lunes, 30 de noviembre de 2009

Definición de matrimonio*


Matrimonio, sustantivo. Estado o situación de una comunidad integrada por un amo, un ama y dos esclavos, que suman en total dos personas.

*Del Diccionario del diablo de Ambrose Bierce.

domingo, 29 de noviembre de 2009

¿Todo juego pasado fue mejor?*


Sería absurdo plantear que la manera como ahora juegan los niños -y aquellos que conservan un alma infantil (o infantiloide)- es mejor o peor que la que teníamos, en nuestros años tempranos, quienes nacimos de la década de los cincuenta hacia atrás. Sin embargo, existe un evidente rompimiento generacional en ese terreno, marcado sobre todo por la vertiginosa irrupción de la tecnología –en este caso la aplicada a los juguetes- de la década de los ochenta en adelante.
Nada tengo en contra de los cada vez más sofisticados juegos de video, los cuales son la dominante entre los niños, los jóvenes y los no tan jóvenes de hoy día. El que no me atraigan en absoluto y me parezcan terriblemente aburridos no es argumento suficiente para condenarlos. Tampoco el hecho de que no pueda entender la razón por la cual resultan tan fascinantes para millones de personas. La única objeción que tengo contra ese tipo de juguetes electrónicos o digitales (confieso mi ignorancia: no sé si son electrónicos o digitales o ambas cosas o ninguna de ellas) es la expresión corporal que muestran quienes los juegan. Esta expresión ocupa a todo el cuerpo (mismo que se tensa en forma por demás visible), pero se vuelve especialmente notoria en las manos y, sobre todo, en el rostro. En el caso de las manos, se transforman en terminales nerviosas cuyos gordos apéndices –los dedos pulgares- se mueven de manera frenética y angustiada. Pero es en la cara de sus practicantes donde más se refleja el efecto de estos instrumentos de presunta diversión. Yo no sé si ellos mismos se hayan visto alguna vez en el espejo mientras juegan lo que alguna vez fue Atari, luego Nintendo y más tarde una serie de marcas cuyos nombres jamás retengo, pero que se vuelven obsoletas cada determinado tiempo. Es esa mirada vacía la que me espanta. Esos ojos vacunos, fijos en una pantalla y que reflejan un estado de enajenación mental que no logro comprender. Es esa boca transformada en mueca grotesca (algunos sacan la lengua), son esos músculos faciales endurecidos por un estado de tensión que no consigue sino impresionarme. Es una expresión que vi en mis hijos cuando eran niños y que veo en algunos amigos ya treintones o cuarentones (y también, por cierto, en muchas amigas a la hora de sumergirse en sus teléfonos celulares para enviar misteriosos mensajes escritos).

Tal vez mis impresiones sobre los juegos de video sean muy superficiales y se deban a mi ignorancia sobre sus enormes virtudes. Puede ser. No obstante, dichos juegos me parecen parte de un embate tecnológico en contra de la cultura humanista y en favor del aislamiento y la fragmentación personales. Por supuesto que algunos fanáticos de estos instrumentos siguen siendo lectores (y hasta autores) de libros, pero representan una muy triste minoría. La gran masa adicta a los videogames no es precisamente aficionada a la lectura y vive en una alarmante desconexión con la realidad y las distintas maneras de interpretarla.
¿Entonces todo tiempo pasado fue mejor? No lo sé. Provengo de una generación cuya infancia se desarrolló sin juegos de video, internet, videocaseteras, cámaras digitales, discos compactos, DVD, televisión por cable o vía satélite, incluso en un principio sin televisión a color, cassettes de audio o radio en FM. Jugábamos carreteritas, vaqueritos, escondidillas, rondas infantiles, futbol callejero (“coladeritas”), juegos escritos (“Basta”, “Ahorcado”, “Gato”, “Timbiriche”), juegos de mesa (“Serpientes y escaleras”, “Oca”, “Lotería”, “Damas chinas”, “Turista”), en fin. Digamos que eran juegos sencillos y hasta limitados, pero que por lo mismo requerían un más amplio uso de la imaginación y poseían un mayor sentido lúdico y, debo decirlo, jamás vi una expresión de ausencia mental en los ojos de alguno de mis compañeros de juego.

*Texto publicado a mediados de 2005 en la revista Complot. Debo decir que sigo pensando lo mismo en un noventa por ciento.

sábado, 28 de noviembre de 2009

El PAN de Andrés Manuel*


Dicen que con su mitin del domingo pasado en el Zócalo defeño, Andrés Manuel López Obrador arrancó su campaña para (ahora sí) ganar la presidencia de la república en el fatídico 2012 de todas las profecías tan temido (sin albur). En realidad, el buen Lopitos no ha dejado de estar en campaña desde 2006 y por lo que se ve, seguirá en campaña en 2018, 2024, 2030 y así, hasta que el cuerpo aguante.
De lo que habló Don Peje ese día, no hay mayor novedad. Digo, en sus diez propuestas para salvar (vaya verbo tan mesiánico) a la Nación, el culto tabasqueño no hizo sino reciclar lo que ya había propuesto años atrás y que consiste en una mera lista de buenas y muy vagas intenciones, llena de palabras grandilocuentes y de una demagogia que nos transporta a las épocas del liberalismo juarista y del nacionalismo revolucionario priista. Nada nuevo y nada concreto, pues. Andrés Manuel está obsesionado con el poder de a de veras (no como el de su presidencia patito) y nunca se va a bajar de su terca mula.
Mientras tanto, el PRD empieza a desmoronarse y nuestra supuesta izquierda vuelve a dividirse con la famosa frase de “somos pocos pero sectarios”. Ruth Zavaleta se fue del partido amarillo y hay quienes ya la ven en el blanquiazul (“¿a qué hora sales al PAN?”, le preguntan algunos a la única perredista que se atrevió a desafiar al santo niño de Macuspana). La verdad, no creo que vaya a engrosar a las huestes panistas, sino que fundará una nueva organización izquierdosa que se sumará a tantas otras ya existentes. Mejor que apoye mañana domingo a Juanito, cuando se supone que el delegado con licencia por Iztapalapa asumirá de nuevo su puesto. Las cosas ahí se pueden poner de la Brugada.
Ah, el título de este artículo no se debe a que AMLO y Acción Nacional se vayan a aliar (a pesar de que el presidente Calderón ya le anda quitando sus banderas a aquél), sino a la simpática coincidencia de siglas entre ese partido y el Proyecto Alternativo de Nación de los pejistas, el PAN de Andrés Manuel.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 27 de noviembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

