¿Hay alguien ahí?*

Para todos los compañeros del querido Milenio, en estos primeros once años.

Primer día del año. Todo el mundo (o casi) descansa, ronca, se cura la cruda, se decide a ser fodongo, sobre todo porque hoy es sábado y el descanso puede alargarse hasta mañana domingo. ¿Leer el periódico? Qué flojera. ¿Enterarse del número de muertos del día de ayer? Para qué. Al menos hoy descansemos de la macabra estadística diaria que nos ha perseguido casi desde que empezó el que iba a ser el sexenio del empleo y terminó en el sexenio de los balazos, los descabezados, los narcomensajes, la violencia desatada, etcétera.
Hoy es Año Nuevo, ya estamos en 2011. ¿Qué caso tiene saber que al senador pejista René Arce se le subieron posiblemente los efluvios de la sidra y lanzó un yo acuso por interpósita persona, para afirmar que Marcelo Ebrard ha promovido “desde la clandestinidad” diversos acuerdos con el presidente Felipe Calderón, a fin de ser el candidato de la coalición PAN-PRD en el 2012? Ah, caray. Como quien dice, ya empezó el fuego amigo contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal y sobra decir de dónde viene.
Pero hoy es día 1 de enero de 2011, hoy empieza la segunda década del siglo 21. Ya habrá tiempo de analizar y, sobre todo, de divertirse con las patadas bajo la mesa y con los cubetazos en la cabeza que se darán los políticos de los distintos partidos para situarse (me niego a usar el horrendo verbo posicionarse) como candidatos en los distintos puestos de elección popular de julio del año próximo.
Así pues, ¿qué caso tendría hablar este día del aumento de diez por ciento en los taxis, de que cinco estados de la hermosa república mexicana cerraron 2010 en estado de máxima alerta o de que, a decir de la organización Reporteros sin Fronteras, México fue el tercer país en el mundo con mayor número de periodistas asesinados durante el año que acaba de dejarnos?
A bailar, a bailar, que el mundo se va a acabar (según los mayas, faltan poco menos de veinticuatro meses para el Apocalipsis que nos dará a todos en la mare, para decirlo en yucateco antiguo).
Por todo eso es que hoy pregunto, ¿hay alguien ahí?

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara! de Milenio Diario.