lunes, 13 de junio de 2011
La Suciedad de las Sirvientas Puercas
¿Hasta qué punto nos puede traicionar el pasado cuando de manera impensada resurge frente a nosotros? ¿Hasta dónde puede un editor afectar la imagen de una personalidad pública al sacar a la luz alguna parte oscura de sus ayeres? ¿Resulta ético dar a conocer documentos gráficos o escritos que revelan a las generaciones presentes lo que otros hicieron en tiempos pretéritos? ¿Debe un periodista publicar una exclusiva aun cuando con ello afecte el prestigio de terceros? Éstas y otras cuestiones cuasi filosóficas vinieron a mi mente a partir de que, hace una década, como director de la revista La Mosca en la Pared, decidí publicar unas fotografías que causaron cierto alboroto y escándalo en el diminuto pero significativo ambiente roquero nacional.
Las fotos en cuestión presentaban a algunos personajes conspicuos del rockcito hecho en México -en concreto Saúl Hernández, Alfonso André, José Manuel Aguilera, Federico Fong y el Dr. Fanatik-, cuando a finales de los años ochenta formaban parte de un grupo del que muy pocos tienen noticia y cuyas grabaciones son hoy objeto de culto bastante cotizado. La banda en cuestión se llamaba La Suciedad de las Sirvientas Puercas y tenía como peculiaridad el hecho de que algunos de sus integrantes se vestían y se maquillaban como mujeres. En el número 40 de La Mosca, tuve oportunidad de entrevistar al Dr. Fanatik y éste narró la historia efímera de la peculiar agrupación, de la cual era líder y vocalista. A grandes rasgos, me dijo que La Suciedad... surgió en un momento en que Caifanes se encontraba en una crisis que amenazaba con deshacer al grupo por diversos conflictos internos, los cuales tenían que ver con el ego y la mala repartición de las ganancias. Cuenta Fanatik: “Pensamos que teníamos que hacer algo que gustara y que llamara la atención. Ellos me expresaron su deseo de vestirse de mujeres y les dije: ‘a mí ya me pasó esa época, yo ya me definí, yo puedo salir de padrote; pero si ustedes gustan salir de prostitutas, pueden hacerlo’. Federico Fong era ‘La Cachetona’, Alfonso André era ‘La Lagartona’ y Saúl Hernández era ‘La Susan’, por aquello de ‘Su-San... tidad’ y de que reparte muchas bendiciones. Aguilera no se vistió de mujer, tampoco ‘El Pollo’, quien tocaba el bajo.
Cuando mi entrevistado me mostró algunas fotografías de aquel peculiarísimo conjunto y ofreció facilitármelas para su publicación, no lo pensé dos veces. Obviamente sabía que iban a causar furor y escozor, pero como periodista y editor no podía dejar pasar la oportunidad de semejante exclusiva. Las fotos aparecieron a mediados de agosto de 2000 y las repercusiones fueron mucho más fuertes de lo que hubiese podido imaginar.
La primera reacción provino de algunos periodistas amigos, quienes se sorprendieron con las inéditas imágenes. Todos rieron de buena gana, algunos me felicitaron y otros me advirtieron “se va a enojar Saúl”. Luego comenzaron a llegar cartas y correos electrónicos de todo tipo a nuestra página de internet. Los hubo que festejaron la publicación de las reveladoras fotografías y los hubo también que nos cubrieron de insultos y denuestos, como un lector de Tultitlán, Estado de México, quien en la parte más suave de su misiva cibernética nos decía que “ahora sí se pasaron de lanzas. ¿Por qué sacaron esas pinches fotos? ¿No ven que Saúl Hernández es como un guía para muchos chavos que creen en él por los mensajes de sus letras y por las ondas que tira en sus tocadas? Muchos lo vemos como un cuate místico y trascendente y, chale, eso de verlo de repente vestido de vieja y todo maquillado como que sí está cabrón. Me cae que no las hubieran sacado”.
A principios de septiembre de aquel año, me encontré a Alejandro Marcovich, ex guitarrista de Caifanes y quien aún no estaba con el grupo en la época de La Suciedad de las Sirvientas Puercas. Al verme, me saludó muerto de la risa y me dijo: “No sabía que La Mosca se había vuelto una revista porno”. Al preguntarle yo por qué decía eso, respondió: “Es que ahora ya sacan fotos de ‘vestidas’”. Y agregó: “Alfonso André está muy enojado”. Al respecto, pude entrar en comunicación con el baterista de Jaguares y La Barranca, quien me dijo: “La verdad que sí se la mamaron. Sobre todo porque esas fotos eran mías. No sé cómo se hicieron de ellas, supongo que el Dr. (Fanatik) sacó copias en algún momento o me las robó, no sé; el caso es que esas imágenes eran para mi colección personal de atrocidades, no para tu revista ni para ilustrar las delirantes fantasías del Dr. (Fanatik). Sí, son muy cagadas pero también muy lejanas a la realidad”.