Algunas consideraciones acerca de Twitter


El fenómeno de Twitter ha rebasado al del resto de las redes sociales por internet, incluidas algunas tan populares como facebook o MySpace. No sé si se deba a su inmediatez o a lo conciso y rápido de sus mensajes, pero la manera como ha comenzado a influir en la vida cotidiana de millones de personas resulta impresionante. Aunque conozco a gente muy metida en la red que se niega a incorporarse a Twitter, creo que la mayoría terminará por hacerlo.
Yo manejo dos cuentas tuiteras: @hualgami (personal) y @lamoscaenlared (de la revista en línea) y entró diariamente para hacer comentarios y dar informaciones y también para ver lo que amigas, amigos, personalidades públicas y gente que no conozco escribe. Existe ya una especie de sociedad tuitera y hasta un top five por el que se pelean rabiosa y un tanto absurdamente personas que supondríamos sensatas.
Hay quienes han hecho de Twitter su propio sitio de popularidad (amigos y conocidos como Jairo Calixto Albarrán o Fedro Carlos Guillén cuentan con una enorme cantidad de seguidores, lo mismo que personajes del periodismo y la política como Federico Arreola, Gerardo Fernández Noroña, Roy Campos y hasta Juanito). No sé si les sirva para algo más que para mejorar su autoestima, pero hay algunos como Arreola a quienes veo obsesionadísimos con estar todo el tiempo en el primer lugar de ese top five.
Ya de una manera más amplia y generalizada, Twitter empieza a influir cada vez más en un importante sector de la opinión pública, en temas como el problema de Luz y Fuerza, la despenalización del aborto, el caso Iztapalapa, etcétera. Sin duda será un factor de influencia en el próximo proceso electoral y en las propias elecciones. Va a ser muy interesante observar el fenómeno, pero también estar adentro del mismo. Twitter llegó para quedarse..., al menos hasta que otra novedosa y muy imaginativa red social llegue para reemplazarlo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Reunión radial


El fin de semana pasado acudí a una junta general a las instalaciones de TuRadiOnLine, la estación por internet en la cual hacemos el programa de La Mosca en la Radio. Se nos plantearon varios asuntos y las perspectivas de crecimiento para el año que entra son muy buenas. Todo resultó muy agradable y los conductores de los diversos programas pudimos conocernos e intercambiar puntos de vista. En la foto que nos tomamos al final y que aquí les muestro estamos todos los ahí reunidos, entre ellos Ángel Sixtos y Lorna López, cabezas de la emisora y excelentes amigos.

PD: Por cierto, anoche no hubo programa moscoso. Se canceló por un problema que hubo en le estación. Lo haremos el próximo martes y estará dedicado al buen rock pop que se está haciendo en estos momentos, con música de gente como Air, Dan Black, Phoenix, Lily Allen, Petra Haden, Weezer, Brendan Benson, The Ting Ting et al.

martes, 24 de noviembre de 2009

Amigos y amantes*


“Debemos tener sexo para salvar nuestra amistad”.

Elaine Benes a Jerry Seinfeld.

En Seinfeld (capítulo “The Mango”).


Entre las peores palabras que una mujer le puede decir a un hombre -o viceversa-, se encuentran las que constituyen la fatal sentencia “Es que eres mi amigo”. Se trata de algo terrible, lapidario y casi siempre definitivo.
El tiempo y la experiencia me han llevado a la conclusión de que la relación ideal es la del amante-amigo. ¿Qué puede ser mejor que tener a una camarada a quien se ama (en todos los sentidos de la palabra) y por la que además se profesa una amistad a toda prueba? No me refiero a una novia o una esposa con la cual se haya establecido un “compromiso” (cualquier cosa que esto signifique), sino a una amiga de verdad. Ser amante de tus mejores amistades, sin afanes de propiedad o de exclusividad, me parece el estado ideal de las relaciones interiores.
Tengo la suerte de tratar con muchas mujeres y un denominador común en casi todas es la muy convencional idea de que, a como dé lugar, tienen que encontrar al hombre de su vida, ése que habrá de quedarse con ellas por siempre y que no las abandonará jamás. Si el tipo resulta un patán (como suele suceder) poco importa, con tal de que les otorgue la seguridad de no estar solas y de no mostrarse como "quedadas". Este sentir lo he descubierto incluso en jóvenes veinteañeras que se pasean por el mundo con patente de liberales y desprejuiciadas. Se encuentran secreta o abiertamente esperanzadas en la aparición de un príncipe azul que no habrá de llegar y al final terminan por entregar sus vidas al primer imbécil que promete bajarles -como dirían los clásicos- el cielo, la luna y las estrellas.
¿Está en la naturaleza femenina esa clase de expectativas? No lo creo. Más bien pienso que se trata de un convencionalismo social que se ha impuesto durante décadas, durante siglos incluso, y que la mayoría de las mujeres acaba por aceptar como algo inevitable. De ahí la existencia de tantas parejas mal habidas, infelices, frustradas…, aunque juntas (por fortuna no para siempre). Pero incluso cuando la cosa se tensa y se llega al rompimiento traumático (hay que ver cómo los procedimientos de divorcio se transforman en un infierno de egoísmos, odios y venganzas entre dos que estaban… enamorados), por alguna extraña razón las mujeres vuelven a abrigar la esperanza de dar –“ahora sí”- con el hombre ideal y vuelven a caer en el mismo pozo, al repetir un idéntico esquema.
Resulta cuando menos curioso, entonces, que esas mismas mujeres rechacen con tanta enjundia la posibilidad de ser más felices (o al menos menos infelices) mediante el sencillísimo expediente de renunciar al sentido de propiedad (es decir, a la idea de apoderarse de alguien o de que ese alguien se apodere de ellas) y aceptar que el verdadero amor es algo mucho más sencillo y libre y mucho menos elaborado y fantasioso.
Pongamos un ejemplo. Una mujer ha probado toda clase de fracasos con los diferentes sujetos con quienes ha sostenido relaciones “serias”. Despotrica contra los machos, los abomina, pero una y otra vez los busca para ser lastimada de nueva cuenta, en una masoquista espiral sin fin. Pues bien, esa misma mujer tiene uno o dos o más amigos con quienes se lleva de maravilla o con los cuales siempre se siente a gusto. ¿Por qué no profundizar y enriquecer esa amistad que nada pide a cambio con el ingrediente del amor sensual, del amor sexual? ¿No sería acaso la ecuación ideal: amistad más amor carnal, sin enamoramientos posesivos y desgastantes? La razón dice que sí, pero la reacción de la mayor parte de las mujeres es de horror ante semejante perspectiva. “¿Cómo voy a acostarme con mi mejor amigo?”, se dicen. “Dejaríamos de ser amigos”. Este es el punto en el cual me pierdo y no encuentro una explicación convincente. ¿Por qué mantener la separación entre la amistad y el sexo? ¿Por qué tantas mujeres prefieren tener sexo con personas dañinas y retroceden con espanto ante la posibilidad de tenerlo con quienes más amor y cariño les brindan, con quienes realmente se preocupan por ellas? ¿Por qué sostener el prejuicio de que el sexo acabaría con la amistad y no vislumbrar la probabilidad de que las cosas sean exactamente al revés y la amistad se vea potencializada al máximo? ¿No será que en el fondo del subconsciente colectivo persiste el arquetipo del sexo como algo sucio y pecaminoso y, de manera inconsciente, se cree que al mezclarlo con la amistad ésta quedaría manchada?
En fin, son las irracionalidades de las relaciones interiores, irracionalidades que una sociedad moralina e hipócrita, enemiga del verdadero amor, nos inyecta y nos hace absorber hasta el tuétano. “Ama a quien no lo merece y niégale tu amor a quien con sinceridad te quiere”. Esa parece ser la consigna y hay millones de mujeres y hombres que la siguen con absoluta ceguera en su largo y sinuoso camino hacia el despeñadero del desamor eterno.

