jueves, 30 de abril de 2009

Séptima junta


Anoche volvimos a reunirnos cinco de los seis que estamos trabajando directamente en el nuevo proyecto. Avanzamos bastante. Mañana daré ya noticias concretas a la comunidad de lectores de este blog. Estén atentos.

miércoles, 29 de abril de 2009

Manifiesto porcino

martes, 28 de abril de 2009

El humor en los tiempos de la gripe porcina


Muy bien, concedamos que la situación es tan grave como se nos dice en los medios. Si se tratara de una farsa, como afirman los amantes de las teorías del complot, quienes la hubiesen urdido tendrían que ser verdaderos genios en el arte de la manipulación de masas. Sin embargo, yo me pregunto: ¿dónde quedó el humor? Sí, es cierto que por ahí circulan uno o dos buenos chistes sobre la influenza porcina, pero en general lo que vemos de parte de las autoridades y de los llamados comunicadores son gestos graves, caras largas, palabras solemnes que en ocasiones lejos de tranquilizar a la gente la alarman más. Se entiende que las circunstancias son serias y que se requiere afrontarlas con responsabilidad, lo cual al parecer se ha hecho. Pero, digo, un poquito más de buen humor no nos caería de peso. Al mal tiempo buena cara, dicen por ahí. También que la risa es una buena manera de elevar las defensas del organismo. Mejorar nuestra actitud nos vendría bien a todos. Eso pienso.

lunes, 27 de abril de 2009

El amor en los tiempos de la gripe porcina


¿Qué diablos pasa en la ciudad? Todo parece tan irreal, tan surreal. Rumores, versiones encontradas sobre la supuesta epidemia que nos ha obligado a confinarnos en nuestras casas y a salir lo menos posible. Buena parte de las escasas personas que caminan por las calles lleva su cubrebocas en la cara, lo que le da al paisaje urbano un cariz de película de desastres, como si Danny Boyle dirigiera a Santo, El enmascarado de plata. Todo y todos hablan de la gripe porcina, pero hay cuestiones que no acaban de encajar. ¿Cuáles? No lo sé a ciencia cierta, pero a mí algo me brinca en esto. No voy a caer en las teorías complotistas que ya señalan hasta a los Illuminati (o como se escriba) como quienes planearon todo este desgarriate pandémico. Sin embargo, percibo cosas que de algún modo ponen en duda a las versiones oficiales y sus cifras contradictorias de muertos e infectados. ¿Cuáles son los nombres de los fallecidos? ¿Los incineraron o los enterraron? ¿En dónde? ¿Quiénes son sus familiares? Falta información clara y ese es el peor caldo de cultivo para la acción de los rumorólogos de café. Mientras tanto, la única beneficiada de todo esto es la industria fabricante de tapabocas. Ese sector sí que está teniendo una recuperación económica vertiginosa.

PD: Dentro de todo, a Denisse le dieron libre el día de mañana en su trabajo y hoy se quedó conmigo para pasar juntos un martes más o menos festivo.

domingo, 26 de abril de 2009

Un año, un año ya


En medio de la confusión sanitaria que se vive en el Distrito Federal en particular y en México en general, hoy se cumplió un año exacto de la muerte de mi hermano Jorge. El recuerdo de aquel día aciago y terrible, las imágenes y sensaciones de tal fecha regresaron con toda su carga de dolor, tristeza y estremecimiento. Queda la tranquilidad de saber que su alma está en paz y que mi carnal hoy se encuentra al lado de mi padre, a quien sigo sintiendo tan cerca. Ayer sábado estuve con mi mamá, a quien vi bien y tranquila. La misa que hoy se iba a celebrar en recuerdo de Jorge se canceló por lo de la influenza. Un año ya entonces. El tiempo pasa con vértigo implacable.

sábado, 25 de abril de 2009

Mala influenza*


Violencia, corrupción, ignorancia, inseguridad, desempleo, desesperanza, pobreza, dolor, aislamiento global, una clase política lamentable, una televisión de cuarta, un futbol de quinta y ahora, para colmo, como abierta señal del Apocalipsis, lo único que nos faltaba: una epidemia con visos de pandemia. ¿Pues qué carajos hicimos los mexicanos para que el cielo nos castigue de esa manera? ¿A quién ofendimos? ¿Por qué nos persigue semejante karma?
Escuelas con las clases suspendidas en el Distrito Federal y el estado de México; clínicas atiborradas de gente atemorizada al menor catarrito (sin alusiones financieras); cines, teatros, clubes y estadios cerrados; cifras contradictorias de contagiados y hasta de muertos por parte de las autoridades responsables; informes preocupantes de la Organización Mundial de la Salud. Demonios, ¿de veras está tan grave la cosa? Los gobernantes y los medios no hacen sino alarmar y confundir. ¿Se exagera el asunto, se le minimiza, se le sobredimensiona? ¿Qué chingaos pasa?
No sé si al final esto terminará como una falsa alarma y una mala anécdota, mas por lo pronto el hecho sí que nos tiene espantados. No obstante, hay algo que podría agravar la incierta situación: el manejo político que se le dé a este problema, justo en vísperas de que inicien las campañas electorales. Si priistas, perredistas, panistas, petistas y demás empiezan a atacarse los unos a los otros con el pretexto de la epidemia, nos esperan días aún más aciagos.
¿Cuál es y cuál será la influencia de la influenza en los días por venir? Nadie lo sabe a ciencia cierta y si algunos lo saben, nada más no lo dicen. El sospechosismo aflorará al lado del tremendismo y me temo que no faltará el líder mesiánico que lance una nueva y poco original teoría de la conspiración.
Por lo pronto, me quedo con la explicación que el pequeño Dereck, de cinco años, da sobre la causa de la virtual epidemia: “Una persona contagió a otra persona y esa persona contagió a un puerco”. ¿No es digna del realismo mágico?

