sábado, 16 de abril de 2016

Salinas, mon amour

Frase 1: “Salinas está detrás de la campaña en contra de Duarte y a favor de Yunes”.
  Frase 2: “Mi instinto me dice que Salinas se quiere venir a apoderar de todo Veracruz a través de Yunes Linares”.
  ¿Quién disparó semejantes enunciados? ¿Quién es la persona más obsesionada con la figura de Carlos Salinas de Gortari? ¿Quién le confiere a éste toda clase de súper poderes y le otorga la capacidad de mover a su antojo cada uno de los hilos de la política nacional? ¿Quién mantiene en boga a esta especie de súper villano que ya lo quisieran los de Marvel para una de sus producciones cinematográficas?
  Desde hace varios años, el mayor propagandista de Salinas de Gortari es ni más ni menos que quien se quiere mostrar como su némesis. El lector ya sabe a quién me refiero. El inefable Andrés Manuel mantiene tal obsesión por Salinas que uno empieza a sospechar que hay por ahí alguna historia de despecho sentimental que desconocemos. Don Peje menciona tanto a don Carlos que uno ya no sabe qué pensar. ¿Se trata de una manera un tanto retorcida de expresarle su enamoramiento? Un buen psicólogo tendría mucho que explicarnos al respecto. Digo, porque así solemos comportarnos los seres humanos cuando una persona nos rechaza y no responde a nuestros requerimientos. Entre más nos repele, más la convertimos en objeto de aborrecimiento, pero no dejamos de mencionarla a la menor oportunidad.
  Esto es lo que he visto y sigo viendo en el caso Salinas-López Obrador. El segundo nos restriega, un día sí y otro también, que el primero es un malvado, un canalla con los peores sentimientos del mundo. Se trata de una visión maniquea, por supuesto, en la que el sujeto Carlos es presentado, de modo unidimensional, como el mayor adversario de México, manera sublimada de decir que, en realidad, Andrés Manuel lo considera como el mayor adversario suyo.
  Se trata posiblemente de un caso psicológico que va más allá de lo político y debe tener raíces muy profundas en el subconsciente del tabasqueño, quien al decir “Salinas, mi  enemigo”, en realidad parece expresar “Salinas, mon amour”.
  Enigmas de la psique humana.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario).

1 comentario:

DAVID SANCHEZ P. dijo...

NO CABE DUDA QUE CUANDO ESCRIBES DE ROCK,CULTURA O HASTA DE SAUL HERNANDEZ ERES UN "GENIO" PERO DE POLITICA..PURAS MAMADAS.