miércoles, 11 de octubre de 2023

París 2023, primer día

Aterrizamos en el aeropuerto Charles De Gaulle al filo del mediodía parisino. El vuelo fue muy bueno y poco cansado. Recogimos sin problema nuestro equipaje y pasamos igualmente sin problema por migración (Máfer lo hizo antes que yo y cuando en seguida llegué con la chava que atendía, me preguntó en español, luego de mirar mi pasaporte: "¿Viene con ella?". Le contesté que sí y me dijo: "Pase". Así de sencillo). Una vez ya oficialmente en Francia, nos fuimos de la Terminal 3 (a la que llegamos) a la 2, en el tren interno del aeropuerto. De ahí llegamos, tras larga caminata, al R.E.R., compramos cada quién un pase por cinco días para el transporte en París y abordamos para cruzar de norte a sur, por la Línea B, hasta la estación La Croix de Berny, en Fresnes. Fue un viaje de casi una hora. Dar con el airbnb fue sencillo, ya que ambos somos bien orientados y sabíamos cómo llegar. Al arribar, nos esperaba ahí el señor Malek, padre de Layda, nuestra anfitriona, quien muy amable nos enseñó el airbnb, nos explicó algunas cosas y nos entregó las llaves. Estábamos felices y nos hicimos una selfie de los dos en un espejo que estaba entre la toilette y la salle de bains. Antes de irnos propiamente a París, decidimos pasar al cercano súper mercado para abastecernos un poco, sobre todo pensando en la cena y en el desayuno del día siguiente. Nos gastamos como 30 euros, pero compramos suficientes víveres.

  Como a las cinco nos fuimos a París, en el R.E.R., el cual habrá de ser nuestro medio de transporte básico durante toda la estancia. Viaje de unos veinte minutos hasta la estación Saint Michel-Notre Dame, de la misma Línea B, para bajarnos ante lo que para mí es la puerta de la ciudad: la fuente de Saint Michel. Cruzamos la calle y, desde el Pont Saint Michel, Maf vio el Sena por primera vez en su vida (yo por tercera). Fue muy bello ver su emoción. Le tomé un par de fotos. Caminamos hacia el Pont Neuf y bajamos los escalones para hacernos fotos en el lugar donde Woody Allen y Goldie Hawn aparecen bailando en la película de 1996 Everyone Says I Love You. De ahí caminamos a la explanada de Notre Dame. La catedral sigue bardeada por las reparaciones, luego del incendio de 2019, pero iluminada se ve bellísima de todos modos. Un grupo de jazz tocaba frente a unas butacas y nos sentamos a verlo un par de canciones. Como teníamos hambre, decidimos ir a cenar al cercano Barrio Latino (el legendario Quartier Latin de orígenes medievales). Volvimos a la fuente de Saint Michel y nos internamos por las preciosas calles retorcidas del barrio. Al final, únicamente nos compramos una crepa (yo la quise de sucre, como la primera que me comí en París en 2004 y la de Maf fue de tres quesos). Paseamos un poco y como estábamos todavía con los efectos del jet lag, decidimos regresar al airbnb. Línea B de regreso y entre diez y once arribamos sin problema "a casa". Había que descansar para disfrutar en forma de la ciudad a partir de mañana, nuestro segundo día en ella. 

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