La publicidad de las famosas fotografías fue en aumento cuando el diario La Jornada las comentó y las reprodujo con el rimbombante título de “Las Caifanas en La Mosca”. Por otra parte, fuentes bien informadas me comentaron que en el Tianguis del Chopo, a raíz de la publicación de la entrevista con el Dr. Fanatik y de las fotos de Las Sirvientas Puercas, las ventas de los discos del Doctor habían subido notablemente.
El caso (ridículo en sí mismo) no llegó a trascender más allá de su momento. Me interesó comentarlo porque de algún modo se relacionaba -toda proporción guardada, por supuesto- con investigaciones periodísticas que por aquellos días revelaban el pasado de personajes (esos sí siniestros) de la política o de la administración pública. ¿Es periodísticamente ético publicar esa clase de informaciones gráficas o escritas? Pienso que es muy válido y que no está reñido con la ética. En el caso particular de las fotografías aquí mencionadas, se trató de dar a conocer un acontecimiento que forma parte de la peculiar historia del rockcito nacional y que, además, nunca fue privado, ya que La Suciedad de las Sirvientas Puercas dio algunos conciertos, así los haya visto muy poca gente. Que tiempo después la imagen de los involucrados era muy otra y que podía resultar afectada al revelarse ciertos aspectos de su pasado público, no era culpa del medio periodístico. Se trató, a final de cuentas, de sacar a la luz una exclusiva y eso, a mi modo de ver, es una obligación de quienes nos dedicamos a este oficio.
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9 comentarios:
Yo tengo ese número de La Mosca y en su momento me pareció muy divertido. Sinceramente, creo que al final le hiciste un favor a Saúl al ayudarlo a deshacerse (así fuera involuntariamente) de tanta solemnidad. Las anécdotas del Dr. Fanatik son, en efecto, delirantes. En el 2000 La Mosca estaba en la cúspide de su quehacer periodístico, creo que la versión electrónica debería esforzarse más en seguir esa línea porque la verdad se siente un tanto abandonada (Aunque me late la posibilidad de escuchar a los grupos reseñados en el tiovivo), igual es percepción mía, pero no tiene el mismo sabor ni el punch de la versión impresa. Tal vez sea hora de comenzar un nuevo proyecto, no? El blog de nexos, por ejemplo, es muy bueno.
Suerte
Jajajja bueno, tampoco es para tanto, pero asi asi como hecho periodistico, jajaja pues medio gatito nomás, la verda' sea de dios, jajaj y no es Saúl!!!
Marcovich ya estaba dentro de Caifanes cuando salió esa madre de las Sirvientas, pero suponemos que no le quiso entrar. En realidad, las Sirvientas no tenían mucho que ver con Caifanes originalmente, pues era algo entre Fong, Aguilera, André, y el otro tipo; el Saúl entró de colado. Saludos.
Hace poco estaba releyendo precisamente ese número y esa entrevista, y no pensé que de verdad creyeran los Caifanes que esas inofensivas fotos podían afectar su imagen. No son los primeros ni los últimos en vestirse de mujer ¿cómo no les dio vergüenza, en cambio, esa mamada de concierto en el Estadio Azteca junto a Maná pidiendo paz en Chiapas?
Sr Michel,le chacaleé el dato para ventilarlo en mi facebook :D Un agradecimiento sincero por cultivar mi joven mente en el amplio mundo de la música!
Kiss, Ozzy, Robert Plant, también se vistieron de nenas, y nadie dijo nada.....yo afortunadamente tengo esa cinta, q ya pase a cd, y el material es muy bueno,en mi parecer hubieran seguido con esa banda.....
Kiss, Ozzy, Robert Plant, también se vistieron de nenas, y nadie dijo nada..... yo tengo la fortuna de contar conesas canciones y la verdad... hubiese estado chido que siguieran con ese proyecto.....
A mi en lo particular cuando compre ese numero me fue indiferente en cuanto a algo supuestamente escandaloso, simplemente un buen reportaje y buenas anecdotas del Dr. Fanatik. Me sorprende todo ese supuesto escándalo; quien tiene ojos solo para eso, con el puro aire le bastará para hacer panchos. Lo que más bien enfatizaría es que nos estamos empezando a poner demasiado nostálgicos, ¨cuando La Mosca era..", y eso es patético.
Por lo que aqui dice me parece que se malinterpreto lo que los integrantes pensaban a lo que los periodistas pensaban, es decir, Alfonso se enojo de que le robaran las fotos, no de que su imagen se estropeara, los que dijeron eso de la "imagen" no fueron los Caifanes sino los periodistas... me explico?
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