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 24 de abril de 2009

Viernes infectado


Ha sido un día peculiar. La Secretaría de Salud ha decretado la suspensión de clases en todas las escuelas de DF y el área metropolitana y en la ciudad se respira un ambiente extraño ante la aparición de un virus que provoca un nuevo tipo de influenza. Escribo esto por la noche, mientras Denisse cena con sus papás en su nuevo departamento, a diez minutos de aquí. La veré hasta el lunes. No sé, el entorno se siente raro.

jueves, 23 de abril de 2009

José Agustín en casa


Hoy por la tarde hablé por teléfono con Margarita, la esposa de José Agustín, y me contó que desde el lunes se encuentra ya en su casa, pero que aún está muy adolorido, sobre todo de las costillas. La recuperación parece ir bien, aunque con lentitud, y tendrá que estar viajando a Puebla para que lo revisen los médicos que lo atendieron allá. Cuando llamé, Agustín estaba dormido y quedé con Margarita en llamarlo la semana próxima por la mañana. Ya les contaré qué me dice (la foto la tomé prestada del blog La crema).

miércoles, 22 de abril de 2009

Sobre mis otros blogs


Cierto, en algunos escribo poco e incluso en Matar por Ángela 2 hace casi un año que no pongo una letra. Pero siguen vivos. El único que está planteado como un diario es este blog, El rojo y el negro. En los otros (Bajo presupuesto, Pretérito imperfecto, Futbol bizantino) quisiera escribir más seguido, pero a veces el tiempo no me da para ello. ¿El que mucho abarca poco aprieta? A lo mejor. Pero igual los mantendré activos.

martes, 21 de abril de 2009

Sexta junta (y algo más)


Hubo algunos inconvenientes técnicos que nos retrasarán al menos una semana más para informar abiertamente sobre el asunto, pero todo sigue su avance. Hoy nos reunimos otra vez y ajustamos varios puntos importantes. Por otro lado, en la mañana tuve una junta con otras personas para un proyecto distinto (aunque con muchos puntos en común con el primero). Será una sorpresa y creo que también habrá de gustar. Pronto tendrán noticias de éste también.

lunes, 20 de abril de 2009

En familia

Ocho meses atrás, más o menos, nos habíamos reunido en Toluca, por una razón importante: la boda de mi sobrina María Fernanda con su esposo Jean Marie (a quienes vi un mes después en París) y el bautizo de su preciosa hija Mathilde. Ayer la reunión se repitió con algunos parientes más y otros parientes menos, sólo que esta vez el hecho ocurrió en la Quinta Guadalupe, en Tlalpan, la casona donde pasé tantos días de mi niñez y mi adolescencia. No hubo más pretexto que el simple gusto de volvernos a ver para comer, beber, charlar y recordar. Ya en mi blog Pretérito imperfecto hablaré alguna vez de las grandes reuniones en la misma casa hace varias décadas, cuando mi abuelita Lupe era el centro que atraía a veintenas de familiares. Ahora estábamos ahí algunos que en aquellos días éramos muy jóvenes y las nuevas generaciones de hijos y sobrinos, aunque también estaban algunos que hoy ya son ancianos pero se mantienen en buen estado a pesar del paso del tiempo. Denisse fue conmigo (iba nerviosilla, a pesar de que la noche del sábado había conocido ya a algunos de mis parientes) y llegamos en metrobús y taxi como a las tres de la tarde. Todo estuvo muy bien y divertido. Ahí estuvieron mis primos Evangelina (La Chiquita, con Sergio, su pareja), Ramiro (con Silvia, su esposa), Gustavo (y su Norma), Martha, Marcela, Marco Antonio y su mujer, María Fernanda y Juan (éste con su linda esposa y sus dos hijitos), mis hermanas Myrna (con Jorge, su esposo) e Ivette, mis sobrinos Gustavo, Priscila, Jimena, Fátima (y su pequeño Gonzalo), Aranxa, Claudia, Marifer (con Jean Marie y la pequeña Mathilde) y mis tías Esperanza, Albertina y Martha (con su hermana Coyo), además de las hijas de Marco Antonio y de mi finado primo José Luis. En fin, éramos un buen de gente. Hubo un momento muy curioso y para mí hasta delirante, cuando mi primo Gustavo encabezó -cual guía de turistas- un tour por la casona, como si se tratara de un museo (de algún modo lo es, ya que fue declarada monumento nacional por el INAH). Digo que para mí fue algo extraño, porque en esa casa pasé cientos de fines de semana a lo largo de casi tres lustros y fue territorio de juegos -en un sótano estaba el infantil club Halcones, tan exclusivo para hombres como el club de Toby-, comidas, fiestas y muchos acontecimientos más. Pero como hacía tanto que no entraba, fue -sí- también como un viaje en el tiempo que pude compartir con mi fascinada Denisse. Ya en la noche, los pocos que quedábamos jugamos con el karaoke que sacó Gustavo. Salimos de ahí a la medianoche y Jorge, Myrna y Leyla nos trajeron hasta mi casa. Fue un domingo en verdad memorable. Lo único que lamento es que mis hijos no hayan podido ir.
Ah, un par de anécdotas con Denisse: 1. Después de comer, todos los presentes nos tomamos una foto juntos y luego de eso, la esposa de Marco me preguntó: "¿Ella es tu niña la más chica?", en referencia a Dení, a lo que le contesté: "Bueno, sí es mi niña..., pero no es exactamente mi niña". De inmediato captó la idea y puso una cara de pasmo que resultó de antología. 2. La tía Coyo llegó a nosotros y como yo estaba ligeramente sudado, luego de darme un beso en la mejilla saludó a Denisse, sin conocerla, y le dijo: "Tu marido ya me dejó su sudor" o algo así. "¡Tu marido!". Vaya cosa. Mi niña y yo nos reímos mucho.

