sábado, 28 de junio de 2014

Una “Puri” y dos con sal

Una “Puri”: En mi columna anterior, escribí acerca de los moralistas conservadores y neoconservadores que hoy padecemos, pero me faltó incluir otra categoría: la de los doblemoralistas, aquellos que predican el buen comportamiento y se presentan a sí mismos como puros e intachables, pero que en los hechos actúan muchas veces de manera retorcida y contraria a lo que proclaman.
  Entre los políticos de cualquier signo abunda esa clase de personajes, pero es en quienes se autodefinen como de izquierda en los que esto suele aflorar de manera tan habitual como contradictoria. Contradictoria porque se supone que, dado su discurso, en la izquierda debería existir una mayor honestidad, una mayor pulcritud. No obstante, resulta muy frecuente que los polacos de gauche nos salgan con sorpresitas en las cuales su honradez política queda en entredicho.
  El ejemplo más fresco (en todos los sentidos del término) lo tenemos en el affaire Purificación Carpinteyro. La diputada, quien trabajaba a nombre del PRD en la reglamentación de la nueva Ley Federal de Radiodifusión y Telecomunicaciones, fue descubierta por una llamada telefónica en la que le proponía a un amigo un negocio, justo al amparo de esa ley. “Nos vamos a sacar la lotería” decía, palabras más, palabras menos, la guapa señora.
  Uno habría esperado dos reacciones de la diputada: que negara la autenticidad de la grabación y alegara que se trata de un montaje o que la aceptara y presentara su inmediata renuncia como legisladora, con todas sus consecuencias. Pues he aquí que sí lo aceptó, pero se negó a renunciar e incluso justificó lo del negocio… ¡porque necesitaba asegurar su futuro económico una vez que se le terminara la chamba!
  ¿En el PRD qué han dicho? Nada. ¿Por qué? Quién sabe. ¿Doble moral? Responda usted, estimado lector.
  Dos con sal: Mientras tanto, en Brasil, los personajes del momento son “El Piojo” Herrera y el uruguayo Luis Suárez. El primero por buenas razones (sus festejos ya son famosos internacionalmente) y el otro por todo lo contrario (sus mordidas son un caso para el psiquiátrico). Cosas del Mundial.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)

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