lunes, 6 de abril de 2009
Una hora de menos
El cambio de horario me tomó esta vez de improviso. La madrugada del domingo, veía desde mi cama la película Gladiador de Ridley Scott y al terminar ésta y cambiar de canal, descubrí que la hora de Cablevisión no correspondía con la de mis relojes y mi celular. Como en los días anteriores no vi un solo anuncio sobre la entrada del horario de verano, me desconcerté. Claro, en seguida entendí lo que pasaba y actualicé mis instrumentos para medir el tiempo. Una hora de vida nos fue quitada y se nos devolverá hasta octubre próximo. ¿Sirve realmente de algo tal medida? Dicen que sí, aunque nunca he entendido bien a bien en qué nos beneficia. Lo único que sé es que el partido del Puebla contra el América comenzó a las once de la mañana (hora real) y que a partir de hoy, Denisse tuvo que salir hacia su trabajo en total oscuridad. Manes de la modernidad.
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2 comentarios:
Yo tengo mis dudas respecto a la utilidad del dichoso horario. Sus argumentos para justificarlo me dan náusea.
Un hecho es que me quitan realmente dos horas de sueño, una por la noche y otra por la mañana.
Acostumbro dormir a las 2 am que en el horario actual son las 3 am. Si me levanto a las 7 am realmente son las 6 am.
Es decir, si dormía 5 horas ahora sólo lo hago 3.
Difícil, muy difícil.
Saludos
Señor Hugo. Buenos Días:
Esta vez la ventaja consisitió en que tuve vacaciones, lo cual hizo llevadera la transición bilógica, pero sinceramente, la paso muy mal cada que se instituye este horario por decreto desde hace casi quince años.
Claro, como los que lo instauraron no tienen por qué levantarse temprano ni tomar el bus.
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