos como Pirate Radio), de la cual pusimos parte del soundtrack, contenido en un álbum doble de reciente aparición. A ver qué les parece. Aquí les pasó el link para el podcast (escuchable y descargable).

zSHARE - La Mosca en la Radio 13.mp3

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lunes, 12 de octubre de 2009

"Del infierno del cual seguramente regresará"


Con el largo título La Mosca en la Pared, revista musical de culto en México, deja de existir, en marzo del año pasado apareció este texto en el (¿extinto?) blog Insonaciones. Desconozco quién lo escribió, pero me gustaría reproducirlo ahora que La Mosca en la Red se acerca a su primer mes de vida. Desde aquí, un agradecimiento al autor.





Acabo de enterarme, por el blog del buen Hugo García Michel, que su bebé, la revista de sus amores, La Mosca en la Pared, ha pasado a “mejor vida”, si es que a la no vida se le puede llamar mejor vida.
Para quienes vivimos en México, La Mosca fue la primera revista seria sobre música que muchos tuvimos en las manos, una revista que no sólo hablaba sobre música, sino también de cine, arte, literatura y cultura en general. Mucho antes del boom de internet, de Napster, los torrents, el iTunes y demás, La Mosca era casi La Biblia para todos aquellos que amamos la buena música y nos resistíamos a escuchar los bodrios que la radio y MTV nos querían vender. Gracias a La Mosca conocí a Emerson, Lake & Palmer, Led Zeppelin, Joe Satriani, Charlie Parker, Janis Joplin, Thelonius Monk, The Clash, Taxi, Boston y una innumerable lista de grandes bandas y músicos.
Aparte de la incuestionable calidad de su contenido y su compromiso con una crítica sin miramientos, cuando todos apostaban a los formatos convencionales La Mosca fue innovadora desde su alumbramiento, al venir en un formato único que la hacía diferenciarse de entre todas las revistas del mercado, musicales o no. El arte de la revista fue siempre impecable y tuvo épocas en que rayó en el arte-objeto; sus portadas eran verdaderas obras de arte y le propuesta gráfica de sus contenidos siempre fue fresca, propositiva y en constante evolución.
Sin embargo, a todos les llega su hora e, irónicamente, la que fuese pionera tuvo que competir con nuevas revistas que, siguiendo su ejemplo, tienen niveles de calidad que antes sólo La Mosca poseía. Ejemplos de ello son Marvin, Complot, Sonika y, más recientemente, Warp. Si a esto le sumamos las revistas que llegan del extranjero, algunas de ellas muy interesantes, las revistas digitales y sitios web especializados en música de todo tipo, el escenario ya no es el de algunos años atrás, en que la revista era un faro a seguir en un mar desierto de contenidos de calidad.
La Mosca ha sucumbido hoy ante el matamoscas de los números, los cuales dicen que ya no es rentable para una editorial que le debe mucho de su éxito y posicionamiento en el mercado, una editorial que hoy dice que los contenidos de la edición 126 ya no pasarán a los talleres de diseño y que el ejemplar de este mes, con el que la revista cumple catorce años, será el último de su muy exitosa y memorable historia. Así que guardemos todos un minuto de silencio, porque la madre moscosa se lo merece. Descanse en paz y ojalá que en el infierno del que seguramente regresará un día de estos, se la pase a toda madre con Morrison, Lennon, Hendrix y todos aquellos que seguramente la recibirán con los brazos abiertos y le darán el reconocimiento que ahora le niegan aquellos que, gracias a ella, tuvieron algo que llevar a su mesa y a sus oídos.

