viernes, 30 de julio de 2021

The Warning y el vértigo de la evolución

 

Cuando un artista crea una obra maestra, cuando llega a las máximas alturas, resulta difícil creer que después de ello logre superarse. Quizá se repita y consiga niveles de calidad artística semejantes, pero ir más adelante y elevarse por sobre sí mismo, no siempre es factible y en muchas ocasiones lo que sobreviene es el declive.
  En 2018, apareció en México un disco de rock excepcional, producido de manera independiente. Lo grabó un grupo de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, llamado The Warning. A muchos de quienes lo escuchamos con atención nos pareció no sólo un trabajo muy bueno, sino un álbum prácticamente perfecto, una sorprendente obra maestra. Sorprendente, porque las integrantes de dicho grupo eran tres muy jóvenes adolescentes, capaces de crear un conjunto de canciones sin mácula en un denso disco conceptual, el segundo larga duración del trío, titulado Queen of the Murder Scene (Q.O.T.M.S.)
  En lo personal, quedé asombrado por la calidad de ese plato y pensé que lograr algo mejor iba a resultar muy complicado, por no decir que imposible.
  Cuando se supo que, en plena epidemia del Covid-19, The Warning había firmado un contrato con la disquera estadounidense Lava Records para la realización de cinco álbumes y que sus integrantes se encontraban grabando el primero de ellos en Nueva Jersey, el deseo de conocer el nuevo material se hizo palpable, aunque con algunas dudas sobre si lograrían superar clásicos automáticos como “Dust to Dust”, “Stalker”, “Sinister Smiles”, “P.S.Y.C.H.O.T.I.C.”, The End” o la homónima “Queen of the Murder Scene”, por mencionar algunos cortes de aquel disco.
  La primera respuesta llegó el 21 de mayo pasado, con la aparición del primer sencillo del nuevo y tercer álbum (aún sin título revelado) del trío, “Choke”, tema ya reseñado en este mismo sitio de música de la revista Nexos.
  Hace unos días, el 23 de julio, fue dado a conocer el segundo sencillo: “Evolve” y de eso trata esta columna.

El frenesí de un grito
Si “Choke” representó un golpe de calidad que en muchos aspectos igualó o superó a las canciones del Q.O.T.M.S. (algo que, como ya dije, parecía casi imposible), “Evolve” fue más allá todavía y en algunos aspectos incluso aventajó a “Choke”.
  Se trata de una composición que quita el aliento. Una fusión de punk, thrash, metal y hard rock a mil revoluciones por minuto; un vértigo que arranca desde el primer acorde y no da punto de reposo hasta el último, tres minutos y 34 segundos después.
  Musicalmente, es un trayecto salvaje por una montaña rusa llena de rápidas subidas y empinadas bajadas, con curvas amenazantes y secos parones, un viaje acelerado que en determinado momento y sin previo aviso se adentra en una casa de los horrores de tonos bermellones que hielan la sangre con la irrupción de un inesperado y sobrenatural alarido de terror, un grito (cortesía de Paulina) que parece surgir de la garganta de una banshee irlandesa.
  La instrumentación de las tres hermanas Villarreal es un prodigio (algo ya habitual en The Warning). La sección rítmica no se detiene un segundo. Alejandra muestra y demuestra que su capacidad como bajista se aproxima al virtuosismo, con rasgueos que en el riff principal recuerdan al Muse de “Hysteria” y en el dramático break que anticipa el clímax nos remite al sonido de Judas Priest o el primer Metallica. Paulina no deja de deslumbrar con la enorme cantidad de recursos que posee como baterista, desde los secos golpes en la caja con que inicia la pieza hasta los sobrecogedores y brutales redobles (o feels) que introduce en los instantes precisos, sin regodearse en ellos (alguien dijo alguna vez que Pau Villarreal es la reencarnación de John Bonham y Keith Moon y no exageraba: la regiomontana cuenta con la fuerza y contundencia del primero y la velocidad y pericia delirante del segundo). Daniela vuelve a ser la voz principal, con esa garra y esa expresividad que ya son su sello característico (muy bien apoyada por las armonías vocales de sus hermanas), mientras que su guitarra trabaja toda clase de recursos y logra un par de complicados riffs que se quedan en la mente del escucha, además de un solo armónico impresionantemente intenso que lleva a la canción al punto del estallido (lo único que apuntaría a manera de crítica –y no es responsabilidad de la guitarrista, sino que se lo atribuyo a la producción– es el bajo volumen que se le dio en la mezcla a ese momento crucial en el que ella raspa las cuerdas superiores con la púa, de las notas agudas a las graves, justo antes de iniciar el ametrallante solo; un sonido más alto le habría dado a esa parte una fuerza escalofriante).
  Estructuralmente, la composición vuelve a mostrarse llena de cambios rítmicos y armónicos, algunos felizmente inesperados, como suele acontecer con las canciones del grupo. No son tantos y tan notorios como en “Choke”, en la que cada rompimiento da pie a una nueva construcción, pero el diseño composicional vuelve a ser fascinante, con una primera parte vertiginosa y una segunda aún más intensa y de una oscuridad estremecedora; ello para no hablar de los varios ganchos melódicos con que cuenta el tema, ya sea en la voz solista o en los coros.
  La música de “Evolve” es paroxística, de un frenesí rocanrolero que cambia de 4/4 a 7/4 –y viceversa– con una naturalidad que maravilla y provoca que el oyente quiera escuchar la canción una y otra vez, para quedar exhausto, aunque sin agotarse y deseando volver a adentrarse en ella las ocasiones que sea necesario.
  En cuanto a la producción, es alucinante. Con nota de sobresaliente en el definidísimo sonido de la batería.