domingo, 19 de abril de 2009

Buena noche en El Péndulo


Sala casi llena, muchas caras conocidas y un concierto sólido y divertido. Con una formación que no es la habitual (Carolina en la batería en lugar de Demetrio y Jorge González al bajo en lugar de Rafa Herrera), sin músicos invitados, anoche -en el Foro del Tejedor de la Cafebrería El Péndulo de la Zona Rosa- el grupo sonó muy bien y la gente quedó más que satisfecha. Entre los amigos que por ahí le cayeron estaban Karem Martínez y Danny Wakantanka, Estela Livera y Ricardo Alemán, María José, Míriam, familiares de Caro, un grupo de amigos de Giuliana y algunos familiares míos venidos desde la lejana república de Toluca (mis primos Marifer y Juan -con su esposa-, mi sobrina Claudia), lo mismo que mi primo Gustavo y su hijo del mismo nombre, con su novia y varios de sus amigos. En fin, una ochentena de personas con quienes Los Pechos Privilegiados la pasamos más que bien. Por supuesto, conmigo estaba Denisse y eso me hizo muy feliz. Muchas gracias al gran Esteban Amozorrutia, por su apoyo, su amistad y su gentileza.

sábado, 18 de abril de 2009

Aguirre Vs. Obama*



¿Quién habrá obtenido un mayor rating la tarde del jueves pasado? ¿Cuál de los dos habrá gozado ese día de una más grande cobertura mediática? Ambos son carismáticos y disfrutan de un irresistible atractivo. Cada uno en lo suyo, este par de personajes es capaz de hacer que la atención de millones se concentre en sus palabras, en sus actitudes, incluso en su lenguaje corporal.
Javier Aguirre contra Barack Obama. Fue un encuentro involuntario pero fascinante. Televisión, radio y medios impresos enfocaron todas sus baterías en lo que el uno y el otro decían, en lo que el uno y el otro hacían, a tal grado que ya no se sabía si era Aguirre quien estaba en Los Pinos al lado del presidente Felipe Calderón o era Obama el que se encontraba entre Decio de María y Nestor de la Torre en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol. Dos tipos de enorme personalidad. Dos emblemas de esta época de crisis económica y política, lo mismo que deportiva y pambolera.
Debo confesar que, irresponsable de mí, atendí más al Vasco que al morenazo (o sea que mi instinto futbolístico resultó más grande que el político) y creo que esa fue la constante en la mayoría de los mexicanos. Es decir que el pueblo meshica parece haberse apasionado mucho más por las frases de Javier (“Tenemos que rompernos la madre”) que por las declaraciones de Barack (en realidad no hubo una sola sentencia memorable del primer mandatario estadounidense, quien casi siempre se salió por la tangente a la hora de comprometerse con algo más o menos concreto).
¿Habla eso bien o mal de nosotros? No lo sé a ciencia cierta. Si el jueves Aguirre atrajo en México más atención y muchas más simpatías que Obama, fue quizá por una razón muy simple: el nuevo director técnico del Tri se mostró claridoso, mientras que el nuevo habitante de la Casa Blanca fue más bien oscurón (en sus discursos, quiero decir).
Esperemos entonces más alegrías de parte del Vasco que del gabacho. Así es esto de la polaca y el panbol.

