sábado, 1 de mayo de 2010
Chabelo y la política de la catafixia*
Xavier López nos lo ha revelado: nuestra clase política es hija de Chabelo. Si lo vemos bien, el amigo de todos los niños, incluidos los niños diputados, ha formado la mentalidad de numerosas generaciones que crecieron bajo el influjo de la televisión mexicana, especialmente de Televisa y su llamado (of all names) Canal de las Estrellas.
Nada tengo contra Chabelo. El personaje me cae bien y respeto al actor que lo interpreta desde hace más de cinco décadas. De niño lo veía puntualmente en sus programas de Canal 5 (con sus secciones “La conciencia y yo” y “Lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer”) y en los ochenta me hizo reír con sus personajes de La carabina de Ambrosio. Su programa de los domingos en la mañana ha batido marcas de permanencia y en general no es alguien que dañe a los niños (hay cosas en la televisión realmente dañinas para los chavos). Incluso es el creador de un neologismo que no debe tardar en ser aceptado por la Real Academia Española: el verbo catafixiar.
Por todo lo anterior, no me asusta, no me indigna y no pienso rasgarme las vestiduras porque la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados le rindió un homenaje el jueves pasado. ¿Que hay cosas más urgentes que los legisladores deberían atender, como las reformas que tanto requiere el país para salir de su asfixia? Pues sí. ¿Qué la diputada panista Kenia López aprovechó la visita del personaje de pantalón corto para tratar de lucirse a sus costillas y decir en un discurso que “la Cámara trabaja y busca generar condiciones para que los niños mexicanos vivan mejor”? Pues sí. Pero no debe extrañarnos.
Vayan o no Chabelo, Vulgarcito o el Loco Valdés a San Lázaro (¿por qué no homenajear también a los integrantes de Ensalada de locos? ¡Hago la solemne propuesta!), los diputéibols seguirán en la misma inacción (iba a decir güeva, pero luego algunos se ofenden) de siempre. Hay que recordar que en el Poder Legislativo nada pasa… ni la ciruela pasa.
Por cierto: catafixia rima con asfixia.
*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.
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1 comentario:
Por supuesto sería de mal gusto comentar a los lectores de Milenio que Chabelo ha sido por décadas uno de los más esforzados promotores del consumo de comida chatarra. No es el único, pero sí el más longevo.
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