domingo, 11 de octubre de 2009

Nueva señal del Apocalipsis

No, no me refiero a la desaparición del Sindicato Mexicano de Electricistas perpetrada anoche en la oscuridad; tampoco, claro, a la clasificación del seleccionado de futbol mexicano al golear a la poderosísima (ajá) escuadra de El Salvador (La Selecta, le llaman), sino al hecho de que Sonic Youth -sí, Sonic Youth, el emblemático grupo neoyorquino símbolo del underground, la vanguardia, el anticonvencionalismo, uno de los últimos reductos del verdadero espíritu rocanrolero (si es que tal cosa existe)- haya aparecido en la fresísima serie de la televisión estadounidense Gossip Girl (que por estos lares podemos disfrutar -es un decir- por el Canal Sony de la TV de paga). ¿No me creen? A las pruebas me remito: he aquí el video que lo demuestra. Nada más no se vayan a asustar, sobre todo cuando Kim Gordon aparece en el papel -oh my god!- de casamentera. Por si se desactiva, les paso la liga a YouTube: Sonic Youth en Gossip Girl.

sábado, 10 de octubre de 2009

Polanski, Palencia y lo que quedó de Juanito*


Hoy, más que nunca, estos son los tiempos de la doble moral. De la doble moral, de la hipocresía y, ¡ay!, de la corrección política como una de las bellas (malas) artes. Lo vemos en el caso de Roman Polanski y su detención en Suiza. De pronto, como jauría, buena parte de eso que llamamos la opinión pública se lanza a la yugular del cineasta polaco y pide que se le castigue por “violador”. Como si el director de La danza de los vampiros y El bebé de Rosemary se dedicara a perseguir nínfulas para hacerlas suyas por la fuerza. Todo esto cuando la supuesta víctima, Samantha Geimler, ha reiterado que el caso debe ser desestimado, porque aquel encuentro con Polanski, hace más de treinta años, no la traumó ni le provocó daños psicológicos y se resolvió mediante una demanda civil que hizo pagar medio millón de dólares al director.
Pero los políticamente correctos quieren que corra la sangre, del mismo modo como lo desean las conciencias histéricas de quienes acusan a Gabriel García Márquez de virtual pedófilo y de instigador del delito, por haber escrito su novela Memoria de mis putas tristes y, ¡horror!, permitir que se intentara filmarla. Qué miedo debemos tenerle a esa nueva Santa Inquisición disfrazada de oveja progre e izquierdosa.
Es la doble moral, la misma que condena con furia destemplada al adolescente futbolista Martín Galván a quedar fuera del Mundial Juvenil, por haber sido descubierto con una chava en su cuarto de concentración, o la que morbosamente busca que Francisco Palencia y Javier Aguirre continúen odiándose después de ocho años de un supuesto altercado.
Mientras tanto, seguimos haciendo cera y pabilo de Juanito, a quien hace unas noches la actriz Carmen Salinas le dijo a la cara “pero qué pendejo eres”, frente al público que acudió a ver la obra Aventurera.
Nos es muy fácil sentirnos puros y condenar a los demás. Nos gusta jugar con fuego sin ver que, al final, nosotros también podemos salir quemados.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

viernes, 9 de octubre de 2009

jueves, 8 de octubre de 2009

¿Pechos de Arrabal o Gatos Privilegiados?


En medio del clima enrarecido en que vive este país, siempre hay motivos para celebrar a la vida y festejar que, a pesar de todo, podemos seguir siendo optimistas -a lo mejor un poco cínicos, pero optimistas al fin y al cabo. Por eso, te invito a que nos acompañes a la reunión de amigos que en forma de concierto se llevará a cabo en el hoochie coochie bar Ruta 61, en donde habrá cuadruple motivo para dar rienda suelta a la mexicana y bluesera alegría:

1. La aparición de La Mosca en la Red.
2. La décima presentación en lo que va del año de la banda de blues, rock y anexas Los Pechos Privilegiados.
3. El debut de una banda hermana, Gatos de Arrabal, que le abrirá a Los Pechos Privilegiados.
4. El primer año de feliz relación entre Denisse Berman y este individuo impresentable que te invita a acompañarnos y a brindar con nosotros.

La cita es el próximo jueves 15 de octubre, a las nueve y media de la noche, en Baja California 281, casi esquina con Nuevo León, Colonia Condesa.