*Publicado en La Mosca en la Pared y en este blog (julio 22 de 2007)

lunes, 23 de noviembre de 2009

De las ventajas de ser amante*


“You can't call it cheatin'/ 'cause she reminds me of you”.
Gin Blossoms.


A fuerza de recibir guantazos de las personas a quienes se ama, uno termina por cansarse de ser siempre el damnificado, el inmolado, la víctima propiciatoria de la película. Agota, agobia, harta jugar el papelito (el papelazo) del engañado, del burlado, del pisoteado. La autoestima se va por los suelos, el amor propio desaparece cada vez que uno permite que la otra persona lo humille mediante el expediente de la infidelidad.
Experto como he sido a lo largo de mi vida en el fino arte de servir de punching bag para la diversión de más de dos mujeres con vocación de rudas, he decidido romper con el enfermizo círculo vicioso en el cual he vivido durante muchos años, para abandonar el rol pasivo de quien ve con angustia cómo el ser amado le embarra en la cara a sus amasios. La fórmula es tan simple y tan sencilla, tan obvia que me avergüenza no haberla descubierto antes.
En una relación, esencialmente no hay más que dos sopas: ser el esposo, el novio, el “compañero”, la pareja oficial… o ser el amante. Si se elige el primer aspecto, lo más probable es que con el tiempo se termine por padecer las infidelidades y deslealtades de su media naranja. Será uno el clásico cornudo y la verdad, lo digo por experiencia, resulta muy doloroso.
En cambio, si se opta por la segunda alternativa, la de ser el o la amante, las cosas cambian sobremanera. Por principio de cuentas, uno llega a una relación ya establecida y sabe a qué le tira. Se acepta que la persona a amar ya tiene a alguien a su lado y al aceptarlo, se dejan de sentir cosas tan horrendas y desgastantes como los celos, la desconfianza, la incertidumbre, la zozobra, sentimientos y sensaciones que desembocan en amarguras, tristezas, angustias mil. La situación resulta por tanto mucho más saludable. Cínica, sí, pero saludable.
Lo importante es, sin embargo, no llevar el enamoramiento al otro lado. Un amante no sólo puede amar: debe amar a su pareja clandestina. Lo que no debe permitir es convertirse en un nuevo novio, en un segundo esposo. Eso tiraría todo por la borda, ya que acabaría por tener celos del compañero legítimo de su amada (o amado, según sea el caso) y todo se derrumbaría con estrépito. De ahí la importancia que reviste el tener plena conciencia de que se es amante y que de ahí no se debe mover. ¿Para qué moverse, si como amante uno puede desbordarse, regodearse, apasionarse, combinar con sabiduría el amor con el sexo, sin limitaciones y sin pudor alguno?
Si el peor enemigo en una relación de pareja es la rutina, el amante tiene la ventaja de no convivir a diario con la persona amada. Nada de que si dejó abierta la puerta del baño, nada de que si no le jaló al excusado o mojó la tapa del mismo, nada de que si deja regados los calcetines en el suelo o que si no aprieta bien el tubo de la pasta de dientes o que si permite que los platos y vasos sucios se acumulen en el fregadero de la cocina. El amante puede evadir todo eso y dedicarse con los cinco sentidos al arte exquisito de la seducción, de la persuasión, de los juegos eróticos, de la más deliciosa promiscuidad sin culpas.
El secreto es no exigir compromisos. El único lazo que debe unir a los amantes es el del presente, el del momento que se vive, el de los instantes –breves o prolongados- que se pasan juntos, deleitablemente juntos, sin pensar en el futuro, sin tratar de atar al otro, sin intentar capturarlo. Dos amantes deben ser dos individualidades que se funden sola y únicamente en forma efímera, así esa calidad efímera dure semanas, meses o años.
Ser amante de una, de dos, de cinco o de diez parejas (depende de la capacidad amatoria y del tiempo disponible de cada quien) no es cuestión de moralidad sino, simplemente, de pasarse al lado de quienes deciden dejar de ser mártires de las relaciones sentimentales. Incluso, ser un buen amador y hacer que las amantes se sientan satisfechas, complacidas, gozosas, puede hacer que éstas lleven una mejor relación con sus parejas oficiales. Es una labor de buenos samaritanos que hasta debería ser agradecida. Pero lo más importante es que se trata de quererse a uno mismo y a partir de ahí proporcionar, repartir con generoso afán ese amor entre otras personas que lo necesitan y que desean alejarse de sus grises y rutinarias vidas maritales.
Ser o no ser cornudo. Ser o no ser cornador. He ahí los dos dilemas.

*A últimas fechas, con algunas personas que he platicado ha salido a flote el tema del amor, del enamoramiento, de la fidelidad, de la infidelidad, etcétera. Aunque pronto escribiré algo nuevo al respecto, he decidido republicar este texto que alguna vez salió en La Mosca en la Pared y que ya había subido a este mismo blog hace más de dos años (el 10 de julio de 2007, para ser exactos). Para quienes no lo leyeron entonces o para quienes gusten releerlo y comentarlo, helo aquí otra vez (mañana: "Amigos y amantes", en nueva republicación).

domingo, 22 de noviembre de 2009

Tres fotos

Son del genial fotógrafo japonés Rikki Kasso, de su blog Tokyo Undressed (http://tokyoundressed.blogspot.com/). Sólo disfrútenlas y luego visiten el sitio.


sábado, 21 de noviembre de 2009

El PAN y la mano de Dieu


Ahora resulta que todos somos puros e inmaculados. De México a Francia y de Sonora a Yucatán, el 99.99 por ciento de los ciudadanos del mundo (o al menos aquellos a quienes nos interesa el juego del hombre) nos desgarramos las vestiduras cuales damiselas panistas en peligro de perder la virginidad y ponemos el grito en el cielo por esa jugada de habilísima picardía canchera que realizó el gran jugador Thierry Henry para dar el pase al Mundial de Sudáfrica a su equipo nacional, la selección de Francia.
Digo, uno está de acuerdo con aquello del fair play y demás rollos futboleros de buena conducta, pero eso de satanizar a un crack como el delantero del Barcelona por hacer lo que tantos han hecho antes (desde Diego Armando Maradona con su famosa mano de Dios hasta Lionel Messi no hace mucho con el propio Barça) suena más a vulgar hipocresía y a eso que los doctos llaman doble moral. Lo que hizo Henry, en un acto de desesperación, al ver que su equipo, el de los entrañables bleus, estaba a punto de ser eliminado por la tosuda selección de Irlanda, fue puro instinto pambolero y cualquiera que alguna vez haya jugado al fut, aunque sea coladeritas en la calle, lo puede entender.
Pero ahí están comentaristas, articulistas y hasta políticos de todas partes, en unánime condena pública contra el “tramposo” que, ¡ay!, se atrevió a acomodarse el balón con la mano antes de dar el centro letal que su compañero William Gallas convirtió en el gol que dio a la France su pase al campeonato del mundo.
Están peor que quienes condenan a los de Acción Nacional (nuestros bleus) por iniciar una campaña de afiliación para tratar de engrosar a su raquítica nómina de militantes. Ya algunos pejistas hasta los quisieron correr del Zócalo, nomás por su pinta de juniors que portan tenis Louis Vuitton como los que usa Andresito.
Pura doble moral, pues, que no entiende que ante la mano de Dieu, los bleus, aunque sean del PAN, también tienen derecho a salir a las calles.
Vive la France!

