sábado, 25 de marzo de 2023

Adiós Chabelo

Xavier López, "Chabelo", formó parte de la educación sentimental de varias generaciones de mexicanos. Hoy, muchos lo recuerdan por su programa de los domingos en Canal 2, muy temprano por la mañana y que se dejó de transmitir en 2015. Otros, más maduritos, lo asocian con sus jocosas intervenciones en La carabina de Ambrosio, al lado de César Costa y otros actores cómicos. Para mi generación, sin embargo, la primera referencia de Chabelo viene de un programa que tenía por las tardes en Canal 5, cuando la televisión era aún en blanco y negro, a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Duraba media hora y con él actuaban el locutor Genaro Moreno, la hoy conductora Janette Arceo y un actor patiño a quien apodaban "El Pecas". Ramiro Gamboa, el famoso y medio siniestro Tío Gamboín, también llegaba a participar.

El programa presentaba dos secciones (una era los martes y otra los jueves): "La conciencia y yo" y "Lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer". Se supone que eran para que los niños de aquel tiempo aprendiéramos a portarnos bien y a no hacer maldades. Sobra decir que las situaciones que se presentaban eran altamente moralinas, sobre todo en aquello de "La conciencia y yo" (ya saben, el niño Chabelo cometía alguna travesura y luego escuchaba la voz de su conciencia que lo reconvenía y le hacía reflexionar las cosas y corregirlas). Sin embargo, la otra sección era divertidísima, sobre todo cuando salía lo de "lo que no se debe hacer", en la cual Chabelo cometía toda clase de tropelías (como jalarle las trenzas a Janette Arceo o robarse unos dulces) y uno reía a carcajada limpia. Luego venía la parte moralista ("lo que se debe hacer"), en la que aparecía un Chabelo bueno y aburridísimo de tan bien que se portaba.
Ese es mi recuerdo más antiguo de este personaje que parecía eterno hasta que hoy, lamentablemente, abandonó el mundo tangible a los 88 años de edad. Que en paz descanse el gran Chabelo, amigo de todos los niños, pero que se siga divirtiendo en donde quiera que esté.

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