-El clásico (de Augusto Monterroso): "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".
-El mío (intitulado
Cuento de terror y publicado hace años -creo que en 1993- en la sección cultural de
El Financiero: "Érase una vez la realidad".
-El del
Loco Valdés: "Había una vez... truz".
11 comentarios:
No se si reir o llorar.
A ver, maestro, música de una vez...truz, jajaja.
Genial.
El de Tito: Un clasico pretencioso.
El tuyo: Un chistorete pretencioso.
El del Loco: El mejor de los tres.
El del loco es el que saca la sonrisa. Nunca le he entendido al de Monterroso (Y no m emuero por hacerlo) y el tuyo es certero.
¿Quien sera más pretencioso, el que trata de serlo o el que apunta al que trata de serlo?
Chidos los cuentitos, pero son mas estilo sentencias breves, creo yo.
Saludos
Ja, ja, ja. ¿Qué será más pretencioso: el que trata de serlo, el que apunta al que trata de serlo, o el que su vez apunta a este último?
Para mí, y lo digo a riesgo de ser considerado el más pretencioso de todos, es el tercero, por ese afán de aperenter una suspicacia inusitada.
Ah, perdón es: "...aparentar una perspicacia inusitada."
Ángel, gracias por pelarme, nomrmalmente digo puras penejadas y nadie me hace caso, aunque he de confesar que era en broma el comentario, espero y el tuyo también y si no pues chido por la pedrada jeje saludos.
Faltó uno, faltó uno, El Emigrante de Luis Felipe Lomelí:
¿Olvida usted algo? -¡Ojalá!
jajajajaja.... pues sólo falto creo, el de "PAN-con lo mismo"... jajjajajaja
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