viernes, 20 de noviembre de 2009

Poetisa


En ocasiones, la corrección política toma tales dimensiones que se hunde en lo francamente ridículo. Un ejemplo es el de la palabra poetisa, la cual no es sino el femenino de poeta y que desde hace tiempo, por pruritos feministas y progres, bastante absurdos y sin fundamento lingüistico, ha sido proscrita al ser considerada como despectiva, discriminatoria y atentatoria contra la equidad de género. La ignorancia hace que las cosas se confundan, ya que existe un término despectivo para la palabra poeta y esa es poetastro. Poetisa resulta perfectamente correcta, como profetisa o sacerdotisa. Dejar de usarla y hablar de una mujer poeta será muy políticamente correcto, pero también muy idiomáticamente estúpido.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Fedro Carlos Guillén y los efectos de soñar con Rocío Dúrcal*


Conocí a Fedro Carlos Guillén a mediados de los años noventa, cuando ambos colaborábamos en las páginas de la por ese entonces espléndida sección cultural del diario El Financiero y desde esa época mantenemos una muy grata y muy divertida amistad. A ambos nos otorgó Víctor Roura la oportunidad de estar en dicha sección… y a ambos nos forzó a salir de la misma –aunque en épocas distintas–, con sus ya tradicionales y muy peculiares (¿malos?) modos. Cuando por esos tiempos surgió La Mosca en la Pared, invité a Fedro a colaborar y empezó a escribir su columna “Deshuesadero” que hoy publica en La Mosca en la Red. Con él es la siguiente entrevista. El pretexto: la publicación de su primera novela, Soñé con Rocío Dúrcal (Random House Mondadori. Colección Debolsillo. 2009. 214 pp). Veamos lo que surgió de la charla, llevada a cabo un reciente mediodía soleado en un lugar donde se detuvo el tiempo: la entrañable nevería Chiandoni de la colonia Nápoles.

En principio, debo decirte que hay algo que no me gustó de tu novela: pensé que iba a tratar sobre Rocío Dúrcal y apenas hay una mencioncita a ella en el libro.
¡Ja, ja, ja, ja! En realidad hay dos menciones: una en el título y otra en el capítulo uno. Fíjate que en un principio la novela no se iba a llamar Soñé con Rocío Dúrcal. Originalmente llegué con mi editor, Andrés Ramírez, con otra propuesta de título que por supuesto no le gustó. Me pidió un nuevo nombre y entonces se me ocurrió lo de Soñé con Rocío Dúrcal que es un título juguetón, lúdico, provocador, como lo es el espíritu de la novela, y así se quedó. Pero no se vayan con la finta: no se trata de la biografía no autorizada de Rocío Dúrcal ni mucho menos.
Dentro de la novela está entonces la otra mención a la cantante española.
Sí, porque al principio del libro el personaje principal (Javier Clausell) y sus amigos se van de farra y hablan de las mujeres que nunca serán suyas y el más idiota propone a Rocío Dúrcal, lo abuchean y esa noche el protagonista sueña con ella. Esa es la razón del título.
¿Cómo se llamaba originalmente entonces, se puede saber?
El nombre era Vivir o navegar.
No, pues sí está mejor lo de Rocío Dúrcal.
¡Ja, ja, ja, ja!
¿Por qué después de tantos años de escribir y con varios libros editados, hasta ahora publicas tu primera novela?
Es un asunto de madurez. Yo empecé haciendo textos en periódicos hace dos décadas, cuando tenía treinta años de edad. Proseguí con ensayos, crónicas, cuentos. Finalmente sentí que este era el momento en que estaba suficientemente maduro para escribir una historia de largo aliento. La novela tiene una especificidad técnica, diferencias con otros géneros. Es el universo de la ficción, no hay más que la imaginación y el dominio de los personajes y sus personalidades. Sentí que estaba ya maduro para eso y la escribí, aunque probablemente sea el autor de primera novela más viejo del mundo.

Conociendo cómo escribes, al leer la novela me sorprendió un poco que la trama sea un thriller, una especie de El Código Da Vinci en versión mexicana, en lugar de una narración más humorística.
La novela es un registro de obsesiones y yo tengo muchas. De niño fui un devoto lector del género de misterio: de Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, inclusive Agatha Christie. Por otro lado, tengo una obsesión por la historia y por la ciencia, aunque también por la ligereza al escribir. Entonces, Soñé con Rocío Dúrcal juega con todas esas obsesiones. Sin embargo, de origen no pensé hacer un thriller. De algún modo se dio así. Respecto al humor, es una constante en todo lo que yo escribo y, no obstante, la novela tiene momentos muy oscuros que me parecieron contrapesos necesarios para que el resultado no fuera un chacoteo. Mi tendencia natural es jugar con las palabras, ser irreverente, y en este caso tuve que disciplinarme para cambiar mi estilo y que la novela quedara balanceada.
El personaje que me pareció más logrado en todos sentidos es el de Nahui, la compañera sentimental de Javier. ¿Está inspirada en alguna mujer real?
Debo decirte que hay un grupo casi unánime que considera a Nahui como su personaje favorito de la novela, el más entrañable. Como el resto de los personajes, ella tiene pizcas de gente que he conocido por aquí y por allá. El perfil de Nahui para mí es muy definible: es una mujer demente, asertiva, aventurera, emocional, una mujer que se puede vestir como Amalia Hernández, que es abajofirmante, etcétera. Conozco a muchas mujeres así y me pareció un contrapeso contra la pachorra del protagonista principal que es un publicista al que le va bien, un yuppie que está muy cómodo y que necesita que alguien lo jale. ¿Quién lo jala? Pues Nahui… y lo jala hacia un mundo al que Javier no se quiere meter ni drogado pero al que ella lo va arrastrando y él se da cuenta de que vale la pena jugarse ese riesgo.
En realidad, los personajes femeninos son lo mejor de la novela, porque están también la mamá de Javier y su secretaria ya entrada en años.
La mamá del protagonista es mi madre, quien ya falleció. Mi madre estaba loca, pero era una loca maravillosa. El personaje es un retrato cabal de mi difunta madre, quien hacía las mismas cosas que hace la señora de la novela. Hace poco, alguien me preguntó si soy misógino, dado que los tres personajes femeninos del libro –y aquí sumo a Rosita, la secretaria– están medio locas. Le contesté que por supuesto que no. De hecho, las tres son entrañables, son simpáticas, son divertidas. Rosita es el retrato de una secretaria que conocí y que no embonaba en el lugar donde trabajaba, pero que era muy querida. En la novela, Rosita labora en una agencia de publicidad, donde lo normal es ver a mujeres de tetas operadas, súper jóvenes, y ella es una vieja loca que se pone sombreros con racimos de uvas, es respondona, es altiva, pero muy querible por el protagonista.

