sábado, 25 de abril de 2009
Mala influenza*
Violencia, corrupción, ignorancia, inseguridad, desempleo, desesperanza, pobreza, dolor, aislamiento global, una clase política lamentable, una televisión de cuarta, un futbol de quinta y ahora, para colmo, como abierta señal del Apocalipsis, lo único que nos faltaba: una epidemia con visos de pandemia. ¿Pues qué carajos hicimos los mexicanos para que el cielo nos castigue de esa manera? ¿A quién ofendimos? ¿Por qué nos persigue semejante karma?
Escuelas con las clases suspendidas en el Distrito Federal y el estado de México; clínicas atiborradas de gente atemorizada al menor catarrito (sin alusiones financieras); cines, teatros, clubes y estadios cerrados; cifras contradictorias de contagiados y hasta de muertos por parte de las autoridades responsables; informes preocupantes de la Organización Mundial de la Salud. Demonios, ¿de veras está tan grave la cosa? Los gobernantes y los medios no hacen sino alarmar y confundir. ¿Se exagera el asunto, se le minimiza, se le sobredimensiona? ¿Qué chingaos pasa?
No sé si al final esto terminará como una falsa alarma y una mala anécdota, mas por lo pronto el hecho sí que nos tiene espantados. No obstante, hay algo que podría agravar la incierta situación: el manejo político que se le dé a este problema, justo en vísperas de que inicien las campañas electorales. Si priistas, perredistas, panistas, petistas y demás empiezan a atacarse los unos a los otros con el pretexto de la epidemia, nos esperan días aún más aciagos.
¿Cuál es y cuál será la influencia de la influenza en los días por venir? Nadie lo sabe a ciencia cierta y si algunos lo saben, nada más no lo dicen. El sospechosismo aflorará al lado del tremendismo y me temo que no faltará el líder mesiánico que lance una nueva y poco original teoría de la conspiración.
Por lo pronto, me quedo con la explicación que el pequeño Dereck, de cinco años, da sobre la causa de la virtual epidemia: “Una persona contagió a otra persona y esa persona contagió a un puerco”. ¿No es digna del realismo mágico?
*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.
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4 comentarios:
Pues si mala influenza e influencia...ya que aún no se ponen de acuerdo las autoridades en cuanto al número de víctimas fatales e infectados, estamos ante la ignorancia de las autoridades y su falta de control ante un evento de esta magnitud. Y para rematar..nos tiembla!! Bueno de plano los capitalinos no sabemos para donde arrimarnos, no nos queda más que confundirnos con la multitud detrás de un cubrebocas que para colmo no creo que nos sirva de mucho, dudo mucho que con un peso detengas un contagio. En fin veremos en que para todo esto. Tal vez en unos días nos estemos riendo de lo tontos o inteligentes que fuimos al tomar las precauciones indicadas por un gobierno que esta en pañales en esto del control de un virus hasta ahora desconocido. De culaquier manera no esta por demás tomar precauciones.
¿Y preguntas si se exagera con lo de la dizque pandemia?
Yo no uso cubrebocas y sigo besando a mi novia como siempre.
Nadie va a morir, nadie va a infectarse, sólo en la mente del presidentitito que dice gobierna existen más de 100 casos "probables" (je) de infectados.
Créeme, más indígenas mueren de enfermedades curables y nadie hace ruido.
Pobre país.
eduardo q.
Para Judith: ¡¿Un peso?! acá en Tampico los están dando a cinco: el más sencillito. Pienso que los que se están beneficiendo de la epidemia son los fabricantes de cubretrompas.
Al cabo no es seguro tal bozal.
independientemente a mi opinion sobre el tema... solo queria comentar que a gracias a la susodicha columna del MILENIO descubri este pequeño rincon de la web... creo que despues de todo, si deja algo bueno leer los diarios nacionales de vez en cuando... jaja
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