*Publicado hoy en mi columna "Camara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 17 de abril de 2009

Algo sobre José Agustín


Tuve comunicación con Andrés Ramírez, uno de los hijos del escritor José Agustín, y me dijo que el próximo lunes su padre será por fin dado de alta del hospital. El buen Andrés me comentó que su papá ya está desesperado por salir y regresar a casita. Sólo faltan tres días. Espero hablar con él la semana próxima (en la foto, genial, vemos a José Agustín al lado del también escritor René Avilés Fabila en 1965).

jueves, 16 de abril de 2009

Alta literatura (un relato breve)


Estaba solo en aquel bar, sin más compañía que la siempre fiel de un vaso de vidrio en el cual reposaba amable, plácidamente, un ron con Coca Cola. Miraba el ajetreo normal del pequeño antro cuando una mujer de portentosas proporciones se acercó a mí, con la sonrisa más luminosa que había visto jamás.
  -Tú eres Zama, ¿verdad?
  Asentí sin ocultar la admiración que su cuerpo me provocaba.
  -Soy escritora y me gustaría que leyeras mis textos. Son pequeños cuentos en prosa poética.
  Le pedí que se sentara y le dije que con gusto le invitaría una copa mientras me leía sus escritos.
  -Preferiría ir a otro sitio. ¿Qué tal mi departamento?
  Vivía sola o al menos eso me dijo. Su hogar era reducido pero estaba decorado con evidente buen gusto. Había muchos libros, dispuestos con cuidadoso desorden, y también una buena cantidad de discos compactos: música barroca en su mayoría.  Puso a Vivaldi, un concierto para mandolina.
  -Sírvete lo que gustes, voy por mis cuentos.
  En su cantina había de todo. Preparé dos whiskies en las rocas y me quedé en la sala, a su espera. Tardó varios minutos, tiempo que aproveché para escudriñar en su biblioteca. Era una lectora de cualquier tipo de literatura. Lo mismo estaban ahí La Divina Comedia que Cuando ella era buena, La Cartuja de Parma que Crímenes imaginarios. Tan embebido estaba en la inspección de los volúmenes que no la oí llegar. Carraspeó y entonces me volví, sólo para toparme con un espectáculo deslumbrante.
  -Estos son mis relatos -dijo, con un ligero sonrojo en las mejillas.
  Me quedé mudo. Ella no llevaba papeles en sus manos ni ropa alguna sobre su bienaventurada silueta. Estaba desnuda, por completo. Mi azoro debió ser tan obvio que me sonrió y su voz sonó en mis oídos como el dulce transcurrir de un arroyo.
  -Mi prosa está aquí, en cada rincón de mi cuerpo. En mis senos, en mis piernas, en mi cuello, en los lóbulos de mis orejas, en mis muslos, en mi pubis. Quiero que la analices con tranquilidad, que la goces con toda la intensidad de que seas capaz y que me digas si nací para ser escritora.
  Dejé mi vaso sobre la mesa de centro, fui hacia mi celestial anfitriona y la tomé en mis brazos. Nunca conocí más alta literatura.

miércoles, 15 de abril de 2009

Seis meses


El tiempo corre vertiginoso y de repente resulta que Denisse y yo cumplimos hoy seis meses de andar juntos. Medio año de una relación bella y espontánea, emocionante y divertida, tranquila y sutil, armoniosa y cálida. Cero peleas, cero discusiones, cero problemas en poco más de ciento ochenta días es cosa buena, sin duda. No hay sombras a la vista y quienes se asustaron con lo nuestro o nos auguraron lo peor, no se han salido con la suya. Nos amamos, nos queremos, congeniamos, nos llevamos muy bien. Tenemos proyectos conjuntos y proyectos separados. Ha habido respeto mutuo y los celos no han aparecido. En fin, buenos tiempos estos en el plano amoroso. Seguimos viviendo el día con día y esa es una de las claves de nuestro éxito. La diferencia de edades prácticamente no ha existido y la relación es sensual, literaria, teatral, cinematográfica, televisiva, periodística, mágica, cómica y musical. Je t'aime, Dení!

martes, 14 de abril de 2009

Quinta junta


Sólo con cuatro personas, pero con la alta probabilidad de que para la semana próxima ya podamos empezar a soltar prenda acerca de qué se trata y cómo va el proyecto. Así que esperen noticias prontas.

lunes, 13 de abril de 2009

Posada superstar


"Posada es nuestro Bosco de la media calle".
Alfonso Reyes.


A siglo y medio de su nacimiento, el mayor lastre que arrastra José Guadalupe Posada es el de la ideologización de su obra. En efecto, desde 1923, año en el cual su trabajo fue descubierto por la élite intelectual y artística de la postrevolución mexicana, el humilde grabador nativo de Aguascalientes fue convertido en una especie de santón ultramilitante que siempre habría tenido en mente la lucha de clases, la explotación del hombre por el hombre, la maldad intrínseca de la burguesía oligárquica y casi casi hasta la teoría marxista de la plusvalía, las tesis leninistas sobre el destino soviéticamente glorioso del proletariado y el pensamiento dialéctico del camarada Mao Tse Tung (bueno, de éste no porque apenas era un chinito cuando don José Guadalupe murió, en 1913). Así, por ejemplo, Diego Rivera afirmaba con cursilería extrema acerca de Posada: "Mano de obrero, armada de un buril de acero, hirió el metal ayudado por el ácido corrosivo para arrojar los apóstrofes más agudos contra los explotadores", mientras que Jean Charlot decía: "Posada funciona en la historia del arte mexicano como el delgado cuerpo de un reloj de arena, a donde el pasado se metamorfosea grano por grano en el futuro". Pobre hombre, tan lejos de Dios y tan cerca de la izquierda ilustrada.