En ese sentido entonces, ¿hasta qué punto Javier es tu alter ego?
Ahí están las opiniones divididas. Hay quien dice que soy yo y hay quien dice que nada tiene que ver conmigo. Pero difícilmente podría no tener que ver conmigo, porque expresa opiniones que yo expreso, pero lo que nos diferencia en gran medida es esa certidumbre, esa necesidad de no aventurarse, ese confort que él busca siempre y que yo nunca he buscado en mi vida. Sin embargo, el peso de la novela está en Nahui y no en Javier.
La novela tiene ámbitos internacionales y ámbitos históricos también: la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi, las ciudades europeas… ¿Qué tanto tuviste que documentarte?
Tengo algo que no sé si es ventaja o desventura y que es el hecho de haber estudiado ciencia. Entonces, estoy más o menos entrenado para documentar la información que busco. Absolutamente todo lo que está en la novela es exacto. Las ciudades que se plantean existen, la invasión de los nazis a Francia fue real, todas las fechas coinciden. Por ejemplo, me documenté ampliamente sobre Heilbronn y en mi vida he estado ahí. Vi planos de la ciudad, del río, de sus puentes. En fin, sí hay un fuerte trabajo documental aunque, claro, con un conocimiento previo. El resto es imaginación pura.
¿Hay en el libro algún personaje totalmente ficticio?
Estrictamente ficticio hay uno solo: Gabriel Abelzansky, el agente argentino. Me parecía que necesitaba a un personaje de acción, porque los otros son una bola de pazguatos que se están metiendo en un lío. Entonces surgió este tipo seguro de sí mismo, quien sabe el terreno que pisa, un sujeto con buena entraña pero implacable, duro, que va a lo que va y si algo se le pone enfrente, lo elimina. Abelzansky es absoluta ficción, no conozco a alguien así y no sé si me gustaría conocerlo. En el resto de los personajes masculinos sí hay trazos de gente conocida.
El final es abierto. ¿Significa que habrá una segunda parte de Soñé con Rocío Dúrcal?
Ya me lo han pedido, mas por el momento no me interesa hacerlo. Ahorita estoy enfocado en mi segunda novela que espero aparezca el año próximo y que es muy diferente a Soñé con Rocío Durcal. En cuanto a lo del final, es posiblemente lo que más pensé a lo largo del proceso de escritura. Me devané los sesos para buscar el desenlace y terminé por entender, aunque parezca frase de tarjeta de Sanborns, que lo importante es el recorrido y no el destino al que se quiere llegar. Lo que cuenta son las historias. Por eso me pareció correcto dejar el final abierto. Cerrarlo me sometía a muchos riesgos, el más grave: que se me asociara con Dan Brown, cosa que ni de broma quiero. Quise que la trama se mantuviera por sí misma, que lo importante fuese, por ejemplo, la transformación que sufre Javier, de ser un hombre inseguro a convertirse en un individuo enamorado y firme o las relaciones que se van estableciendo entre todos los personajes. Eso es lo esencial y no haberme sacado de la manga un final jalado de los pelos.

*Entrevista publicada originalmente en el sitio La Mosca en la Red.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Entrevista con Rulo


Lo entrevisté hoy por la tarde, en un café frente al Parque México, en la Condesa. Fue una charla muy grata y reveladora, aunque como siempre pasa, las mejores cosas se dijeron una vez que apagué la grabadora. De todos modos, muy pronto podrán leer en La Mosca en la Red lo que el conductor de Reactor me dijo. Estén pendientes.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Con Denisse y Liliana


La foto nos la tomó el buen Chava Rock, la noche de la presentación de la película de Botellita de Jerez en la Cineteca Nacional. Aparezco en medio de Denisse y de Liliana Guevara, grande y adorable amiga mía, quien fuera fotógrafa de La Mosca en la Pared en su primera etapa y también corista de Los Pechos Privilegiados en su versión inicial, en 1994. Nos vemos poco pero la amistad se conserva. Por cierto, Liliana es hermana de Ivonne Guevara, una de las integrantes de Flans.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Triple celebración


Hoy, día 15 de noviembre de 2009, tengo tres cosas que celebrar:

1. El cumpleaños veintisiete de mi hijo mayor, Mario Alain, a quien amo con toda mi alma y con el que por fortuna mantengo una relación estupenda (lo mismo puedo decir, claro, de mi hijo Jan Sebastián).

2. El un-año-un-mes que cumplo con Denisse. Trece meses felices, tranquilos y llenos de amor y sonrisas.

3. Los cuarenta años exactos del día en el cual compuse mi primera canción, el 15 de noviembre de 1969. Fue un rockcito (je) en inglés llamado "Please Be True". Tenía yo catorce años, vivía en Tlalpan y fue la primera de casi setecientas composiciones que tengo hasta la fecha (la más reciente: "Indescriptible", escrita apenas el 27 de septiembre pasado). Así pues, ya tengo cuatro exactas décadas como compositor.

sábado, 14 de noviembre de 2009

De abucheos y otros bochornos*


Creo que el primer presidente mexicano abucheado en un estadio fue Gustavo Díaz Ordaz (tan mono él), al inaugurar el Mundial de fut de 1970. Le siguió Miguel de la Madrid, en aquel inolvidable buuuu colectivo del partido inaugural del Campeonato del Mundo de 1986. Ambos casos se dieron en el Estadio Azteca y en medio de más de cien mil gritantes.
Lo que le sucedió el miércoles pasado al presidente Calderón fue algo similar, aunque en chaparrita escala. El estadio esta vez no fue el Azteca, sino el flamante Territorio Santos Modelo de Torreón, inmueble que ese día se inauguraba y que tiene un aforo de treinta mil espectadores, por lo que los decibeles del abucheo para el preciso fueron un poco menores a los que padecieron sus dos antecesores. Eso en lo cuantitativo, porque en lo cualitativo significó exactamente lo mismo: una desaprobación del personaje de marras.
¿Cómo es que hasta hace no mucho tiempo Felipe Calderón, según las encuestas, gozaba de una popularidad superior al sesenta por ciento y hoy se encuentra muy por debajo de eso? La respuesta es obvia: en lo inmediato, por su política económica; en lo mediato, por su afán de lanzarse a una guerra contra el narco que ha demostrado su inutilidad y sus contraproducentes resultados.
Ahora que gente como Jorge G. Castañeda y hasta el mismísimo ex presidente Vicente Fox critican esa decisión –que esta humilde columna cuestionó hace más de dos años (ver mi texto “El narcoapocalipsis”; mayo 19, 2007) –, me parece que es hora de que el presidente reconsidere su estrategia de darle palos al avispero y busque otras soluciones más inteligentes y ajenas a la salvaje violencia cotidiana en la que se encuentra sumido el país.
Tal vez el miércoles pasado no fue abucheado por eso (aunque Torreón es una plaza lastimada por la brutalidad de esta guerra) sino por su política económica, pero de no cambiar el rumbo de su combate contra el crimen organizado, al final de su mandato el presidente Calderón podría recibir algo mucho peor: el abucheo de más de cien millones de mexicanos.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

jueves, 12 de noviembre de 2009

El curso de redacción (todos los detalles)


La Mosca en la Red y Baktun, Arte y Cultura anuncian la realización del curso de redacción, con énfasis en el periodismo de música en general y de rock en particular, que impartirá Hugo García Michel, director de La Mosca, a partir del próximo lunes 23 de noviembre.

