martes, 28 de junio de 2011
Por qué vale la pena vivir
¿Por qué vale la pena vivir? Es una buena pregunta... Mmmm... Bueno, hay varias cosas que... creo que hacen que valga la pena... Eh, ¿como cuáles? Bien, para mí... Mmmm... Yo diría... los Hermanos Marx... por decir una... Mmmm... Manhattan y Annie Hall de Woody Allen... El cine de Francois Truffaut y el de Eric Rohmer... Las películas en blanco y negro de James Cagney y de Jimmy Stewart... Marilyn Monroe... La música de Mozart y de Haydn... El blues... El buen rock... El jazz... Frank Zappa... Los Beatles... Los Kinks... The Who... Los Rolling Stones… Bob Dylan... Oscar Wilde... Voltaire... Jorge Ibargüengoitia... Borges y Rulfo… Le rouge et le noir de Stendhal... Madame Bovary y L' éducación sentimentale de Flaubert... La pintura de Joan Miro y de René Magritte y de Paul Klee... Los impresionistas... Tin Tan... Seinfeld... Mis hijos Alain y Jan... Los Pumas de la UNAM y el futbol como una de las bellas artes... París… Tlalpan... Las tardes de noviembre... Las mujeres amigas… Las mujeres amantes… La posibilidad de seguirse enamorando como si uno siguiera siendo un adolescente y, en ese sentido: la pasión, la entrega, la ternura, la libertad amorosa... Los ojos de mi niña... Su amor incondicional... Su presencia dulce y cálida y cursi y frágil y sonriente y graciosa y sensual y ligera... Por eso y sólo por eso, sí que vale la pena vivir.
(Paráfrasis del monólogo final de Isaac Davis, el personaje principal de Manhattan de Woody Allen).
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