Porque en realidad, el espléndido artista gráfico hidrocálido jamás pretendió convertirse en vocero del pueblo mexicano ni en parte de su vanguardia revolucionaria. No era una persona especialmente culta, mucho menos un teórico del llamado arte comprometido. Su biografía nos habla de un individuo que nació en el seno de una familia modesta, de padres analfabetos, y quien desde muy joven se vio obligado a trabajar duro. Si se convirtió en cronista de la realidad nacional de su tiempo, fue más por innato instinto periodístico que por un heroico afán de trascendencia histórica. Si mantenía una posición antigubernamental era porque había surgido de los estratos más empobrecidos, aun cuando sus grabados nunca significaron un riesgo que pudiera llevarlo a las siniestras cárceles de Belem o San Juan de Ulúa. De hecho, era propietario de una buena imprenta y contaba con los medios necesarios para vivir comoda y -perdonen la palabra- aburguesadamente. Es decir: pertenecía a la pequeña clase media del regimen porfirista. No era un radical. No padeció en carne propia censura o represión alguna. Ni siquiera llegó a considerarse a sí mismo como un artista. Siempre se asumió como un mero artesano.

Ese empecinamento de considerar a Posada como uno-de-los-grandes-creadores-revolucionarios-que-lucharon-por-la-emancipación-del pueblo-mexicano ha funcionado como un obstáculo a la hora de estudiar o de simplemente admirar sus trabajos como grabador. La ideología estorba y no permite que veamos sus caricaturas, litografías, viñetas publicitarias, ilustraciones de corridos y noticias, diseños de naipes y de cajetillas de cigarros, retratos de personajes, etcétera, como lo que son en sentido estricto: obras gráficas (produjo más de quince mil a lo largo de sus sesenta y un años de vida). La famosa calavera catrina, con toda su magnífica, irónica y ominosa belleza, no es una obra que busque desentrañar los misterios ancestrales del mexicano y su relación con la muerte (Posada no era un Octavio Paz), tampoco un grabado subversivo que intente criticar el vacío ontológico de la detestable aristocracia porfirista (Posada no era un Ricardo Flores Magón). Decir, como dijo la maestra Raquel Tibol en un texto de 1986, que "uno de los atributos más sobresalientes de Posada fue su condición de artista libre", pero no libre para sí, porque eso sería un "mezquino anhelo subjetivista... para servir a las clases privilegiadas" refleja más el pensamiento de doña Raquel que las ideas que al respecto pudo tener el buen Pepe Lupe. Por el contrario, todo indica que Posada sí era "libre para sí" (¿alguien conoce algún documento escrito por el grabador donde diga que su misión era la de servir a las masas?). Además, como pequeño empresario sirvió muchas veces a "las clases privilegiadas" o a quienes quisieran emplear sus servicios artesanales. Prueba de ello es un anuncio publicitario pagado por el propio impresor en el periódico El Fandango (mayo 31 de 1892) y que a la letra rezaba: "José Guadalupe Posada tiene el honor de ofrecer al público sus trabajos como grabador en metal, madera, toda clase de ilustraciones de libros y periódicos. Igualmente ofrece sus servicios como dibujante de litografía". ¿Traición a La Causa? ¿Se vendía a los malditos ricos? No. Sencillamente tenía que trabajar para mantener a su familia.
Habría que rescatar a José Guadalupe Posada de los sectores que durante décadas se lo han apropiado y lo han convertido en una súper estrella de la revolución de gauche. Que lo dejen descansar en paz en la fosa común en la cual sus restos fueron depositados y, para su propia fortuna, se perdieron para siempre.

domingo, 12 de abril de 2009

Este sábado en El Péndulo


Es decir, el próximo sábado 18 de abril, en el Foro del Tejedor de la Cafebrería El Péndulo, sucursal Zona Rosa, en Hamburgo 126, colonia Juárez, a un ladito del Vips, Los Pechos Privilegiados nos presentaremos después de casi seis meses de nuestra última aparición en dicho escenario. Esta es por supuesto una invitación para todos quienes leen este blog y quieran asistir al concierto. Esa noche vamos a reunirnos ahí amigos, colegas, colaboradores moscosos y público en general para convivir con un par de horas de blues, rock, soul y funk originales y en español. La cita es a las nueve y media de la noche para arrancar a las diez. Allá los espero. Ah, el cover es de sesenta pesitos y las bebidas son muy baratas. Vale.

