domingo, 5 de octubre de 2008

Un bello fin de semana


No sé si sea la ley de las compensaciones, pero tuve un fin de semana lleno de cariño, afecto, gente querida, personas cálidas y hasta una nueva amistad. Ayer sábado por la noche, vino mi amiga Dharia (fue su primera visita a mi casa) y llegó acompañada por su roomate, Dennys, una chava muy joven y muy linda. La verdad es que la pasamos más que bien. Fue divertido, fue entretenido, fue una delicia. Ambas son actrices y gente muy abierta, sensible y talentosa. Estoy cierto de que he ganado a un par de amigas de esas que perduran. Preciosas las dos.

Hoy domingo me lancé a Tlalpan y estuve en la casa de Rosa y mis hijos (y los suyos y los nietos) para llevarles algunos recuerdos que les traje de París. Fue una tarde hermosísima (¿vieron el cielo y la luna a las siete de la noche? ¡Qué colores!) y eso pareció reflejarse en el ánimo de todos. La pasamos muy bien juntos. También fui a ver a mi mamá y a mi hermana Ivette, quien junto con su hijo Carlos se acaba de mudar a la casa materna. Todo asimismo muy grato. Regresé aquí como a las ocho y media, contento y tranquilo a pesar de que la melancolía aún no me deja del todo. Pero resultó un fin de semana perfecto (y lo habría sido más... si los Pumas le hubieran ganado al América, ni modo).

1 comentario:

Dharia Lézin dijo...

Eah, ahí estuvimos las dos =)