"Desde joven, Lucio, poseíste un instinto infalible para la Inevitable Ocasión y para la Inevitable Consecuencia. No perdías el tiempo deseando que las cosas fuesen distintas de lo que son. De ti aprendí, si bien lentamente, que existe un vasto campo de experiencia que nuestras aspiraciones no pueden modificar ni nuestros temores prevenir. Años y años viví aferrado a una cantidad de ilusiones: creía, por ejemplo, que la intensidad ardiente de un amor acababa por despertar un eco en la amada indiferente y que una indignación violenta podía detener los triunfos de un enemigo. Pero el universo sigue su poderoso curso y poco podemos hacer para alterarlo... La esperanza no ha cambiado jamás la temperatura del día siguiente".
Julio César en carta ficticia para Lucio Mamilio Turrino, 45 A.C.
Thornton Wilder
Los idus de marzo (1948)
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