sábado, 11 de abril de 2009

Chistositos*


Nuestros políticos no tienen remedio. No lo digo como un lamento, sino como una congratulación. Porque, dígame usted, querido lector que visita estas páginas en plena Semana Santa, ¿qué haríamos si la clase política fuese de otra manera y de pronto, como por arte de magia, se convirtiera en un segmento lleno de seriedad, responsabilidad y buenas maneras? Horror de horrores. Qué aburrimiento. Dios nos libre de que semejante cosa acontezca y permita –por los siglos de los siglos- que los polacos de este país conserven su chabacanería, su desmadrosa oligofrenia y esa sana alegría que los lleva a decir y a hacer tantas cosas delirantes que nos llenan de diversión y alborozo.
Marcelo Ebrard ha dado, así sea de modo un tanto cuanto indirecto, con la palabra exacta para definir la principal característica de los políticos nacionales. Lo hizo al referirse al director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege, y llamarlo “chistosito”. Claro, el Jefe de Gobierno defeño lo dijo enfadado y malhumorado, luego de las fintas que le lanzó el titular de Conagua con aquello de “les quito el agua toda la semana o mejor se las quito por treinta y seis horas”. Sin embargo, Ebrard contribuyó con una nueva palabra que felizmente engrosará el vocabulario de la política autóctona.
Chistosito es el señor Luege, pero igual lo es Don Marce, cuando aparece en la tele para preparar galletitas o cuando instala sus playas citadinas. Chistosito es Germán Martínez con sus declaraciones ñoñas (todo un digno heredero de las gracias del añorado Noroñas), como lo son Carlos Hermosillo al renunciar a la Conade y Bernardo de la Garza al aceptar ser su sustituto. Chistositos de atar son también Don Beltrone, Jesús Ortega, Elba Esther Gordillo, su yerno Miguel Ángel Jiménez Godínez, el Góber Precioso y, por supuesto, nuestro amado Pejemán y nuestros no menos adorados Chente y Martita.
Chistositos por acá, chistositos por allá. La verdad, yo no sé para qué Televisa pierde el tiempo con su nuevo programa Hazme reír, cuando tiene a su alcance tanto material humano de risa loca.
Como quien dice: ¡infórmense y piénsenle!

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 10 de abril de 2009

Con Fernando


Hoy en la noche vino Fernando Rivera a la casa. Hacía tiempo que no nos veíamos para platicar y aunque estuvo apenas un rato, porque él tenía un compromiso, pudimos volver a actualizarnos sobre nuestras agitadas vidas en estos días que corren. Ya contaré en su momento, en mi blog Pretérito imperfecto, cómo y cuando fue que conocí al Fer y muchas de las cosas que hemos vivido juntos. Por lo pronto, para principios de mayo presentará un nuevo proyecto que sin duda tendrá tanta o más proyección que su programa radiofónico La noche W. Sólo puedo decir que no será en la radio. Un gusto volver a ver a Fernando.

jueves, 9 de abril de 2009

Anónimo y El Cid


Recuerdo que cuando era muy chico y apenas empezaba a leer, al ver en mi casa el libro de El cantar del mío Cid creía que Anónimo era el nombre de quien lo había escrito. Le contaba esto a una amistad que también tiene un blog, mientras platicábamos sobre los lectores anónimos que suelen mandar comentarios al suyo y a los míos. Nos preguntábamos ambos qué es lo hay en la cabeza de una persona para decidirla a verter opiniones -a veces- e insultos -casi siempre-, bajo el amparo de la identidad oculta. Imagino que se sienten como francotiradores o guerrilleros que aprovechan la oscuridad para lanzar sus ataques. A mi querida amiga hubo un tiempo en que dichos comentarios le afectaban, pero ya no tanto; a mí suelen causarme más curiosidad que otra cosa. No llego a comprender la sicología de sus autores, esa negativa más o menos cobarde para revelar su identidad. A veces los publico, pero cuando en lugar de argumentos exponen ofensas de plano no lo hago. Sí, de plano mi anónimo favorito es el que escribió las aventuras de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador.

miércoles, 8 de abril de 2009

La Santa Madre Academia


Raúl Prieto Río de la Loza (alias Nikito Nipongo) fue siempre un acérrimo crítico de la anquilosada y en muchos sentidos (no sólo en sus criterios idiomáticos) reaccionaria Real Academia Española de la Lengua. Desde el hecho de llevar la rancia palabra Real en su nombre y su filiación franquista, hasta las muchas veces idiotas definiciones de las palabras que contiene su famoso diccionario, don Raúl cuestionó a lo largo de décadas, en varios libros y en su espléndida columna periodística Perlas japonesas (publicada en diarios como Excelsior -el de Julio Scherer-, La Jornada y El Financiero), al dictatorial organismo que dice gobernar a nuestro idioma. Cierto que a últimas fechas la RAE ha tratado de modernizarse y ha aceptado más americanismos (es decir, términos provenientes de los diversos países hispanoamericanos) que nunca, pero en esencia sigue siendo una institución burocratizada, ridiculamente aristócrata y un tanto lerda. Con lo anterior quiero decir que no hay razón para aceptar todo lo que dice su diccionario, como si de una ley inamovible se tratase, así como tampoco hay que rechazarlo todo por sistema.
Ayer, en este blog, escribí que la palabra tráfico, referida a la circulación de vehículos, me parece una mala traslación de la palabra inglesa traffic. Cierto, el diccionario de la RAE la acepta, pero eso no me impide criticar a la Madre Academia (como de manera sardónica la llamaba Nikito Nipongo) y mostrar que una simple analogía la contradice. Sigo pensando que los carros transitan y no trafican por las calles.

martes, 7 de abril de 2009

Simple cuestión de analogía


Los coches, los autobuses, los camiones, las camionetas, las motocicletas, las bicis transitan por calles y avenidas, no trafican por ellas. ¿Por qué insistir entonces en decir tráfico a lo que debe llamarse tránsito? Se trata de otra de esas malacostumbradas extrapolaciones tomadas comodina y acríticamente del inglés. Hay tráfico de armas, de drogas, de productos de contrabando (incluidos los autos), pero cuando un vehículo circula por la ciudad lo que hace es transitar y no traficar. Mera analogía.

