Hoy cumple veinte años y los cumple a plenitud. No podré pasar con ella el día (sólo la vi unos momentos en la mañanita), porque celebrará su onomástico con su familia y algunos de sus compañeros de escuela, en el departamento de una condiscípula. Dado que estamos en relación “abierta” (cualquier cosa que ello signifique), me pareció prudente no asistir y dejarla divertirse a plenitud con los suyos.
La conocí de diecisiete añitos, a punto de cumplir los dieciocho. Desde entonces hemos mantenido una relación que a pesar de los cambios de adjetivos calificativos, se ha mantenido estrecha, entrañable, llena de cariño y amor. Yo la adoro y ya no imagino la vida sin ella cerca.
Veinte años, ya dejó de ser una teenager y será una mujer a plenitud, sin perder jamás su encanto, su sentido del humor, su simpatía, su inteligencia, su talento y su belleza.
Es Denisse, la ahora veinteañera, une femme que j’aime.
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