sábado, 3 de diciembre de 2011

Saúl Hernández y López Obrador*

Para mis compañeros columnistas de Milenio Diario.

Disculpará el lector que hable de una situación personal, pero resulta sintomática y la padecemos muchos de los que colaboramos en los medios de comunicación.
  Cuando en los años noventa del siglo pasado empecé a escribir sobre rock, en la sección cultural del diario El Financiero (que dirigía y aún dirige Víctor Roura) y en la revista La Mosca en la Pared (que dirigía este escribidor), mis críticas al rockcito que se hacía en México y muy específicamente a la música de Caifanes hicieron que se me empezara a considerar como un enemigo de los grupos en general y de Saúl Hernández, actual vocalista de Jaguares, en particular. Hoy día, en mucha gente prevalece la idea de que siento odio contra Hernández. Nada que ver. Las tres veces que tuve contacto con él, se portó más que amable conmigo y nada personal puedo sentir contra su persona. Es sólo su obra lo que no me agrada del todo. Pero existe un consenso que afirma, tajantemente, que odio a Saúl.
  Algo similar acaba de generar mi columna del sábado pasado (“¿Un Peje con piel de oveja?”). Además de los insultos e improperios de costumbre y del surgimiento de un par de trolls francamente desquiciados, varios lectores me preguntaron en Twitter, facebook y uno de mis blogs por qué odio a Andrés Manuel López Obrador, en una especie de déjà vu de lo que viví en el caso de Saúl Hernández y que me sigue dejando perplejo.
  ¿Por qué a una simple crítica, que no es sino una mera opinión subjetiva, algunos la ven como una manifestación de rencor, de odio, de rabia? ¿Por qué, además, le dan una importancia astronómica y en automático la descalifican y ponen en su negra lista de enemigos a quien no comparte sus ideas y puntos de vista?
  Así pues, que quede claro: no odio a Andrés Manuel López Obrador, como tampoco odio a Saúl Hernández. Seguiré ejerciendo la crítica acerca de ellos y acerca de quienes considere criticables en cualquier ámbito... , aunque con eso me gane el odio temible de sus seguidores.

*Publicado el día de hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Yo creo que no eres tú, je. La gente no asimila lo que lee, está polarizada y es reactiva. No razona los argumentos, no tiene que aportar. Es muy difícil expresar algo sinceramente y no causar escozor. Se siente uno como "sin salida" ante tales personajes.

Diego Alcántara dijo...

Con todo el morbo que puede desatar esto, me pregunto, ¿Qué opinara HGM del reencuentro y la posterior gira de los Caifanes? Me gustaría leer un articulo sobre esto. Saludos!!