lunes, 6 de abril de 2009

Una hora de menos


El cambio de horario me tomó esta vez de improviso. La madrugada del domingo, veía desde mi cama la película Gladiador de Ridley Scott y al terminar ésta y cambiar de canal, descubrí que la hora de Cablevisión no correspondía con la de mis relojes y mi celular. Como en los días anteriores no vi un solo anuncio sobre la entrada del horario de verano, me desconcerté. Claro, en seguida entendí lo que pasaba y actualicé mis instrumentos para medir el tiempo. Una hora de vida nos fue quitada y se nos devolverá hasta octubre próximo. ¿Sirve realmente de algo tal medida? Dicen que sí, aunque nunca he entendido bien a bien en qué nos beneficia. Lo único que sé es que el partido del Puebla contra el América comenzó a las once de la mañana (hora real) y que a partir de hoy, Denisse tuvo que salir hacia su trabajo en total oscuridad. Manes de la modernidad.

domingo, 5 de abril de 2009

Attila Jozsef*


La literatura húngara no es muy conocida por estos lares. Autores que en Hungría son glorias nacionales, en otras partes siguen siendo perfectos desconocidos. Es el caso de escritores como Andor Nemeth, Paul Ignotus y Attila Jozsef.
Considerado de manera póstuma como el mayor poeta húngaro del siglo pasado, Attila Jozsef tuvo una vida corta, intensa y enloquecida que culminó con su suicidio en 1937, cuando apenas tenía treinta y dos años de edad. Apasionado por los textos de Marx y Freud, su vida y su obra poética estuvieron dramáticamente influidas por estos dos monstruos del pensamiento, quienes determinaron en gran parte el destino fatal del hijo de un jornalero y una sirvienta y que antes de publicar sus primeros poemas realizó toda clase de trabajos, desde vendedor de periódicos y limpiador de oficinas, hasta estibador y profesor particular.
Cuando en 1922 publicó “Canción inocente”, se produjo un escándalo nacional y fue expulsado de la Universidad de Szeged. “No tengo Dios, no tengo rey / mi madre nunca usó anillo / No tengo choza o lugar donde morir / No doy besos, no tengo amante / Durante tres días mastiqué mi pulgar / por falta de un mendrugo de pan / Aunque tengo veinte años y soy fuerte y sano / mis veinte años están en venta / Si nadie quiere comprarlos / el demonio tiene derecho a hacer una oferta / Entonces, con mi sentido común en uso, / robaré y mataré inocentemente / Hasta que me cuelguen alto de una cuerda/ y yazga en la bendita tierra… / y crezcan venenosas hierbas / desde mi corazón sencillo y puro”, decía el poema causante de su despido.
Víctima de su época, la de la delirante Europa de los años veinte y treinta, Joszef vivió siempre en la mayor pobreza y subsistió por las ayudas de amigos y algún mecenas. De temperamento a la vez febril y depresivo, pasó temporadas en manicomios. Comunista convencido, fue echado del partido en 1930 por sus ideas trotskistas. Aborrecía a Stalin y era tan apasionado de la dialéctica como del ajedrez. Fue amigo íntimo de Arthur Koestler, quien lo definiría años después como un esquizofrénico que “huía de la poesía para dar en lo cerebral y de lo cerebral para dar en la poesía”.
Enamorado empedernido de su esposa Judith, quien también sufría de desórdenes mentales, una malhadada tarde se dirigió a la estación de trenes de Budapest y colocó su brazo derecho sobre los rieles. Quería mutilarse simbólicamente, para expiar muchas culpas que llevaba en el alma; pero al pasar el tren, arrastró al resto del cuerpo bajo sus ruedas y lo hizo pedazos. Irónicamente, el Partido Comunista húngaro lo canonizó después de la tragedia.
Suyos son estos versos, que bien se podrían aplicar hoy a nuestro mundo en crisis: “La opresión, como una bandada de buitres, / convierte en carroña los corazones / y la miseria se escurre por todo el globo / como saliva por el rostro de un idiota”.

*Publicado ayer sábado en la sección "De culto" del suplemento cultural Laberinto de Milenio Diario.

