domingo, 30 de agosto de 2009
Garibay
“Aquí es donde hay que joderse. Leer o escribir es un acto de humildad, de devoción, de reverencia”. Lo dijo el gran, el enorme escritor que fue Ricardo Garibay (1923-1999), quien justo hoy cumple diez años de haber partido de este mundo. De personalidad en apariencia ruda y altanera (curioso que en su frase mencione a la humildad), Garibay fue uno de los literatos mexicanos de escritura más intensa, pulida y perfecta. Hombre culto a más no poder, dueño también de un extraordinario don para la palabra hablada (cómo no recordar sus múltiples intervenciones en la televisión, cuando Canal 13 era una emisora oficial), don Ricardo me impactó siempre desde sus libros y sus trabajos periodísticos, especialmente en la revista Proceso (antes de que ésta se convirtiera lastimosamente en un medio propagandístico de la supuesta ultraizquierda). Crítico rabioso de la mala literatura y de la realidad socipolítica que le tocó vivir, escribidor y lector apasionado que sabía trasmitir sus conocimientos y sus gustos, artista de las letras que lo mismo escribía novelas prodigiosas que reportajes maravillosos en los que retrataba como nadie al habla popular (su serie de entrevistas al boxeador Rubén Olivares, Las glorias del gran Púas, son un hito del encuentro entre la literatura y el periodismo), segador implacable de la paja y los adornos escriturales (su estilo era austero, seco, muy influenciado por la novelística estadounidense del siglo veinte), Ricardo Garibay nunca se sintió intelectual y jamás formó parte de las mafias de escritores. Quizá por eso no se le recuerde y sus libros no sean hoy tan mencionados como los de otros literatos de mucho menor nivel que el suyo. Busquen los libros de este hombre nacido en Tulancingo, Hidalgo. Lean sus novelas (en especial las esplendorosas Beber un caliz y La casa que arde de noche), aprecien a un autor alejado del estilo híper recargado del realismo mágico. Diez años ya que se nos fue el maestro Garibay. Qué mejor homenaje podemos hacerle que leerlo, releerlo y difundirlo.
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2 comentarios:
La película del Milusos siempre ha sido de mis favoritas, y hasta ahora caigo que es de la autoría de Ricardo Garibay.
También recuerdo que hace muchos años, en una de esas desveladas viendo tele me tocó cachar la última parte de la película de Las glorias del gran Púas, y me llamó muchísimo la atención.
Es extraño porque nunca me he leído nada de él y ya me gustaba, sin conocerlo.
¿Hay alguna editorial que haya publicado la entrevista con el Púas?
Chido Don Hugo ! anotado pa´la lista de los que leeré cuando la pinche tesis me dé respiro. Saludos !
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