domingo, 21 de noviembre de 2010

Sin mensaje


Domingo tranquilo. Visita a Tlalpan para estar un rato con mi mamá y otro con Alain y los Hellion. Todo normal, todo calmo y agradable. Lo único que sentí raro fue ya no recibir a lo largo del día algún mensaje de Denisse en mi cel.

1 comentario:

Héctor Quintero dijo...

Faltan todavía el: ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo lo estará haciendo? ¿Se reirá igual? ¿Lo besará igual? He seguido esta historia de amor a través de tu blog, viví una situación similar: un día me amaba, al otro día no supe más de ella, así de pronto, así de fácil. La psique femenina es incomprensible y me atrevo a decir que cobarde. ¿Te has dado cuenta que las mujeres pueden odiarse durante meses y saludarse como si fueran grandes amigas? Los hombres no, algunos se agarran a golpes y resuelven su problema en 5 ó 10 minutos, según los golpes que resistan, otros nos embriagamos y en medio de la borrachera "hablamos" y asunto arreglado. He vivido lo que tú y como se les dice a los que sobreviven a un fallecimiento: ojalá la resignación llegue pronto (por cierto, aunque tarde, te lo hago saber, deseo que superes pronto la pérdida de tu hermano), y es que, te lo prometo querido Hugo, no tarda ella en hacerse presente, el mensaje llegará con cualquier motivo, pero va a volver, eso no es lo importante, lo que importa es que tú sepas qué quieres (de ella y de la vida) y te mantengas firme. Va a volver, te lo prometo, sin afán de caer en el cliché, la mayoría de las mujeres, están cortadas con la misma tijera. Un abrazo. Tu mosquiento y seguro servidor. Héctor. Pd. Las relaciones abiertas me parecen una estupidez, ojalá no te ofendas, pero se es o no se es, se está o no se está, puede parecer tajante lo que digo, pero creo, es la mejor forma en que funcionan las cosas. Pd 2. Me urge la mosca en el papel.