sábado, 4 de abril de 2009

Javier Aguirre y la seguridad nacional*


Cuando hace ocho días apunté en este mismo espacio que una derrota de la selección mexicana de futbol ante su similar de Costa Rica podría hacer que aflorara el México bronco y que el país entrara en un estado de convulsión, la verdad es que sólo trataba de ser irónico. Sin embargo, la realidad nos suele sorprender con sus sarcasmos y si bien no fueron los costarricenses sino los hondureños quienes se llevaron al baile a nuestros queridos ratones verdes, mi burlón presagio resultó un tibio aunque certero diagnóstico de lo que podría pasar y pasó. Porque apenas el Tri resultó humillado por los catrachos el pasado miércoles, el técnico Sven-Göran Eriksson fue corrido cual chacha elegante (nomás se llevó cuarenta millones de pesos de indemnización el muchacho) y ya se ha anunciado el nombramiento de Javier Aguirre, el Mesías por todos esperado, como su reemplazante en el puesto.
Lo anterior podría resultar algo normal en el mundo futbolero (un entrenador falla, lo corren y se nombra a sus sustituto). Sin embargo, ha trascendido (José Ramón Fernández lo dijo en Futbol Picante de ESPN, minutos antes de agarrarse a madrazo limpio con Jesús Martínez, propietario del club Pachuca) que el mismísimo presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, habría hablado personalmente con Aguirre para que tomara las riendas del seleccionado a las de ya. O sea: razones de Estado dictan que para evitar el disgusto en serio del popolo mexicano, bajo ninguna circunstancia se puede permitir que el equipo de todos (¡ja!) quede eliminado del Mundial de Sudáfrica. Más claro ni el agua.
La cosa ahora es que El Vasco consiga en verdad sacar al carro del bache y enfilarlo cuesta arriba, algo que no se ve sencillo en absoluto. Pero tendrá que hacerlo. Porque su compromiso va más allá de lo meramente pambolero y tiene implicaciones políticas, sociales y de seguridad nacional. De golpe y porrazo, Javier Aguirre ha sido nombrado no sólo director técnico de la selección tricolor, sino encargado oficial de que la tranquilidad del país no reviente en pedazos.
¡Menuda responsabilidad, hermano!

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 3 de abril de 2009

Algunas notas de viernes


1. Poco sé sobre el estado que guarda José Agustín. Sólo que va mejor y que al parecer será dado de alta el lunes próximo. Mañana escribiré un texto sobre él en mi blog Pretérito imperfecto.

2. Ya que hablo de blogs, mi hijo Jan Sebastián abrió uno, al que denominó Intoxicación masiva y cuya dirección es http://intoxicacion.wordpress.com/, para que quienes gusten lo vean y le manden opiniones.

3. El de hoy fue un viernes bastante tranquilo.

4. Por la tarde fui con Denisse a conocer el depto que rentó. Luego me acompañó a San Pedro de los Pinos, para recoger un dinero con mi amigo Aarón Olvera, y nos regresamos a pie con parada técnica en la maravillosa y única nevería Chiandoni de la Nápoles (es como un viaje en el tiempo hasta la década de los cincuenta y principios de los sesenta -las personas de la foto, por cierto, no sé quienes sean; la tomé prestada de Google), donde ella se comió un delicioso hot fudge sundae y yo una cursi (aunque muy buena) malteada de fresa. Ya en la noche, nos lanzamos al bar 130 Grados (en Insurgentes Sur, frente a la estación Campeche del metrobús), donde se presentaría el grupo Drama Queers (Adrián, uno de sus integrantes, nos había invitado), pero me sentí un poco mal -esa malteada...- y antes de entrar decidimos regresar a mi casa. Será para la otra.

jueves, 2 de abril de 2009

Con Marín en el elevador


Hoy por la tarde fui a las oficinas de Milenio para ver un asunto y en el elevador coincidí con Carlos Marín y Néstor Ojeda, aparte de otras personas. Íbamos seis en total hasta el tercer piso del diario. Marín dijo estar desvelado, pero eso no fue obstáculo para que echara relajo y lanzara un par de bromas que hicieron reír a todos. Sé que mucha gente lo alucina por razones políticas (básicamente porque nunca convirtió a Milenio Diario en un medio pejista tipo La Jornada, a pesar de que es el único periódico que tiene a un reportero permanente que sigue las actividades diarias de Andrés Manuel López Obrador), pero puedo decir que el hombre es por demás -lo ha sido siempre conmigo- amable, generoso y simpático. Yo lo aprecio mucho y siempre agradeceré al apoyo que me ha dado. Fue muy grato saludarlo en el elevador.

Sobre José Agustín: Sé que tuvo una pequeña fractura en la base del cráneo, cuatro costillas rotas y algunas contusiones, pero que se encuentra estable y sigue en el hospital en Puebla. Espero poder comunicarme con alguien de su familia en estos días.

miércoles, 1 de abril de 2009

El accidente de José Agustín


Ayer por la mañana, mi amiga Paulina, de Puebla (nada que ver con P), me llamó para decirme que hoy al mediodía iba a entrevistar a José Agustín, quien daría una conferencia en un teatro de la capital poblana y quería que le diera algunas recomendaciones. Platicamos y al final le dije que saludara de mi parte al buen Josagus. Para mi sorpresa, hoy en la noche, por ahí de las ocho, estaba aquí con Denisse cuando Paulina me mandó un extraño mensaje de texto en el que me decía que Agustín se había caído y estaba inconsciente. Como creí entender mal, le pedí que me llamara y así lo hizo. Me contó entonces que el escritor había dado una entrevista colectiva a la una de la tarde, se fue a comer a las dos, dio la conferencia a las seis -incluida la sesión de preguntas y respuestas- y hasta ahí todo iba en orden. Al parecer, a la hora de firmar libros y autógrafos, aún en el escenario del auditorio, dio un paso en falso y cayó a un foso de más de dos metros para quedar desmayado en el fondo. Tardó más de cinco minutos sin reaccionar y cuando al fin lo hizo, llegó una ambulancia y se lo llevó al hospital de la Beneficencia Española, ahí mismo, en la ciudad de Puebla. Según todo parece indicar, a pesar del golpazo se encuentra fuera de peligro. Estaré al pendiente.