De niño odiaba ir a cumpleaños porque casi siempre
servían ensalada de papa o coditos, frías y con una crema aguada vomitiva. De
viejo ya ni pienso en los cumpleaños. Pero
La Mosca es insecto aparte. La amo
con zumbona pasión, como lector y ocasional escribidor.
La Mosca me dio a la
más deliciosa grupi que se me ha arrimado, mi chica ye-ye de provincianas
tierras.
La Mosca me reinicia como alucinado
fan de sus mujeres escribidoras,
de las que me enamoro, todavía, sin entender por qué.
La Mosca me da amigos.
La
Mosca es zona de sueños.
Mosca, me
pasmas con tu congruencia y honestidad, celebro que en el áspero y plagado de
trampas mundo revistero mexicano sigas adelante. Eres el sueño de todo editor,
vives porque tienes lectores. Mosca querida, sigo contigo aunque por ahora no
estoy en ti. Mosca zumbona, sigue haciendo ruido, sigue dando lata, aunque
debajo del pavimento no esté la playa.
Capitán Pijama
*Publicado originalmente en La Mosca No. 82, febrero de 2004, número del décimo aniversario moscoso.
1 comentario:
Extraño la revista impresa, que bueno aun tener a la mosca desde su sitio virtual y que siga existiendo forever.
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