¿Un mensaje feminista?
¿De qué habla la letra de “Evolve”? Básicamente y como su nombre lo indica, de evolucionar, de renacer, de cambiar. Sin embargo, no es una letra que lance un mensaje hueco, como de libro barato de superación personal. En absoluto. Como resulta habitual en las canciones de The Warning, el tema está compuesto en tonalidades menores (La Menor, según mi oído) y eso le da el dramatismo que requiere la letra, con versos contundentes como “Gold shall not define your worth / It’s not destruction, it’s rebirth”, “Pain is the price to survive / To evolve”, “Dry my tears cause I’m a weapon / Weapons never weep” o “I’m not in danger / I’m the danger” (la misma frase que pronuncia Walter White –o Heisenberg, si se prefiere– en el sexto capítulo de la cuarta temporada de Breaking Bad, aunque las hermanas Villarreal juran que se trata de una coincidencia, pues dicen jamás haber visto esa serie).
  El mensaje, pues, podría ser para todo aquel que escuche el tema, sin importar su género: “El oro no define tu valor, no se trata de destruir sino de renacer”; “Seca mis lágrimas porque soy un arma y las armas nunca lloran”; “El dolor es el precio para sobrevivir, para evolucionar” o, claro: “No estoy en peligro, yo soy el peligro”.
  No obstante, la idea podría apuntar también hacia una reivindicación feminista. De ahí otra línea como la que reza: “Muéstrame qué significa cambiar, ayúdame a ser algo más que sólo un objeto al que se disfraza”.

18 celulares y un dron
Mientras que el video de “Choke” se llevó 25 horas de grabación continua y una producción muy elaborada, el de “Evolve” se realizó en escasas dos horas, gracias al ingenio del equipo que rodea al grupo.
  Dirigido por Rudy Joffroy (manager de The Warning), no fue filmado con cámaras convencionales, sino que se emplearon 18 iPhones y un dron. La locación fue en un taller de autos de lujo en la ciudad de Monterrey, lugar que funcionó a la perfección, y el trabajo más elaborado se dio en la edición del material, toda una obra de precisión que debe haber llevado varios días.
   La primera parte del video se grabó con luces blancas, mientras que para la segunda mitad se empleó una iluminación de tonalidades rojizas que creó un ambiente muy a la Tool o a la Marilyn Manson.
  Estéticamente, Alejandra, Daniela y Paulina cambiaron los atuendos de “Choke”, en los que predominaba el negro, por trajes blancos que las hacen lucir espectaculares.

A manera de conclusión
Desde 2014, estamos siendo testigos (aunque muchos no se han dado cuenta) del desarrollo de un fenómeno musical que jamás se había producido en México. Por extraños y misteriosos designios del destino, para el surgimiento de The Warning se conjuntaron diversos factores que dieron como resultado al que probablemente sea el mejor grupo de rock que ha existido en los más de 60 años que este género tiene de existencia en nuestro país.
  Talento artístico y musical, genio inagotable para la composición, virtuosismo instrumental, voces estupendas, sentimiento y alma (es decir, feelin’ and soul) en la interpretación, profesionalismo y claridad en las metas, exhaustividad para ensayar, sacrificio para dejar de lado muchos aspectos de una vida “normal”, presencia escénica, gran uso de las redes sociales y de todas las plataformas posibles, bilingüismo, inteligencia, inventiva… y por si fuera poco: carisma, soltura, sencillez, sentido del humor, frescura y encanto personal.
  Todos los planetas perfectamente alineados.
  Y no olvidemos que todavía nos falta conocer diez temas del nuevo álbum. Apenas llevamos dos cortes del mismo y ya Daniela comentó en una entrevista que lo mejor del disco está todavía por llegar. Vista la creciente evolución de The Warning, habrá que creerlo.

(Publicado el día de hoy en mi columna "Memorias de un melómano sarnoso" de "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos).

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