lunes, 14 de febrero de 2022

Eddie Vedder, ese terrícola entrañable

Difícil resulta separar la voz de Eddie Vedder del sonido de Pearl Jam. Después de poco más de treinta años de bregar juntos, los cinco miembros del grupo de Seattle (aunque el vocalista llegó de la californiana San Diego) son una leyenda viviente del grunge noventero y Vedder una de las voces señeras de esa apasionante época.

  Tomando en cuenta todo lo anterior, la escucha de Earthling, el flamante segundo disco como solista del cantante (apareció este viernes 11 de febrero), luego del poco recordado aunque agradable Ukulele Songs de 2011, resulta una luminosa sorpresa.

  A lo largo de las trece canciones que conforman el álbum (homónimo del LP de David Bowie grabado en 1997), Eddie Vedder se aleja un tanto del estilo pearljamiano y se sumerge en un rock menos áspero, menos arrebatado, menos dramático. De alguna manera, es como si olvidará estas últimas tres décadas y recurriera a la música que lo alimentó antes de llegar a la lluviosa ciudad del noroeste estadounidense que lo lanzó a la fama.

  Salvo en un par de piezas en las cuales se siente a plenitud la sombra de Pearl Jam, las once restantes recorren otros clases de rock, incluidas algunas preciosas baladas.

  Producido por Andrew Watt (quien lo mismo ha trabajado con la cantante de pop Miley Cyrus y el rapero Post Malone que con Ozzy Osbourne), el disco fue inicialmente grabado con un grupo base (llamado The Earthlings) constituido por Vedder, el guitarrista Josh Klinghoffer (quien estuvo con los Red Hot Chili Peppers en sus inicios), el baterista Chad Smith (de los mismos RHCP, claro), el cantautor, guitarrista y pianista irlandés Glen Hansard y el propio Watt en el bajo. Luego se sumaron varios notables y hasta impensados invitados como Ringo Starr, Elton John, Stevie Wonder y el tecladista original de los Heartbreakers de Tom Petty, Benmont Tench. 

  El álbum inicia con la conmovedora y declarativa “Invincible”, con ecos de Peter Gabriel y una letra idealista en la que el buen Eddie clama que todos somos invencibles y luminosos cuando amamos (“You got a light?”, pregunta amablemente al final de la canción. 

  “Power of Right” es una pieza vibrante y llena de poderío rocanrolero, mientras que “Long Way” es un evidente homenaje a Tom Petty –con Tench en el órgano, por supuesto– (el coro que clama “He took the long way / on the freeway” suena clarísimo a los Heartbreakers).

  “Brother the Cloud” es una bellísima y muy conmovedora tonada para un amigo muerto (hay quienes sugieren que se refiere al ya legendario Chris Cornell, con quien Eddie tuvo una estrecha amistad). La letra es realmente sentida y se percibe en ella la sinceridad que emana de la voz de Vedder. Espléndida.

  Por su parte, “Fallout Today” es otra hermosa balada-rock acerca de las segundas oportunidades y de cómo debemos aprender de nuestros propios errores sin hundirnos en el dolor (“Share the pain / shake the pain”). 

  Evidente tributo a Bruce Springsteen, “The Dark” es una canción de hermandad y solidaridad en estos tiempos oscuros, un canto de esperanza altamente emotivo. La música à la E Street Band no deja lugar a dudas sobre la intención de homenajear a “The Boss”.

  Una espléndida joya que aparece como escondida a la mitad de Earthling es “The Haves”, preciosa y sencilla canción de amor que a quien esto escribe remite al mejor Donovan, por la progresión de las armonías instrumentales y las acariciantes guitarras acústicas. Debo confesar que es mi favorita del plato.

  “Good and Evil” resulta totalmente Pearl Jam (pudo haber aparecido sin problemas en el Vs. de 1993 o en el Gigaton de 2020). Explosiva, frenética, un vértigo absoluto. Le sigue la igualmente dura “Rose of Jericho”, una crítica severa a la destrucción ambiental (“Forests fall / by hands of man like dominoes”). 

  “Try” es una divertida y vigorosa curiosidad en la que luce juguetona la armónica del mítico Stevie Wonder. Un tema que provoca sonrisas y alegría tan sólo por su sonido. Algo similar ocurre con “Picture”, con un delicioso piano a cargo de Elton John, quien canta a dueto con Eddie Vedder en esta composición esperanzadora y optimista (“Si dejamos que la oscuridad de estos tiempos nos destroce / Eso sería realmente un crimen / ¿Provoqué yo la tristeza en tus ojos? / Permíteme, por favor, que alivie tu mente atribulada”). Hay algo de country-pop muy en el estilo del propio Elton John.

  Con “Mrs. Mills” llega un abierto homenaje a los Beatles (o más precisamente a Paul McCartney –y un poco también a Cat Stevens), en un bello tema que parece arreglado por el mismísimo George Martin desde el cielo de diamantes. Ringo Starr hace acto de presencia en la batería.

  El álbum culmina con “On My Way”, una peculiar pieza difícil de describir (suena lo mismo a Faith No More que a Frank Sinatra) en la que Eddie canta al lado de su padre biológico, Edward Severson, de quien estuvo distanciado la mayor parte de su vida. Un final ciertamente singular e inesperado.

  Earthling es un trabajo en verdad estupendo. Un disco que deberá estar entre los mejores de 2022, aunque apenas estemos en febrero y el pronóstico parezca arriesgado. Hay que darse la oportunidad de escucharlo.


(Publicada el día de hoy en "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos)

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