domingo, 26 de octubre de 2014

Bola de sebo

Leí este cuento de Guy de Maupassant en mi adolescencia y recuerdo que me impactó mucho. Ahora que lo he releído, entiendo por qué. "Boule de suif" es un relato apasionante, intenso y con una enorme carga de crítica social. Sólo que no es esa crítica social amarga y solemne que solemos padecer desde la corrección política. Maupassant supo darle un toque irónico a su narración sobre ese pequeño grupo de aristócratas y burgueses de toda laya que trata de escapar de la Francia ocupada por las tropas prusianas, en la segunda mitad del siglo XIX. Con la angustia de salvar el pellejo y parte de sus fortunas, este conjunto de comerciantes, aristócratas venidos a menos y hasta un político demagógico y revolucionario, más sus esposas y un par de monjas, contrata un carruaje para que los lleve, en medio del crudo invierno nevado del norte francés, hacia el puerto del Havre, a fin de embarcarse rumbo a Inglaterra.
  El ingrediente "extraño", "anómalo", dentro del grupo es la presencia de Elizabeth Rousset, una obesa pero sensual prostituta a la que apodan "Bola de sebo" y a la que miran con desprecio desde que se inicia el viaje. No voy a revelar la trama del cuento porque vale mucho la pena leerlo, pero la manera como el autor -quien fue discípulo de Gustave Flaubert- cuenta las diferentes peripecias por las que pasan los personajes y la forma como todos giran, para bien y para mal, alrededor de la bondadosa y digna cortesana (además de la única persona en el relato con un sentido realmente patriótico) es fascinante. Maupassant revela la falta de sentimientos, la hipocresía, la crueldad, el egoísmo, la mezquindad y la estupidez de esos burgueses ignorantes y lerdos, pero lo hace con una gracia y un sarcasmo que en varias ocasiones provocan la sonrisa.
  Un cuento clásico de la literatura francesa. Una narración extraordinaria (para parafrasear a Poe, otro gran cuentista de la misma época). Una grande y aleccionadora historia. Un deleite.

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