El curso constará de 16 sesiones de dos horas cada una, los lunes y miércoles, de 5 a 7 de la tarde, y se llevará a cabo en las instalaciones de Baktun, Arte y Cultura, ubicadas en Alfonso Reyes No. 131-2, casi esquina con Tamaulipas, colonia Condesa, México, DF.

Durante el curso –basado en el Manual de redacción y estilo de La Mosca–, se trabajará en las cuestiones básicas de una correcta redacción (ortografía, sintaxis, estilo, buen uso del idioma) y su empleo práctico en los diferentes géneros periodísticos (la entrevista, la crónica, la reseña, la crítica, los artículos de opinión, etcétera).
Como incentivo, al menos los tres mejores alumnos recibirán la oportunidad de colaborar en el sitio virtual La Mosca en la Red.

Cupo limitado a 20 personas.

Costo del curso: 2 mil pesos más 300 pesos de inscripción (puede pagarse en dos entregas de mil pesos cada una).

No se cobrará inscripción a quien lleve a inscribir a otra persona.

Informes de 11 a 19 hrs., en las oficinas de Baktun, Arte y Cultura o en los teléfonos 4171-0421 y 4168-1022

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Algo sobre las redes sociales


Hasta antes de 2006, me resistía absolutamente a integrarme a las llamadas redes sociales por entonces existentes en internet. Me parecían una tontería, una inutilidad, una soberana pérdida de tiempo. Sólo usaba mi correo electrónico y prácticamente nunca me metía a Messenger. Amigos como Verónica Maza y Juan Óscar Alsina me insistían sobre las conveniencias de esas redes, pero yo nada más me negaba a entrarle. Hasta que finalmente cedí y me metí primero a MySpace y luego (por instancias de Paulina Chávez) a Hi-5. ¿Me arrepiento? No, en absoluto. Gracias a MySpace conocí a algunas de mis mejores amigas actuales, quienes en su mayoría han resultado maravillosas personas. Por eso, más adelante abrí este blog (y luego otros cuatro) y le entré a facebook y, más recientemente, a tweeter. Hoy entiendo el uso estupendo que tienen estos medios para comunicarse con mucha gente y para difundir ideas, experiencias o actividades. Se me han vuelto una herramienta imprescindible a la cual acudo a diario. Claro que hay muchos que emplean a las redes sociales para cosas bastante bobas (todos hemos caído en eso alguna vez, mas hay quienes exageran), pero también constituyen un medio invaluable si se les utiliza con inteligencia. La verdad es que hoy no me imagino ajeno a las redes de la web y comprendo lo absurdo que resulta negarse a usarlas por pruritos tan idiotas como los que en algún momento me hacían también negarme a tener un teléfono celular. Telarañas en la mente creo que les dicen.

martes, 10 de noviembre de 2009

La Mosca en la Radio y el muro de Berlín


Este es el programa de hoy, dedicado a Berlín y con la música del álbum Berlín (en su versión en concierto) de Lou Reed. Hay un problema con el micrófono de la voz durante los primeros minutos, pero luego se compone y transcurre sin broncas.

zSHARE - La Mosca en la Radio 16.mp3

lunes, 9 de noviembre de 2009

Entrevista al monero Hernández*


¿Cómo te iniciaste, por qué ser monero?
Fíjate que hoy en la tarde me di cuenta de que este mes cumplo quince años como monero, precisamente. Empecé en 1994. Para entonces, ya llevaba algunos años de hacer ilustración en caricatura. Estudié pintura en San Carlos y mientras estudiaba, iba a redacciones de periódicos y de revistas a pedir chamba de ilustrador. Pero fue en el 94 cuando empecé a hacer cartón por gusto. Ese fue un año importante, porque fue el último del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el año del surgimiento del zapatismo. Ese año hubo elecciones, mataron a Luis Donaldo Colosio, el Atlante se fue a segunda división, nació La Mosca y nació también una revista que se llamó El Chahuistle, misma que dirigía Rius junto con Antonio Helguera. Me gustó mucho esa revista y quise colaborar en ella. Me aceptaron y me acuerdo que hicimos algunos números sobre Colosio. En aquel momento su campaña no levantaba, porque estaba lo de Chiapas y Manuel Camacho Solís acaparaba los reflectores. Entonces me puse a hacer una historieta que era una parodia de Rescate 911, en la que Colosio pedía que lo rescataran para salvar su campaña, pero todavía no terminaba yo esa historieta cuando lo mataron. Obviamente no salió publicada. Lo primero que apareció mío fue un Salinitas con ropita para recortar y vestir. Ver mi trabajo en El Chahuistle para mí fue increíble, porque era estar al lado de Rius, a quien tanto admiraba y leía.

¿Quiénes estaban aparte de Rius?
Los directores eran Rius, El Fisgón y Helguera. Había muchos colaboradores que incluso ahora ya no hacen caricatura, como Damián Ortega, quien ahora es un gran artista conceptual. Él hacía una historieta muy completa. Estaban también Jis y Trino, claro. De hecho, la idea de El Chahuistle era retomar la tradición de La Garrapata. La revista duró hasta 1995. Por septiembre de ese año, decidimos salirnos de Posada, la editorial que la editaba, porque sus dueños se agandallaron el nombre de la publicación. Cuando nos fuimos, siguieron sacando un Chahuistle apócrifo y nosotros hicimos otra revista. No podíamos utilizar el mismo nombre, porque estaba registrado por ellos, y pensamos en otro que se le pareciera y ese fue El Chamuco que apareció en 1996.


¿También colaborabas en otros medios?
Desde el 97 participé en Milenio, en la revista, y en el 2000 empecé a hacer un cartón diario, ya en el periódico. Dibujar un cartón diario es una cosa distinta, algo que tiene sus características propias, y así estuve hasta el 2005 que salí de Milenio y me fui a La Jornada y Proceso. En el 2007 volvimos a sacar El Chamuco, lo resucitamos después del fraude electoral.

¿El Chamuco tiene dirección colectiva?
Sí, desde la primera época es una dirección colectiva. Somos cinco hijos del averno: Rius, El Fisgón, Helguera, Patricio y yo. La revista se hace de milagro, como Dios nos da a entender. Si bien los cinco somos como los directores, cada quién hace lo que quiere, incluidos los colaboradores. No hay una línea editorial. Bueno, sí la hay, porque obviamente somos periodistas con una filiación muy clara de izquierda y quienes se acercan para colaborar lo hacen por que existe esa coincidencia. Pero igual, no importa. Por ejemplo, con las recientes elecciones, en algunas páginas habíamos quienes estábamos en contra de esa cosa del voto nulo y había otros que lo defendían a capa y espada. Entonces, dentro de las páginas de la revista se dio un debate interesante.

