sábado, 17 de octubre de 2009

Nostalgias de la Compañía de Luz*


Parece que fue ayer. Lo recuerdo con la tierna sonrisa que da la dulce nostalgia por los tiempos idos que, como en el poema de las golondrinas de Bécquer, no volverán.
Cómo no acordarme de aquellos tiernos momentos de infancia y adolescencia, cuando mi madre me mandaba a pagar el recibo de la luz a la sucursal que la Compañía tenía en el pueblo de Tlalpan y hacía yo largas y lentísimas colas que me hacían repelar por la burocrática pachorra de los empleados que nos atendían, con sus ya desde entonces clásicos y entrañables malos modos. En aquellos días no lo entendía, mas ahora comprendo que se trataba de que todos en la kilométrica fila conviviéramos, nos conociéramos mejor y nos hiciéramos buenos amigos. ¡Pensar que nos quejábamos por estar a pleno rayo del sol, fuente inagotable de vitamina D! Malagradecidos que éramos con los chicos de Luz y Fuerza.
Otro recuerdo que no se borra y me hace suspirar con añoranza es el de aquellas ocasiones en las cuales el recibo llegaba con una cantidad diez o doce veces más alta de la habitual y uno iba a la oficina de aclaraciones, donde después de jugar a Las sillitas a lo largo de cuatro o cinco horas, se nos decía que mientras se aclaraba el asunto, era imperioso pagar o nos cortarían la corriente con la implacable velocidad de –claro– la luz. ¡Cuán divertido era tratar de reunir el dinero con desesperación, a fin de que los simpáticos empleados afiliados al SME no llegaran a dejarnos a oscuras!
Por todo eso y muchas cosas más, me extraña que la generalidad de la gente no apoye a los trabajadores de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro en su lucha contra el gobierno. Digo, si los muchachos hoy comandados por Martín Esparza siempre nos trataron rete bien. Qué raro que hoy la ciudadanía les dé la espalda.
Parece que fue ayer. Lo recuerdo con la tierna sonrisa que da la dulce nostalgia por los tiempos idos que, como en el poema de las golondrinas de Bécquer, no volverán… o al menos eso espero.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

3 comentarios:

judith dijo...

Y ahora se hacen los santos, los sufridos, boteando en la calle, pidiendo apoyo, comprensión y solidaridad con su causa. Demasiado tarde creo yo. Se subieron en una nube de la que pensaron jamás bajarían. Aunque también no deja de hacer ruido la causa verdadera de esta decisión. El tiempo dirá, como siempre, cuando acabe este sexenio si se hizo por un acto de justicia o se negociaron ciertos intereses a favor de algunos panistas.

eddie dijo...

NO comparto tus dulces recuerdos Hugo Michel. NI el comentario dE Judith. respetable lo que piensan, pero creo que no es tan así. Sin animos de ponerme a hablar como clásico panfletario andante, me gustaria mencionar que en afecto hay errores tremendos que han cometido los trabajadores del luz y fuerza, además afiliados al SME. Pero es injusto que de la noche a la mañana les hayan quitado su medio de trabajo, los dirigentes son unos imbeciles, la base tendra que hacer algo al respecto. Y es penoso que ahora le esten dando a Obrador y su bola de políticoa oportunistas y convenecieros la batuta del movimiento. Ojalá ganen esta batalla y reqtifiquen su practica política y la vinculación con el pueblo. La lucha de los electricistas es justa y legitima.

Porno Vato dijo...

NO CHINGUES HUGUITO SI HUBIERAS SIDO TU EL DESEMPLEADO AHI ANDUVIERAS LLORIQUEANDO POR TU CHAMBA...... AH PERDON! SI ESO FUE LO QUE HICISTES CUANDO TE CERRARON LA MOSCA.