Juanito tomó su fusil*

Como el personaje de la legendaria novela de Dalton Trumbo, Juanito sigue rifle en mano y la Brugada (el sex symbol de los pejemaniacos) se encuentra cada vez más al borde de un ataque de nervios. Cual chica Almodóvar versión Iztapalapa, Clarita ya no siente lo duro sino el salpullido que le brota cada vez que escucha el nombre de Rafael Acosta, el delegado electo que, al contrario de las diputadas que cedieron obedientemente sus curules a sus suplentes (ajá), se niega a entregar un puesto que el hombre se ganó a pulso y por la fuerza de los votos.
Todo esto mientras el presidente Calderón trata de relanzar a su gobierno con diez propuestas y el Distrito Federal se vuelve un nuevo caos gracias a los simpáticos miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas que bloquearon al Anillo Periférico, con la tranquilidad de que las autoridades capitalinas nada iban a hacerles (cómo quisiera el delegado electo por Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi, recibir un trato parecido en estos momentos).
Pero volvamos a los diputados y diputadas que nos acaban de dejar a todos como perfectos y absolutos tontitos (Cuauhtémoc Blanco dixit). Lo que me encantó de este detallazo político fue que los suplentes de algunas de las legisladoras renunciantes eran nada menos que sus maridos, hermanos y cuñados. ¡Qué bonitas familias! Se ve que todas ellas están muy unidas y que se apoyan entre sí, no como las familias disfuncionales en las cuales campean el egoísmo y las rencillas. Por ejemplo, la diputada Kattia Garza (Partido Verde) le dejó su asiento en San Lázaro a su esposo, Guillermo Cueva, mientras que Ana María Rojas (PRI) le cedió su flamante curulita a su cuñao, Julián Nazar. Eso habla muy bien de estas personas, quienes representan con solidez a la solidaria esencia de la gran familia mexicana.
No nos desgarremos las vestiduras. No nos escandalicemos cual señoritas de pueblo. Digo, como si no supiéramos que la política nacional es un circo. Mejor sigamos con la diversión, ya que esto apenas empieza.

*Publicado hoy en mi columna ·Cámara húngara" de Milenio Diario.