¿Cómo haces para idear un cartón diario, para sintetizar en un dibujo toda una idea? ¿No es como para enloquecer?
Pues sí. Yo estuve seis años sin hacer cartón diario que era lo que quería. Ahora lo hago desde el 2000. En Milenio era de lunes a viernes y en La Jornada es de domingo a jueves. Lo que hacía antes eran cosas para El Chamuco, que es quincenal, y para la revista Milenio Semanal. La de ahorita es una periodicidad distinta y te obliga a ver las cosas de manera distinta. Mucha gente piensa que hacer monos y pensar chistes es facilísimo y más con la política que padecemos, en la que los políticos ya vienen hechos caricatura desde antes y hasta dicen chistes, así sean involuntarios. Uno de los recursos humorísticos de la caricatura es la exageración y llevar las cosas al extremo, pero esta gente que está en el poder -no nada más los políticos, también el clero, los empresarios- ya es tan absurda y lleva su absurdo tan al extremo que más bien pareciera que lo que nosotros tenemos que hacer es ponerle coherencia a eso. Por eso se cree que es una labor fácil, pero no. Realmente es una cuestión complicada. La caricatura es algo que no se estudia. No hay escuelas de caricatura. Sin embargo, es un género periodístico y además debes tener nociones de dibujo, de composición, de perspectiva, pero también de teoría política, de sociología, de recursos del humor, estar siempre al día. No es tan sencillo, pues, pero finalmente uno va creando una dinámica extraña, como que ya está uno en automático y ya tiene uno ciertas mañas, ciartos recursos que lo facilitan. Pero sí: cada día sufro mucho, sobre todo en el momento de sentarme a pensar la idea.


¿Qué vale más: la idea o su realización?
Lo ideal es mantener un nivel mínimo de calidad en tu trabajo. Yo prefiero sacrificar el humor por la precisión gráfica; además, siento que me cuesta mucho trabajo ser un buen humorista. Hay colegas que envidio mucho, como El Fisgón o Trino, que hacen cosas chistosísimas. Patricio hace un humor impresionante, pero a mí se me complica. Entonces, trato de contrarrestar esa falla con ser muy preciso y muy salvaje en la crítica. Tengo en la mente siempre a un caricaturista inglés, Gerald Scarfe, el que hizo los diseños de Pink Floyd, The Wall. La caligrafía de Pink Floyd, The Wall es su letra. Se trata de un extraordinario caricaturista, un exponente del humor inglés sin concesiones. Hay una caricatura que hizo de Margaret Thatcher, antes de que ésta fuera primera ministra, cuando era líder del partido conservador, en la que aparece como una perra que defeca y la caca es su contrincante para líder de dicho partido. Se trata de una caricatura muy salvaje. Siempre lo tengo en mente y me gustaría que en México llegáramos a esos niveles de crítica.

¿Por qué no se puede hacer aquí? ¿Hay censura o autocensura?
Porque los directores de todos lados -bueno, menos de El Chamuco, ahí sí publicamos cualquier cantidad de barbaridades- no lo permiten. En los años setenta, había tres cosas prohibidas para los caricaturistas: no se podía hacer cartones sobre el presidente de la república, sobre la virgen de Guadalupe y sobre el ejército. Hoy eso ha cambiado, pero persisten elementos que son más complicados de tocar, como los sectores donde está el verdadero poder. Nadie se mete con Carlos Slim y hasta hace poco era imposible hacer una crítica al padre Maciel, porque muchos grandes empresarios eran amigos suyos. Difícilmente uno puede criticar no sólo a Emilio Azcarraga, sino incluso a Joaquín López Dóriga o a Carlos Loret de Mola. Eso por un lado. Por el otro, he visto que hay otros elementos que ya no por presiones del poder, sino por una especie de autocensura que no comparto, pero que es un común denominador en los medios, no es fácil publicar. Me refiero a cartones con referencias sexuales o escatológicas. Tengo cartones con connotaciones sexuales que me gustan mucho y creo que son muy válidos, pero que no puedo publicar. En La Jornada es muy difícil. Lo mismo en Proceso. Cuidan mucho el llamado buen gusto. Si algo es de mal gusto, puede constituir una ofensa para los lectores. Lo entiendo. Afortunadamente, para eso tenemos El Chamuco.

Esto en lo que toca a medios impresos, ¿pero en medios como internet?
Ahí sí. Internet es tierra de nadie y puedes hacer lo que quieras. De hecho, por eso me dieron ganas de tener mi página en la red (http://www.monerohernandez.com.mx/). Ya tengo bastantes años con ella. El blog es más reciente, tiene poco más de un año, pero la página lleva como seis. La idea era sacar cartones muy salvajes que en los medios impresos no se iban a publicar. Por ejemplo, hay uno de Vicente Fox. Está sentado en la silla presidencial, con tremendos huevotes que le llegan al piso, mientras se rasca y dice: “Y va a haber mayor flexibilidad”. Hice otro que empezó a circular en internet y le pusieron “Los perros de Televisa” que era Azcárraga con una jauría de canes muy curiosos que eran López Dóriga, Loret de Mola, Denise Maerker, Brozo, Adela Micha. Lo malo es que el porcentaje de gente que se mete a internet es todavía muy pequeño. Sin embargo, creo que es necesario y deber de nosotros ir abriendo espacios donde podamos decir algo que no sea lo que los poderosos dicen. Me cuestionan mucho mi lopezobradorismo, pero finalmente la de Andrés Manuel es una voz distinta al grueso de las que se escuchan.

¿Se puede ser caricaturista político y al mismo tiempo ser (lo que algunos llaman) objetivo?
Desde hace tiempo existe la idea de que los que ejercemos la crítica, desde los caricaturistas hasta los analistas, debemos ser objetivos, imparciales. Yo no estoy de acuerdo, eso no existe. Además, no podemos ser equilibrados. ¿Cómo vamos a ser equilibrados ante una realidad totalmente desequilibrada? De hecho, pienso que lo que más vale es que tenemos una posición muy clara. A mí sí me pueden acusar de parcial.