Allá nos vemos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Prejuicios ideológicos


Es raro y al mismo tiempo triste cómo muchas veces la ideología hace que las personas se vuelvan cuadradas y prejuzguen a otros sin conocerlos. Hace algunas semanas, entrevisté a un talentoso e inteligente artista de la gráfica, a quien sólo conocía por su obra y me cayó muy bien. El encuentro fue en el hogar de su novia y me trataron a cuerpo de rey y con una amabilidad absoluta. En algún momento, salió a relucir el nombre de un personaje público a quien conozco y del cual tengo la mejor opinión, pero al que mi entrevistado ve con malos ojos por sus opiniones políticas, a las que considera reaccionarias y derechistas. Incluso me preguntó que cómo era posible que yo me llevara bien con el mencionado personaje (a quien él no conoce en persona). Me quedé pensando en que, de no ser por las diferencias ideológicas, ambos podrían llevarse muy bien y hasta ser amigos, ya que los dos son buenas personas, nobles, amables, generosos, llenos de capacidad y brillantez, etcétera. No se conocen más que por sus ideas, expresadas en dos medios de comunicación no sólo distintos sino prácticamente antagónicos, y ese simple hecho hace que uno desconfíe y hasta hable pestes del otro, insisto, sin conocerlo. Prejuicios ideológicos, ¿cuántos males se cometen en su nombre?

martes, 6 de octubre de 2009

domingo, 4 de octubre de 2009

sábado, 3 de octubre de 2009

Se lo llevó la Brugada


El cuento (el vodevil, le dice Ciro Gómez Leyva) no tuvo un final feliz, al menos para quienes desde las butacas mirábamos como meros espectadores el desarrollo de esa obra bufa que bien pudo llamarse Juanito en el país de las pesadillas.
Cuando más emocionados estábamos, en la creencia de que el héroe de la puesta en escena vencería a sus múltiples enemigos -encabezados por el macabro Dr. Pejestein, la temible bruja Brugaldufa, el poderoso rey Marcelo y el malvado ogro Batresón (primo de Fanfarrón)-, lo que era una narración digna de Cachirulo se tornó en un melodrama ranchero de la Época de Oro del cine nacional, con sus dos horas de balazos (diría el gran Chava Flores) y sus obligadas canciones vernáculas, llenas de despecho, frustración y amargura.
Los mariachis callaron y vimos a Martí Batres reventarse, de puro gusto, una cumbia (buen bailarín el tipo, hasta eso); a Pablo Gómez (me entristeció verlo como parte de la comparsa), con uno más de sus discursos incendiarios y demodés; a la triunfante Clara Brugada, altiva y desafiante, con actitud de reina de la primavera o de sex symbol huehuenche, mientras gritaba a los cuatro vientos que gracias a ¿AML?,O (algún día les diré el significado de esas siglas tal como las acabo de escribir) y a la voluntad del pueblo (ajá), era a partir de ya la flor más bella de Iztapalapa, la reina de la democracia pejista y quien habrá de llevar a esa delegación defeña a la felicidad y a la riqueza, etcétera.
Entre tanto, en la Asamblea de Representantes, Juanito hacía berrinche al protestar como delegado (para “pedir licencia” casi en seguida) y acusar de traición “al Pe-Erre…, er…, al Pe-Te” (vaya lapsus de antología), al tiempo que arrojaba al piso una banda roja y la pisoteaba con furia. Triste final de cuento, triste conclusión para el héroe de esta historia cachirulesca e infrasurrealista.
No sé ustedes, pero la sensación que me queda es que, en esta ocasión, los que ganaron fueron los malos.

viernes, 2 de octubre de 2009

Alice in Chains en la radio moscosa


Proximo martes 6 de octubre, en La Mosca en la Radio, programa dedicado al álbum Black Gives Way to Blue de Alice in Chains. Ojalá lo escuchen y ojalá les guste. Ya saben, pueden dar clic acá a mano izquierda o directamente aquí, en http://turadionline.net

jueves, 1 de octubre de 2009

Paráfrasis tweetera de Charly García


No sé si lo escribió mi cuais Jairo Calixto Albarrán, pero está muy divertido: "No voy en twiiitt/voy en un blog/no necesito a nadie a nadie alrededor".