Cornell

Jorge R. Soto y Fernando Aceves seguramente lo recordarán. En junio de 1994, la disquera Polygram nos mandó, a un grupo de 25 periodistas, a la ciudad de Houston, Texas, para asistir a un concierto de Soundgarden (era la época en que las disqueras podían darse esos lujos). Oscar Sarquiz iba también en el contingente (saludos a los tres). Además de la "tocada", en un foro aledaño al Astrodome de Houston, tuvimos la oportunidad de entrevistar a los integrantes del grupo de Seattle. Para ello, se nos dividió en dos partes: la mitad de reporteros con Kim Thayil y Ben Shepherd y la otra mitad (en la que estaba yo) con Chris Cornell y Matt Cameron. La recuerdo como una entrevista cuando menos interesante que ya no alcancé a publicar en La Mosca, porque al mes siguiente me la mandaron a dormir y tardaría año y medio en regresar. Por desgracia, ya no la transcribí y el cassette donde estaba se extravió (quizás algún día aparezca entre mis revueltas cosas).

Recurro a este recuerdo como una manera de homenajear a Cornell, gran músico que hoy hace un lustro exacto nos dejó trágica e inopinadamente, a los 52 años de edad apenas, luego de un concierto que dio en la ciudad de Detroit. Se suicidó en su cuarto de hotel y la última canción que interpretó fue un cover tan escalofriante como significativo de "In My Time of Dyin'" de Led Zeppelin.