*Publicada originalmente en La Mosca en la Red. Ilustraciones: Hernández.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Un domingo en Coyoacán


Hacía mucho tiempo (años, literalmente) que no iba en domingo a Coyoacán. Esta vez fui porque acompañé a Denisse a ver una obra infantil en La Casa del Teatro (A que no adivinas) que resultó la mar de divertida y muy recomendable por si tienen hijos, sobrinos o hermanitos y los quieren llevar (las funciones son sábados y domingos a las doce del día y el lugar está frente a la Plaza de la Conchita). Denisse me presentó a una compañera suya de la escuela. Salimos y nos fuimos caminando los dos hacia el centro coyoacanero. Al pasar frente al Museo de Culturas Populares, nos metimos a ver la ofrenda que ahí pusieron, dedicada entre otros a ese gran cantautor que fue Marcial Alejandro, a quien conocí desde mi época de militante de izquierda, en los setenta, cuando ambos pertenecíamos al Partido Mexicano de los Trabajadores y él tocaba con La Nopalera (al lado de Arturo Cipriano, Javier Izquierdo, Maru Enríquez at al). Marcial falleció desgraciadamente este año y fue emocionante ver el altar que le pusieron en el museo. También entramos a ver la exposición "El azúcar", muy bien montada, y al salir, comimos en un restaurante frente a la Plaza de Coyoacán. Todavía compramos pan y algunas cositas y regresamos para descansar y pasar la tarde en casa. Fue un lindo paseo con mi amada Dení.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Juanito contra el mundo*


Pocas imágenes tan conmovedoras, pocas escenas tan tiernas, como las de Rafael Acosta, Juanito, al lado de su propia estatua de bronce, mientras la pasea por las calles del Centro Histórico del Distrito Federal y se toma fotos con los transeúntes. Por eso me sorprendió la actitud de un hombre iracundo que apareció en una nota de Milenio Noticias la noche del jueves pasado y que insultaba con rabia desmedida, aunque desde lejecitos, a Juanito. El sujeto, tal vez sexagenario y quien decía ser “cliente” (¿?) de Jesusa Rodríguez y Gerardo Fernández Noroña, se mostraba furioso contra el delegado con licencia por Iztapalapa, a quién llenaba de improperios y de epítetos más que floridos, al tiempo que presumía su filiación lopezobradorista.
La actitud de ese señor es más que ilustrativa del momento por el cual estamos pasando y de la falta de sentido del humor que muestran algunos sectores. Nadie puede negar que transcurrimos por momentos muy difíciles en lo político y sobre todo en lo económico. Lo sé en carne propia, porque padezco los embates de la crisis y, como millones de mexicanos, vivo prácticamente al día (y a veces ni siquiera eso). Pero bien dicen que el que se enoja pierde y si ante lo negro del panorama mexicano sólo nos quedan por delante la ruta del enojo furibundo y la ruta del humorismo cínico (en el sentido en que Cioran definía al cinismo), yo prefiero tomar esta última.
Sé que hay quienes sueñan con una nueva revolución, sobre todo ahora que se acercan el bicentenario de la Guerra de Independencia y el centenario de eso que llamamos la Revolución Mexicana. Siento desilusionarlos, pero durante el siglo pasado –ahora sí que aquí y en China–, las revoluciones sólo llevaron a la implantación de gobiernos iguales o peores a los derrocados. Además, ¿quiénes serían los dirigentes de una nueva revolufia? ¿AMLO, su junior, Porfirio Muñoz Ledo, el Noroñas, René Bejarano? Sólo de imaginarlo, me embarga una profunda nostalgia reaccionaria.
Mejor nos esperamos a que acabe el sexenio, ¿no?

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Lo dijo Fidel Velázquez


“Si lo piensas, no lo digas. Si lo dices, no lo escribas. Si lo escribes, no lo firmes. Pero si lo firmas,¡échate para atrás…!”.

(¿No era un genio del cinismo?).

jueves, 5 de noviembre de 2009

Daré un curso de redacción periodística


Rock bajo palabra

Curso de redacción enfocado al periodismo musical

La Mosca en la Red y Baktun, Arte y Cultura anuncian la realización del curso de redacción, con énfasis en el periodismo de música en general y de rock en particular, que impartirá Hugo García Michel, director de La Mosca, a partir del próximo lunes 23 de noviembre.

El curso constará de 16 sesiones de dos horas cada una, los lunes y miércoles, de 5 a 7 de la tarde, y se llevará a cabo en las instalaciones de Baktun, Arte y Cultura, ubicadas en Alfonso Reyes No. 131-2, casi esquina con Tamaulipas, colonia Condesa, México, DF.

Durante el curso –basado en el Manual de redacción y estilo de La Mosca–, se trabajará en las cuestiones básicas de una correcta redacción (ortografía, sintaxis, estilo, buen uso del idioma) y su empleo práctico en los diferentes géneros periodísticos (la entrevista, la crónica, la reseña, la crítica, los artículos de opinión, etcétera).

Como incentivo, al menos los tres mejores alumnos recibirán la oportunidad de colaborar en el sitio virtual La Mosca en la Red.

Cupo limitado a 20 personas.

Costo del curso: 2 mil pesos más 300 pesos de inscripción.

Informes de 11 a 19 hrs., en las oficinas de Baktun, Arte y Cultura o en los teléfonos 4171-0421 y 4168-1022

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sabado de Pechos y Gatos


Luego de algunos meses, Los Pechos Privilegiados vuelven a presentarse en el hermoso Foro del Tejedor de la librería El Péndulo de la Zona Rosa.

La cita es este sábado 7 de noviembre, en punto de las nueve y media de la noche, en Hamburgo 126, colonia Juárez, a un ladito del Vips de Hamburgo.

Ven con nosotros a una nueva noche de blues, rock, soul, funk y otras músicas. Canciones originales en español con el especial sabor de Los Pechos.

Grupo abridor: Gatos de Arrabal.

martes, 3 de noviembre de 2009

La Mothermania de Zappa en La Mosca en la Radio


El programa de esta noche estuvo dedicado a Frank Zappa y su álbum recopilatorio Mothermania de 1968. Espero que lo disfruten.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Mi odio al Halloween


Los años pasan y continúo en las mismas. Tal vez sea una posición anticuada, quizá sea una actitud reaccionaria, pero sigo sin aceptar que el Halloween se imponga en México y me da pena (propia y ajena) que incluso en las escuelas se fomente a esta fiesta tan lejana a nosotros, en detrimento de la bellísima celebración del Día de muertos. Es algo que nunca dejaré de lamentar. A lo mejor porque yo de niño aprendí a fabricar calaveras con un cuchillo y un chilacayote y salía a la calle a pedir "quinto para mi calavera", sin disfrazarme de brujo o de monstruo y sin decir el hoy habitual, en los niños de estos lares, "¿me da mi jálogüin?". Insisto, puede ser un prurito conservador, pero odio al pinche Halloween en su versión mexicana.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Diecinueve


Los añitos que hoy cumplió la Denisse del alma mía y lo festejó con una reunión familiar en casa de su amiga Zita, en la colonia Escandón. Fue una reunión muy agradable, en la que además de su familia (papás, hermanos, tíos, sobrinas) también llegaron varias amistades. Rica comida, buena música (la verdad es que yo fui el encargado de armar un compilado en mp3 que no terminamos de escuchar por la cantidad de canciones que contenía) y divertidas charlas. Lo principal es que Dení llega a sus diecinueve noviembres en plena salud y gran felicidad y que lo hace en vísperas, además, de entrar por fin a estudiar la carrera de actuación, algo por lo que ha luchado duramente a lo largo de al menos un par de años. Feliz cumpleaños, amor. Mereces todo lo bueno por lo que estás pasando.