miércoles, 28 de diciembre de 2011

Veinte años sin Johnny

Hoy se cumplen exactos veinte años de la muerte de mi padre, acaecida en 1991 en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Son dos décadas ya sin su presencia física, aunque sigo sintiéndolo muy cerca, sobre todo durante los más recientes cinco años. Es como si estuviera aquí, cerca de mí, cerca de nosotros, los que le sobrevivimos: sus hijos, sus nietos, su esposa y hasta sus mujeres.
  Lo extraño y no lo extraño por eso mismo: porque no dejo de sentirlo presente cada día. Tengo esa certeza de que me ha estado echando la mano en varios aspectos y de que en mucho le debo a él, que amaba tanto al sexo femenino, el hecho de tener a tantas y tan maravillosas amigas. Por eso le dedico siempre mis canciones y lo que escribo y por eso tengo su foto en un librero, dentro de mi recámara.
  No escribiré sobre cómo era, porque ya lo he hecho en este mismo blog (ver el post Mi padre, escrito hace cuatro años). Sólo quiero volver a recordarlo con todo mi amor y mi nostalgia. Jamás podré olvidar su sentido del humor y lo divertido que le resultaba hacer mofa de medio mundo (a mí me tocó varias veces padecer sus sarcasmos y me hacía enojar mucho, ja ja). Escuchábamos música absolutamente distinta (nunca le entró el rock). Sin embargo, a él le debo mi amor por el futbol (fue necaxista y más tarde americanista; de niño me llevaba cada jueves y cada domingo al estadio, aunque yo siempre le fui a los Pumas). Tuvimos mil desacuerdos, sobre todo en lo político (especialmente en mi época de híper izquierdista) y en lo que tenía que ver con mi cabello largo (a la menor oportunidad, me llevaba casi a fuerzas a la peluquería). En fin, manes de la lucha generacional que a la larga pierde importancia, porque lo que queda es el amor de padre a hijo y de hijo a padre. Ese amor que nos seguimos teniendo, a pesar de que él esté en otra parte, al lado de mis añorados hermanos Jorge y Sergio.

La foto debe ser de finales de 1987 o principios de 1988. Fue tomada en Tepepan. Ahí se ve a mi papá con cuatro de sus nietos: Axel (1) y Leyla (3), hijos de mi hermana Myrna, y Alain (4) y Jan (2), mis hijos. 

3 comentarios:

La reynita escribidora. dijo...

Me quedo un poco sin palabras, reconocerte en esto de las añoranzas me endulza y me pone seria risueña, como con sonrisa complice y a punto de darte un beso camarada.

Hugo García Michel dijo...

Pues dádmelo ;)

Rodrigo Díaz López dijo...

Muy interesante artículo, por primera vez veo una imágen del Papá de Sergio García. Sergio era necaxista, y conocía la alineación de memoria del año de 1958. Muchas gracias Hugo, por alimentar el blog con muy buenos artículos. Un abrazo. Felicidades a la familia García Michel.

Saludos!